Bridgette y Marinette

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:D

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Bridgette se levantó del sofá, estaba aturdida, eso debía ser una broma, un mal juego, Claude no podía estarse enamorando de ella, el castaño se levantó de su lugar pero no intento acercársele, sabía que estaba alterada y conociendo su carácter cuando estaba en ese estado de aturdimiento, era capaz de golpearlo hasta dejarlo sin dientes, él también estaba algo desconcertado, lo que dijo fue por inercia, y al mismo tiempo era lo que sentía en su corazón.

-Por favor no bromees con eso.- pidió mientras colocaba una mano en su frente.- no me hagas esas bromas.

-Bridgette, no es una broma es la verdad tú me...

-¡No!- le interrumpió, flexionaba las rodillas una y otra vez, mientras colocaba sus manos tras su nuca buscando un poco de paciencia.- Claude tu no me puedes decir eso ahora ¿No ves la situación? Acabo de encontrarme con mi hija, conté toda mi verdad al padre de Félix y ahora debo pensar que será de nosotras, si me perdonara o... yo que sé y tú me sales con esto.

-Bridgette yo pensaba lo mismo, pensaba que cuando te fuiste, y todo lo que compartimos, me hacías falta en este lugar, me sentía solo porque tu compartías muchas cosas idénticas a las mías, nuestros hijos, el dolor de perder a los que amamos... al principio pensé que era solo la falta de compañía pero entonces siempre estuviste en mis pensamientos.

-¿Lo que compartimos?... Claude, yo lo único que compartí contigo fueron mis penas, siempre te insulte, te golpeaba ¿Eres masoquista? ¿Tanto te gustaron mis humillaciones?

-También lo pensé, pensé que solo me volví masoquista y me gusto ese trato que jamás recibí en prisión, tus golpes no eran nada, eran como golpearme con una almohada blanda... intente olvidarme de todo lo que paso, y la última vez que hablamos cuando me dijiste que vendrías a Paris otra vez, me sentí feliz, porque entonces tu regresarías aquí, a este lugar donde estamos ahora.

-Claude por dios, reacciona... Fui la novia de tu mejor amigo, tengo una hija con él y tú tienes un hijo que ahora y más que nunca necesita de ti, de su padre y no estar de lado por cosas como esta.

-Tú lo has dicho, fuiste la novia de mi mejor amigo y aunque suene duro y egoísta, el ya no está, está muerto.- ambos se sostuvieron la mirada, sin decir nada, Bridgette quería llorar estaba tan cansada emocionalmente que no había paso para la furia, solo había desesperación, porque él no le comprendía.

-Ok...tu no me vas a entender y yo no te voy a comprender ahora, pongamos todo en claro... tú lo que estas es agradecido, porque te eh traído a Estefan, son tantas, tantas emociones de verlo y al fin conocerlo que no entiendes y no sabes de qué modo demostrarlo, dices que me amas, pero solo estas agradecido.

-No Bridgette yo...

-Por favor.- pidió interrumpiéndolo.- déjame terminar, tu sufriste sí, pero no igual que yo, s-solo déjame pensar en todo esto, es lo único que te pido, mi hija me necesita ahora y yo necesito no perderme en otras cosas, tengo mucho que explicar y tengo que prepararme psicológicamente a su rechazo, a comprender que Marinette no desea verme en su vida por abandonarla con mis tíos y crearle toda esta mentira.

-Marinette no te ha rechazado.

-Pero lo ara, Claude no me insistas, no me digas nada... dame un tiempo y hablaremos sobre esto ¿Si? ¿Puedes hacerlo? Te servirá para poner tus ideas en orden.

-De acuerdo.- suspiro derrotado, realmente Bridgette no mentía respecto a nada, estaba desesperada y ansiosa por toda su historia con Marinette, se sintió idiota por decir todo eso en esos momentos.

En la mansión Agreste, Adrien se echó sobre su cama sintiendo la comodidad de su colchón y la suavidad de sus sabanas de seda, jamás le había tomado importancia a esas cosas, pero después de dormir en un autobús, en la incomodidad de un camión que transportaba gallinas, el suelo de una iglesia y después dormir sentado en una casa abandonada solo cubierto por un par de cortinas polvorientas, eso era el paraíso, bueno superaba por mucho el motel donde había pasado la noche con su familia.

Paulette observo a su hijo en silencio desde el marco de la puerta, no hacía mucho regresaron del hospital, necesitaban saber si su hijo estaba completamente bien, él medico había dicho que solo era un resfriado y la segunda opinión lo descarto por completo, no paso mucho para que el rubio se quedara dormido, se veía solo sin la presencia de sus mininos la habitación se sentía un poco triste. Cerró la puerta con cuidado, para después dirigirse a su habitación, su esposo no estaba en ese lugar y hace nada le vio entrando, suspiro, de seguro estaba en la habitación que fue de Félix, al subir por las escaleras, encontró la puerta de la habitación abierta y a su esposo dentro.

-Pensé que querías descansar.- dijo la rubia, Gabriel le miro y después regreso su mirada a la fotografía de Félix.

-Sigo pensando.- respondió.- sigo pensando en por que él no me tuvo la confianza suficiente para contarme lo que le pasaba ¿Qué hice mal que no me perdonara para llegar a esto?

-Gabriel, tu no hiciste nada malo, lo criaste sin tener la obligación de hacerlo, lo cuidaste y amaste como si fuera tu verdadero hijo. Siempre fuiste honesto con él.

-Entonces no entiendo.

-Y yo tampoco, pero sabes que él nunca actuó de forma desinteresada siempre tenía un motivo, el auto que pensamos le robaron en un asalto, movió cielo y mar para que desistieras de levantar la demanda y ya ves, vendió el auto para comprar una casa a escondidas.

-La casa de su madre... Félix ya no está en este mundo y es solo un recuerdo que tomo fuerza en estos últimos días. Recuerdas el concurso para modelar con Adrien.- la rubia asintió.- cuando Marinette entro al concurso y cuando vi sus fotos, me recordó a Bridgette y su entero parecido, que me fue imposible actuar de forma profesional y solo me deje llevar por mis emociones.

-Quieres decir que te daba miedo que la historia se repitiera con Adrien.- Gabriel asintió.- reconozco que cuando le vi también me lleve una sorpresa, pero... mi mente recordó esa historia de las siete personas idénticas en el mundo... y cuando le vimos en persona... me recordó tanto a tu hijo que, sonara estúpido pero fue como tener a un muerto sentado a la mesa.

-La humillamos, es verdad y le debemos una disculpa, sobretodo me gustara hablar con ella.

Gabriel se levantó de la cama, dejando la foto de Félix sobre el mueble junto a la cama, junto a su esposa salieron cerrando la puerta, las ventanas estaban abiertas lo que permitió el paso de una pluma blanca la cual descendió hasta quedar frente a la foto.

Miki y Plagg estaban echados sobre el estómago de Marinette, de tal palo la astilla, los felinos compartían muchas similitudes, Tikki por su parte estaba echada en la almohada junto a la cabeza de la azabache ronroneando... Marinette tenía mucho que pensar, tenía a muchas personas que confrontar, pero no tenía ánimo ni el valor, no quería bajar y ver la cara de sus tíos abuelos que por años fingieron ser sus padres, le dolía y no lo iba a negar.

-Marinette...- Sabine se colocó al pie de las escaleras que daban en dirección a la cama, la azabache se levantó haciendo a un lado a los gatos, para verle.- tu padre... quiero decir... bueno...

-¿Qué pasa?- pregunto, Sabine se veía un poco nerviosa y desconcertada.

-T-te preparamos una sopa caliente para que recuperes energías, si no quieres bajar yo puedo.

-Bajare, gracias, yo quiero hablar con ustedes.

Para cuando Marinette bajo y se sentó a la mesa, les quedo mirando detenidamente, el aroma a caldo de pollo le hizo recordar parte de su viaje con esas aves, incluso se había encariñado con un pollito que le miraba de forma curiosa.

-¿Te sientes mejor?- pregunto Tom, Marinette asintió mientras con la cuchara revolvía la sopa.

-Yo, quería disculparme por lo que paso... sé que tenían sus motivos para mentirme, y yo no debía de escapar.

-Marinette, pensábamos decirte la verdad para tu cumpleaños, sé que tenías curiosidad, pero nos daba miedo tu reacción al saber que no éramos tus padres biológicos.

-Pero son mi familia, yo no les iba a odiar por cuidarme todo este tiempo... al contrario lo agradezco y quiero que sepan que ustedes serán siempre mi mamá y mi papá, porque siempre lo fueron.

Sabine y Tom abrazaron a Marinette, esa adorable niña tenía un corazón de oro, y estaban a gradecidos de tener una hija como ella.

Un día más paso para que ambos chicos recuperaran las energías, Bridgette estaba demasiado nerviosa, pues pronto se sentaría a hablar definitivamente con Marinette... pero no era la única Gabriel también quería hablar con ella, esa mañana había ordenado a su asistente recoger a la azabache en la pastelería y llevarla a la mansión. Para cuando bajo del auto y subía las escaleras hasta la puerta sus manos comenzaron a sudar, debía controlar sus nervios.

Gabriel le miro cruzar la puerta principal, pidió a su asistente se retirara y avisara a la señora de la casa la llegada de la invitada.

-Puedes subir.- pidió de forma seria pero tranquila, ella solo asintió subiendo controlando los nervios.- Sígueme.

Suspiro, en silencio camino tras del señor Agreste hasta llegar al tercer piso, el pasillo no era muy largo debido que al fondo se podía apreciar una puerta, al llegar Gabriel la abrió dejándola pasar. La habitación era grande, se sentía un lugar tranquilo, a pesar de tener varias cajas acomodadas por el piso.

-Esta fue la habitación de Félix.- Marinette sintió un escalofrío recorrer su espalda.- No soy bueno con las palabras, pero mi esposa y yo deseamos de corazón ofrecerte una disculpa por lo que sucedió la otra vez, ciertamente tú no tienes la culpa de nada.

-Con todo respeto señor Agreste ¿Qué hago exactamente aquí?

-Supongo que conoces toda la historia de Félix, yo no comprendo que paso por su mente cuando tú estabas por nacer.- Marinette suspiro de forma pesada adentrándose aún más a la habitación, observo la fotografía sobre uno de los muebles, la tomo de forma cuidadosa detallando al que fue su padre. Gabriel solo le miraba en silencio.

-Adrien solo me conto, lo que le han contado y me pareció un gesto lindo que usted adoptara...a mi padre pero si es honesto con usted mismo estoy segura que no espera yo le diga "Abuelo" de la noche a la mañana, a mí en lo personal me incomodaría hacerlo.

-Realmente, no deberías de hacerlo.- en el marco de la puerta Paulette le miraba con una sonrisa en sus labios, dejando su lugar camino hasta Marinette dándole un ligero abrazo, con una de sus manos levanto el rostro de la azabache desde el mentón.- no hay un lazo de sangre que te una a Gabriel, pero si uno sentimental por Félix.

-No entiendo.

-Antes que otra cosa yo te debo una disculpa.- dijo la rubia sentándose al borde de la cama, mientras sujetaba las manos de Marinette.- nos portamos mal, y es que te pareces tanto a Félix que... me pareció tener un muerto en la mesa, disculpa es estúpido pero eso me pareció, y sé que eso no tiene perdón, así que sino aceptas nuestras disculpas, te entendemos y lo vamos a aceptar.

-Eso si lo puedo entender... yo... Sigo sin poder asimilar todo esto, entiendo que mis tíos abuelos fingieron ser mis padres, y lo son realmente me cuidaron desde bebe y los amo, pero tampoco lo voy a asimilar en un segundo, necesito tiempo y mucho esfuerzo.

-Si hay algo en que podamos ayudarte lo aremos ¿Verdad Gabriel?- ambas lo miraron, el asintió.- Pero y en cuanto a la relación que tienes con Adrien...

-No voy a dejarlo.- dijo de golpe.- yo quiero mucho a Adrien y no me importa nada, voy a seguir con él, usted lo dijo no hay un lazo de sangre que me una a su familia, solo uno sentimental, mi padre fue una persona bastante ajena a la vida de su hijo, por lo tanto no hay impedimentos.

Paulette sonrió por esa respuesta y Gabriel lo hizo mientras bajaba su rostro, no cabía duda alguna que ella era hija legítima de Félix, tan parecida incluso a la hora de defender sus opiniones personales. Félix era más duro y frio a la hora de hablar aunque, Marinette por otro lado tenía un poco más de tacto herencia de Bridgette seguramente. Tomando la mano de la azabache la hizo sentarse en la cama quedando en medio de él y su esposa; tenían mucho de qué hablar las siguientes horas Gabriel hablo sobre cómo fue la vida de Félix desde que decidió adoptarlo, para Marinette aquello no era más que un cuento fantástico, Gabriel hablaba con tanto orgullo de él como de Adrien en cada palabra.

Félix fue un genio, en química, malo en geografía, amaba la literatura y era un buen dibujante... Paulette salió de la habitación y a los minutos regreso con un hermoso vestido de novia que ella había usado para su boda, uno que retomaba la belleza de los cuentos de hadas y la elegancia de la edad media muy bien adaptado a los tiempos actuales, grande fue la sorpresa de Marinette al saber que ese vestido había sido diseñado por Félix, como un regalo para ella.

-Cuando inicies las prácticas profesionales, puedes hacerlas en nuestra casa de moda.- los ojos de la azabache se abrieron de Par en par al escuchar esa propuesta, su mirada se dirigió a Gabriel quien asintió.

-Pero como todo pasante, deberás hacer una prueba. Imagino no querrás tener un favoritismo.

-No, deseo ganarlo con mi esfuerzo.- Gabriel sonrió.

-Dejaremos esta platica por hoy, puedes quedarte si lo deseas y si deseas también puedes tomar algo de la habitación y quedarte con el, las pertenencias de tu padre ahora son tuyas, te dejaremos sola un momento. – Gabriel y Paulette salieron dejando a Marinette sola en aquella habitación, no se sentía cómoda con la idea de revisar todas aquellas cajas solo para tomar un objeto para quedárselo, pero tenía mucha curiosidad, en esa platica que tuvieron, más que nunca la idea de conocer a fundo a su padre le picaba terriblemente.

Adrien por su parte espero un poco antes de entrar a la habitación cuando vio a sus padres entrar al estudio, por Nathalie se había enterado que Marinette estaba en la mansión, al entrar observo a la azabache sentada en el suelo revisando una caja, de la cual había sacado un bonche de hojas que por el paso del tiempo comenzaban a hacerse duras.

-Mari...-le llamo, ella le sonrió, regresando su vista a las hojas. - ¿Qué es...?

-Mi padre era muy malo en geografía.- dijo sonriendo mientras mostraba un examen de la secundaria con un terrible cuatro marcado en rojo y otro de la preparatoria con un tres.- y era un genio en matemáticas, yo si no repaso por lo menos seis veces no comprendo nada.

-Puedo saber ¿Qué hablaste con mis padres? ¿Se disculparon por lo ocurrido en la Cena?

-Sí, y también me dijeron que su decisión porque estudies en Alemania es definitiva.- regresando todo a su lugar, Marinette se levantó para mirarlo fijamente a los ojos, Adrien sus piro pasándola de largo.

-No será por mucho tiempo, ellos me lo aseguraron, una de mis primas está demasiado grave, una etapa terminal y el medico no le dio más de tres meces de vida.

-También me lo dijeron, y lo entiendo, así que debes ir y ser fuerte.- el asintió.- Además suena raro, pero tus padres me dijeron que podía venir cuando quisiera e incluso quedarme a dormir, que esta será mi habitación por respeto a mi padre. Pero aun no eh decidido, hay mucho que quiero saber.

Bridgette había terminado de desempacar, esa tarde dejaría de huir de forma definitiva y hablaría con Marinette, debía estar preparada completamente para su rechazo, la ansiedad le carcomía tanto que su cuerpo no dejaba de temblar por los nervios, y como si no fuera peor su situación en toda la mañana se negaba a verle la cara a Claude, admitía que cuando se fue de Paris, ella también se sintió sola, pero fue porque le había ganado cariño a aquel hombre, extrañaba sus peleas y discusiones porque había dejado un buen amigo, para ella él solo era un amigo. Claude solo estaba confundido y confundiendo la situación.

Los llantos de Estefan la desesperaron al punto de no aguantar más y salir de su habitación para ver qué pasaba, cuando entro al cuarto del bebe, lo encontró dentro de su cuna y a su padre algo desesperado por no poder colocar el pañal correctamente.

-Aun lado.- le dijo, Bridgette quito aquel pañal que no supo cómo explicarse estaba roto, tomo uno nuevo notando que el pobre estaba completamente rozado, entrecerró sus ojos mirando con molestia al padre.- Por eso esta incómodo y llora.

-Perdón, te recuerdo soy nuevo en esto.- para cuando Bridgette termino de cambiarlo, el pequeño dejo de llorar, ella lo tomo en brazos meciéndolo con cuidado, Claude sonrió, Bridgette se veía realmente adorable de madre aunque no tuviera la oportunidad de hacer eso con su propia hija.

En un impulso la abrazo por la espalda pegando su frente en el hombro de ella.

-Claude ¿Qué haces?

-No importa lo que me digas... Bridgette no estoy confundido, realmente me enamore de ti, te amo y jamás lo voy a negar. –Bridgette cerró sus ojos con pesar, ¿Por qué el destino la torturaba de esa forma?

-Lo único que vas a conseguir es que termine alejándome de este lugar, no de mi hija, sino de ti ¿Es lo que quieres?

-Si te marchas de esta casa, yo iré a buscarte a donde sea que te marches y siempre, siempre me escucharas decirte que te amo y que nada me importa.

-Maldito despechado.- murmuro, el pequeño solo le miraba con curiosidad, y este no hizo más que imitar a su padre y abrazarse de ella... con él no podía enfadarse.

El timbre de la casa sonó, seguramente debía de ser Marinette, Claude deshizo el abrazo y Bridgette salió de la habitación con el niño en brazos, miro el reloj en su muñeca, eran cerca de las cuatro de la tarde... efectivamente al abrir la puerta Marinette estaba ahí parada, observo el auto de Gabriel Agreste estacionado y al mismo Gabriel dentro del auto, este se fue apenas Marinette se giró a verlo.

-¿Tu hijo?- pregunto la menor, Bridgette se sonrojo levemente negando rápidamente con la cabeza.

-No, no, es el hijo de un amigo, solo un amigo...-respondió haciéndose a un lado para dejarla pasar.

Marinette observo el interior, ella no era de criticar, pero la sala era muy grande solo para tener dos sillones y un televisor sobre una mesa plegable, el niño en brazos de Bridgette comenzó a hacer puchero, ya era tarde y de seguro su hora de comida se le había pasado a Claude. Bridgette pidió a su hija seguirle hasta la cocina donde tomo asiento frente a la barra del desayunador.

Claude bajo las escaleras a prisa cuando escucho a su hijo comenzar a llorar, al entrar a la cocina Marinette le miro con sorpresa y el castaño le saludo.

-¿Sorpresa?

-¿Viven juntos?

-De momento, es una larga historia.- dijo Bridgette entregándole a Estefan a su padre junto a su biberón. Marinette estaba más confundida y muchas de sus preguntas giraban en torno a él.

-Creo que saldré.- dijo el rápidamente.- no hay comida y ustedes tiene mucho que hablar... oh me aceptarían un sándwich con pan de germinado de linaza.

-Odio la linaza.- dijeron ambas, para después mirarse mutuamente, Claude sonrío.

-Ustedes tienen mucho de qué hablar, Estefan y yo nos perderemos un rato.- sin más y con su hijo en brazos salieron de la cocina dejando a madre e hija solas.

-Parece que tu "abuelo" se tomó muy bien la noticia.

-El señor Agreste, hablo un poco sobre la vida de mi padre, ambos concordamos que al no tener un lazo que nos una, no le llamare abuelo y él tampoco puede considerarme una nieta, oh por lo menos no hasta que yo tome una decisión.- dijo mirándole fijamente, Bridgette intuía un poco en giro de que rondaría la decisión de Marinette.- Quiero saberlo todo.

Bridgette suspiro. La cocina no era el mejor lugar para hablar, ambas subieron hasta la habitación de la mayor tomando asiento sobre la cama.

-Cuando nos enteramos que ya estabas con nosotros, tuve mucho miedo, al principio yo quería creer que no estaba embarazada, que mi retraso era producto de mucho estrés, por que posiblemente suspendería el curso, cuando me dijeron lo contrario sospechaba que todos mis síntomas no eran a causa del estrés, cuando hable con tu padre, él tampoco podía creerlo y cuando nos lo confirmaron, mi miedo aumento, tenía miedo a que tu padre me dejara, a que él no estuviera listo.

-¿Entonces, ustedes no me desearon en sus vidas?

-Nada de eso... al principio estábamos un poco aturdidos por la noticia, incluso yo sentía que por eso Félix me dejaría y lo aceptaría saldría contigo adelante.

"Lo único que podemos hacer es amar a ese pequeño o pequeña"

-¿Qué paso entonces?

-Tu padre te amo cuando no quedaron más dudas... yo deje la escuela para no levantar sospechas y el señor Agreste se enterara por rumores de mi estado, confié en Félix y esperaría a que le dijera... Cuando asesinaron a tu padre yo solo tenía cuatro meces de embarazo y caí en una depresión terrible, cuando naciste, y te vi el mundo se detuvo, estaba llena de felicidad que no podría explicarlo incluso sentí que mi depresión se esfumo pero... al caer en cuenta que estábamos solas... recaí seguía siendo una muñeca bacía me sentía inútil porque Félix no estaba con nosotras y tú te le parecías tanto que...

-Que decidiste escapar y dejarme.

-Si y no, mi depresión toco un terrible fondo que me llevo a la locura, no lo soportaba, no soportaba saber que él estaba muerto, tu llorabas por la tormenta y yo recordé que una noche similar el murió... y escape, corrí tanto como pude lamentándome ser débil, lamentándome por dejarte, desde aquel momento no hubo noche en que tus llantos no me retumbaran en la cabeza asiéndome sentir una porquería de persona.- lagrimas resbalaban por sus mejillas, lo mismo para Marinette.- quise regresar por ti, pero el miedo me invadía, me daba miedo regresar y repetir la historia y hacerte infeliz, que sufrieras por tener a una cobarde como madre.

-C-cuando te fuiste, ¿Pensaste en mí? – pregunto, Bridgette asintió con la cabeza.

- Una persona que no puedo considerar una amiga ahora, me ayudo a esconderme, brevemente, ella había escapado de casa cuando sus padres le prohibieron ver más a su entonces novio que pagaba una condena... ella me dio un lugar en un refugio y para sobrevivir conseguimos trabajo en una fábrica de papel. Y en ese lugar conocí a un hombre, su nombre es Sebastián quien trabaja en una editorial en Londres... yo escribía en mis tiempos libres, él quedo impresionado y me hiso la oferta de publicar esas historias. Fue entonces que me hizo la propuesta de irme con él. Melody esa persona me motivo a irme y antes de hacerlo yo...te busque.

Marinette trago duro, limpiando las lágrimas de su rostro, tenía la mirada fija en su madre, sabía que cada palabra que salía por sus labios era honesta, en ese momento le estaba contando toda esa verdad que le hacía daño por dentro, y al mismo tiempo que ella necesitaba saber.

-Ya habían pasado cinco años, mi tía Sabine había salido contigo, de la pastelería, te veías muy linda con tu vestido rojo y tu batita, mientras saltabas y reías, te veías tan feliz cuando te dejo en el kínder, que no soporte al pensar lo mucho que me perdí, el no ser yo quien te dejara en ese lugar tu primer día de clases, supe entonces que serias feliz con mis tíos y yo solo te aria sufrir si te apartaba de ellos, y acepte irme. Sebastián me dio alojo con su familia. Cuando mi primer libro se vendió gane lo suficiente para dejar su casa y empezar a ser Ladybug. Más no hubo un día que dejara de pensar en ti, parte de mis ganancias las donaba a orfanatos pensando que posiblemente enmendaría mi error al abandonarte.

-La primera vez que leí tu libro, me enamore del personaje, de la forma de narrar y transmitir los sentimientos, y un deseo en mi interior nació en querer conocerte, y me emocione mucho cuando te vi en la firma de libros.

-Tu solo deseaste conocer a la autora, no sabías que era tu madre... pero yo cuando te vi, quise abrazarte, pero no quería arruinar tu felicidad, ya tenías una vida, eras feliz y yo no era parte de ella.

-La dedicatoria tiene un doble sentido ¿verdad?- ella asintió.- aun así me gusto. El día de hoy recibí mucha información, conocí un poco más sobre mi padre, y tú me has contado lo que paso realmente y ahora entiendo por qué le tengo miedo a estar bajo la lluvia.

Bridgette limpio sus lágrimas, ya era la hora de hacer esa terrible pregunta la cual con su respuesta definiría todo, mentía al decir que estaba preparada, no lo estaba y realmente estaba a terrada.

-¿Qué piensas respecto a todo esto?

-Me duele, me duele saber la verdad, que mi padre murió antes de siquiera me conociera, me duele que mi madre me abandonara y que por muchos años me hicieran vivir una mentira.- respondió con seriedad. Bridgette cerró los ojos dejando que gruesas lágrimas rodaran por sus mejillas.- y agradezco la honestidad... entiendo y se me hace injusto, pero aún tengo una vida... una vida que quiero vivir con mis seres queridos... una vida donde quiero que mi mamá sea parte de ella ahora.

Bridgette abrió sus ojos, Marinette la estaba aceptando, le había perdonado... ella quería que estuviera a su lado, solo no podía creerlo, Marinette le abrazo ocultando el rostro en su pecho, lloraba, estaba feliz de que todo se terminara y Bridgette sonrío, sonrío correspondiendo al abrazo, repitiendo una y otra vez un "gracias"

Notas finales:

Mi casa se inunda por mis lágrimas... mátenme por hacerlos sufrir tanto. Marinette ha perdonado a Bridgette, Gabriel y Paulette se disculparon con Marinette y ella acepta que Adrien se marche. Claude insiste en estar enamorado de Bridgette.

Y ahora sí, el siguiente capítulo es el final (aún falta que Marinette se entere que Claude fue responsable de la muerte de Félix y una sorpresa para él que no incluye a Melody) y el que sigue un especial.

Espero les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.

Por si tiene curiosidad por le vestido que Félix diseño, es este (me lo mostró una amiga de la uni y me enamore de él jaja xD)

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