22.


Chocolate humeante servía la castaña en dos tazas medianas, para después colocarle malvaviscos pequeños en la parte superior de la taza, continuó por tomar las tazas y encaminarse hacia la sala, donde se encontraba Fermín acomodando un árbol, para así ambos iniciar en decorarlo.

—¿Quedó bien el árbol no?—pregunta un Fermín del trabajo que le llevó casi 45 minutos.

—Si, buen trabajo cariño—le confirma la Italiana mientras le acaricia levemente el hombro, para después acercarse al árbol y medio arreglar una ramita que estaba algo torcida, se gira y le sonríe al rubio, él cual rueda los ojos y suspira.

—Yo de verdad no comprendía porque mi padre se quejaba en colocar el árbol todos los años en casa, pero ahora....me trago todas mis palabras—cuenta el andaluz mientras se toca levemente la espalda, acto que ocasionó que la community manager lanzará una fuerte carcajada.

—¡Eres un exagerado Fer!, con 24 años ya te quejas, no me quiero imaginar cuando seamos ancianos y nos toque pasar navidades—expresa Noah con una sonrisa, para después caer en cuenta con lo que dijo y opta por tomar un poco de chocolate y desviar la mirada de Fermín, él cual no podía borrarse esa sonrisa de tonto en el rostro.

—¿Ves un futuro conmigo?—pregunta un Fermín emocionado, pero la Italiana niega frenéticamente con la cabeza.

—No, bueno, si, no quiero que nos apresuremos—responde una Noah nerviosa, la cual opta por comenzar en adornar el árbol con algunas luces y esferas que compraron hace unos días.—¿Me acompañas en adornar?—le pregunta la chica mientras se gira a ver a su novio, él cual se aclara la garganta y se da la vuelta para ir a la segunda planta, Noah se limita en suspirar y dejar los adornos, para encaminarse ella también a la segunda planta eh ingresar a la habitación del español, él cual se encuentra viendo a través de la ventana del cuarto.

—Se que no quieres que nos apresuremos, pero, ¿Qué no es obvio Noah?, estamos hechos él uno para el otro, tú eres el amor de mi vida y se que yo lo soy para ti también, no pido que nos casemos en unos meses, solo que confíes en mi, no pienso lastimarte en un futuro, lo juro—le expresa Fermín, después de que la castaña se coloca a su lado.

—Lo sé Fer, lo sé, solo...me da miedo, me da miedo en volver a equivocarme y que salga lastimada nuevamente— se a sincera la italiana, a lo que Fermín niega con la cabeza.

—Te prometo que eso no pasará Noah, te lo prometo, yo enserio te amo, eso no lo dudes, y cuando yo te falle, cosa que nunca pasará, serás la primera a la que avisaré, no te pienso ocultar nada Noah.—contesta el rubio mientras la toma por las mejillas, notando como ella tenía los ojos cristalizados.

—Eso también lo sé...., se que tú eres diferente, pero el miedo tiene que aparecer en algún momento, ¿no?—responde la community manager, a lo que el futbolista asciende con la cabeza lentamente.

—Solo vivamos el hoy y el ahora Noah, no tienes que preocuparte por el futuro, tranquila, ¿si?—le calma el rubio, para después abrazarla, Noah no duda en abrazarlo con el mismo cariño que él le tiene a ella, y estar varios minutos así, abrazados....


Después de estar abrazados por varios minutos, decidieron en seguir decorando el árbol, Fermín comprendía esos bajones que Noah pasaba, entendía su dolor, pero también estaba ahí para hacerle entender que el pasado no tiene porque entrar en su presente, si no, hundir esos malos momentos y continuar con su vida.

—¿Quedó bien no?—pregunta la florenciana mientras ambos aprecian el árbol ya decorado y bebía un poco de su chocolate.

—Obvio que si, tú hiciste la mayoría del trabajo y te quedó perfecto—le alaga el andaluz mientras se acerca a ella y deposita un beso en los labios de la Italiana, a lo que ella no dudo en continuar el beso y poder permitirle al futbolista pasar al siguiente nivel, estaban por subir a la segunda planta, cuando el timbre sonó, ambos se miraron con queja, y Fermín bajó a su chica, la cual se apoyaba en la cintura del español, para después encaminarse a la entrada de la casa y toparse con un pequeño niño y los Pablos.

—¿Qué los trae por aquí?—pregunta una Noah entre dudosa y alegre de verlos.

—Mi madre se fue de viaje nuevamente con su novio, me dejó en casa del Tío William, pero créeme que esa casa es un infierno, escuchar el llanto de mi primo, y los gritos de mi Tío con su esposa, no gracias, así que le dije que me quedaría en casa de unos amigos y él encantado llamo personalmente a Pablo y le pidió que me quedará en su casa, así que eh aquí, tu niño favorito te visita—cuenta el pequeño con lujo de detalles mientras mueve sus manos para darle más "sentido" a lo que dice.

—¿Con que Pablo te quedarás?—fue lo primero que preguntó la joven, a lo que Matt señala a Pablo Torre.

—Con el Pablo responsable claro—contesta el menor, ocasionando una sonrisa picara en Torre y una fulminación de mirada por parte de Gavi.

—¡Que dices Matt!, soy el Pablo más responsable que conocerás en tu vida—expresa un tanto ofendido el sevillano.

—Si claro, y la luna es de queso—termina en responder Matt para ingresar a la casa y dirigirse a la sala.

—Yo a su edad únicamente sabía hablar de fútbol, a veces siento que Matt es un anciano que vive en el cuerpo de un niño tierno—expresa Gavi a lo que sus amigos lanzan fuertes carcajadas.

—¿Cuántas vidas llevarás vividas ese niño?—cuestiona Pablo mientras esa sonrisa juguetona no sale de su rostro.

—Seguro que una de esas vidas estuvo antes de cristo—contesta Noah siguiéndoles el juego, a lo que los Pablos continúan riéndose.

Siguieron haciendo bromas de ese tipo, para después encaminarse a la sala, donde Matt parecía un juez de árboles, el niño se encontraba acariciando su mentón mientras admiraba el decorado.

—¿Qué demonios hace?—pregunta en susurro Gavi, a lo que Fermín se encoje de hombros y niega con la cabeza.

—¿Deseas un poco de chocolate caliente peque?—le pregunta sin más la castaña, a lo que el niño gira sonriente.

—¡Si,si, si!, por favor— acepta alegre, a lo que Noah espera a que el niño la tome de la mano para ir a la cocina.

—¿Ustedes también desean chocolate?—le pregunta la florenciana a sus amigos.

—Si, gracias—aceptan los centrocampistas, así que la castaña se marcha con el pequeño y se van a por chocolate.


Los Pablos y el menor se encontraban tomando su chocolate en la sala, mientras que Fermín comentaba que pasaría Navidad con su novia.

—Perdona que te interrumpa mejor amigo, pero tengo una duda—interrumpe la charla el pequeño Matt, a lo que todos centran su atención a él y le dan el tiempo de expresar su duda—¿Por qué no le colocaron un poco más de adornos dorados al árbol?, tiene que tener una balance, rojo y dorado, no más rojo, ni más dorado, tiene que tener un equilibrio—comenta el nieto mayor de los Chapman.

—Oh..., bueno amiguito, no lo sé, creo que no compramos los suficientes...—contesta un tanto pensativo el andaluz.

—Se los dejó pasar esta vez, a la próxima navidad ya saben, eh!—les advierte Matt, a lo que Noah y Fermín levantan las manos a manera de rendición, ocasionando risas para Matt y los Pablos.

—¿Nervioso por el fin de año?—pregunta Noah cambiando la atención de Matt a Torre.

—¿La verdad?, la verdad es que si, ya quiero estar en Londres y hacer la propuesta—contesta el Cántabro con una sonrisa nerviosa en su rostro.

—¿Viajaremos a Londres?—pregunta un Matt emocionado, a lo que Gavi lo mira con duda.

—Esa pregunta suena plural pequeño, nosotros si, tú no—responde el Sevillano, a lo que el menor lo fulmina con la mirada.

—¿Cuándo regresa tu madre de su viaje?—cuestiona la Italiana.

—El 3 de enero—confirma el sobrino de William, a lo que Torre lo mira con sorpresa.

—No Matt, pasarás navidades conmigo, pero año nuevo no, tengo cosas importantes que hacer—le informa el castaño futbolista, a lo que Matt le hace ojitos tiernos.

—Porfa Pabli, no seas malo, tú me quieres mucho, yo lo sé, porfa, llévame—le ruega el pequeño mientras hace puchero, Pablo niega con la cabeza firme.—¡Gavi me cuidará!, no interrumpiré tus asuntos importantes, Gavi también me quiere mucho y será mi niñero, ¿a que si Gaviota?—le presenta su idea el nieto mayor de los Chapman.

—¡Ni de coña!, no seré niñero de nadie, además de que Betty y yo tenemos planes también en Londres— informa ahora Gavi mientras sigue negando con la cabeza.

—¡Perfecto!, puedo sumarme a sus planes, Betty me quiere mucho, no veo problema alguno.— continúa Matt con incluirse al viaje.

—¿Matt si sabe que esos "planes" no son planes realmente?—le pregunta en susurro Fermín a su novia, la cual niega con la cabeza riendo.

—¡Mi tía Noah puede cuidarme!, ¿verdad tía?, solución ya encontramos—y el pequeño seguía con su momento de hacer cambiar de opinión a Pablo.

—¿Y porque no te cuida Pedri?, digo, no es como que él tenga muchos planes, ni novia tiene para empezar—presenta su idea Fermín, prefería echarle la "carga" a su amigo, a que sacrificar sus "planes" con su novia.

—¡Perfecto!, Pepi puede ser mi niñero, y quien quita que hasta le consiga novia, puedo hace unos contactos y hasta le presento chicas, las hijas de unos amigos empresarios de mis abuelos seguro se interesan por ese Canario—presenta su nueva idea el menor, sorprendiendo a los chicos, realmente no comprendían la madurez e inteligencia de ese niñito.

—¿Qué dices Pablo?—ahora Noah apoya la idea del pequeño, mientras que el Cántabro tiene un rostro pensativo.

—Bien, que venga con nosotros, eso si, primero le pediremos permiso a tu madre y después te vas con nosotros, y desde ya te pido, que no hagas ninguna travesura que pueda arruinar el asunto importante que tengo que hacer, ¿vale?—le hace prometer Torre mientras le extiende su meñique y el niño no duda en juntar su meñique y hacer el "pinky promise".


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La cuidad británica se encontraba con sus últimos rayos de sol, se ponía apreciar como las luces de la ciudad se prendían por la oscuridad nocturna que se asomaba en la ciudad, mientras que en una calle, se escuchaba como algunas llantitas de maletas de viaje sonaban contra el asfalto.

—¿Pepi?—le llama Matt al moreno, él cual lo mira con interés.—Ya me cansé de caminar—contesta mientras hace un puchero.

—Soltero, ¿pero a que costó?—pregunta un tanto cansado el Canario para llevar a Matt de caballito y continuar caminando mientras arrastra su equipaje y el de Matt.

—¿Cuánto falta para que lleguemos idiota?—ahora es Betty la que le pregunta a Torre, ya que llevaban media hora perdidos en la ciudad, encontrando la casa que alquilaron para estos días.

—Creo que estamos perdidos—comenta Pablo nervioso mientras mira a todos los lados.

—¡Trae aquí Torre Eiffel!—comenta en un tono gracioso Julieta mientras le quita el móvil y conecta mejor la dirección. —Estamos a 5 minutos, unas dos cuadras más y llegamos—calma al grupo la escritora mientras le devuelve el móvil a su novio y continúan el camino, los chicos miran a Pablo con sonrisas burlonas y siguen a Julieta.

Y como Julieta lo dijo, luego de 5 minutos llegaron a su destino, recibieron la llave de la casa y se instalaron en ella, Pedri, Eric y Matt compartían la habitación más grande de la casa, la cual contaba con 3 camas matrimoniales, mientras que las otras 3 parejas se instalaron en las otras habitaciones sobrantes.

Después de todos dejar sus maletas y colocarse algo cómodo, se reunieron en la sala de la casa británica que rentaron.

—Jugo de naranja, jugo de naranja, jugo de naranja—pedía Matt a Pedri, mientras le picaba una costilla al moreno, él cual rodó los ojos.

—Palabra mágica Matti, si no, te olvidas de tu jugo—le recuerda Betty.

—Gracias por recordarme Betty, por eso y más, eres la mejor novia, por favor Pepi, un jugo de naranja—responde el menor, recibiendo una mirada asesina por parte de Gavi que abraza a la Mexicana.

—¡Eres el mejor joder!, me encanta como picas a Gavi—expresa Eric mientras regresa con un jugo de naranja y le deja un beso en la cabeza al pequeño.

—Lo sé Eric, lo soy, eres mi favorito también—responde el pequeño, ocasionando risas para todos.

—Ahora vuelvo—se escucha que dice Julieta, mientras corre a paso apresurado hacia las habitaciones, Eric y Noah se miran con preocupación, saben que ahora a ella le toca inyectarse su medicamento.

—¿Por qué el silencio?, ¿saben?, deberíamos jugar algún juego de mesa, ¿Qué dicen?—cambia de tema Fermín mientras se acerca a un mueble y abre una puertita de vidrio donde se pueden ver varios juegos de mesa.

—Juguemos Monopoly, siempre termino ganando—propone Matt mientras cruza una pierna como un "Ganster" y bebe un poco de su jugo.

—Ya veremos niño, ya veremos—expresa Gavi con una sonrisa picarona.









¡FELIZ NAVIDAD ATRASADA!.

Lamento publicar el cap hasta hoy, se supone que sería su regalo de navidad... jaja, pero espero que les haya gustado.

¿Alguna teoría del próximo capítulo?.


¡Nos leemos prontooooo!, las tqm.


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