Capítulo 1

Oh, do you know what you got into?
Can you handle what I'm 'bout to do?
'Cause it's about to get rough for you
I'm here for your entertainment

Oh, I bet you thought that I was soft and sweet

You thought an angel swept you off your feet
Well, I'm about to turn up the heat
I'm here for your entertainment

La canción "For Your Entertainment" de Adam Lambert suena en los altavoces de mi hermoso, precioso y querido Jeep Wrangler de color negro reluciente. Este auto es mi tesoro. Fue el último regalo que recibí de mis abuelos antes que fallecieran en un accidente de barco hace un año, cuatro meses y cinco días.

El momento en que recibí la noticia fue demoledor. Sentí como si cayera en un pozo profundo de oscuridad y no pudiera salir. Caí en una especie de trance durante casi cinco horas, hasta que Dane apareció y me dijo:

Llora y grita todo lo que necesites. Aquí estoy yo para recogerte.

A pesar de cómo terminó nuestra relación, no le guardo rencor. No éramos compatibles para ser pareja. Él quería más de lo que yo le podía dar y buscó lo que deseaba en otra persona. Lo único que me molesta, es que esa persona fuera Tracy, la chica más superficial e infantil que existe sobre la faz de la Tierra. Creo firmemente que Dane merece alguien más madura y auténtica que esa chica. Espero con el tiempo, ser capaz de... recuperar parte de la confianza que se ha roto. Aunque unca volveremos a ser los de antes, eso lo tengo claro.

Oh, do you like what you see?
Whoa, let me entertain ya 'til you scream

Oh, do you know what you got into?
Can you handle what I'm 'bout to do?
'Cause it's about to get rough for you
I'm here for your entertainment

Oh, I bet you thought that I was soft and sweet (bet ya thought)
You thought an angel swept you off your feet
Well, I'm about to turn up the heat (turn up the heat)
I'm here for your entertainment

Mientras suenan las últimas palabras de la canción estaciono en el aparcamiento y algunos estudiantes masculinos miran mi tesoro con envidia. Tengo gustos "poco femeninos", según las vecinas del pueblo que se pasaban los días criticando mis botas estilo militar y pantalones cuatro puertas. También me gustan los vestidos, pero mi gran colección de pantalones han sido comprados con el objetivo de incomodar a las viejas chismosas.

Me bajo del coche y antes de alejarme pongo un beso rápido en el capó. Mientras me alejo activo la alarma y después miro el folio que tengo en la mano intentando averiguar la dirección que debo tomar para llegar a mis clases.

***

—Que tengan un buen día, muchachos. Estudien mucho —se despide la profesora cuando termina la conferencia introductoria.

La avalancha de estudiantes se dirige al exterior del aula y yo me muevo lentamente para no salir junto a ellos, odio las multitudes. Al salir al pasillo, los retazos de conversaciones llegan a mí de todas las direcciones gracias a mi fino oído.

— ...tenemos que ir, es esta noche.

—¿Puedes creer que la muy tonta hizo...?

—Mira, me invitó a salir. Aún no me lo puedo creer.

Saco los auriculares de la mochila y me los pongo. Odio la facilidad con que mis oídos lo escuchan todo. Tuve muchos problemas durante mi infancia por esta condición. Aunque también ayudó a satisfacer mi curiosidad en el instituto, donde escuchaba todos los chismes jugosos y conversaciones secretas.

Me siento en un banco para descifrar cual es mi próxima clase y que camino debo tomar para llegar. Unos minutos después una mano aparece ante mis ojos y mueve los dedos, impidiéndome leer. Desplazo los ojos hasta encontrar a la dueña de dicha extremidad, una chica rubia de piel muy blanca y ojos azules.

—Hola —sus labios articulan la palabra, pero no escucho por la música. Me quito los cascos para escuchar lo que ella tiene que decir. A pesar de mi actitud usual, mis abuelos me enseñaron modales.

—Hola —le devuelvo a la chica y la miro con las cejas arqueadas para que continúe hablando.

—Te debe resultar extraño que una completa desconocida te dirija la palabra. La verdad es que me senté a tu lado en la clase que acaba de terminar y noté que tomaste apuntes, ¿me puedes dejar tomarles fotos? Es que me quedé dormida durante casi treinta minutos y me perdí lo más importante. Por fisssss —termina su larga explicación uniendo las manos delante del pecho y mirándome con cara cachorra abandonada.

Ella y su actitud me provocan una sonrisa amistosa, sorprendiéndome. Nunca me he llevado bien con otras chicas, que usualmente me miran con superioridad o desdén, y si hay algo que no soporto, son las personas prejuiciosas. Esta chica me cae bien. Me gustan su parloteo nervioso y su despiste. Mira que quedarse dormida en plena clase.

—No hay problema.

Lanza un grito emocionado y me da un abrazo rápido.

—Gracias, gracias, gracias.

Busco en mi mochila la libreta donde hice las anotaciones de la clase y se la entrego riéndome. Ella se pone a tirar las fotos y le preguntó aún con risa en la voz.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro —responde sin levantar la vista del teléfono.

—¿Porqué te quedaste dormida?

Ella se paraliza y un fuerte sonrojo aparece en sus mejillas que se desplaza hasta su cuello y orejas. Esta reacción es un espectáculo digno de ver. Traga saliva y me mira con sus grandes ojos llenos de timidez.

—Yo, yo...

—Tranquila, no tienes que decirlo. Por esa reacción, estabas teniendo sexo o acosando a alguien.

Me río de mi propia ocurrencia y ella se une a la risa. Veo el reloj en la pared del pasillo y veo que queda poco tiempo para la próxima clase.

—Hey, ¿cómo te llamas?

—Liah.

—Liah, yo soy Harper, ¿me puedes indicar donde está esta aula? —pregunto mientras señalo el pequeño mapa que está en mis manos.

—Claro, yo voy para allá.

Me quita un peso de encima que diga eso. No me gusta nada la sensación de sentirme perdida. Caminamos mientras charlamos y aprendo varias cosas de ella. También estudia Bioquímica, aunque ella es becada y está en los dormitorios de la escuela.

—¡Ángel! alguien grita a mis espaldas —. ¡Ángel! —dice la voz muy cerca de mí mientras una mano me toca el hombro.

Me giro para ver a uno de los chicos más lindos que he visto en mi vida. Pelo cobrizo, piel ligeramente pecosa, ojos avellanas y una boca ancha de labios un poco finos, curvados en una sonrisa perpetua. Tiene un piercing en la ceja y veo tinta asomando por el cuello de su camiseta y sus brazos totalmente cubiertos de color. Mi cerebro traidor me muestra imágenes de esos brazos sosteniéndome mientras me besa. Parpadeo para deshacerme de la visión y me concentro en mantener mi máscara de seriedad. Necesito sexo con urgencia, no puedo tener estos pensamientos por cualquiera que vea atractivo.

Me ha llamado "Ángel" porque en la espalda tengo tatuadas dos alas, bastante grandes, que se ven porque la blusa que estoy usando es baja atrás.

—¿Qué quieres?

—No hay necesidad de estar a la defensiva, solo quería preguntarte quién diseñó y te pinchó esa obra de arte —habla con una sonrisa amistosa.

Me relajo un poco, porque toda esta situación me ha puesto tensa. Saco mi teléfono y mientras le doy los datos del tatuador, noto los susurros bajos y las miradas sobre nosotros.

—Shaw es genial, aunque como artista es poco consistente y viaja con bastante frecuencia. Ponte en contacto con él y te dirá que hacer.

—Muchas gracias, ángel misterioso —que tío más pesado. Sus palabras están destinadas a irritarme y lo consiguen.

—No me llamo "Ángel".

—Entonces, ¿cómo debería llamarte? —habla con tranquilidad, aunque me mira con un interés nada disimulado.

—Harper Collins.

—Bueno, Harper Collins, encantado de conocerte. Soy... —muestras habla me ofrece su mano, para que la estreche. No me gusta la confianza excesiva que este chico se está tomando. Así que antes que continúe y diga su propio nombre, lo interrumpo.

—No quiero saberlo. De nada por la información.

Me dispongo a continuar mi camino antes que me interrumpiera el pelirrojo sensual, pero una cacofonía de risas me detiene. El ruido viene de cuatro chicos muy altos, que burlan su amigo pecoso, gracias a mi actitud distante con él.

Uff, que sexys son todos. Un chico grandote con el pelo rapado al cero, lleno de músculos abultados bajo una preciosa piel café con leche. Un rubio de ojos grises que parece un vikingo recién salido de una fantasía, de cuerpo delgado, músculos definidos y una cuidada barba adornando su cara. Un chico de pelo oscuro que lleva gafas y una sombra de barba cubriendo su mandíbula cuadrada; camiseta reza "Es un asunto de anime, no lo entenderías" y debajo hay una calavera con un sombrero de paja.

La visión del último de ellos hace que mi corazón se salte un latido. Tiene el pelo negro y ensortijado, lo lleva a la altura de las orejas y cubre también su frente. Sus ojos color verde bosque, me recuerdan a las montañas detrás de mi casa en el pueblo. Tiene una argolla en el lóbulo de la oreja izquierda, y ese detalle sumado a su delicioso bronceado, le dan una apariencia de pirata. Al que vacilo con tanta atención lo nota y me escanea de arriba a abajo.

Siento como si una manada de búfalos asustados estuviera corriendo en mi estómago. Obviamente, es una mala señal. Súmale que mi querido, bello e imaginativo cerebro se pone a recrear escenas de sexo duro y sudoroso con ese chico.

Algo en él me atrae, como la llama de una vela atrae a una polilla. Ok, mala comparación. Aunque... quizás sea la mejor. Las polillas que se acercan demasiado al fuego, terminan quemadas.

La persona en la que más confiabas, destruyó vuestra relación de muchos años por motivos puramente egoístas. No vas a confiar en ese, que te está mirando con esa cara de engreído como si fueras un pedazo de carne con patas. Esa frase, dicha por mi pragmática consciencia, funciona de mil maravillas. Aparto la mirada del chico de cabellos ensortijados, volviendo a mirar al resto, que siguen con sus burlas.

Mientras los admiraba a todos, especialmente al de los ojos verdes, sentí como si hubieran pasado quince minutos. En realidad, ha sido menos de un minuto, cosa que agradezco. No quiero que se sepa mi debilidad por las caras bonitas.

El pelirrojo tatuado vuelve a mirarme y le doy una sonrisa burlona a modo de despedida. Me giro y tomo la mano de Liah, que se quedó paralizada mirando a esos chicos. Cuando se recupera lo suficiente habla.

—¿Conoces a Jayce Lowry?

—¿Así se llama el pelirrojo?

—Sí. Él y sus amigos, los chicos que se reían, se hicieron famosos gracias a un accidente que tuvo un amigo de ellos el año pasado. Poco después de eso, provocaron la expulsión de un profesor de la escuela. La respuesta oficial que dio la dirección de la universidad, fue que lo expulsaron por fraude. Pero según los rumores, ese profesor provocó el accidente de su amigo y de alguna forma, hicieron que confesara. Aunque estudian diferentes carreras están todos cursando el segundo año, y están en boca de todas las chicas de la uni. Todas quieren una oportunidad con alguno de "Los príncipes de la UCLA".

—¿En serio los llaman así? —mi tono burlón es incontrolable.

—Lo juro. Todo el mundo habla de lo perfectos que son.

—La perfección no existe. Solo es... un estándar estúpido que incrementa el ego de chicos idiotas y de chicas superficiales.

La voz me sale firme y más dura de lo que pretendía. La palabra "perfección" me toca la fibra sensible. He conocido a personas aparentemente perfectas, solo para ver... una cruda realidad, que golpea sin compasión.

—Si te gusta uno de ellos, no dudes en hablarles. Ellos no son dioses, ni príncipes, ni nada tan elevado. Solo son humanos, igual que tú y yo. Háblales como tal.

Ella me mira fijamente con un brillo que no sé identificar en los ojos.

—¡Eres tan genial! Le paraste los pies a Jayce Lowry. Toda la escuela lo sabrá antes del almuerzo. Soy tan feliz por sentarme a tu lado en clase, por quedarme dormida y por pedirte los apuntes.

Ella sigue parloteando y yo me sumerjo en el recuerdo de unos ojos verdes como montañas, que me miran con deseo.

***

El primer capítulo 🥳🥳🥳.
Que emoción.

Aquí podemos conocer un poquito más a nuestra protagonista y poco a poco se van presentando los otros personajes que forman parte de esta historia: Liah, Jayce y el pirata de ojos verdes.

¿Teorías?

El próximo miércoles traigo delicias. Se te quiere 🤗.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top