Capitulo 2
Cuando llegamos a Los Ángeles mi papá le llamo a su jefe a lo que el llego en una hora por nosotros, era un señor alto cabello negro visiblemente con canas, guapo la verdad, se ve que es un señor muy elegante.
—Buenos días señor Anderson —dice mi padre saludándolo con el típico abrazo de machos- perdone por molestarlo a esta hora (eran las 6 de la mañana).
—No se preocupe Christian (así se llama mi papá) mucho gusto señoritas me llamo darrel Anderson—dice ahora dirigiéndose a mi madre y Ami.
—¿Señoritas?- digo soltando una risa sonora a lo que me miran raro—ella ya es señora ya tiene 50 añ.. —no puedo terminar mi frase ya que soy interrumpida por un codo en mi costilla por lo cual me quejo.
—Cariño aún falta un año para los 50, soy señorita—dice mi mama con la típica mirada "ya verás cuando lleguemos a casa" para mi suerte iremos a la casa del señor Anderson.
—A verdad que no es bonito que te agreguen años—digo cruzando los brazos.
—Bueno "señoritas" no hay que hacer esperar al señor Anderson—dice papá mientras caminábamos a una camioneta y vaya que camioneta.
Cuando llegamos a su casa o mejor dicho mansión porque vaya era gigante como 4 casas juntas, nos bajamos de la camioneta y pasamos y nos recibe una señora vestida de blanco, rubia, muy bonita .
—Hola, que gusto que ya llegarán, ¿como les fue? —nos dice la señora— Yo soy Vanessa Anderson mucho gusto.
—Vanessa hola cuánto tiempo- dice mi mama abriendo camino para lograr abrazarla.
—Hola Lorena que bella estás—dice recibiéndola con los brazos abiertos—nosotras éramos inseparables cuando vivíamos en chula vista, por eso tu padre trabaja con mi esposo—dice mirándome—Pero mírate Fernanda sigues igual de hermosa.
—Gracias señora Anderson—le digo sonriendo incómodamente ya que no me acuerdo de ella no tengo nada que decir.
¡Ayudaa!
—Se ven cansados, vengan les mostraré la casa y sus habitaciones—dice caminando debajo de las escaleras —Ah Fernanda antes que lo olvide, tu habitación está arriba es la segunda puerta del fondo a la derecha , si quieres puedes ir subiendo a dejar tus cosas.
—Claro —digo girando sobre mis talones, tomo mi mochila del piso y subo las grandes escaleras, voy al fondo del pasillo a la derecha, esperen, ¿No me habrán dado el baño verdad?, Naaa no creo, camino y entro a un cuarto con las paredes negras y blancas, muy grande y bonito, hay un televisor, muebles, se ve cómodo al momento que veo la cama me aviento hacia ella es muy cómoda, creo que dormiré muchas horas, estaba por bajar a buscar un baño cuando me doy cuenta qué hay una puerta dentro del cuarto, genial tengo un baño para mí sola, al momento de querer abrir la puerta alguien más la abre del otro lado, espera, ¿Que?.
Un chico en toalla está parado frente a mi, recién bañado, cabello negro, ojos azules, Moreno claro y su abdomen o diablos debo ir a misa después de esto.
—¿Quién mierda eres? —escucho a lo lejos una voz ronca y gruesa, a lo que salgo de mi trance —niña contesta.
—Yy..o —diablos buen momento para ponerte nerviosa Fernanda—Yo soy Fernanda soy la hija de.. —no termino mi frase porque me interrumpe.
—Ah eres la hija del empleado de mi padre—dice con asco, si con asco—Fuera de mi habitación.
—La señora Vanessa me dijo que mi habitación era la segunda y..—otra vez no puedo terminar porque me interrumpe, ¿Es el día de interrumpir a Fernanda o que?.
—¿No sabes contar? Está es la tercera niña—dice pasando a mi lado y caminando hacia el que parecía un closet.
—Pues yo lo lamento, estoy cansada y me confundí—digo defendiéndome parada en el mismo lugar.
—¿Porque no te has ido?,¿Que quieres verme mientras me cambio?—dice arrogantemente sonriendo de lado.
Bueno, si tanto insistes... Oh callate Fernanda.
—¡NO! Claro que no—digo nerviosamente caminando hacia la puerta.
—Que sea la última vez que entras a mi habitación me escuchaste, si no te largas de mi casa —dice a lo que yo me volteo el ya tenía puesto bóxer, o dios definitivamente tengo que ir a la iglesia.
—Yo no entre porque quisiera, aparte no es como que quisiera haberte visto en toalla—digo dándome la vuelta—Aparte no hay nada interesante que ver—digo saliendo rápidamente pero siento que dos brazos me jalan y me acorralan a la pared, mi cachete está pegado a la pared al igual que mi cuerpo, siento como su cuerpo se presiona contra el mío.
—Mira niña será mejor que no te metas conmigo, dime, ¿esto no es interesante?—me pregunta mientras se pega a mi sin ningún pudor, al sentir algo duro en mi muslo abro los ojos y doy un pequeño grito, me remuevo rápidamente tratando de salir de su agarre—no te muevas así cariño si no tienes pensado quedarte—dice tomándome de las caderas rápidamente dejo de moverme—así me gusta que hagan caso, ahora vete—dice soltándome y yo salgo rápidamente de la habitación y entro a la que al parecer si es mía, me siento en el piso...
¿Que acaba de pasar?
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