Desde muy pequeño Chopper supo lo que significaba ser rechazado. Siendo un animal no tenía mucho raciocinio, pero, aun así, recordaba con claridad el dolor punzante en su pecho, cada que la mandaba se alejaba de él siempre que trataba de acercarse. De aquellos días, eso era lo que recordaba con más claridad.

Después de comer la hito hito, quedó claro que nunca lo querrían cerca de nuevo, así que se fue con los humanos. Con su nueva apariencia, esperaba poder encajar al menos con ellos. Lamentablemente se dio cuenta que ellos tampoco lo querían cerca. Conoció una palabra nueva, una que lo perseguiría durante mucho tiempo: monstruo.

El doctor Hiriluk fue el primero en aceptarlo tal y como era, le enseño muchas cosas, pero, sobre todo, le mostro lo que era sentirse querido, aceptado. Por eso cuando lo corrió de su hogar después de un año, no pudo aceptarlo, no quería aceptar que alguien tan bueno pudiera ser capaz de decir cosas tan horrendas como las que le dijo cuándo lo corrió.

Poco después se enteró del porqué de su comportamiento e hizo lo posible por tratar de ayudarlo, pero era solo un pequeño, ignorante del mundo a su alrededor y sin ningún conocimiento sobre venenos, medicina o cualquier otra cosa. Cuando Kureha se enteró de lo que había hecho y le dijo la verdad, todo dentro de él se rompió.

Una ira que nunca había sentido lo invadió por completo y estuvo a punto de hacer algo de lo que probablemente se hubiera arrepentido de no ser por Dalton, el calmo su iría y le regreso su raciocinio. Su forma de honrar la memoria de quién consideraba su padre, fue aprender medicina y ejercer la profesión que él ejercía, Kureha, aunque le gritara y fuera malhumorada, siempre fue una gran maestra.

Conocer a Luffy fue un cambio enorme y drástico en su vida. Aunque al principio quiso comerlo, después de conocerle, lo trató como una persona más e incluso lo invito a unirse a él. Para Chopper esto fue un shock algo difícil de asimilar, para empezar a ese chico no le importaba que él fuera un monstruo, todo lo contrario, ese joven también se consideraba así mismo un monstruo.

También eran piratas, algo que admiraba y anhelaba ser gracias a las enseñanzas de su padre. Tenía mucho miedo y también mucha emoción, las ganas de embarcarse en el mar era algo que no había imaginado hasta que Luffy se lo propuso. Pero lo detenía su mentora, le debía tanto que estaba indeciso. Al final se fue con ellos y saber que Kureha lo había apoyado solo aumento su agradecimiento.

Al lado de Luffy pudo conocer muchas cosas, se dio cuenta que ser diferente no te hacía monstruo y también conoció a muchos personajes diferentes igual que él. Con el tiempo esa palabra que tanto lo lastimo, ahora la tomaba con orgullo.

Si le llegases a preguntar al adorable Chopper, ¿quién es Monkey D. Luffy? Podrías notar como sus ojitos comenzarían a brillar y con gran emoción te diría lo siguiente: Luffy es mi capitán, es una gran persona, puede ser algo idiota pero realmente es alguien increíble. Y lo más importante, es el hombre que se convertirá en el próximo rey de los piratas.

Y tenemos a nuestro querido doctor. Al principio este capítulo iba a ser sobre Vivi, para mí ella es un miembro indiscutible de la tripulación aunque no viaje con ellos porque durante un tiempo los acompaño y vivieron aventuras juntos y durante bastante tiempo fue la unica que cumplía ese requisito (me puse al día con One Piece en 2011, iniciando la isla Gyojin).

Pero hoy en día, Vivi no es la única que ha viajado durante un tiempo con la tripulación y si le dedicaba un capítulo a ella, entonces también debía hacerlo con Carrot, Momo, Law y hasta Pedro y pues realmente siento que entonces el fic perdería sentido. Así que lo deje así.

En fin, espero que les haya gustado mucho el capítulo, ya cada vez nos acercamos más al final, el siguiente turno es el de Robin 💜

Nami Scarlet