Capítulo 7

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RECUERDOS DEL PASADO PT: 2

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Para Nare no era fácil recordar su pasado a lo largo de su vida tuvo que vivir con ello con las cicatrices de su cuerpo y su alma destrozada, empezó a tener depresión no quería sentir eso, pero si algo tenía por parte de su padre era que también era bastante buena con las expresiones faciales el "fingir" ante los demás el hacerle creer a las personas lo que era, al fin y al cabo las personas solo ven la parte que nosotros queremos que ellos vean.

¿Acaso a las personas no tienen secretos? Todos tienen secretos. Su cuerpo tenía marcado los golpes y fracturas, empezó a tener un miedo bastante grande de que alguien se diera cuento de ellos pero, ¿por qué no mostrarlo y acabar con todo? Se repetía constantemente esa pregunta ¿era miedo? ¿no tenía valor para hacerlo? O era por aquellas palabras que su madre alguna vez le dijo:

—Hija mía, tu padre te ama.

Quizás esas palabras eran lo que no le permitan hacer tal cosa.

—Perdóname madre pero, eso no es cierto él no me ama.

Los años pasaron y Nare supo ocultar a la perfección los daños de su cuerpo era como si no pasaba "nada" hasta que llegó ese día.

—¡ESTOY HARTO DE TI!

—TÚ, ¿HARTO? JA, YO SOY QUIEN ESTÁ HARTA DE TI.

Por primera vez nare había levantado la voz contra su padre un escalofrío recorrió su cuerpo, una mezcla de miedo y asombro por lo que acaba de pasar.

—Te crees el único que perdió a alguien, entiendo que perdiste a tu esposa, a la persona que más amabas en este mundo pero recuerda, ese día yo perdí a mi madre. !!LO PERDÍ TODO!!

Aquel hombre miro con sentimiento por primera vez a su hija sabia perfectamente el daño que había causado entonces que era ese sentimiento que se había presentado en ese momento ¿culpa? ¿remordimiento? ¿O ambos? Qué mierda era eso, y por qué se siente así, él sabía muy bien los golpes que le causó todo los huesos que fracturó fue testigo de cómo su hija se pudrió en cuerpo y alma de su boca solo salieron las siguientes palabras:

—Lo siento.

Eso sorprendió a nare y por primera vez no hubieron golpes, ella no respondió ante las palabras de su padre y simplemente se limitó a mantener la mirada para luego ver cómo su padre salía de la casa, luego de que su padre saliera se derrumbó comenzó a llorar porque aquellas palabras empezaron a sonar en su mente «lo siento» lágrima tras lágrima, sollozo tras sollozo, gritó tras grito, y dolor aquella joven no sabía cómo debía sentirse.

Pero por primera vez no hubieron golpes, nuevamente recordó las palabras de su madre:

«Tu padre te ama».

Y el llanto aumentó, un dolor en el pecho la invadió y el aire empezó a faltar, pero eso no importó, ella se aferró a ese dolor así como lo había hecho todos esos años.

Los días pasaron y una visita "inesperada" llegó hasta la puerta de su casa en la cual solo se encontraba nare, el timbre sonó y el rostro de la joven se iluminó cosa que no había pasado durante muchos años.

—Nuestra niña.

Frente a ella se encontraban dos personas ya de tercera edad sus rostros lagrimosos se posaron ante aquella joven y rápidamente se acercaron a abrazarla mientras la abrazaban con la intención de nunca soltarla.

—Abuela. Abuelo, los extrañé muchísimo.

—Y nosotros a ti, querida.

La pareja había intentado verla durante mucho tiempo ya que no habían podido verla desde la muerte de su hija. Cada que iban a la casa no había nadie o no respondían enviaban cartas pero nunca eran respondidas, luego de seguir intentando y no encontrar respuestas se dieron por vencidos creyendo que nare y su padre no querían estar con ellos ya que solo traerían recuerdos de aquella tragedia más sin embargo, no sabían lo que su yerno le estaba haciendo a su única nieta.

—No sabes cuánto hemos querido verte, pero cada vez que veníamos no había nadie.

—Tu padre nos llamó ayer, —le dijo el abuelo muy emocionado—. Dijo que estás de vacaciones y que podías quedarte con nosotros los días restante ya que no habíamos pasado tiempo juntos durante mucho tiempo.

—Y qué te parece, ¿quieres pasar un rato con estos ancianos?

Nare estaba sorprendida por lo que sus abuelos le habían dicho de su padre ¿en verdad había hecho eso? Aunque su padre le había dicho días atrás que tendrían visitas, pero que él no estaría en la casa, ella no le había dado importancia, entonces de eso trataba, no era un sueño su padre en verdad había hecho eso.

La joven talló una gran sonrisa para luego irse a empacar, está muy emocionada de ver a sus abuelos aunque todavía tenía dudas de por qué su padre había hecho eso. Luego de terminar de empacar dejo una nota a su padre la cual decía:

—Me fui con los abuelos, por favor aliméntate bien.

Pese a todo lo que su padre le había hecho ella se preocupaba por él sobre todo su alimentación, luego hacer la nota salió de casa subió el equipaje al carro y luego se subió ella ahí ya se encontraban sus abuelos esperándola.

—Lista.

—Si, estoy lista.

El carro emprendió marchar dejando atrás aquella casa en la que nare solo había encontrado sufrimiento.

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Amor —susurro aquel hombre—. Lo único bueno que he hecho hasta hoy es que pase sus siguientes días con sus abuelos, le hice tanto daño que es imposible de sanar, lo único que ella conoció de mi, fue mi monstruosidad, nunca vio amor, protección o seguridad, no vio nada de eso, no hay marcha atrás para remediar lo que hice, no lo hay.

El hombre se fue hacia su casa mirando por última vez la tumba de su amada esposa, él había llamado a sus suegros para que tuvieran a su nieta ya que estaba de vacaciones al fin y al cabo era lo único bueno que había hecho por ello y sabía que eso le traería un poco de felicidad

Emprendió marcha hacia su casa, cuando entró todo estaba igual, pero estaba vez sabía que su hija no estaría ahí, empezó a recorrer esa casa la cual había sido testigo de muchas cosas, miró los muebles donde se encontraban unas fotografías donde se observaban él y su esposa sosteniendo a su hija en brazos

—Como fui cegado por tal cosa.

El hombre después de soltar esa palabras siguió recorriendo la casa hasta llegar el comedor encima de la mesa se encontraba una nota que decía:

Me fui con los abuelos, por favor aliméntate bien.

Aquel hombre que nunca había demostrado afecto por su hija o que solo lo había fingido frente los demás, se derrumbó en llanto, pero eso no arreglaría nada ya que era demasiado tarde. Luego de recuperar el aliento se levantó del suelo en el cual se había derrumbado y se dirigió a su habitación se sentó en su escritorio y empezó a escribir una carta

para: Hemlins y Isha Lierys

Luego de terminar la carta arrastro la silla hasta el ventilador que se encontraba en el techo de la habitación sabía que era lo suficientemente fuerte para sostenerlo, agarró el lazo y lo puso al rededor de su cuello sin más se dejó caer y aquella silla que lo sostenía cayó al suelo, quedando aquel hombre colgado lo último que recordó fue a su hija y lo mucho que la hizo sufrir para luego decir sus últimas palabras:

—Lo siento hija, perdón por todo lo que te cause.

No hubo más palabras, ni más suspiro la vida de aquel hombre había acabado, el mismo la había terminado.

Aquella carta sería entregada a sus suegro ahí plasmó lo que hizo a su hija nare, y el infierno que la hizo pasar y que él fue quien evitó que ellos se contactaran con ella, también, de que por favor la cuidaran ya que su hija estaba muy lastimada desde el cuerpo hasta el alma.

Días después esa carta fue entregado a los Lierys, cuando nare se dio cuenta de lo que hizo su padre se encerró en su habitación para luego romper en llanto, ella creía que al fin la cosa irían "bien" pero el destino no lo quiso así, quizás no estaba destinada a ello.

—No iba a ser fácil perdonar todo lo que hiciste pero tampoco quería que murieras, padre.

mientras que sus abuelos con mucho dolor, tristeza y furia, leían la carta que su yerno les había dejado, desde entonces jamás dejaron de darle el apoyo, cariño, seguridad y protección aquello que nare tanto necesito.

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