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Adrien miraba todo desde los brazos de su madre, estaba algo sorprendido de ver a Bridgette en ese lugar, según ella no regresaría nunca más a Paris y no vería nunca más a Marinette, pero hay estaban madre e hija abrazadas. Paulette detallo el rostro de su hijo, la mejilla hinchada y roja con la clara marca de una mano, miro a su esposo quien le dirigió una seria mirada mientras observaba a su hijo, solo eso basto para comprender lo que había sucedido.

-¡Ah!- exclamo el rubio cuando su madre le pellizco la mejilla lastimada.

-No pienso retar a tu padre por haberte golpeado, da gracias a que fuera él y no yo, esta vez Adrien te lo has ganado.

-Mamá, lo sé y entiendo, lo que hicimos fue estúpido y no merezco pedir que me perdonen, no cuando fui yo quien literalmente secuestro a Marinette.

-Cariño ¿Qué tenías en la cabeza? Algo pudo pasarles ¿lo pensaste? Son solo niños y se han creado toda una aventura.

-Yo... yo solo quería.

-Nos lo vas a contar todo con detalles, pero no ahora.- dijo Gabriel interrumpiéndolo.- antes debemos aclarar otros asuntos.- Colocando una mano sobre la frente de Adrien la sintió un poco caliente y al detallarlo noto que estaba completamente descalzo.

Bridgette deshizo el abrazo con Marinette, sin duda alguna y ahora teniéndola más de cerca eran idénticas, era como verse a ella misma de joven, Marinette temblaba ligeramente por el frio, sin pensarlo dos veces se quitó la chaqueta colocándola sobre sus hombros.

-¿Cómo sabían que estábamos aquí? – pregunto ella girándose a donde sus "padres" Bridgette coloco una mano sobre su mejilla para que le mirara nuevamente, la sintió un poco caliente, y no precisamente por el sonrojo en su rostro.

-Eso no importa ahora, lo que importa es que estas bien, solo eso... ahora ve con tus padres realmente los has tenido con el corazón pendiendo de un hilo.

-¿Y tú no? ¿Tú no estabas preocupada por mí?- Bridgette se congelo por esas preguntas. Bajo la mirada sin saber que responderle.

-Podría mentirte y decirte que no, pero si lo estuve cuando me entere y por eso estoy aquí más que por obligación, algo en mi interior me decía que dejara de huir de una vez por todas y te afrontara. Pero, y como ya te dije soy solo la mujer que te trajo al mundo, ellos, los que cuidaron de las dos a tiernas edades son a los que realmente debes llamar mamá y papá... yo no lo merezco.

-Pero eres mi madre y hay mucho que deseo saber, que me expliques. Sabes que yo no tuve la culpa de nada y aun así me has hecho sufrir por tanto tiempo, pensando que por mi culpa, que por mi culpa cosas malas pasaron y me atormento desde pequeña...

Sus ojos se cristalizaron, y su voz temblaba, Bridgette le abrazo nuevamente a ella para darle una sensación de tranquilidad, pero sería inútil, la comprendía, comprendía ese sentimiento.

-Te prometo, te prometo que hablaremos, te diré lo que quieras, pero realmente debes hacerlo, ellos te aman, fueron tus padres por quince años y lo son ahora.- dándole la vuelta Marinette avanzo nuevamente hasta sus padres para abrazarlos, ella tenía razón, por mucho tiempo esas personas fueron sus padres, los que le cuidaron sin obligación alguna.

Claude, había llegado al colegio con su bebe, no podía dejarlo en casa y realmente que necesitaba unos días libres para poner su nueva vida en orden, el director se reía a carcajada abierta, ante lo apenado que el castaño se encontraba, contarle con detalles sobre su día y lo mal padre que era le hacía avergonzarse, más eran razones de peso para pedir unas pequeñas e improvisadas vacaciones.

-Señor...

-De acuerdo, pero ¿Tres días? Por lo menos tomate la semana.

-Solo tres días necesito, no quiero abuzar.- insistió Claude.- una de mis vecinas me dijo que me entrenaría para aprender a colocar bien un pañal y yo...

-Hijo, no eh nacido ayer, yo se lo difícil que es cuidar de un bebe, toma mi consejo y tomate la semana, ahora no es que me molestes, pero los exámenes están por comenzar y debo asignar a los profesores a los grupos.

Sin más que decir, salió de la oficina, Estefan miraba a su padre mientras chupaba el gorrito de su mono, más antes de lograr llegar a la salida, dos chicas le quedaron mirando parando de golpe su discusión.

-¡Claude!- el nombrado miro tras de él una de las profesoras le miraba sonriente mientras se le acercaba.

-Señorita Bustier.- saludo.- lo lamento ya debo irme.

-Qué lindo ¿tu hermanito? – pregunto acariciando la cabeza del pequeño, este seguía entretenido con su peluche.

-No, nada de eso, es mi hijo.- la profesora se asombró, pues eran demasiado idénticos.

-Parece que tu pequeño tú, necesita un cambio de pañal.- dijo con burla, Claude miro a bajo con resignación y la carita de su bebe se transformó en una mueca que amenazaba en convertirse en llanto.

-Lo lamento, pero ya debo irme, antes de que llore.- Ella le examino traía consigo una pañalera y por su semblante un poco decaído supo de inmediato de lo que se trataba.

-No sabes cómo lidiar con esto ¿verdad? - él solo comenzó a reír de forma nerviosa.- permíteme.

Tomo al bebe de los brazos de su padre, se encaminaron hasta una de las pocas bancas en el patio, con cuidado recostó al niño para comenzar a cambiarlo. En menos de tres minutos Estefan estaba listo y de regreso en los brazos de su padre, incluso podría jurar se le veía más feliz y menos incómodo.

-La próxima vez Claude, que el estampado quede fuera y no al revés.

-S-si muchas gracias, me salvaste la vida...

-Mi hijo tiene dos años, mi marido sufrió horrores por el mismo tema, pero ya aprenderás.

Sin más que decirle, la profesora se encamino a su clase, Claude salió del colegio para irse a su casa y terminar de poner en orden su "vida" su móvil sonó, seguro Bridgette le tenía alguna noticia, más al ver el numero arrugo la frente y guardo el aparato, Melody seguía insistiendo.

En el camino de regreso a Paris, Gabriel detuvo el auto en un pequeño motel, los chicos necesitaban un baño y un médico, tal parecía los dos tenían algo de fiebre. En una de las habitaciones Adrien se había cubierto de pies a cabeza con las mantas de la cama, se moría de frio a pesar de haber tomado un buen baño caliente, el medico ya le había atendido, no eran más que los principios de un resfriado. Sus padres le miraban molestos con los brazos cruzados al pie de la cama.

-Habíamos acordado una fecha para hablar Adrien.- comenzó su padre molesto.- ¿Tanta era tu maldita curiosidad para hacer esto?

-Tenía que hacerlo.- respondió.- ustedes no me dirían la verdad por eso tuve que tomar otras medidas.

-Medidas ¿Qué te hizo pensar que no diría la verdad?

-Para empezar, nunca estamos en la ciudad para cuando es el aniversario de Félix, todas sus cosas las ocultaron de mí ¿Por qué?

-Por qué Félix, no es hijo de tu padre.- respondió Paulette de forma seria mirando a su esposo.

-Félix no fue mi hijo, fue hijo de una muy querida amiga a la cual sus padres rechazaron por su embarazo, su pareja le abandono y tuvo que arreglárselas sola. Ambos tuvimos un acuerdo, yo me encargaría de su embarazo y ella trabajaría en la mansión.

-Yo sabía que ustedes no me contarían toda la verdad, por eso busque otros medios para enterarme.

-¿Enterarte de que y por quién Exactamente? – cuestiono Paulette, Adrien sabía que toda la verdad saldría a la luz de una u otra forma.

-Cuando Tikki entro por la ventana a esa habitación yo le seguí y encontré unas fotografías, Claude el chico que aparece con Félix me conto que fue sentenciado a cadena perpetua por un crimen que jamás cometió, era culpable de apostar en juegos ilegales, pero que Papá lo culpo como cómplice del asesinato. Actualmente está libre por buen comportamiento y trabaja en el colegio como conserje.- Paulette miro a Gabriel y este solo negó con la cabeza.- Después él me confeso que la chica era Bridgette, me sorprendió su entero parecido a Marinette y tras buscarla, tras reconocerla como una escritora de libros que daría una firma la confronte y me conto todo lo demás. Pensé que para Marinette era injusto que le mintieran y termine haciendo todo esto.

-Ciertamente Adrien no hay más verdad que contarte, te saliste con la tuya y sabes más de lo que tu madre o yo hubiéramos deseado.

-Eso quiere decir que aun así me mandaran a Alemania.

-Adrien... Mandarte a ese internado, no era para alejarte de Marinette, con ella hablaremos después, el verdadero motivo era que tu prima Wendy está muy delicada, los médicos no le garantizan más de tres meces de vida y su único deseo es estar a tu lado, con su primo casi su hermano con el que compartió la mayor parte de su infancia. Íbamos a decirlo pero tu padre no tuvo tacto y tú te reusabas a escucharnos.

Marinette había caído profundamente dormida, después de tomar un baño y que el médico le revisara al igual que Adrien, estaba por resfriarse, Bridgette tenía a Marinette con la cabeza recargada sobre su pecho, por insistencia de la menor ella permanecía a su lado en la cama, sus tíos le miraban nunca pensaron serian espectadores de algo como eso.

-¿Sabes qué día es hoy?- pregunto Tom, Bridgette le miro, miro el rostro de Marinette y después asintió.

-Lo lamento, esto es repentino.

-Bridgette, lo que nos dijiste la última vez que nos vimos ¿Es verdad?

-No.- respondió de forma seca.- creo que nada de lo que les dije fue verdad, trabaje rodeada de muchos hombres lo acepto, pero no era nada malo, de hecho soy escritora y cuando llegue a esa editorial todo el personal era masculino, me sentía tan extraña que solo la recepcionista y yo fuéramos las únicas mujeres. Pero cuando escuche a Marinette, cuando la vi en la firma de libros supe que estaba bien, y era feliz en ese momento no me importo más nada.

-¿Estas a arrepentida?

-Desde el instante que salí de la casa mientras ella lloraba siendo una bebe, todos los días me arrepiento de lo que hice y es estúpido que yo esté aquí ahora con mi estúpida cara de arrepentimiento.

-Bridgette escúchame, eres su madre y ella tu hija, nosotros no terminamos de comprenderte y lo que nos importa es la felicidad de Marinette, nosotros hicimos mal en mentirle todos somos culpables.- dijo Sabine.- pero ahora es tu turno de hablar y terminar con esto.

-Lo sé.- Su móvil sonó, Bridgette separo a Marinette de su cuerpo colocando una almohada en su lugar.- disculpen es algo importante.

Al salir de la habitación, suspiro pesadamente, el móvil comenzó a sonar una vez más y harta decidió atender.

-¿Qué quieres?- pregunto de forma directa.

-Brid ¿Dónde estás? Desde ayer estoy parada como idiota afuera de tu caza llamando y marcando.

-Melody, no me llames "Brid" dejaste de ser mi amiga cuando te comportaste como una zorra urgida de seudo amor de un imbécil ¿Qué quieres?

-Tranquila fiera, yo solo quería que fuéramos de compras juntas y posiblemente terminar en un mejor acuerdo no sé yo siendo la madrina de Estefan, dime donde estas y ya mismo le digo a mi chofer que me lleve y así...

-Melody, no, no me interesa hablar contigo, no me interesa salir de compras ni llegar a un acuerdo, Estefan va a quedarse con Claude firmaste los malditos papeles y ahora tengo un problema más grande que resolver, así que deja de joderme porque lo único que conseguirás es que bloquee tu número, gracias.

-Bien, bien, me atrapaste, lo único que quiero es que me ayudes a comunicarme con Claude.

-¿Claude?

-Sí, Claude el mismo que termino condenado por que mato a tu novio y por desgracia padre de Estefan.

-¿Por qué quieres que te comunique con él?

-Quiero contratarlo, necesito un chofer para el día de mi boda, y posiblemente un mayordomo, así el estará cerca de la mujer que ama y de su hijo... posiblemente le dé...

-No te cansas de abrir las piernas a cuanto sujeto se te cruza por enfrente ¿Rodrigo no es suficiente? Claude es un humano no un juguete...

-¡Es un idiota! Bridgette tu misma le deseaste la muerte muchas veces, ¿te gusta? Ese tiempo en parís te hizo enamorarte de él por eso lo defiendes tanto.

-Lo defiendo porque lo merece, y no, no me gusta es mi amigo y es mucho mejor ser humano que tú que solo eres una zorra urgida, y te lo voy a repetir una última vez, deja a Claude, deja al niño que fríamente regalaste y deja de llamarme o te juro, una nariz rota no es lo único que vas a llevarte.

Colgó la llamada, bufo con molestia apagando el móvil, no deseaba recibir más llamadas y por lo que logro entender, Melody no sabía que ella ya no estaba en Londres. Era mejor, se giró para regresar a la habitación, más al ver a Gabriel parado aun metro de distancia mirándole le hizo saltar en su lugar.

-Lo lamento señor, me asusto un poco.

-Lo eh notado ¿Puedo hablar con tu hija?

-Ella, está dormida si vamos a regresar será mejor que ya le despierte.

-Deja que descanse, me interesa más hablar contigo.- Bridgette contuvo el aire en sus pulmones y después lo libero en un gran y largo suspiro, estaba lista.- Admitiré que a tus espaldas comencé a hablar pestes sobre ti, usar el dolor de perder a mi primer hijo para odiarte por no presentarte cuando le enterramos o cuando se dictaron las sentencias me hizo sentir que, como fuiste alguien muy cercana y querida por él a mi parecer actuaste como una interesada.

-Eso, no me lo esperaba realmente... pero tiene sus motivos para pensarlo, pero se equivoca en dos cosas... la primera es que no soy una interesada y la segunda yo estuve ese día, él día que enterraron su cuerpo, me mantuve a la distancia, admito que fue difícil escapar de casa y que mis tíos creyeran que no tenía intenciones de ir, pero estuve presente, lejos para que no me notaran ni a mi embarazo.- Gabriel le miro, seguía sin comprender el por qué Félix quiso mantenerlo ignorante de la existencia de Marinette.- y como lo dije lo repetiré una vez más, si lo hice de ese modo solo fue para respetar su última voluntad.

-Entonces cambiare de pregunta ¿Por qué lo hiciste?- pregunto, Bridgette enarco una ceja, ese punto ya lo había aclarado hace unos segundos.- No, no me refiero a ocultarlo, la pregunta correcta seria ¿Por qué la abandonaste?

-Por cobarde, porque tenía miedo, miedo de saber que estaba sola, que él no estaba a mi lado, porque el amor que le tenía y aun le tengo me aterro.

-¿Te aterro?

-Si, por que sin quererlo me sentí inútil, que sin él a mi lado yo no era nada, que Marinette sin su padre seria infeliz, me hice toda una película que me enloqueció y al final, solo escape la deje atrás, deje a tras todo... cuando una persona me ayudo me llevo a un albergue para esconderme y en ese lugar medí cuenta de mi error, ver a niños que fueron abandonados por sus padres me hizo ver la clase de basura que era.

-Entonces por qué no regresaste por ella.

-Por miedo, porque si regresaba escaparía una y otra y otra vez, Marinette no lo merecía.- Gabriel le miro, palabras sinceras y llenas de dolor.

-¿Te da miedo ahora? ¿Vas a escapar otra vez, a dejarla sola una vez más ahora que sabe la verdad? ¿Lo aras?

-No, porque ya no aguanto vivir de este modo, no fui la misma Bridgette que usted conoció, no fui la misma que Félix amo y ahora solo quiero estar aquí, estar con mi hija y que ella dicte mi sentencia, si me quiere lejos de su vida lo aceptare, me iré y nadie, nadie sabrá más de mi ni de ladybug.

-Era todo lo que yo necesitaba escuchar.- Gabriel no dijo más nada, solo se dio la media vuelta regresando a la habitación donde su esposa e hijo estaban, Bridgette se recargo en el muro tras de ella, para después mirar al cielo.

-¿Y tú? ¿Algún día podrás perdonarme por abandonar a nuestra hija, Félix?

Ambas familias pasaron la noche en aquel motel, a la mañana siguiente reanudaron el viaje de regreso, la noticia corrió como agua sobre el haber encontrado a los dos jóvenes, Gabriel y Paulette se negaban a dar noticia alguna a la prensa, por su parte cuando Marinette apenas puso un pie dentro de su hogar Plagg le salto encima, ella le abrazo había extrañado un mundo a su adorable mascota, cuando intento bajarlo para conocer a la minina Plagg se aferró con sus garras a su dueña, no tenía intenciones de que se fuera de su lado nuevamente, cuando Tom intento separarlo, el gato negro erizo su pelaje y bufaba con rabia.

-Mi hermoso yo te extrañe igual.- dijo mientras subía las escaleras seguida de Tikki y de la minina la cual era llevada del cuello por su madre.

-¿Piensas irte?- pregunto Tom, Bridgette miro en dirección al ático, ese que alguna vez fue su habitación.

-Sí, tengo que ver algo que me hizo regresar, comprobar que siga "bien" yo regresare más tarde o mañana posiblemente.

-En todo el camino ni tú, ni Marinette se han dicho una sola palabra, sube a despedirte no te marches como si fueras un fantasma cariño.

Haciendo caso, Bridgette subió las escaleras, la habitación estaba increíblemente cambiada, el rosa siempre fue su favorito y tal parecía que era igual el de su hija, Marinette bajo de la cama, la cual fue rápidamente ocupada por los felinos, le quedo mirando desde las pequeñas escaleras.

-Yo, solo vine a despedirme, tu será mejor que descanses, mañana vendré y...

-Estoy confundida.- dijo interrumpiéndola.- me esfuerzo por comprender, pero algo en mi sigue sin poder hacerlo.

-Marinette yo...yo... hay algo que tengo que darte.- tomando su mano la llevo consigo hasta el pequeño diván de la habitación, ambas se sentaron y Bridgette saco una cajita negra de su chaqueta.- esto, fue de tu padre de Félix... antes perteneció a su madre y ahora es tuyo, yo quería dártelo ayer, pero dormiste todo el día

Marinette abrió la cajita, encontrándose con un anillo con la forma de la cabeza de un gato negro con una piedra roja en la frente, un anillo sencillo, que con solo verlo se maravilló pues era de un valor que ni con todo el dinero del mundo podrían competir.

-Este anillo.

-Fue de tu padre y ahora es tuyo. Feliz cumpleaños Marinette, solo un poco a trazado pero felicidades.

-Gracias yo...

-Descansa, mañana estaré aquí, lo prometo.- besando su frente, salió de la habitación. se despidió de sus tíos lo más rápido que pudo y salió de la pastelería , en todo ese tiempo no se había comunicado con Claude para nada. Debía de asegurarse Estefan estuviera en una pieza. Para cuando llego a la casa, el silencio no le tranquilizo, subió al segundo piso y entro a la habitación del bebe encontrándolos, Estefan jugaba con su monito mientras Claude se encontraba tirado en el suelo observando su móvil.

Tras una breve explicación de lo sucedido, Bridgette entrego unos papeles a Claude, los cuales sin pensarlo dos veces firmo, Estefan era legalmente suyo. Hablaron por largo rato, Bridgette estaba enfrentando a su hija, Marinette solo parecía una niña curiosa como si ella fuese un fantasma o un extraterrestre que le buscaba específicamente a ella.

-Esa curiosidad podría ser que solo te esté examinando, Félix hacia lo mismo de niño.

-Yo lo recuerdo diferente.- respondió.- directo y especifico.

-Yo recuerdo como hablaba como idiota sobre la mujer más maravillosa del mundo, de ti, era un tonto enamorado, cada que le llamabas su sonrisa provocaba dolor en mis mejillas.- Bridgette comenzó a reír, Claude era un exagerado, pero también un buen amigo.

-Ya basta de hablar con él, no me metas miedo o terminare escapando.

-Bridgette, hay algo que quería decirte... cuando te fuiste, este lugar era enorme para mí, te gane mucho cariño.

-Supongo que gracias.

-Y me siento en deuda, por lo que hiciste por mi hijo.

-No tienes por qué yo lo hice porque me pareció injusto.

-Bridgette...

Acortando la distancia, Claude unió sus labios a los de ella, un beso ligero, tierno, que le tomó por sorpresa sin saber cómo reaccionar, cuando se separaron, ella le miro con los ojos abiertos de par en par.

-Claude que...

-Creo que te amo.

Notas finales:

Oh dios!! Jajaja que acabo de escribir!!! Jaja ok ok ya, Adrien será mandado la internado de eso no hay duda, el anillo de Félix es pasado a Marinette por su cumpleaños, y como siempre Melody no deja de joder y no, no será su última aparición... por otro lado Claude se enamoró de Bridgete!! Ciertamente que esta historia da para mucho más, así que posiblemente se extenderá un par de capítulos más, queda saber si Marinette supero su miedo, y la plática que tendrá con Gabriel y Bridgette para tomar una decisión respecto a sus padres biológicos.

Espero les gustara el capitulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.

mBX