11. Sin escribir la historia
— Hola, Carolina —dijo Marlon entrando a su habitación, ella sonrió y se acercó a él a saludarlo. —¿Cómo estás?
— Mucho mejor, estoy trabajando en la promesa que hice —contestó con una linda sonrisa. Se sentó en la silla junto a la mesa y Marlon en la cama.
— Estas muy feliz —dijo observandola, era un gran cambio en ella y le sorprendía, mejor dicho tenía curiosidad saber que lo había provocado.
— Lo estoy, ¿sabías que tendré un hermano? —preguntó emocionada, se puso de pie y fue a buscar la fotografía de la ecografía de su hermano.
— Algo me comentó Gastón —dijo mirando la fotografía. A él le recordó a Agustín, cuando era tan pequeño y no sabía defenderse de la vida.
— Papá quiere que vaya a Londres —miró hacia su cuaderno y empezó a trazar formas sobre la pasta de este. —Estoy cada vez más convencida de ir.
— ¿Sólo unos días o definitivo? —aunque no conviviera con ellos, se sentiría su ausencia y esa era la casa de ella, su hogar.
— Sólo unos días, además, Gastón no estaría cómodo —dijo haciendo una mueca. No le gustaría que su hermano dejará su ahora vida a causa de ella, nuevamente.
— No digas eso, él solo necesita entender las cosas —dijo, Marlon, acariciando las manos de la chica, tratando de hacerla cambiar de ideas.
— A veces me llama o me escribe, pero parece que al final se arrepiente... ¿Crees que este siendo feliz? —se atrevió a preguntar la chica, quizás su hermano le había dicho a Marlon como se sentía estando en otro país, con su padre.
— Lo es, aunque no como lo era cuando estaba junto a ti —dijo con una pequeña sonrisa. —Carolina, no te atormentes con lo que pudo, es o puede ser, tu vida está ahora, aquí y eso es lo que te debe importar.
Ella bajo la mirada, centrándose en sus manos que jugaban en su regazo, se quedó en silencio dejando su mente en blanco, olvidándose de todo y todos, tratando de relajarse por unos minutos, al final terminó pensando en lo que podría ser su vida en ese momento, en lo que podría estar haciendo. Suspirando levantó la mirada y observo a su padrastro.
— Te has convertido en mi segundo padre —dijo abrazandolo con fuerza, él correspondió un poco asombrado, pero a la vez inmensamente alegre, desde el momento que conoció a los menores Kopelioff se ganaron su corazón y que ahora ella le dijera eso, alegraba su vida.
— Y tu la hija que nunca tuve —respondió con una amplia sonrisa.
Cuando se separaron ella lo quedó viendo y tocó su rostro, sintiendo las quemaduras que tenía, recordando los días y lo que ha vivido estando encerrada, tomó el valor necesario y se atrevió a preguntar.
— ¿Crees que algún día alguien me acepte? —Marlon la observó, sin comprender del todo a que se refería con la pregunta. —Digo, si alguien se puede enamorar de mi —agregó al ver el rostro de su padrastro.
— Nunca lo dudes —dijo sonriendo. —Carolina, es mas importante lo que hay ahí —señaló hacia el corazón de la chica. —Que lo que tienes fuera, ¿sabes? eso se acaba, pero lo que tu eres no y el chico que se enamore de ti, será afortunado pero ojo, te hace algo y lo hago trocitos —ambos rieron por eso último. Marlon hablaba igual que su padre y eso la hacia feliz.
— Es difícil que eso pase, vamos, ningún chico va a querer estar conmigo —dijo ella encogiéndose de hombros.
¿Quien lo diría? Era una de las chicas con más admiradores, con todos los chicos a sus pies y ahora ninguno quería estar con ella. Para ellos era mas importante una chica cara linda, aunque fuera la más malvada de todo el colegio.
— No digas eso, quizás ese chico esta cerca o a punto de llegar —dijo con una sonrisa.
Ese chico estaba cerca, demasiado y aunque él negará sus sentimientos estando con otra chica, no se puede ocultar cuando un amor es verdadero y más fuerte de lo que ellos quisieran.
— ¿No trabajarás? —preguntó al ver que era tarde y él seguía en casa.
— Lo haré desde aquí —dijo poniéndose de pie. —¿Me quieres acompañar a almorzar? —agregó antes de salir de la habitación. Ella se quedó pensándolo varios segundos, hasta que finalmente asintió con una sonrisa. —Te estaré esperando.
Cuando, Marlon, salio de su habitación, suspiró repetidas veces sin saber que había hecho, pero no había vuelta atrás, aún faltaban unos minutos, se recostó en su cama y cerró sus ojos sin dormirse, estuvo de esa forma durante un largo tiempo, hasta que se puso de pie y fue a su baño a arreglarse un poco. No quería andar hecha un desastre, nunca le había gustado andar de esa forma, aunque tampoco muy arreglada.
Es la hora, Carolina, se repitió varias veces, antes de salir de su habitación. Caminaba a paso lento por el pasillo, al llegar a las escaleras se detuvo y observo todo, desde el día que casi la descubre, Agustín, no había vuelto a bajar.
Estaba por poner el pie en el primer escalón para comenzar a bajar, cuando escucho unas risas y unas pisadas cada vez más cerca, era Agustín y la chica de hace unos días. Iban abrazados, demasiado para solo ser amigos, sin dejar de mirarlos, retrocedió quedando detrás de la planta que era su cómplice.
Ella los observaba atenta a cada movimiento, se detuvieron junto al sillón, Agustín se acercó a la rubia y le susurró al oído, provocando risas por parte de ella, no sólo son amigos, pensó, Carolina.
Eran todo, menos simplemente amigos. Agustín se fue acercando a ella, hasta que la beso en los labios, provocando miles de sentimientos en Carolina. Al parecer el chico estaba significando mucho en su vida, más que como amigo o hermanastro. En ningún momento apartó la mirada de ellos, ningún chico sería con ella como, Agustín, lo estaba siendo con la rubia de voz perfecta.
Claro que no sería igual, porque, él, estando con Carolina era totalmente diferente, ella sacaba lo mejor de él, aquella parte tierna, comprensiva y totalmente amorosa. Él simplemente hacía cosas que nunca había hecho o haría con alguien más, como hacer de todo porque esa chica convirtiera su mundo en alegrías.
— ¿Te quedas a comer? —preguntó, Agustín, cuando terminaron el beso. Carolina al escuchar eso, suplicaba porque ella dijera que no, no se atrevería a comer con ellos en la misma mesa. Aún no estaba lista.
— Por supuesto —contestó, Chiara, con una amplia sonrisa. Carolina cerró sus ojos, negándose a bajar por esas escaleras y a comer con ellos. Sin hacer mucho ruido, se dio la vuelta y regresó a su habitación. Cerró la puerta, sin ponerle seguro, no era necesario cuando ya todos sabían la verdad.
Marlon, se encontraba en el comedor esperando que ahora la niña de sus ojos, bajará a comer como había prometido. Sonrió al ver a, Agustín, entrar a la habitación, tenerlos a ambos sería perfecto. Sin embargo, el chico iba acompañado y enseguida, Marlon supo que Carolina no comería con ellos, ella no estaba lista.
— Papá, ¿te molesta que coma con nosotros? —preguntó, Agustín, acercándose a su padre. Marlon negó repetidas veces, haciéndoles de seña que tomaran asiento.
— Hola, señor —dijo, Chiara, tratando de ser lo más amable posible.
— Dime, Marlon —contestó él con una sonrisa.
— ¿Por qué no fuiste a trabajar? —preguntó, Agustín, con el entrecejo fruncido, su padre casi nunca faltaba.
— Para pasar la mañana con Carolina —contestó con tranquilidad, aunque volvió a observar la entrada, ella estaba tardando demasiado. —¿Podrías hacerme un favor? —preguntó alcanzó la ceja.
— Por supuesto —respondió el chico sin apartar la mirada de su padre.
— Ve con Carolina y dile que la estamos esperando —Agustín lo observó con el ceño fruncido.
— ¿Aceptó comer con nosotros? —preguntó sorprendido.
— Si y está demorando —dijo, Marlon, tratando de buscar la razón por la que ella no bajaba.
Agustín salió de la habitación y comenzó a subir las escaleras, iba con paso relajado, se detuvo frente a la puerta y a la tercera vez de estar tocando, Carolina abrió, sin esperar encontrarse con Agustín.
— Me alegra que vayamos a comer juntos, como una familia —dijo en cuanto ella abrió, Carolina bajo la mirada.
— No lo haré —fue lo único que dijo, dio unos pasos hasta sentarse en su cama.
— ¿Por qué? —preguntó acercándose con inseguridad hasta ella, la observó de alguna forma pidiéndole permiso y terminó sentándose junto a ella.
— Lo haría si solo estuvieran Marlon y tú —dijo obsevando la pared de su habitación.
— Carolina... —comenzó a decir, Agustín, tomando las manos de Carolina y haciendo que ella lo mirara. —Estas dando grandes avances y este puede ser uno aún más grande, de verdad que no te sentirás incómoda estando con Chiara, ella tampoco te mirará mal —terminó de decir con el tono de voz más tierno que podría llegar a utilizar.
— Lo se, pero hoy no estoy lista para eso —dijo negando varias veces. —Mejor dile a mi nana que me traiga la comida, yo hablaré luego con Marlon.
— Esta bien, no te voy a presionar. Yo mismo te lo traigo —dijo poniéndose de pie, ella iba a oponerse pero era muy tarde, él ya había salido de la habitación.
Si Agustín seguía comportándose de esa manera con ella, no podría responder a las consecuencias y temía que fueran graves, como terminar completamente enamorada del chico de hermosa voz.
— No bajará —dijo, Agustín, a su padre. —Perdón que demore, pero quede de llevarle la comida. —Estaba por salir cuando su padre lo detuve.
— ¿Por qué no quiso? —preguntó frunciendo el entrecejo, cuando se lo pregunto estaba muy decidida. Agustín señaló a Chiara quien se encontraba de espaldas a él, su padre inmediatamente comprendió la situación.
— No estaba lista —respondió, Agustín, a manera de no sentir incómodo el ambiente. —No tardaré —dijo refiriéndose a Chiara. Ella asintió comprensiva.
Agustín fue hasta la cocina, agarrando una bandeja para acercarsela a Mirtha y que colocará comida para Carolina.
— Le llevare la comida a Carolina —dijo con una sonrisa a Mirtha, ella inmediatamente asintió alegre y comenzó a servir la comida, tal como le gustaba a su niña.
—Me alegra tanto que este volviendo a ser la niña alegre —se notaba lo contenta que eso la ponía, Agustín sonrió con igual alegría.
— Y no pasara mucho para que lo sea completamente —dijo con mucha seguridad. Él confiaba en ella y confiaba en lo que él podría hacer para ayudarla.
La bandeja con la comida estaba lista, Agustín la tomó y con pasos acelerados llegó hasta la habitación de la chica. Abrió la puerta, en esa ocasión sin tocar, ella se encontraba en la misma posición que cuando él se fue.
— Ahora si, a comer —dijo con una sonrisa, colocando la bandeja en la mesa. Carolina se puso de pie y se acercó a la comida.
— Puedes irte, te han de estar esperando —dijo cuando ya estaba sentada y tomando los cubiertos.
— Puedo acompañarte unos minutos —respondió sentándose en la cama. Aunque ella dijera mil cosas, él no cambiaría de opinión.
— ¿Es tu novia? —preguntó comenzando a comer de su sopa.
— No es oficial, pero si —contestó con voz baja, sin ver la reacción de la chica. Ella asintió y siguió comiendo.
— ¿Algún día te gustaría que fuéramos a pasear? —preguntó, Agustín, después de un tiempo en silencio. Carolina se volteo rápidamente a verlo, dejando su comida de lado.
— No se, no quiero que te miren mal a causa de mi aspecto —respondió, tratando de darle cualquier respuesta con tal que apartarán esa idea de su cabeza.
— No importa, porque sera mucho más importante ver que estas disfrutando de ese momento —él era más de lo que ella podía esperar, siempre tenía algo así de especial para responderle.
En ese momento se dio cuenta que aunque le diera miles de excusas, él nunca aceptaría un no como respuesta.
— Esta bien, un día aceptaré salir de esta casa, pero cuando suceda quiero ir a la playa —dijo sin apartar la mirada de él.
Agustín sonrió y sin importarle nada se acercó a ella, abrazandola con fuerza. Carolina tardó unos segundos en reaccionar, finalmente correspondió al abrazo.
— Te llevaría donde quisieras —susurró, Agustín, en su oído haciendo que ella se estremeciera y que todos aquellos sentimientos aumentarán a cada segundo sin importarle las consecuencias.
Sin importar que quizás ese amor no fuera correspondido, claro, en ese momento porque ninguno tenía su historia aún escrita.
☆☆☆
Antes que todo, no me maten 😂
¿Que tal estuvo el capítulo?
¿Marlon hará trocitos a su propio hijo?
Se que deben estar odiando a Chiara, pero no será por mucho tiempo o eso espero.
Agustín y su "Te llevaría donde quisieras" ¿donde quieren que las lleve?
Gracias por sus votos, dejen muchos comentarios ❤
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