"El Último Suspiro de la Guerra"
El campamento estaba en su hora de descanso después de una misión particularmente exitosa. La tensión en el aire, aunque siempre presente, parecía haberse disipado un poco. Los miembros del equipo se relajaban, intercambiaban bromas y reían, disfrutando de un momento raro de calma en medio de la constante guerra que enfrentaban. Y/N estaba apartada, sentada cerca de una fogata, observando a sus compañeros mientras trataba de mantener su mente ocupada y no pensar en lo que había ocurrido en las últimas semanas.
Sin embargo, algo llamó su atención de inmediato. En medio de las risas y la charla, vio a Melissa y Ghost. La joven recluta estaba de pie frente a él, sonriendo, y algo en su postura era diferente. Y/N no pudo evitar mirar hacia ellos, y, a medida que sus ojos se fijaban en la escena, vio a Ghost bajar la máscara de calavera, algo que rara vez hacía. Y por un instante, su rostro estaba expuesto. Sus ojos se encontraron con los de Melissa, y luego, sin previo aviso, Ghost la besó.
El campamento se quedó en completo silencio por un momento. Los ojos de todos se fijaron en ellos. Melissa, sorprendida y encantada, correspondió al beso, abrazando a Ghost con una sonrisa genuina en su rostro. Los murmullos comenzaron a recorrer el campamento, y luego, como si todos hubieran esperado ese momento, la gente estalló en aplausos. Las manos de los compañeros de equipo chocaban unas contra otras, celebrando lo que parecía ser una declaración oficial entre ellos. Todos menos Y/N, que no podía moverse, como si la escena la hubiera paralizado.
El corazón de Y/N se detuvo por un momento. Ver ese beso frente a ella, después de todo lo que había pasado, fue como si alguien le hubiera arrancado un pedazo de su alma. Sus pensamientos se nublaron por la ira, la frustración y, sobre todo, el dolor. ¿Cómo podía Ghost hacer eso? ¿Cómo podía besar a Melissa tan abiertamente, después de todo lo que había ocurrido? Y lo peor de todo… lo había hecho frente a ella, como si no importara en absoluto.
En ese momento, Y/N no pudo aguantar más. Se levantó rápidamente, su rostro reflejando la rabia y el dolor, y comenzó a caminar hacia ellos, con las manos apretadas en puños. El murmullo de los demás se desvaneció en el aire cuando la vio acercarse.
— ¡Esto es ridículo! — gritaron sus palabras, llenas de furia. El equipo comenzó a callarse, observando la escena que se estaba desarrollando.
Ghost, al escucharla, se separó de Melissa, su rostro volviendo a ser enigmático. Miró a Y/N sin decir palabra, pero ella no necesitaba que hablara. Ya sabía lo que pensaba. En su mente, todo parecía claro: él nunca había sentido nada por ella, pero ver esa escena, ver a Melissa y a él juntos de esa forma, fue como una daga clavada en su pecho.
— ¿De verdad, Ghost? ¿Así de fácil lo haces? ¿Me ignoras durante meses, y luego besas a otra frente a todos como si nada? — Y/N estaba casi temblando de furia, pero sus palabras salían con el dolor que había estado guardando todo ese tiempo.
El silencio en el campamento era absoluto. Nadie se atrevió a interrumpir la confrontación, pero todos sentían el peso de lo que estaba sucediendo. Melissa se apartó ligeramente, visiblemente incómoda, mientras algunos de los compañeros de equipo miraban con cautela.
Ghost la miró fijamente, sin ninguna emoción visible en su rostro. Cuando finalmente habló, su voz era baja y fría.
— No te equivoques, Y/N. Esto no te concierne. No tienes derecho a juzgar lo que haga o deje de hacer con mi vida. — La dureza de sus palabras fue como una bofetada para ella. — Tú ya te habías decidido a seguir tu camino, ¿verdad? Entonces no tienes por qué decirme nada.
Eso fue suficiente para que el dolor de Y/N se transformara en ira pura. El corazón roto y la frustración se mezclaron con una rabia indescriptible.
— ¡¿Qué te crees, Ghost?! ¡¿Acaso no entiendes lo que estás haciendo?! — gritó, su voz rota por la emoción. — ¡He estado aquí todo este tiempo, y tú ni siquiera te dignaste a darme una maldita oportunidad! ¡Y ahora vienes y haces esto, como si fuera fácil para ti!
En ese instante, algo cambió en Ghost. Su expresión se endureció, y sus ojos, normalmente fríos, brillaron con una mezcla de molestia y algo más, algo que Y/N no alcanzó a comprender.
— ¿Fácil para mí? ¡¿Te crees que es fácil para mí también?! — Ghost replicó, avanzando hacia ella, acercándose lo suficiente como para que sus palabras sonaran más como un susurro envenenado. — Siempre fue fácil para ti hacerme sentir como si fuera el malo, como si fuera yo el que no entendía nada. Pero la verdad es que tú eres la que no entiende nada. No soy el tipo de hombre para ti, Y/N. No lo fui nunca, y lo que hiciste fue solo complicar las cosas aún más.
Y/N sintió como si la golpearan con cada una de sus palabras. El dolor se transformó en una oleada de rabia y angustia que la impulsó a hablar sin filtros.
— ¡Eres un maldito egoísta! — las palabras salieron de su boca sin que pudiera detenerlas. — ¿Qué, ahora te sientes mejor besando a Melissa delante de todos, como si me hubieras derrotado? ¡¿Acaso crees que no sé lo que significa?! ¡Te crees tan perfecto, tan frío, que piensas que puedes hacerle daño a la gente sin importarles, ¿eh?!
Los demás observaban, algunos claramente incómodos con la intensidad de la discusión. Melissa miraba con los ojos abiertos, claramente avergonzada por la confrontación, pero Ghost no apartaba la mirada de Y/N.
— ¡Basta! — Ghost levantó la voz de repente, y su tono severo hizo que Y/N se callara, aunque las palabras seguían ardiendo en su interior. — No tengo que explicarte nada. Tú no entiendes lo que es estar aquí. No entiendes lo que esto significa. Yo hago lo que tengo que hacer, y no me importa si te duele o no.
Y/N, ahora completamente perdida en la confusión y el dolor, no pudo seguir soportando la mirada de él. En un impulso, dio media vuelta, corrió hacia su tienda y la cerró de golpe detrás de ella. Las lágrimas caían sin control, pero esta vez no era por el dolor de su corazón roto. Esta vez era por la furia de saber que todo lo que había sentido, todo lo que había querido, se había desmoronado frente a sus ojos de una forma tan cruel.
La discusión había acabado, pero el daño ya estaba hecho. Ghost había roto la última barrera de su frágil relación, y aunque sabía que nunca podría ser parte de su vida de la forma en que deseaba, la verdad la golpeó con más fuerza que nunca: nunca hubo un "nosotros", y él nunca la había visto como algo más que una simple compañera de equipo.
El dolor de Y/N se quedó con ella durante días, una cicatriz que nunca desaparecería.
Días después de la discusión con Ghost, Y/N comenzó a sentir cómo la tristeza se apoderaba de ella cada vez más. La misión tras misión, la presión constante, y el dolor que sentía en su pecho la mantenían atrapada en un círculo vicioso. Aunque siempre había sido fuerte, ahora todo parecía diferente. La frustración por no poder controlar sus emociones la estaba desgastando. Se sentía sola, ignorada, y la visión de Ghost y Melissa juntos seguía torturándola.
La depresión la envolvía poco a poco, cada vez más profunda, mientras ella intentaba mantener la compostura frente a sus compañeros. Durante las misiones, su mente estaba ausente, perdida en pensamientos oscuros. La idea de seguir adelante parecía cada vez más difícil. La alegría, que alguna vez había sido parte de su naturaleza, ahora parecía tan lejana, tan imposible de alcanzar. Se encontraba aislada, prefería la soledad que compartir espacio con su dolor.
Una tarde, después de una misión que había salido bien, Y/N se alejó de la base. Necesitaba un poco de aire fresco, algo para despejar su mente, aunque sabía que eso no iba a sanar lo que sentía. Se sentó en una roca cercana, observando el horizonte vacío, mientras trataba de ordenar sus pensamientos, pero todo lo que veía era oscuridad.
De repente, escuchó unos pasos acercándose. Al principio pensó que era uno de los miembros del equipo, pero cuando levantó la vista, vio a un joven que no había visto antes. Luka. Él era nuevo, aunque ya se había unido al equipo hacía un par de semanas. Tenía una actitud relajada, su porte tranquilo y su sonrisa encantadora lo hacían destacar entre los demás. Su cabello oscuro y sus ojos de un verde intenso parecían siempre llenos de vida, algo que Y/N sentía que le faltaba en ese momento.
Luka se acercó con una sonrisa confiada, notando que Y/N se veía distante y un tanto abatida.
— Oye, ¿todo bien? — preguntó con un tono amable, pero con una chispa juguetona en sus ojos. — Pareces un poco… fuera de lugar.
Y/N lo miró un instante, sin saber qué decir. La conversación habitual sobre misiones o entrenamiento no le interesaba en lo más mínimo en ese momento. Pero algo en Luka hizo que no pudiera rechazarlo, como si su presencia fuera una distracción agradable de los pensamientos oscuros que la invadían.
— Estoy bien. Solo necesito un poco de aire. — Respondió con voz apagada, sin mucho ánimo.
Luka se sentó a su lado sin pedir permiso, manteniendo la distancia respetuosa, pero con una energía que contrastaba con la atmósfera sombría que la rodeaba.
— A veces, el aire no es suficiente, ¿sabes? — dijo él, dándole una mirada comprensiva. — Si quieres hablar de algo, soy todo oídos. Nadie necesita cargar con todo por sí solo.
Y/N se quedó en silencio por un momento. No estaba acostumbrada a que alguien se acercara de esa manera. Pero, al mismo tiempo, algo en él la hizo sentirse un poco más ligera. No quería hablar de lo que sentía, no con un extraño, pero la sinceridad en sus ojos la sorprendió.
— Gracias, Luka… — murmuró finalmente, algo en su interior suavizándose. — Pero no estoy segura de cómo empezar.
Luka sonrió con amabilidad, como si no fuera necesario decir más. En lugar de presionarla, cambió de tema, buscando que Y/N se sintiera más cómoda. La conversación fue simple, ligera, y poco a poco, Y/N comenzó a relajarse. Luka no la presionó, solo la acompañó en su silencio y en sus palabras, sin juzgarla, como si su presencia fuera suficiente para calmar sus tormentas internas. Había algo en él que la hacía sentirse menos sola.
Lo que al principio parecía ser solo una charla casual comenzó a convertirse en una conversación más profunda. Luka compartía historias de su vida antes de unirse al equipo, historias que la hacían reír y distraerse de sus pensamientos oscuros. Poco a poco, Y/N se dio cuenta de que había algo en él que la atraía, una conexión genuina que no había sentido en mucho tiempo. La química entre ellos era palpable, y por primera vez en semanas, ella sonrió de verdad.
Cuando la conversación terminó, Luka se levantó y la miró a los ojos.
— Oye, si alguna vez necesitas hablar de algo, no dudes en buscarme. Sé que no soy Ghost, pero… supongo que yo puedo ofrecerte algo que él no.
Esas palabras fueron como un golpe en el pecho para Y/N. Recordó a Ghost, a lo que nunca sería con él, y de alguna manera, esas palabras la hicieron sentirse mejor. Luka había hecho algo que nadie más había logrado: la había hecho sentir vista, la había hecho sentir que aún podía importarle a alguien.
El contacto de Luka fue sutil, pero suficiente para dejar claro que había algo más entre ellos. Y/N no sabía qué era, pero su corazón latía más rápido de lo que debería. Esa conexión, aunque nueva, la hizo sentir viva de nuevo, como si la oscuridad que la había rodeado comenzara a disiparse lentamente.
Pero esa interacción no pasó desapercibida. Desde las sombras, observando desde una distancia, estaba Ghost. Había notado el acercamiento entre Luka y Y/N, y aunque no era su estilo intervenir, algo en su interior lo inquietaba. No podía evitar sentir una punzada de celos al ver cómo Luka la hacía sonreír, cómo parecía haber logrado lo que él nunca había podido. Las palabras que Luka le había dicho a Y/N resonaron en su mente, como un recordatorio doloroso de lo que él nunca había ofrecido: la cercanía, la comprensión.
Aunque Ghost no lo demostraba, la situación lo desconcertaba. Había algo en el rostro de Y/N cuando hablaba con Luka que no podía ignorar. Y, por primera vez en mucho tiempo, algo que él no entendía comenzó a brotar en su interior. Un sentimiento de inseguridad, de preocupación. ¿Qué haría él ahora? ¿Cómo se sentía realmente por ella?
Al final, el beso de Melissa no parecía tan significativo. Ver a Y/N sonriendo y conectando con alguien más lo golpeó como una verdad dolorosa. Ya no podía ignorarlo. Y/N había encontrado algo en Luka, algo que él nunca le había dado. Y, aunque no lo quisiera aceptar, el celoso y confuso sentimiento que lo invadió fue algo que no pudo controlar.
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