Capítulo 7.

¡Hola, aquí Af Reaction!

Ya que llegamos a los cien votos (¡gracias, gracias, gracias!), tendremos un pequeño maratón, donde nuestro trio REN expondrá su punto de vista sobre el momento que actualmente están viviendo.

Porque te lo mereces,
porque me lo merezco,
porque nos lo merecemos.

Weno, ya. Los dejaré leer xd.

📝 1/3 📝

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

La mejor heladería de la zona.

P.O.V Norman.

¿Como es posible que con sólo ver a través de tus ojos la pureza de tu alma, hace que mi corazón acelere sus vibraciones?

¿Como es posible que tu sonrisa me permite alcanzar la felicidad?

¿Como es que me traes tan malditamente loco, Emma?

Caminamos hacia el parque, donde hay un pequeño comercio, que según los rumores, vende los mejores helados de la ciudad. Tú vas al frente, dando pequeños brinquitos. Sonriéndole al que va y al que viene, transmitiendo tu energía positiva con una sonrisa a los que se encuentran furiosos o entristecidos. Eres una antorcha encendida dándole un poco de luz a unos simples desconocidos.

Esa una de las razones por la que te amo, ya qué con solo tu sonrisa, ayudas a un alma a olvidar el tormento que esta en su abrumador mundo.

-El clima de hoy está muy bonito, ¿Cierto?

Asiento.

-Es cierto, Emma. El día es hermoso.

Pero no más que .

Un clima soleado, pero sin que el sol sea irritante. Acompañado de una fresca brisa que arrastra las pequeñas hojitas. Simplemente perfecto.

-¿De que sabor quieres tu helado, Norman?

-Pediré un helado de fresa.

-Oh, me gusta la fresa, pero no soy fanática. ¡Yo pediré uno de vainilla!

-Sí, es un buen sabor.

-¡Norman, no seas tan lento! -escuché tus quejas-. ¡Rápido, tortuga albina!

No quién es peor poniendo apodos, o tu papá.

-Estoy detrás de ti, Emma. No hay apuro.

Debo admitir que camino más lento cuando ando ensimismado en las calles, pero igual no entiendo el desesperó de llegar rápido. El suave roce de tu mano contra la mía alerto mis sentidos. Te vi a la cara, mostrabas un tierno puchero que derretía mi corazón genocida.

Tu mano se ha entrelazado con la mía.

Norman, no te vayas a desmayar de la emoción... No te desmayes.

Ya te había tomado de la mano antes, eso es seguro. Sin embargo, ahora se siente tan raramente íntimo. ¿Por qué? ¿Tal vez por lo sucedido hace unas horas en el salón del baile?

Tú siempre serás impredecible, pero siendo sincero, nunca esperé que tu pregunta fuera"¿alguna vez te has enamorado, Norman?".

¿Por qué tanta curiosidad sobre el tema? ¿Estás enamorada, mi solecito?

-Trata de seguirme el paso y cuidado con los postes.

-¿De que hablas, E...?

Y no pude terminar mi pregunta porque de inmediato arrancas a correr sujetando mi mano.

Parecíamos dos potros en una pista de carreras; tú al frente, donde las hebras de tu cabello anaranjado se mueven con furia y encanto; yo atrás, haciendo el ridículo ya que había chocado dos postes de luz y un auto estacionado.

Odio mi condición física.

Corrimos entre calles y esquinas, saltando y trotando, hasta llegar a nuestro deseoso destino. La heladería "Goldy Pond". Es mi primera vez en este lugar.

Sí, el negocio era pequeño. Pero el lugar esta abarrotado de gente. Ninguna mesa esta vacía. Desde jóvenes hasta ancianos se encuentran compartiendo en éste lugar. Y al notar que Emma conoce muy bien el camino, sospechó que no es la primera vez que viene a esta heladería.

Y como si leyera mis pensamientos, Emma me saca de dudas. -He venido aquí demasiadas veces. Te aseguró que los mejores helados los sirven aquí.

Decidimos entrar y lo primero que percibo son los pequeños corazones de cartón que cuelgan del techo, que las mesas se encuentra ocupadas de dos o cuatro personas, y que la música de fondo es una conocida balada romántica.

Pero San Valentin pasó hace meses...

Al estar de primeros en la fila, nos recibe un chico de pelo blancuzco con una pequeña mecha roja, orbes pintados del mismo color que el rubí y mirada dominante.

Oliver.

-¡Chicos, no los esperaba por aquí! -Ni yo te esperaba, norteño-. ¡Papá, ven un momento!

Un hombre pelirrojo se acercó a nosotros con una sonrisa demasiado encantadora.

-¡Emma, querida sobrina, no esperaba verte por aquí! -el hombre se mostró conmovido al ver a la peli-naranja en la heladería-. ¡Y no vienes sola, ¿Como te llamas, chico?!

-Soy Norman Ratri. Un gusto, señor.

-¿Norman? ¿Casper? ¿El chico que odia Yu...? -Se detuvo al darse cuenta que tal vez esta hablando demás. Descuide, señor. Se que mi suegrito no me quiere. Pero pronto me ganaré su confianza... Y la mano de su hija-. Un gusto, Norman. Soy Lucas Goldy. Dueño de esta heladería.

Oh, él es dueño de este lugar.

-Pero... -murmuré desconcertado, hay algo raro en este asunto-, ¿No se supone que usted trabaja con el señor Yuugo?

En las pocas veces que he ido a la casa de Emma. He escuchado a Yuugo hablar sobre su trabajo en un centro comercial, siendo el compañero de su hermano.

-Antes trabajaba con mi hermano, pero él era el señor "Yo siempre me enojó, hasta por una tontería" me sacaba de quicio y me hartó su carácter pesado. Así que renuncié y monté mi bella heladería -afirmó el hombre. Se notaba en sus ojos que este negocio es su adoración.

-Pues, dicen que esta es la mejor heladería de la zona y eso es lo que vengó a comprobar -respondí y mostré mi sonrisa.

-Y supongo que tú debes conocer muy bien a mi sobrina para traerla un día como hoy, ya saben, "sólos" -el señor Lucas me guiño el ojo.

Que agradable sujeto.

Aunque me caería mejor si no fuera el padre del imbécil.

-Son mejores amigos, padre. Este día no es especial para ellos.

Nadie pidió tu opinión, Oliver.

-¿Por qué tanta emoción por este día? -pregunté muy curioso.

-¿No lo sabes? ¡Hoy es miércoles de amor! -exclamó con emoción el señor Lucas-. El miércoles en la heladería Goldy Pond, tenemos una rebaja del veinte por ciento para aquellos helados que pidan las parejas enamoradas.

-Olvide los miércoles de amor -dijo Emma, más para sí misma que para nosotros.

-¿Ustedes no son pareja? -preguntó Lucas.

Sentí el rubor llegar a mis mejillas y los nervios apuntó de atacarme. Emma también adquirió un leve rojizo en sus mejillas. ¿Parecemos una buena pareja?

-Pá, ya te dije que son amigos.

¡Nadie te dijo que hablarás!

Cálmate Norman, no pierdas la compostura.

-Es cierto, tío. Somos amigos -una estaca al corazón duele menos-. No importa el descuento, nos llevaremos dos helados, por favor.

Emma fue la otra barra para pedir su helado. El señor Lucas me hizo señas para que me acercará, obedecí su orden. Él acercó su boca a mi oído y susurró:

-Me doy cuenta de la forma en la que miras a mi sobrina. Estas enamorado. Y descuida, esta bien. No te vez como un mal chico, pero eso sí, cuidala mucho.

¿Por qué él no pudo ser mi suegro? Es más comprensivo que Yuugo.

-Eso haré, Lucas. Lo prometo.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Este capítulo definitivamente me encanta. 👌😳

¿Cuál es su sabor de helado favorito?

¿Alguna opinión sobre el capítulo?

¡Esperen el siguiente!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top