Aviso: Tal y como puse en mi perfil de facebook y aquí en wattpad, según el calendario el próximo fin de semana no habrá actualizaciones para poder dedicarme a leer los fics que participan en el concurso. Para el siguiente fin de semana continuará con "Pequeño cuervo" y "Diario de Itachi Uchiha". Eso sí... esta semana, el miércoles 14 saldrá el one-shot de San Valentín. Un saludo a todos.  

***

Nunca antes había pensado en hacerse un tatuaje, pero cuando Itachi le contó su idea, tampoco le pareció algo descabellado para ocultar algunas cosas que podrían descubrir su identidad.

Podía sentir la respiración de Itachi sobre su nuca, todavía agarrado de las muñecas como lo tenía, con la espalda del rubio apoyado sobre el pecho del moreno. Por una parte, se sentía relajado allí y por otra... una extraña tensión que le hacía cerrar los ojos y dejar que esa respiración continuase golpeando sobre su cuello. ¡Le excitaba ese chico! Más al sentir cómo movía sus pulgares acariciando con suavidad la parte interna de sus muñecas, subiendo levemente por sus brazos hasta llegar a sus hombros.

Minato simplemente se dejó acariciar. Su piel se erizó ante el contacto pero no se movió ni un milímetro. Itachi apretó sus dedos sobre sus hombros y le dio la vuelta, colocando su mano bajo la barbilla de ese rubio para elevarlo ligeramente, besándole con suavidad. Aquella era la primera vez que ese chico parecía dejarse por completo. Ya había notado cierto cambio la vez anterior, le había permitido acercarse pero ahora... sin secretos de por medio, Itachi sentía que realmente ese joven estaba apartando ligeramente su coraza y sus dudas, dejándole entrar en él realmente, dejándole conocerle finalmente.

Un leve ruido hizo que Itachi se alejase de Minato, esperando a que la puerta terminase de abrirse y Kakashi entrase en la sala preguntando por el entrenamiento que deberían estar realizando. Por un instante, se sorprendió al ver la cercanía de ambos, pero aguardó en silencio hasta que se separaron definitivamente, viendo cómo Itachi soltaba a ese joven y miraba al guardaespaldas entonces con una mirada... que hizo dudar a Kakashi.

- ¿Podemos hablar un momento? – preguntó Kakashi abriendo la puerta nuevamente hacia su habitación – en privado, por favor.

- Claro – sonrió Itachi.

Minato le observó con cautela y algo temeroso, pero sabía que Kakashi siempre estaría allí para cubrirle, por lo que se alejó de Itachi dirigiéndose hacia el sillón del fondo. Seguramente tardarían en volver, hablarían sobre algo y Kakashi era una persona detallista que le gustaba dejar todo bien atado. Era posible que ya supiera por la reacción de Itachi que había descubierto su secreto. Sin embargo, sin estar del todo seguro, prefirió callar.

La puerta se cerró dejando a Minato en la otra habitación, sin embargo, Itachi observaba a Kakashi en completo silencio, hasta que él le pidió que tomase asiento frente a la chimenea que ahora estaba apagada. Él también tomó asiento frente a Itachi y sacó una carpeta del cajón de la mesilla, lanzándolo sobre la mesa frente a ambos.

- ¿Qué es eso? – preguntó Itachi con dudas sobre coger la carpeta o no.

- Cógela y lee. Te resolverá muchas dudas.

Itachi cogió el documento y lo abrió, observando la fotografía de Minato frente a él, pero no era Minato, su nombre no concordaba, sino que era claramente Raiko Senju. ¡Había buscado su expediente! Parecía conocer absolutamente todo del chico al que protegía y eso hizo que mirase a Kakashi con una ligera sonrisa.

- ¿Sabías que lo descubriría? – preguntó Itachi.

- Me lo imaginé. Era cuestión de tiempo. Si te acostabas con Minato, sabía que acabarías descubriéndole tarde o temprano. Supongo que ha sido bastante temprano.

- ¿Desde cuándo tienes este expediente?

- Desde que le encontré prácticamente. Tuve que remover cielo y tierra para dar con él, tardé casi un año y durante ese año... estuve muy encima de él, receloso de que pudiera ser una trampa hacia Jiraiya, una trampa de nuestros enemigos. Creo... que tú podrías ayudarle a tapar esos huecos que le faltan.

- No podéis convertirle completamente en el Minato que conocíais, él no tiene el mismo carácter. Es... más dulce e inocente, quizá algo ingenuo, sin embargo... es muy inteligente y está muy agradecido con vosotros por temas que aún no entiendo.

- Es un chico reservado – sonrió Kakashi – ni siquiera yo conozco aún toda su historia pero... creo que le cuesta hablar de eso, su vida no era... agradable.

- ¿Qué ocurrió? – preguntó Itachi.

- Salíamos de una cafetería, era pleno invierno y allí estaba ese chico, sentado en la calle, prácticamente descalzo, intentando calentarse las manos, con el cabello medio tintado y sucio, con esos ojos azules llenos de inocencia y... pese a la pena que me daba... para mí sólo era un peligro pero Jiraiya se detuvo, viendo con claridad a su hijo pese a las malas pintas de ese chico. Era un deshecho pero... Jiraiya veía a su hijo en él, esa similitud.

- ¿Vivía en la calle?

- Nunca he sabido cómo llegó hasta esa situación. Él no habló de ello y en su expediente no hay nada respecto a eso pero...

- Hay algo que viste, algo que te hizo cambiar de opinión respecto a él.

- Para mí sólo era un maldito peligro, un chico idéntico a Minato Namikaze que apareció de casualidad una semana después del fallecimiento del hijo de Jiraiya. ¡Claro que era sospechoso! Pensé que era un chico al que estaban utilizando, que intentarían chantajearnos, que quizá le hubieran convencido para mentir a Jiraiya y que le robase su dinero. Era todo muy raro.

- Yo habría pensado igual.

- Soy guardaespaldas de Jiraiya desde hace muchos años. Protegerle es todo en mi vida y ese chico... era un peligro, una amenaza, así que lo investigué, quería saber a qué atenerme y entonces... encontré esto. Supongo que sí fue una casualidad que le viéramos, porque no estuvo en contacto con nadie de nuestros enemigos. Ese chico no los conocía. Sólo era un chico de la calle pero...

- El parecido con Minato era brutal.

- Demasiado – dijo Kakashi – pero cuando leí su expediente... entendí todo.

La curiosidad invadió a Itachi, lo que hizo que cogiera el expediente y empezase a leer, quedándose helado a medida que pasaba hojas. No podía creerse todo lo que estaba leyendo, ni la identidad de ese chico, ni el motivo por el que Kakashi parecía mantener a buen resguardo ese documento.

- Él es...

- Sí – dijo Kakashi – es el hijo de Jiraiya Namikaze.

- No puede ser... - sonrió Itachi – siempre dijeron que Jiraiya sólo tuvo un hijo.

- Todos creímos eso. Su mujer... Tsunade Senju parece que llevaba en su interior a dos niños, pero se marchó de la casa antes de que pudieran averiguar eso. Sus problemas personales eran muy grandes y... Tsunade guardaba mucho rencor hacia su ex marido, tanto... que desapareció con los niños pero... Jiraiya consiguió encontrarla cuando tenía que traerlos a la vida. Siempre creímos que pudimos llevarnos a su hijo pero... nunca supimos que llegamos tarde, que ya había tenido a otro.

- Escondió a uno de ellos.

- Al primogénito – sonrió Kakashi con tristeza – tuvo que tener un cómplice que se llevase a ese niño en cuanto nació y nos lo escondiera, nunca supimos de ese niño. Jiraiya siempre dijo que el primero de sus hijos se llamaría Minato Namikaze, así que realmente...

- Si él es el primogénito... él debió ser el auténtico Minato Namikaze.

- Sí. Cuando pienso en la mala vida que ha tenido él y todo por... un descuido nuestro, por una mala elección de sus padres. Por el odio y el rencor mutuo.

- ¿Lo sabe él?

- No lo sabe ninguno de los dos – dijo Kakashi – Jiraiya estaba muy enfermo y no quería que pudiera darle un infarto con esta noticia. Saber que su hijo había estado malviviendo tantos años, que ni siquiera tuvo una educación, que su ex esposa prácticamente lo había abandonado y todo para hacerle daño a él... es algo que no he podido contarle aún. Prefiero hacerlo en persona pero ahora estoy aquí y... no puedo decir esto por teléfono.

- ¿Y Minato?

- ¿Cómo le explico algo así? – sonrió Kakashi - ¿Cómo le digo que no fui capaz de ver el engaño? ¿Cómo le digo que su madre me engañó por completo y ha vivido un infierno porque no supe nada de él? No sé cómo hacerlo pero... cuando descubrí todo... supe que no volvería a dejar que le ocurriera nada malo. Así tenga que protegerle de lo que sea o quien sea.

- Déjame ayudarte. Puedo protegerle.

- Lo sé. Cada vez que pienso en todo lo que ha tenido que vivir, en la vida que le robaron, en que tuvo que criarse solo, sin educación ni dinero cuando su padre era... tan rico y podía haberle dado cualquier cosa. Le encontré en la calle y desconfié de él... yo no iba a recogerle. ¿Sabes? Fue Jiraiya quien lo cogió, quien confió ciegamente en que ese chico... merecía la pena. Él lo sacó de allí y dudé, dudé durante casi un año, le perseguía, le vigilaba para evitar que pudiera hacerle daño a Jiraiya y cuando el expediente llegó... cuando las pruebas de ADN coincidieron, cuando todos los cabos se ataron... me sentí fatal. Ese chico es lo único que me importa ahora mismo y quiero que lo tengas muy claro.

- No le pasará nada. Si quieres volver para contárselo a Jiraiya, adelante... yo le protegeré, le vigilaré como si fuera su propia sombra. Ese chico es especial y quiero que sepas... que yo habría pensado igual que tú. Era muy extraño que una semana después del fallecimiento de... "Minato" apareciera otro chico idéntico. También yo habría estado receloso de ello. Habría investigado como lo hiciste tú. Alégrate al menos por haber encontrado al auténtico Minato. Quizá no pudiste ayudarle cuando nació, ni cuando empezó a crecer pero... puedes hacerlo ahora.

- ¿Podrías no contarle nada por ahora a Minato?

- ¿Al que debió haber sido siempre el auténtico Minato? – sonrió Itachi – no le diré nada por ahora. Puedes estar tranquilo. Pero algún día se lo tendréis que decir. Él es el legítimo heredero de todo el imperio de su padre. De hecho... creo que le alegrará saber que realmente tiene un padre y que se preocupaba por él. Ahora mismo lo que más me preocupa... es cómo acabó viviendo en la calle. Empiezo a entender mejor su actitud y sólo hace que me atraiga mucho más – sonrió.

- He leído tu expediente también y sé que tienes cierta debilidad por proteger a la gente, quizá por lo que te inculcaron en casa, por venir de familia de samuráis o de guardaespaldas. Creo que acabas de encontrar al chico más necesitado en cuanto a protección. Además... por alguna extraña razón está empezando a confiar en ti.

- Es complicado – dijo Itachi – tiene algo... hay algo en su pasado que le impide abrirse completamente a mí. No quiere enamorarse y está tratando con todas sus fuerzas de alejar a todos de su lado, pero... yo soy persistente – sonrió Itachi.

- Tú céntrate en protegerle – le aclaró Kakashi.

- Le enseñaré a defenderse y como te he prometido... no me separaré de él ni para ir al baño – sonrió Itachi – no le va a pasar nada. Antes prefiero morir yo a que le ocurra algo a él. Pero no me vais a impedir que investigue por qué sigue siendo tan escurridizo, por qué vivía en la calle. Voy a llegar al fondo del asunto y sobre todo... voy a verle sonreír, te lo aseguro. Así me pase toda una vida para ver su sonrisa, lo conseguiré.

Kakashi se levantó del sillón, guardando de nuevo el expediente en el cajón y cerrando con llave. Aquello era una información que pocos conocían y que ahora se arriesgaba a sacar a la luz con el que él pensaba... sería el mejor guardaespaldas para Minato.

- Estás contratado. Hablaremos de tu salario en la siguiente reunión y concretaré tu misión. Además te daré todo lo necesario para que puedas estar siempre a su lado. Ahora... voy a darle la noticia a Minato y espero que no se lo tome muy mal.

- Pues... muy bien no se lo va a tomar – sonrió Itachi – ha intentado alejarme de su lado desde que me conoce.

- ¿Y no te has dado cuenta del motivo? – sonrió Kakashi haciendo sonreír también a Itachi.

- Empiezo a verlo.

- Ese chico es como un libro abierto, puedes seguir con facilidad sus movimientos o lo que piensa pero...

- Es difícil protegerle.

- Sí, es muy complicado proteger a un adolescente aunque tengas sus ideas claras. Es...

- Impredecibles y reservado.