Capítulo XLIV
Volvieron al departamento de Ochaco cerca de las tres de la madrugada. La fiesta se pudo considerar un éxito, dando indicio de como sería la real cuando se llevara a cabo en un par de días.
Habían vuelto solo ellos, de algún modo, Shoto convenció a Naomi de irse con sus abuelos maternos al hotel donde se estaban quedando para que "aprovechara el tiempo con ellos".
Apenas pisó su hogar, Ochaco se deshizo de los molestos tacones que le hicieron usar, dejando escapar un suspiro de alivio en cuanto sintió sus pies tocar el frío piso. Shoto entró detrás de ella, quitándose su chaqueta y sonriendo al ver a su novia caminar más relajada.
—Literalmente acabamos de ver a tu hermana, ¿por qué insiste en escribirme a esta hora?
Ochaco volteó a ver a su novio con su celular en mano, enseñándole un mensaje que había recibido de Fuyumi. El muchacho se acercó a ella, apartó con cuidado el teléfono de la chica y posó sus manos en su cintura, acercándola despacio a él.
—Ignórala —murmuró, escondiendo su rostro entre el cuello y el hombro de la castaña. La sintió tensarse de inmediato—. ¿Sabes? Hay otra cosa que podríamos hacer de ensayo también, ¿no crees?
Comenzó a depositar cortos besos en su cuello, a la vez que la mantenía firmemente apegada a su cuerpo con una mano y con la otra recorría su espalda para encontrar el cierre del vestido.
Ochaco pareció quedar helada, sin saber como reaccionar genuinamente. El agarre de su novio le molestaba, sus besos la hacían sentir incómoda y como recorría su espalda hasta hallar el cierre de su vestido la hacían sentir que no estaba bien... Pero su mente también le decía que no estaba bien seguir alejando al que sería su esposo.
Se encontraba en un conflicto interno; por un lado, la razón le decía que lo dejara, así no sospecharía más, pensaría que todas las veces que lo repelió era por el simple estrés, pero su instinto le decía que debía apartarlo, que no era lo correcto...
Aquello último fue lo que ganó. Con un suspiro, comenzó a alejarse de Todoroki, quien frunció el ceño confuso ante su reacción.
—¿Ahora qué?
—Es tarde —murmuró, tratando de mantener el contacto visual.
—Eso nunca nos detuvo antes —respondió enarcando una ceja—. Además, Naomi no está.
Ochaco pasó saliva algo nerviosa.
—Quiero dormir, Sho. De verdad.
Todoroki suspiró antes de asentir resignado. Uraraka sonrió levemente para luego retomar su camino hacia su cuarto, esperando poder descansar un poco y olvidar, aunque sea por unas horas, tanto drama en su vida...
—No me estás ocultando nada, ¿cierto?
Se detuvo a medio camino sin voltear. La pregunta de la nada de Todoroki la había pillado totalmente desprevenida, y una sensación de pánico la embargó.
—¿Q-Qué?
—Llámame paranoico —contestó, acercándose de a poco a la castaña—, pero algo me dice que te ha pasado algo y no quieres decirme.
Finalmente Ochaco volteó a verlo, tratando de mantener una expresión tranquila en su rostro, pero el problema era que Shoto la conocía demasiado bien.
—¿Q-Qué me pasaría, Sho?
El muchacho se encogió de hombros.
—Estuviste rara en la fiesta —Ochaco abrió sus ojos sorprendida. No esperaba que se diera cuenta—. ¿Peleaste con Yaoyorozu? La vi llegar y salir en un parpadeo. Y tú saliste del baño como si de un funeral se tratara.
Uraraka no supo qué decir. Realmente no contaba con que Todoroki se percatara de esos detalles, pues cada vez que ella lo veía, él se notaba animado conversando con los invitados.
Claramente tenía su mirada sobre ella sin que se diera cuenta y eso no era bueno. ¿Qué más quedaba hacer?
Volver a mentir.
Porque en eso se estaba volviendo cada vez más ágil.
—Oh, s-sí —respondió, llevando un mechón de cabello tras su oreja—. No quería arruinarte la celebración. Tuve una discusión con Yaomomo, por el tema de los vestidos. A ella le llegó el suyo hoy recién y no le gustó, pidió cambiarlo, pero ya era tarde y... —suspiró, encogiéndose brevemente de hombros—. Drama de chicas.
—¿Y el "drama de chicas" fue tan malo, que decidió irse de la fiesta nada más?
Oh no. No le estaba creyendo del todo.
—Me discutió, Sho. Y al final, soy yo la novia, y si elegí ese vestido para mis damas es porque era el que yo quería. Se lo tomó personal y ya, cosa de ella.
Hubo unos momentos de silencio. Shoto miraba fijamente a su novia durante varios segundos, pero terminó negando levemente con su cabeza antes de suspirar rendido y caminar hacia la habitación. Soltó un "estas mujeres" cuando pasó por su lado, y de ese modo Ochaco dio por finalizada esa conversación, siguiéndolo para poder finalmente acostarse a su lado a descansar.
Por poco la descubría.
Era de esperarse que realmente poca gente estuviera en el canal a esa hora, considerando que la gran mayoría había asistido a esa cena de ensayo de Uraraka. Hasta Kirishima estaba tardando en llegar y eso no le estaba gustando para nada.
Estaba en el patio, sentado en una banca con su café en mano esperando que alguien, cualquiera se dignara a aparecer y comenzar a trabajar, pero parecía casi que un pueblo fantasma.
—Tan puntual como siempre.
Katsuki rodó sus ojos al escuchar esa voz. Camie se acercó a él y se sentó a su lado, mirándolo fijamente sin alguna expresión clara en su rostro.
—¿Qué quieres, Utsushimi? ¿No deberías estar dormida como los demás holgazanes de este lugar?
—Me fui temprano de la fiesta anoche. Además, por obvios motivos no estoy bebiendo, así que —tiró su cabello hacia atrás de modo exagerado— fresca como una lechuga.
Bakugo le dedicó una odiosa mirada antes de chasquear su lengua y decidir ignorarla. Pero Camie parecía no recibir el mensaje por completo, logrando molestar un poco al actor cuando la escuchaba suspirar sonoramente y por último, carraspear fuertemente.
—Así que... No harás nada, ¿verdad?
Por eso quería ignorarla.
El rubio enfocó su vista en su café, revolviéndolo sin sentido alguno.
—Que lástima. De verdad que apostaba por ustedes. Se veían muy bien juntos, además, ella irradia otra energía cuando está contigo. Anoche ella estaba tan triste, me dio bastante lástima.
—Por la cantidad de idioteces que subías anoche, diría que piensas lo contrario —gruñó sin mirarla—. Aplaudiendo el sonso discurso de ese bastardo, celebrando y cuanta mierda más.
Camie se sonrió internamente.
—Soy actriz, Kacchan, fingir cosas es lo mejor que hago —llevó una mano a su pecho, fingiendo modestia—. En fin, no se trata de mí, si no de ustedes.
Katsuki la miró unos segundos, y la chica pudo notar una expresión en su rostro que no había visto antes: una tristeza, tratando de ocultarse tras una fachada de malhumor y seriedad.
—No hay "nosotros", Camie. Y por el amor de Dios, detente. Las decisiones están tomadas, ella se casa, yo me voy a Canadá unas semanas y-
—¿Te vas? —interrumpió abruptamente.
—S-Sí —contestó algo dudoso. Suspiró y pasó una mano a su rostro cansado—. La próxima semana. No sé que demonios quiere Kathie, a esta altura ya no me importa. En cuanto Ochaco se case, buscaré el modo de terminar ese jodido trato.
La rubia pareció rendirse. Suspiró y asintió con su cabeza, colocando una mano sobre su hombro.
—De acuerdo. Yo... Yo solo quería ayudarte —murmuró—. Um, te veo en el estudio.
Sin decir más, la actriz se marchó derrotada. En el fondo, Katsuki apreciaba un poco que lo intentara, pero no le gustaba la idea de que se metiera en sus asuntos.
Decidió ir a la sala de maquillaje a ver si alguien ya estaba ahí para prepararlo. Mientras hacía ese recorrido, no pudo evitar que a su memoria viniera esa primera vez que la vio: en esa misma sala, dándole la espalda, charlando con sus amigas. En ese momento no apreció como debía a la castaña, apenas sí la había mirado, pero cuando se sometió a su trabajo por primera vez fue totalmente distinto. Katsuki estaba acostumbrado a que todos le hablaran casi con temor, que se mostraran nerviosos o tensos mientras lo alistaban, pero ella pareció desafiar todo aquello... Y eso hizo que se enamorara de ella.
Tantos momentos vividos que sabía que lo mejor era solo guardarlos en un cofre dentro de su memoria.
Al llegar a la sala, notó a Kirishima, su ruidosa novia, Kendo, Pony, Tokage y otros más.
—¿Dónde estabas, viejo? Te creí temprano aquí.
—Y lo estoy, idiota. Nadie apareció —frunció su ceño. Notó la mirada de Mina sobre él, pero de una forma que lo incomodaba—. ¿Y tú qué?
—Nada —espetó seria, volteando hacia el perchero para seleccionar los trajes de ese día.
Katsuki miró a su amigo con duda, quien solo negó con su cabeza, su semblante bastante serio. Bakugo no comprendió aquello, y no estaba de ánimo alguno para intentar descifrar su lenguaje corporal, así que solo se dirigió al asiento en la estación de siempre... Su estación de trabajo.
Pero la realidad le hizo aterrizar nuevamente cuando vio quien se acercó a él había sido Setsuna y no su adorada Ochaco, quien tras saludarlo con una fingida sonrisa, comenzó a alistarlo.
El día pudo haber sido peor, pero no se enfocaría en eso. Ya había tenido bastante lidiando con la mitad del equipo con resaca, la otra cuchicheando sobre él y Kathie a sus espaldas, Camie mirándolo con lástima, Kirishima silencioso como nunca y Mina con su mirada inquisidora sobre él. Solo necesitaba llegar a su casa, una ducha y alguna película junto a su perro.
—Niño...
Jodida vida que no lo dejaba tranquilo últimamente.
Hawks estaba fuera del estudio esperando por él. Se acercó a paso acelerado hasta quedar frente a él.
—¿Qué?
—Solo quería saber como estabas —se encogió de hombros—. Después de nuestra última charla...
Katsuki le miró unos pocos segundos antes de indicarle que le acompañara. Caminaron hacia la sala de maquillaje y vestuario para que el rubio se cambiara y pudieran hablar tranquilos en casa, pero no contaban con encontrarse con Eijiro y Mina allí, al parecer, teniendo una discusión.
—¡¿Cómo mierda pudiste apoyar eso, Ei?!
—¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me metiera en medio y los detuviera? Son adultos, ambos saben lo que hacen y sus consecuencias. Y como nota, no apoyé el adulterio en sí, solo a mi amigo.
—Claro, así es como lo llamas ahora.
—Mina...
Keigo carraspeó llamando la atención de la joven pareja. Ambos voltearon de inmediato, una expresión casi de terror en sus rostros al ver a los hombres. Katsuki no era idiota, obviamente estaban hablando de ellos.
Suspiró ya más que harto.
—Genial, otra persona al tanto. ¿Por eso me mirabas así, Ashido?
La muchacha se recobró del ligero susto, volviendo a su seriedad que la había acompañado todo el día.
—Ochaco me lo contó anoche, en su maldita cena de ensayo y todo porque medio mundo sigue hablando de tu pseudo romance con la barbie canadiense. La pobre no soportó más, y terminó contándome todo en el baño del salón.
—Lo que los demás hablen no es mi culpa.
—Eso lo sé, patán —respondió de inmediato. Suspiró, tratando de buscar las palabras adecuadas—. Es solo que... verla así de mal por algo que se escapó de sus manos fue horrible. Y yo jamás podría apoyar algo que la deje como la vi ayer; confundida, asustada...
Se formó un silencio algo tenso. Kirishima abrazó a su novia por los hombros, acercándola a él para contenerla, mientras que Katsuki y Keigo se mantuvieron donde estaban.
—Quédate tranquila —habló el actor—. Yo ya no voy a interferir en su vida. Borré su número, no la he visto y no pienso aparecer en esa boda para gritar estúpidamente que me opongo a ello. Yo... Yo la amo lo suficiente como para saber apartarme y dejarla seguir con su vida.
Kirishima le dio una mirada a su novia para luego dirigirla a su amigo.
—El tema es, viejo, que independiente si hicieras eso o no, hay alguien más fuera de nosotros que sabe y... Y no está en buenos términos con Uraraka ahora.
—Y por lo mismo, no sabremos qué demonios pueda suceder pasado mañana —agregó la pelirrosa—. Y aunque de verdad esté en desacuerdo con lo que sea que ustedes tengan o no, sé que ella te necesitará.
Katsuki apretó sus puños, guardando las ansias de gritar que sentía. Si alguien que no simpatizaba con la maquilladora sabía, era su fin: lo que pasara con él le daba lo mismo, sabía que por el solo hecho de ser hombre pasaría sin pena ni gloria, pero ella... Dios, de solo pensar los comentarios o peor, las cosas que esa tóxica familia haría con ella le hacía hervir la sangre.
—Hay un problema —intervino el mayor esta vez. Hawks se acercó al pequeño grupo de brazos cruzados—. Katsuki se irá a Canadá por petición de Kathie. Ya saben, la "oficial".
—Ese maldito trato —se quejó Eijiro, llevando una mano a su rostro. Ashido le miró con una ceja enarcada—. Cariño, creo que era obvio que todo eso es falso. Katsuki está en esa relación por conveniencia, para proteger a Uraraka.
La chica rodó los ojos.
—Bueno, deshagan el trato, páguenle a la barbie una compensación y ya.
—Imposible.
—Debe haber un modo, porque ustedes saben que si todo esto se destapa, la reputación de mi Ochaco va a quedar por los suelos, ¿verdad? —Mina comenzaba a desesperarse.
Katsuki se mantuvo en silencio, las voces de los tres parecían difuminarse a su alrededor, simplemente pensando.
¿Qué podía hacer? En todo caso, iba a acabar con ese trato de algún modo, pero si lo analizaba bien, Kathie buscaría la forma de victimizarse y capaz terminaba revelando todo a los medios...
Tenía todo en contra, no había forma alguna.
Simplemente lo de él y Ochaco no tenía forma alguna.
—Me quedó todo claro esa mañana que la vi salir de tu cuarto, esas horribles marcas en su cuello...
¿Por qué tuvo ese recuerdo tan de la nada?
Eso le había dicho cuando vio a Kathie salir de su cuarto, cuando Ochaco creía que de verdad él se había acostado con ella y él había solicitado las cámaras del hotel para desmentir aquello, sin embargo, eso estaba en el aire. Marcas en su cuello, como si alguien...
Marcas en su piel, andar de hurtadillas en su habitación...
Tuvo una idea. Una arriesgada idea.
—Creo que ya sé —murmuró, llamando la atención de todos—. Hawks, mándame la copia del video de seguridad de cuando se metió en mi cuarto.
El mayor frunció su ceño.
—Niño, ya sabes que eso no es prueba suficiente, lo hablamos con Mark y-
—Solo hazlo —ordenó—. Y te veo en mi casa en una hora.
Sin decir más, se fue al vestidor a cambiarse y salir rápido. Mientras iba de camino a su hogar, le mandó un rápido mensaje a Kathie, pidiéndole que hablaran lo más pronto posible. Por la hora, era poco probable que respondiera, pero seguro aceptaría.
Solo rezaba a quien sea que le escuchase, que todo resultara como lo estaba planeando.
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Qué taaaaal mis bbs hermosis? 💖
Yo feliz, contenta, porque pronto iniciaré un nuevo desafío laboral, ya más centrado en lo que estudié y eso me tiene muy emocionada :B
Con respecto al fic, nos vamos acercando al final 😬 así que puede que me extienda un poco más en cuanto al largo de los capítulos y tarde un poco más en actualizar.
Gracias por todo!! Los adoro 💖💖💖
Nos leemos!
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