Le sacó la cáscara al plátano antes de darle la primera mascada, escuchó una puerta abrirse y supo que Jimin había salido de su habitación, entonces lo vio aparecer en la cocina.

-Hyung, ¿está comiendo plátano? -preguntó curioso, Yoongi bufó y rodó los ojos.

-¿Es que acaso no es obvio? -arrugó la nariz antes de darle otra mascada a la fruta.

-Ya. Pero hyung, pudo haberme pedido un plátano a mí -el mayor tosió fuertemente tragando antes de escupir, porque eso era asqueroso.

-¡Jimin! -se quejó-. Deja de hacer ese tipo de comentarios -pidió dejando el plátano sobre el mueble de la cocina, ya no tenía apetito, bueno sí, pero no de frutas, menos de plátanos.

-Pero ¿Qué tiene de malo? -frunció el entrecejo sin entender-, usted no alcanza los plátanos, tiene que usar ese banquito -apuntó un banquito en el suelo junto al refrigerador.

-Tú también tienes que usar el banquito, Jimin -le recordó sintiéndose avergonzado por mal pensar las palabras del menor-. Somos de la misma altura -suspiró.

-Sí, pero me vería genial consiguiendo las cosas por usted, hyung -sonrió.

-Olvídalo. Pero... ¿Por qué siempre dejas los plátanos sobre el refrigerador si nos queda tan alto?

-Pues... supongo que por la misma razón que usted los dejó ahí la primera vez -se encogió de hombros, Yoongi arrugó el rostro.

-¿Cuál sería esa razón?

-Para vernos el trasero -admitió con simpleza, Yoongi se atragantó con su saliva-. Usted lo hizo por eso, ¿no?

-No -bufó negando lentamente con la cabeza- ¿Siempre me ves el trasero?

-Pues... sí. Pero, hyung ¿Es que acaso no le gusta mi trasero? -se voletó y levantó el polerón que llevaba puesto para dejar a la vista su trasero en sus ajustados pantalones de buzo, el mayor se sonrojó quedando absorto mirando la prominencia de Jimin- ¿Y?

Reaccionó y apartó la mirada- Desde ahora en adelante los plátanos quedarán aquí -apuntó el mueble de la cocina junto al refrigerador, subió al banquito, tomó los plátanos y bajó rápidamente dejando la fruta en el lugar antes dicho.