Capítulo 14


Miro a Sasuke, el cual mantiene un leve sonrojo.

-Está muy equivocada señora, ella es solo una conocida- lo fulmine con la mirada
-Si, si como no, pasen por favor- Sasuke y yo nos miramos y el se encoje de hombros.

Caminamos varios pasillos hasta que encontramos la que sería nuestra habitacion por está noche.

-Aquí es- Sasuke pasa a abrir la puerta y por lo menos tiene dos camas individuales y separadas por una pared o algo así
-Muchas gracias- digo mientras cierro la puerta
-Deberías ir tu primero a las aguas- miro a Sasuke el cual está dejando sus cosas en su futon
-Dejalo ya, mientras no me mires no pasará nada- el levanta una ceja
-Sabes que yo soy hombre y tu mujer, tengo todo el derecho a exitarme por ver siquiera la linea donde inician tus senos, si me exito tu serás la culpable- me sorprendo ante tales palabras

¿Tan pervertido puede llegar a ser Sasuke?, has superado mis expectativas.

-Se que no me harás nada- suspiro
-¿Segura?- en un movimiento rápido estoy en SU futon inmovilizada completamente por el- Te lo repito, yo soy hombre y tengo derecho como tal a exitarme si te veo- susurra en mi oído
-Escuche eso ya una vez, de otro hombre, creeme, estuve rodeada de hombres que me decían lo mismo- intercambio de posición haciendo que el éste abajo- y es fácil no darles lo que quieren- me levanto
-Si quieres vienes y sino eres un cobarde - digo lo más fría posible
-Pruebame- volteo y lo veo sin la parte de arriba, osea se le ve su perfecto torso de...

De hombre machista que se cree la gran cosa.

-¡¿Qué le paso a tu brazo?!- el lo mira
-¿Ah esto?- me acerco a él- lo perdí peleando con Naruto, el también perdió el brazo contrario... perdí aquella pelea- me acerco más- no lo hagas, no te acerques- niego con la cabeza.

Con mis manos tocó aquel pedazo de brazo que el poseía, su otro brazo.

Paso una mano por la cintura de Sasuke.

-¿Sabes?, me has dado ternura y pena- su risa egocéntrica se escucho por la habitación- puedes reírte todo lo que quieras, pero no te lo voy a negar- me separo de el
-¿Y si te digo que tu cara con ese ojo vendado igual?- cuestiona de manera juguetona
-Pues, a mi no me importa- me enojo de hombros

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