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Flashback: Angelly Álvarez

El día apenas comenzaba, y nuestros padres nos llevaban en el auto para dejarnos con el resto de los chicos. Teníamos aún varias actividades por hacer antes de la gran fiesta, pero ellos no sabían todavía así que Amy buscó la manera de que ellos supieran qué haríamos.

—Hey Anggie, recuérdame algo... ¿Qué haremos hoy? —Me preguntó Amy.

—Tenemos una entrevista en la sede de la revista Central Reck, una sesión de fotos para la promoción del álbum con los amigos fotógrafos de Allan y cerramos el día con la fiesta en el instituto —Respondí en modo automático mientras veía por la ventana.

—Genial ¿No creen? —Les dijo ella a nuestros padres, quienes de inmediato sonrieron al escuchar lo que haríamos.

—Mis niñas, me encanta que todo les esté saliendo bien —Comentó con dulzura nuestra madre volteando a vernos.

—Pero tienen que tener cuidado —Añadió nuestro padre —Este medio es peligroso, no confío aún en esos amigos de Allan.

—¡Papá! —Nos quejamos Amy y yo al mismo tiempo, y él se limitó a encoger los hombros.

—Hagamos algo divertido Anggie —Me pidió Amy.

—¿Qué tienes en mente?

—Una salida con Amber después de la entrevista es perfecto. ¡Vayamos de compras!

—Perfecto —Respondí entre dientes con muy poco ánimos, así que me quedé viendo por la ventana el resto del camino.

Este año nos graduaríamos de Dover College, y la forma de celebrar siempre era con una fiesta. Nuestros padres formaban parte del Consejo Escolar, así que casi siempre estaban ligados a estas actividades extracurriculares, además eran muy conocidos en Londres porque formaban parte de la industria musical.

Amy había estado organizando todo con mis padres, así que no podía fallarles a ninguno de ellos. Además, Andrew, Amber y Allan también estaban muy ilusionados con la celebración.

En realidad, no sabía cómo terminaría el día, pero me estaba esforzando por colaborar y que todo saliera bien. Aún así, no quería ir a la fiesta, y eso era porque tendría que ver a alguien que no quería ver esa noche.

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—Ouch —Exclamé al sentir una fuerte punzada en mi cabeza con lo que salí del recuerdo de aquel día.

Llevé mis manos al foco del dolor por instinto, y al abrir bien los ojos para mirarme la mano me di cuenta que tenía sangre en la cabeza. Traté de no entrar en pánico, así que respiré profundamente. No recordaba nada, por alguna razón lo último que recordé fue ver a Pierre en el suelo del avión y una luz blanca.

Miré a mi alrededor y percibí que estaba rodeada de árboles en lo que parecía ser una selva. ¿O acaso era un bosque? Definitivamente el avión había caído, no había otra explicación, pero... ¿dónde estaban todos? No tenía a nadie cerca y solo escuchaba esos ruidos típicos de un lugar como este.

Deseé ponerme en pie varias veces, pero caía una  y otra vez al suelo. No sabía si era por la rapidez con la que intentaba levantarme o por el golpe. Cuando logré mantener el equilibrio, caminé apoyándome entre los árboles para no caer. No tenía un lugar a dónde ir, solo sabía que tenía que encontrar al resto de los muchachos o si quiera a alguien que me pudiera explicar lo que estaba pasando.

Bajé por una pequeña colina y logré ver una nube de humo. No parecía estar muy lejos de mí, así que seguí caminando lo más rápido que podía. Necesitaba encontrar a mi hermana, a los chicos, debía saber si estaban bien. Y Pierre... ¿qué le habría pasado? Mi último recuerdo con él estaba borroso en mi mente.

Tardé más en llegar a la orilla de lo que pensé. A medida que se iban comprobando mis sospechas sobre el avión, un nudo apareció en mi garganta, el corazón me latía con más fuerza y las lágrimas salían de mis ojos.

Di varias vueltas pero no había nadie ni ninguna señal del avión en la parte de la orilla del mar en la que estaba.¿Cómo podía ser posible si había visto una nube de humo gris desde arriba? Bordeé un poco el agua para dar ver si fue que me desvié, y finalmente vi lo que tanto temía.

Me paralicé, mi mente quería correr y ayudar a todos, pero mi cuerpo no reaccionaba. Todo era un caos, las personas corrían, otras tenían heridas igual o peores que las mías. Desde mi posición traté de reconoce el rostro de mis amigos, de los chicos de la otra banda  de mi hermana, pero no veía a nadie familiar.

—Amy —Grité, pero ante el caos a mi alrededor mi voz era muy baja —Allan, Amber Andrew...- Pronuncié sus nombres pero nadie respondía. 

Comencé a caminar para tratar de encontrarlos entre las personas. Me toqué varias veces la herida en la cabeza, no sabría decir si era profunda, pero dolía demasiado.

Mientras seguía recorriendo parte de la playa identifiqué a un hombre que estaba ayudado a las personas, quizá tendría 30 o 40 años. Cuando me aproximé hasta su posición para pedirle que me ayudara, un niño corrió hasta mi con lo pies descalzos.

—Debes ayudarme, tienes que venir —Repetía una y otra vez. Su camisa estaba manchada de sangre igual que sus manos. ¡Por Dios! No podía pasar de 14 años,  ¿qué le habría pasado?

El niño no me dejó que le respondiera nada, solamente señaló una zona lejos del accidente donde estaban unos arbustos, y corrió. Lo seguí.

—¡Hey! —Dije al llegar hasta él, casi sin aliento, comencé a sentirme mareada pero traté de calmarme —¿Estás bien? —Comencé a revisarlo y él negó  con la cabeza.

—No, no, no soy yo —Cabeceó varias veces y señaló a alguien más que estaba en el suelo —Es él.  ¡Ayúdalo! Traté de hacer algo, pero no reacciona.

El hombre estaba boca abajo, noté que tenía una herida en la pierna y otra más en el brazo. No sabía qué hacer. Con cuidado lo volteé para tomarle mejor el pulso, y fue allí cuando lo reconocí.

—¡Oh por Dios! Pierre.... Pero ¿qué pasó?... ¿qué te pasó? —Exclamé hablando prácticamente sola, ignorando por completo al niño que me había traído hasta aquí.

Me quedé solo en camiseta y me quité la camisa que tenía encima. Como la tela era suave, pude romperla con facilidad. Lo único que se me ocurrió en ese momento para parar el sangrado en la pierna era colocarle un torniquete improvisado con la tela de la camisa. Eso fue lo que hice, y con lo que me quedó de tela traté de quitar la sangre del brazo y noté que la herida no era tan profunda, lo cual era bueno. 

Capaz Pierre no reaccionaba porque por el impacto se desmayó. Gracias a Dios tenía buen pulso, pero no quería confiar en lo poco que sabía de primeros auxilios. Había que hacer algo más.

—¿Eres Angelly?

—¿Qué? —Me volteé a ver al niño. No sabía qué más hacer y no se me ocurría nada más —Sí, ese es mi nombre.

—¿Su Angelly? —Preguntó de nuevo. Negué con la cabeza.

—No, no, no. Soy Angelly, soy solo Angelly. No soy nada de él —Llevé las manos a mi cabello para tratar de pensar mejor. Eran demasiadas cosas por asimilar, así que comencé a respirar para calmarme.

—¿Qué vamos a hacer? —Me preguntó el pequeño nervioso —Esto está mal, caímos en una isla... y mis padres....—Cuando iba a llorar lo abracé con fuerza —¿Qué haremos?

—Tranquilo. No sé nada de primeros auxilios. Tiene pulso, creo que estará bien. Hagamos algo, tráeme un poco de agua y busca al señor que está ayudando a los demás, trata de buscar alguien que nos ayude aquí —El niño asintió, pero no se movió hasta que le dije algo más —Ve, yo me quedo con él.

—Ok.

—Cerca de donde estaba antes de venir hasta acá, allí había un señor. Parece ser médico, tráelo a él —Le dije con calma.

Me sentí inútil. No podía hacer más nada por Pierre, y no encontraba a mi hermana ni a mis amigos. Quería hacer más, pero los nervios no me dejaban organizar bien mis ideas. ¿Por qué nos había pasado esto?

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Flashback: Angelly Álvarez

—Bien hecho Allan, bien hecho —Respondí con sarcasmo mientras abría la puerta principal para salir de la sede de la revista Central Perk.

—¿Qué dije? ¿Qué hice mal? —Quiso saber él con inocencia —No dije mentiras esta vez Anggie. ¿Vas a molestarte porque dije la verdad? ¡No entiendo!

Le lancé una mirada de odio, y eso que a ese chico no podía odiarlo, era como el hermano mayor que nunca tuve.

—Allan... No debiste decir lo de... —Amy me miró de reojo antes de terminar la frase —No debiste decir lo de Víctor.

—Es cierto —Dijo Andrew incorporándose en la conversación —Acordamos que no diríamos nada de nuestras vidas privadas a la prensa, que no caeríamos en sus trampas para hablar de lo que pasaba en la vida de ninguno de nosotros. Y mi amigo, caíste esta vez.

Allan abrió los ojos, sabía que había entendido todo, así que no entendía su actitud.

—Claro, ahora todos van a odiarme. Todos están en contra del pelirrojo por ti Anggie —Algo en lo que decía me dio risa, no podía odiarlo, hasta molesto se veía tierno así que sonreí sin que se diera cuenta —Lo siento Angge, de verdad.... ¿Me perdonas?

—Solo si prometes no abandonarme por tu amiguita esta noche.

—Con esa mirada me matas —Bromeó mientras reíamos todos —Está bien, estaré contigo. Eso haré —Hicimos nuestro pase especial para pactar algo y seguimos caminando.

En el grupo tendríamos a sobreprotegernos mucho. Éramos como hermanos, así que era normal reprender a quien se equivocara y defendernos entre sí, pero al final pasábamos la página y seguíamos adelante con nuestra amistad.

Al salir, nos fuimos a hacer las compras que Amy organizó, mientras que Andrew y Amber seguían causando sensación en cualquier tienda que entrábamos. Eran una linda pareja, y todos los amaban.

Después de las compras, cada uno se fue a su casa para terminar de arreglarse, pero en mi caso, traté de demorarme lo más que podía. La mejor manera de hacerlo era leer un libro, así logré alejare de Amy por un buen rato.

—¿Qué haces? —Me dijo mirándome fijamente desde una esquina de la cama. Me había distraído tanto que no había notado que ya ella estaba lista para la fiesta.

—Leo —Contesté escondiéndome de nuevo en el libro.

—¿Cuándo piensas alistarte? —Volvió a preguntar.

—Cuando acabe este capítulo. Sabías qué... —Justo cuando iba a contarle algo para distraerla, ella me quitó el libro de las manos —¿Qué haces?

—Entiendo lo que pasa, pero debes levantarte —Amy sonrió y colocó con cuidado el libro en la mesita de noche —Nuestros padres han invertido mucho en esta fiesta, y sabes que no me refiero solo a la parte económica.

—No quiero ir —Me senté en la cama y me crucé de brazos.

—Sé el motivo, pero nosotros nos haremos cargo llegado el momento. No vamos a dejarte sola, estaremos siempre contigo.

—Lo sé Amy, pero no estoy e ánimo hoy —Me escondí entre las sábanas, pero ella me las quitó de nuevo- Dame una razón más para ir, porque no estoy convencida aún.

—Irá Jacky, y ella forma parte de nuestro gran plan.

—¿Tienes un plan? —Ella asintió. Dudé, y finalmente acepté, la propuesta era muy tentadora.-

Jacky era nuestra prima, estuvo grabando un programa en MTV después que celebró sus 16 años en uno de los programas del canal de televisión. Así que la idea de volver a verla después que estuvo unos meses en África era algo que me agradaba, ella era nuestro familiar más cercano, y la extrañaba muchísimo.

—Bien. Iré pero... No tengo vestido nuevo —Traté de echarme para atrás, pero parecía que Amy tenía todo bajo control.

—Ten, es de tu talla —Me lanzó un vestido azul claro hermoso —Combina con tus ojos y los mechones azules que tienes.

—No se te escapa nada, ¿verdad? —Quise saber.

—No —Sonrió al verme —Pienso en todo. Anggie, no dejaré que nada te pase. Lo prometo.

—Está bien. Vayamos a la fiesta.

Cinco minutos más tarde estaba lista. Esta era la primera vez que me arreglaba tan rápido. Cuando salí de mi cuarto, Allan, Andrew, Amber y Amy esperaban solo por mí. Salimos y nos fuimos al instituto, ese lugar en el que pasamos maravillosos años estudiando música y del que tendríamos que despedirnos por un tiempo para iniciar nuestras carreras como profesionales.

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—Me dijeron que necesitabas ayuda. ¿Es cierto? —La voz del señor que parecía doctor me sacó de mis pensamientos.

—Oh sí... Es que... —Traté de decir, pero sequé rápidamente las lágrimas para que no me viera llorar un extraño.

—No te preocupes, todo estará bien. Nos rescatarán.

—¿Usted es doctor? —Le pregunté.

—Sí, me llamo Dougie. Veamos cómo está tu amigo —Revisó a Pierre —Muy buen torniquete, no parece grave, el sangrado ya se detuvo —Abrió sus párpados y con una pequeña linterna lo observó —Está inconsciente por una contusión, probablemente por... el accidente. Hay que revisarlo más tarde.

Mantuvo un poco la distancia pero sin perder la vista en todo lo que hacía. De una maleta sacó algo de alcohol y se lo aplicó en la herida del brazo, también le limpió la herida de la pierna y colocó vendas. No entendía cómo hacía para rendir lo que traía en su maleta para atender a los pasajeros, pero de alguna manera lo estaba haciendo y se veía que estaba ayudando a todos los que podía.

—Bueno... —Me señaló como tratando de recordar mi nombre, pero hasta ahora no se lo había dicho.

—Angelly.

—Correcto, Angelly. Tu amigo está bien. No tiene fracturas, solo las lesiones que viste y algunos golpes por la caída. Supongo que debería reaccionar dentro de poco. En términos generales está bien comparado con muchos acá —De repente me observó y notó la sangre en mis manos y en parte de mi rostro —¿Tú estás bien?

—Oh... sí... no sé... creo.

—Creo que no. Permíteme revisar —Revisó mi cabeza y también me curó lo más rápido que pudo y con lo poco que le quedaba —Fue un golpe fuerte, pero tampoco se ve grave. Si sientes mareos o algo más no dudes en avisarme. Estaré por allá —Señaló el lugar donde estaban otras personas que también necesitaban atención médica.

—Doc... ¿Ha visto a alguien como yo, pero con cabello liso de color negro y ojos oscuros?

—Mmmm temo decir que he visto a tantos hoy, no sabría decirte. Algunas personas ya se están organizando para encontrar a sus familiares o amigos.

—Entiendo.

—Si la veo, le diré que estás aquí —Añadió al ver mi expresión.

—Gracias —Respondí mientras me sentaba cerca de Pierre.

En este momento, y siendo Pierre la única persona conocida que tenía cerca, hubiese dado cualquier cosa porque despertara y pudiéramos siquiera hablar. Necesitaba buscar a los demás, pero no podía dejarlo solo. De repente, comencé a sentirme muy cansada. Me recosté cerca de él en la arena y poco a poco sentí como iba perdiendo el conocimiento.