Capítulo 15

Linfoma de Hodgkin infantil de riesgo bajo... estadio I... cáncer detectado tempranamente en varios ganglios linfáticos de la zona del cuello... dosis altas de quimioterapia con trasplante de células madre.

—El linfoma es de bajo riesgo y no se ha extendido demasiado, por suerte. Julianna te llamó a tiempo para erradicar el cáncer con el tratamiento más fuerte, que hará a Xavier sentirse bastante mal, pero tu médula lo ayudará a recuperarse —le digo a Shaw. Estoy viendo su cara a través de la pantalla de mi móvil, con la barba descuidada y profundas ojeras.

—¿Entonces tiene buenas posibilidades de sobrevivir? —pregunta con los ojos llenos de esperanza.

—He estado leyendo toda la mañana sobre esta enfermedad y los resultados indican que sí. Tiene bastantes posibilidades de recuperarse.

—Gracias a Dios —se tapa la cara con las manos y suspira hondo.

—Vete a descansar. Asegúrate de comer bien, dormir y hacer ejercicio para que te mantengas sano hasta que te hagan la extracción.

—Sí, señora —se despide con un saludo militar y cuelga.

Yo suspiro y dejo caer la parte superior del cuerpo sobre la mesa. Estoy mentalmente agotada. Necesito un descanso antes de ponerme a estudiar. Por suerte hoy es domingo y no tengo que salir a nada.

Pido comida china a domicilio y me siento a ver la serie de Netflix, "The Sandman". Con solo ver al alto, delgado y oscuro protagonista, me convierto en fan de la serie. Siempre he tenido predilección por los chicos de pelo oscuro, son tan... deliciosos. Llega la comida y continúo viendo la TV mientras mastico.

En el momento que me levanto a buscar agua para bajar el almuerzo, mi teléfono suena en mi habitación, donde lo dejé cargando. Considero la posibilidad de dejarlo sonar, pero si es Liah quien llama me arrepentiré luego. Corro hasta el cuarto y contesto justo antes que la llamada se corte.

—¿Diga? —no vi de quien es la llamada.

—¿Puedes abrirme la puerta? —la voz pequeña de mi amiga suena a través del teléfono inundada de tristeza.

Abro la mencionada puerta de enfrente, encontrado a Liah, que ni siquiera se ha tomado la molestia de quitarse el disfraz de Mavis, solo la peluca. Me aparto de la entrada y ella se mete en el interior de mi apartamento. Incluso antes de sentarse en el sofá, está llorando a mares. Su maquillaje se corre y su cuerpo se estremece por los sollozos. Verla así me genera una presión en el pecho, de tristeza y empatía. La abrazo y dejo que se desahogue sobre mi hombro.

Cuando se calma un poco la llevo al baño, y limpio su cara embarrada de maquillaje, abro la ducha y despues de ayudarla a desnudarse, la meto bajo el agua. Liah tiene el tipo de cuerpo que siempre he envidiado en secreto, caderas anchas y nalgas redondas, con una cintura pequeña y tetas grandes. Y sorpresa, tiene un piercing dorado muy sexy en el ombligo.

Apartando mis pensamientos sobre su curvilíneo cuerpo, salgo del baño para darle un poco de intimidad y rebusco entre mis cosas una camiseta y un pantalón grande para que se ponga al salir del baño. No tengo ropa interior para ella, tendrá que ir de comando. Le dejo la ropa y una toalla en la meseta del baño y pongo agua a calentar para preparar té de manzanilla, lo necesitará para calmarse.

Le doy play a la serie y la disfruto mientras Liah sale del baño y se toma el té. Se sienta a mi lado y le doy una caja con comida, entre tanto continúo mirando la pantalla. Ella hipa de vez en cuando mientras come, resultado de la rapidez con la que traga.

—Habla —le suelto a bocajarro en cuanto se termina el capítulo —. Ya has tenido tiempo para relajarte y pensar. Ahora, desembucha.

Me mira insegura y se pone a mirar la pared, ordenando sus pensamientos, en tanto los míos se desvían nuevamente su cuerpo. Mi ropa le queda más sexy de lo que imaginé. Estira la camiseta negra dejando una gruesa franja de piel del abdomen visible, sus pechos parecen querer salirse por el escote y llena con sus caderas curvilíneas el pantalón gris.

—Harry y yo rompimos.

—Lo imaginé cuando me di cuenta que te follaste a mi hermano —ahora mismo, mi delicadeza ha desaparecido. Mi comentario le provoca un gran sonrojo, seguido por una palidez mortal.

—¿Le dijiste que era yo? —me agarra fuerte por las muñecas, en medio del pánico.

—No tenía como confirmarlo, pero entre el lío de las esposas y la dominación fue suficiente para sospechar de ti. El disfraz de Mavis, un claro indicativo de acoso, fue la segunda pista. Finalmente, cuando casi me tiras por las escaleras en tu paseo de la vergüenza —se vuelve a sonrojar. El recuerdo de lo que hizo con Jayce y la vergüenza de verse descubierta, son un cóctel explosivo para su coloración facial —, noté tu perfume.

—Podrías convertirte en detective con esas dotes de deducción —su voz suena ligeramente amargada —. Yo solo quería...

—Estabas despechada y querías darle un meneo a mi hermano, que lleva unos meses llamando tu atención —resumo sus sentimientos en una oración, porque puedo.

—Sí.

—¿Me vas a decir que pasó con Harry o tengo que usar mis dotes de detective? —no puedo aislar la impaciencia en mi voz.

—Ayer en la mañana teníamos una cita y desayunamos en el mismo lugar de siempre. Antes que llegara la camarera a la mesa siquiera, ya me estaba soltando un discurso sobre "nuestras diferencias". Te juro que casi le hago tragarse la carta —la rabia parece ser el condimento que necesita, porque se levanta y continúa el relato mientras camina de un lado al otro —. Yo solo escuchaba "bla bla bla". Sinceramente, una parte de mí esperaba la separación, pero pensé que sería honesto. Estoy muy decepcionada.

—¿Y no le dijiste nada? —aquí está, la parte de mí que le encanta el chisme.

—No podía, estaba como en shock. Solo me levanté y lo dejé hablándole al aire. Más tarde, cuando ya había tomado un baño y me senté a estudiar, todo cayó sobre mí de golpe. No podía parar de llorar. En cuanto pude hablar, le llamé y le grité un montón de cosas, la mayoría insultos y el más destacado fue: "Eres un puto infiel, ojalá tu nuevo novio te de bien duro".

Wow. Liah siempre ha sido muy calmada, pocas veces la he escuchado soltar palabras de alto impacto. Está notablemente alterada por los recuerdos, así que, me levanto y le doy un abrazo. Inicialmente es un poco incómodo, no estoy acostumbrada a abrazar chicas y menos a una que tiene una delantera tan... rebosante, que se aprieta con mis pechos más pequeños.

Ella, ajena a mis pensamientos, me devuelve el abrazo y empieza a llorar otra vez. No entiendo como pudo dominar a Jay con tal grifo abierto. Nos sentamos y sigue lagrimeando en mi hombro.

—Si esta es tu reacción por romper con tu novio, ¿de donde sacaste las fuerzas para follar con Jayce? —su respuesta es una risa acuosa.

—Como dijiste antes, estaba despechada y Harry dijo algo que me tocó el amor propio —su voz suena bastante nasal, gracias todos los mocos que hay taponando su nariz.

—¿Qué te dijo ese cabrón? En dependencia de la respuesta le corto un huevo o los dos —no conozco al chico y no lo trago. No necesitaba hacerle daño a Liah para romper con ella.

—En momentos como este, recuerdo porque eres mi mejor amiga —sus palabras me dejan descolocada.

—Yo... ¿en serio soy tu mejor amiga? —la incredulidad en mi voz la hace reír aún más.

—Claro, tonta.

—Pero... tú tienes otras amigas, que seguramente te conocen mejor que yo.

—La amistad no va sobre la duración de la relación. Es sobre la química, igual que una relación romántica. Hoy día, eres la amiga que más me conoce. Sabes mis secretos mas íntimos y nunca me has juzgado por ello, me haces reír cuando estoy triste y la sinceridad no te flaquea cuando pido tu opinión, ¿qué más se puede pedir? —me mira directamente a los ojos, lo que me pone nerviosa.

—Nunca he tenido una amiga. Siempre me rodeo de hombres, porque es más fácil tratar con ellos. Las mujeres son más complejas —una timidez atípica me asalta mientras me abro con Liah.

—Querrás decir que son más tontos que nosotras.

—Sí.

—Eres una gran amiga. No dudes eso.

—Gracias. Ahora, dejemos mi increíble amistad por tu interesante historia —quiero salir del foco de atención inmediatamente.

—Me llamó estrecha.

—¿Eh?

—Sí. Me recriminó porque yo no quería darle lo que él necesitaba.

—¿Ese niño está loco? Si lo que quería desde el principio era una polla podía haber sido honesto contigo —no soporto a la gente que hace eso.

Lo que odias, eres. Quizás sea cierto ese dicho. Yo soy incapaz de ser sincera sobre muchas cosas en mi vida, pero son cosas que me afectan solo a mí. Al menos eso creo.

—Una relación de dom-sumiso requiere confianza. Y él ha traicionado la mía hasta lugares insospechados —su voz se torna triste y se sienta a mi lado, recordando su cabeza en mi hombro.

—Que se joda. Tú no eres estrecha. Le mostraste a Jayce las estrellas, quedó como loco cuando te fuiste.

—¿En serio? —toda timidez desaparecida, me mira con ojos brillantes y llenos de entusiasmo. Como si hace cinco minutos no hubiera estado llorando por su ex.

—Sí. Se puso muy triste cuando saliste pitando y él mi siquiera pudo conseguir tu nombre. Abriste su caja de Pandora.

—Fue sorprendentemente receptivo. Tiene las características para ser un buen sumiso —parece darle vueltas a esa posibilidad.

—Entonces, ¿por qué saliste corriendo? —la pregunta que me atormenta desde ayer.

—La sonrisa satisfecha de Jayce Lowry es peligrosa. Cuando vi su cara y su sonrisa, sentí como si algo se abriera dentro de mí. Pero... crees que después del fiasco con Harry, ¿puedo saltar a una nueva relación así porque sí?

—De poder, puedes. La cuestión es que no quieres. Te entiendo. Cuando alguien en quien confías te traiciona, no quieres volver a intentarlo sin estar segura —la traición de Dane todavía me escuece y han pasado meses. Liah tiene las heridas en carne viva —. Mi her... Jayce no sabrá que eras tú anoche.

—¡Graciasssss! —me besa en la mejilla y se levanta bailando.

—...pero quiero que pases tiempo con él —detiene su baile de la alegría para verme —. Quiero que le conozcas bien y luego, decidas si es digno de tu confianza o no.

—Pero...

—Sin peros, Liah. Engañaste a Jayce y le has hecho pasar un mal rato. Se merece que lo trates con dignidad —me molesta su creencia que mi hermano no es digo de confianza, cuando es uno de los mejores hombres que conozco.

—¿Me vas a decir cuál es la verdadera historia entre ustedes? —la seriedad se ha apoderado de su ser. Y tengo la certeza que no me dejará ir hasta que le responda esa pregunta.

—Lo conocí en un hogar de acogida, donde se convirtió en mi hermano. Un tiempo después las circunstancias nos separaron y nos hemos reencontrado ahora —su mandíbula cae abierta y casi puedo ver los engranajes de su mente rotando a toda velocidad.

—¡OMG! ¡Eso explica su insistencia los primeros días de clase! —me mira con los ojos abiertos de par en par, como si acabara de tener una revelación divina —. ¡Te diste cuenta el día de la cita en la playa, ¿cierto?!

Empieza a bonbandearme con preguntas, que respondo lo mejor posible, sin revelar lo ocurrido antes de entrar al sistema.

—Le daré una oportunidad —una ola de entusiasmo me barre el cuerpo.

—Gracias, no te arrepentirás.

—Dale play a la serie. Me gusta el flaco pálido.

Al terminarse el capítulo, Liah se va, alegando que necesita soledad para estudiar. Al cerrar la puerta detrás de ella, la casa se siente más fría. Mi amiga es capaz de llenar espacios con su simple presencia. Solo espero que pueda ver lo maravillosa que es, dejando atrás las balas de Harry.

***
Hasta aquí el capítulo de hoy, ¿les ha gustado? Espero que sí.

Pobrecita, Liah. No es fácil cuando a uno le rompen el corazón.

Nos vemos la próxima semana. Si han disfrutado, no olviden darle a la estrellita y comentar. Se les quiere 🤗🤗🤗.

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