Simplemente un sueño.
Pequeña aliteración de la realidad cognitiva del cerebro.

Pocos sueñan con instruir a otro, en guiar a los que necesitan guía, pocos quieren ser más, que un profesor, un maestro.

Son un dilema tal vez conglomerado de sueños.

Sus anhelos eran más fantásticos que reales.

Eran sueños.

Su deseo interno no era ser profesor, quizás arquitecto, pintor o agricultor.

Bendito aquél que su meta es instruir, necesitaremos de ti, de mí, y de una institutriz.