01

Camino por la oficina con la cabeza en alto y a pasos firmes. Mi porte altivo delata que, tal vez, el éxito de mi última misión se me ha subido a la cabeza. ¿Pero cómo no estar orgulloso? He superado a los agentes más veteranos de mi sucursal.

Recibo elogios de mis compañeros mientras me dirijo a la junta de reuniones. Algunos creen que mis logros se atribuyen a la "suerte del principiante". Pero sé que no es así, y todo el que me conozca desde mi niñez también es consciente. Llevo entrenando toda la vida, nací para esto.

De pequeño, soñaba con ser como todos esos superhéroes de las películas. Salvar personas, mejorar las vidas de los demás. Y, aunque ahora trabajo entre las sombras, he salvado al mundo de una bomba nuclear.

Y eso me hace sentir un héroe.

En la sala, me encuentro con dos hombres trajeados. A uno lo conozco bien, y al otro solo de vista.

—Llegas tarde, Felix.

Mi jefe me mira con molestia, es posible que sus superiores lo hayan reprendido por mi impuntualidad. Mi tardanza no ha sido a propósito, ¿qué culpa tengo yo de que me avisen a las siete de la mañana? Creía que tendría el día libre para descansar, pero los problemas no esperan a nadie.

—Lo siento, Bangchan.

Ni siquiera me molesto en justificarme; a la hora de la verdad, solo importa que cumplas con tu misión.

Hay tres divisiones en esta sucursal, divididas por niveles de dificultad. Yo escalé hasta la división A en menos de tres meses. Eso, en nuestro oficio, es un gran logro.

—Buenos días, agente Felix. Lo felicito por el éxito de su anterior misión.

Bangchan tiene un puesto con poder en el FBI, pero no está en el cargo más alto. Por eso, para tomar decisiones importantes, se ve obligado a condicionar sus directrices según la voluntad de los de arriba.

—Por esta vez ignoraremos el retraso. Siéntese, por favor.

Acato la indicación con una gran sonrisa. Mi ego está por las nubes, y si sigo igual que hasta ahora, temo desarrollar un complejo de superioridad.

Siempre me han dicho que debo ser humilde, pero cuando estás ganando constantemente cuesta recordar esas cosas.

—Le hemos citado para asignarle una nueva misión. Una mucho más importante que cualquiera de las que ha realizado hasta ahora.

Hasta donde yo sé, para obtener misiones de mayor nivel estando ya en la división A es necesario ser trasladado a una sucursal de mayor rango. Pero el hombre frente a mí no hace mención de ello, así que me siento tan desorientado como emocionado.

—Señor Park, no considero que Felix esté cualificado todavía para esa misión. Es un novato, le quedan muchas habilidades por adquirir.

—Guarde silencio, agente Bangchan.

El superior de Bangchan se mantiene impasible. No le importa su opinión, y posiblemente tampoco la mía. Es una decisión ya tomada, solo me está informando de lo que debo hacer.

No me molesta, así funciona el FBI. Me aflige más que mi jefe, quién también ha sido mi mentor incluso antes de que me incorporara a la agencia, dude de mis capacidades después de haber demostrado lo capaz que soy para formar parte del FBI.

¿Por qué Bangchan no confía en mí? Sea la misión que sea, la completaré con éxito.

—¿De qué se trata? —pregunto, ignorando la poca fe de Bangchan en mí.

El señor Park desliza una carpeta marrón por la mesa. Todo lo que debo saber está ahí. Esta es la parte más necesaria y la más tediosa del oficio; estudiar el caso a detalle. Por lo menos no me hacen escribir estos informes.

—¿Conoces la mafia Lee?

Abro la carpeta y la ojeo por encima. Ya tendré tiempo de mirarlo con detenimiento esta tarde.

Todavía no sé exactamente qué debo hacer, pero es fácil saber que tiene que ver con esa mafia.

—¿Quién no conoce a los Lee estando en el FBI?

Combatimos constantemente con mafias, así que es imposible no conocer a una de las mafias más importantes del momento. Se centran en Corea del Sur, pero tienen negocios ilegales esparcidos por todo el mundo.

Miro a Bangchan de reojo. Se mantiene en silencio y después de tantos años juntos me resulta sencillo notar su incomodidad.

—Han estado trabajando en algo grande. No sabemos qué es exactamente, pero tememos que puedan atentar contra la paz mundial.

Frunzo el ceño, sin comprender bien lo que el señor Park acaba de decir. Es común que los mafiosos generen problemas, pero hasta donde sé, no son fanáticos de planes malévolos al estilo supervillano de película.

—¿Para qué querrían crear caos mundial?

Paso mi mirada de los papeles al señor Park. Mantiene la misma expresión desde que he entrado y eso lo hace lucir algo antipático, incluso me atrevería a decir que parece robótico. Por lo menos esperaría ver un ápice de preocupación en él, pero mantiene la calma en todo momento. Su cara de póker me perturba aunque sea de lo más normal en este mundillo.

Cuanto menos sepan de ti, mejor. Por eso todos usamos nombres falsos.

—No lo sabemos. Es por eso que necesitamos que se infiltre en la mafia Lee y lo averigüe. Incluso, si es usted tan buen cómo dicen, derrocar el imperio Lee nos quitaría muchos problemas de encima.

De nuevo puedo ver a Bangchan por el rabillo del ojo. Aprieta su mandíbula, no está de acuerdo y quiere protestar, pero sabe que no puede hacer nada.

—¿Cómo puedo acabar con ellos?

La mafia Lee tiene seis líderes que dirigen diferentes negocios por su cuenta. Es poco común ver una distribución de poder así en una mafia, menos si son poderosas. Pero los Lee son la excepción.

Y si matar a uno de sus líderes es casi un suicidio, tener que acabar con todos es una misión imposible. Así que matar no es una opción.

— Necesitamos que debilite su mafia. Lee Minho es el líder con más poder actualmente. Reúna tantas pruebas como pueda de él; usted debe encargarse de hundirlo legalmente.

Me mantengo en silencio, ya estoy maquinando mil planes para completar la misión con éxito. No es sencillo, pero mi reciente incremento de egocentrismo me hace sentir invencible.

—Necesitamos que sean pruebas contundentes, algo tan grave que no pueda comprar su libertad.

Asiento, anotando en mi mente lo que debo hacer.

—Entonces... ¿Solo debo infiltrarme en la mafia Lee, averiguar qué es lo que traman a nivel mundial, y conseguir pruebas legales que hagan caer a Lee Minho?

—¿¡Solo!? —Bangchan no lo resiste más. Me mira histérico, como si me hubiera vuelto completamente loco. —¡Nadie sale con vida de esa puta mafia, Felix! Si entras, no podrás salir.

—Pues seré el primero en salir vivo de ahí.

Mi simpleza desespera a Bangchan, mientras que el señor Park sigue con la misma neutralidad de siempre. No sé si él me considera capaz para este trabajo, o si solo me están poniendo a prueba.

Pero lo lograré.

Lee Minho, prepárate porque vas a caer.

¡Hola! ¿Cómo están? Este fic será más largo que el primero que subí, pero les prometo que valdrá la pena leerlo! Recuerden dejar su estrellita si les gustó el capítulo. 🫶🏻

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