Las semanas siguientes fueron un torbellino de emociones para T/n y Sabrina. La relación creció más allá de lo que ambas esperaban. Aunque las presiones del trabajo y la vida pública de Sabrina seguían presentes, las dos sabían cómo hacer tiempo para estar juntas, lejos de las cámaras y los rumores.

Una noche, después de un largo día de ensayos y grabaciones, Sabrina sorprendió a T/n con una llamada inesperada.

Sabrina (al teléfono): "T/n, ¿quieres venir a mi casa esta noche? Necesito verte, necesito hablar contigo."

T/n, que estaba acostada en su cama, sonrió al escuchar la voz de Sabrina, que sonaba tan vulnerable como siempre.

T/n: "Claro, estaré allí en un rato. Todo está bien, ¿verdad?"

Sabrina (con una leve risa nerviosa): "Sí, todo está bien. Solo quiero pasar un rato tranquila contigo. Nos vemos en un par de horas."

Cuando T/n llegó a la casa de Sabrina, la encontró sentada en su sofá, mirando por la ventana con una taza de té en las manos. La luz suave de la lámpara creaba un ambiente acogedor, y T/n se acercó con cuidado, sabiendo que Sabrina necesitaba algo más que una charla casual.

T/n: "¿Qué pasa, cariño? Pareces preocupada."

Sabrina la miró y sonrió débilmente.

Sabrina: "Solo estaba pensando en todo lo que está sucediendo, sabes… mi carrera, los compromisos, las entrevistas… a veces siento que estoy perdiendo el control. Me ahogo en todo lo que hay que hacer."

T/n se sentó a su lado y le tomó la mano con delicadeza.

T/n: "Lo entiendo, Sabrina. La vida a veces puede ser un caos, pero lo único que importa es que no estás sola. Yo estoy aquí para ti, siempre."

Sabrina la miró a los ojos, viendo la sinceridad en el rostro de T/n. Fue un alivio para ella, sentir que, incluso en los momentos más difíciles, podía contar con alguien que la amaba por quien realmente era, no por su fama.

Sabrina: "Gracias. Gracias por ser mi refugio. Necesito eso ahora más que nunca."

T/n, sin pensarlo, acercó su rostro al de Sabrina y le dio un suave beso en la mejilla.

T/n: "Siempre seré tu refugio, Sabrina. En los buenos y malos momentos."

Sabrina, con una sonrisa genuina, acercó a T/n hacia ella, abrazándola con fuerza.

Sabrina: "Te quiero más de lo que las palabras pueden expresar, T/n. Y estoy tan agradecida de haberte encontrado."

El abrazo duró varios minutos, como si ambas quisieran fusionarse en ese momento y olvidar todo lo demás. Sabrina no quería pensar en las expectativas que el mundo tenía sobre ella, solo en la paz que sentía cuando estaba con T/n.

La siguiente mañana, Sabrina despertó temprano y decidió sorprender a T/n. Sabía que a su chica le encantaba el café por la mañana, así que preparó dos tazas, una con leche y otra con solo café negro, tal como le gustaba a T/n. Cuando T/n despertó y salió de su habitación, la vio sentada en la cocina, esperándola con una sonrisa brillante.

Sabrina: "Buenos días, hermosa. Te preparé café."

T/n, aún medio dormida, sonrió y se acercó a Sabrina.

T/n: "Eres un amor. Me haces sentir tan especial. Gracias."

Sabrina le entregó una taza y se sentó junto a ella, disfrutando del silencio cómodo que compartían. No necesitaban hablar mucho para saber lo que sentían. Era la calma en medio del caos, el amor silencioso que se comunicaba a través de gestos, miradas y caricias.

A medida que pasaban los meses, T/n y Sabrina aprendieron a equilibrar sus vidas: las giras, las grabaciones y la vida personal. Sabrina había encontrado en T/n algo que nunca había tenido: estabilidad. No solo como su pareja, sino como alguien que la entendía más allá del escenario, que la aceptaba tal como era, sin importar la fama.

En una tarde soleada, después de una presentación exitosa, Sabrina y T/n se sentaron juntas en el backstage. Sabrina había estado en el escenario, pero ahora estaba completamente en su elemento, relajada y feliz, porque T/n estaba allí.

Sabrina (sonriendo): "¿Sabes? Siempre soñé con encontrar a alguien con quien pudiera compartir todo esto. Y ahora que te tengo, me doy cuenta de que todos esos sueños que tenía no eran completos hasta que te conocí."

T/n (tocando suavemente su mejilla): "Yo también tenía sueños, pero el mío siempre fue encontrar a alguien que me hiciera sentir en casa. Y tú eres esa persona para mí."

Sabrina, con la mirada fija en T/n, susurró:

Sabrina: "Te amo, T/n. Y sé que lo que tenemos es algo raro, algo especial. No quiero perderlo nunca."

T/n, con lágrimas de felicidad en los ojos, respondió: "Yo también te amo, Sabrina. Y siempre estaré aquí, a tu lado."

El amor entre Sabrina y T/n no solo era un amor de fans y estrellas, sino una historia verdadera, un amor que superaba las dificultades y los altibajos de la vida, un amor que crecía con cada paso, con cada desafío, y con cada día que compartían juntas.

Al final, Sabrina y T/n se dieron cuenta de que lo único que importaba era que, al mirarse a los ojos, sabían que habían encontrado algo eterno.