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Los domingos son, sin duda alguna, sus días menos favoritos y esto es porque realmente no tiene nada divertido que hacer; es el día que se le concede como descanso en la tienda familiar de kimchi y sus amigos usan ese día para estar con sus familias y/o parejas, por lo que salir en compañía para divertirse queda descartado, no obstante, pese a su desencanto por ese día en específico, los domingos suele utilizarlos con productividad, <<No queda de otra>> piensa con diversión Kim. En la mañana suele salir a caminar un rato por su parque favorito que queda a unas cuantas calles abajo de su hogar, entradas las dos de la tarde aprovecha para tomar clases en línea de inglés, al acabar se da una hora de descanso y a eso de las siete de la tarde, checa en la plataforma de la Universidad para ver si hay tareas nuevas que realizar, y en efecto sí hay una tarea nueva de Aprendizaje y Conducta Adaptativa, hace una mueca cuestionándose por qué razón el profesor Kang decide que es buena idea subirla el domingo, si es más que evidente que la mayoría de los alumnos se enterarían hasta el martes, quedándoles de esta manera sólo un día para hacerla y entregarla, concluye que es una especie de prueba para ver si los alumnos están al pendiente de sus responsabilidades y prefiere enfocarse en comenzar con la tarea. Comienza viendo las rúbricas a calificar y el contenido que el profesor espera que lleve el trabajo, teniendo esto en cuenta, abre un documento de word y el archivo que tiene con todas las portadas de cada una de sus materias, copia la de Aprendizaje y Conducta Adaptativa y la pega en el documento nuevo, revisa información en varios libros que tiene y también en diversos portales de internet verificados. Con la espalda un poco curvada pone manos a la obra, sin darse cuenta sumergiéndose en la tarea.

Horas después el golpe hueco en la puerta de su habitación lo espanta, su respiración se agita por el leve susto y dirige su mirada hacia el cuadrado reloj que tiene en una repisa arriba de su escritorio, las diez con cuarenta y cinco de la noche, marcaba. La puerta vuelve a ser tocada sólo que ahora le acompaña un suave “Taehyung, ya está la cena”, suspirando se levanta de su silla y abre la puerta, una sonrisa pintándose en su cara al ver el cansado rostro de su madre, había sido una larga jornada de trabajo puede concluir.

—Tae, la cena está lista, ¿comerás con todos o te traigo aquí la cena? —pregunta soltando un bostezo de por medio. Al pelinegro le gustaría negarse, empero, decide que un momento con su familia no le haría mal, y además todavía tenía otros tres días para entregar la tarea y para su suerte ya había realizado el sesenta y cinco por ciento del trabajo. Así que ni rápido ni perezoso, se quita las gafas de montura delgada color plata y se frota con cuidado los ojos.

—Cenaré con ustedes, ya casi queda lista la tarea —comenta entusiasta y con confianza abraza a su madre por el hombro, juntos bajan por las escaleras hacia el comedor, en donde el bullicio familiar es tangible. De buenas a primeras puede divisar a Tae Hyun riendo de alguna tontería con la pequeña Hyun Sung y a su padre entretenido mientras lee algo en su teléfono. Soltando un débil bostezo toma su lugar en la mesa; enfrente de Tae Hyun y Hyun Sung. Sonríe chiquito, le gusta ver a su familia así, feliz, y aunque falta Hyung Sik y Tae Hee (sus hermanos mayores) sabe que son felices y que de a poco van formalizando su vida.

—¡Buen provecho, diablillos! —exclama risueño su padre; Kim Tae Sung. Un señor de apenas cincuenta y cinco años bien vividos, su cabello negro tintándose con canas que sólo reflejan el paso de los años y las experiencias ganadas, sus dedos un poco blancosos debido a los guantes que utiliza para la preparación del kimchi y una que otra guarnición. Porque sí, Kim Tae Sung es el dueño de Kim Kimchi, el famoso -y delicioso- restaurante/bar familiar. TaeHyung adora a su padre, realmente agradece a Dios por otorgarle un padre amoroso, bondadoso y cuidadoso, sabe que es afortunado por tener un padre así, y es por eso que se hizo la promesa de cuidar y amar a sus padres tal como ellos lo han hecho desde que nació.

Sin más y con mucha platica entre ellos comienzan a cenar un delicioso bulgogi junto con arroz frito, y de beber una rica agua de limón, todo cortesía de sus padres, claro está. Sus padres hablan de la larga jornada que tuvieron ese día mientras que Tae Hyun le pregunta al pelinegro cómo le va en la Facultad, algo adorable para el mayor puesto que sabe que, Hyunnie no logrará entender el cien porciento de lo que le dice pero que aún así le presta toda su atención, por otro lado está Hyung Su que escucha todo pero su concentración está puesta en la televisión a pocos metros de la mesa, Backyardigans reproduciéndose; la caricatura favorita de todos los Kims hijos, sin excepción. De vez en cuando Tae Sung y Hyun Mi preguntan alguna que otra trivialidad a los menores, desde cómo le va en la secundaria al Tae menor, qué profesor le ha generado más estrés al pelinegro, hasta una advertencia a la Kim más joven sobre no pelearse con sus compañeras de escuela.

Marcadas las once con once la familia Kim termina de cenar, y todos se disponen a hacer la tarea doméstica que les toca ese día, su madre; Hyun Mi guarda lo que quedó de la cena en toppers transparentes, TaeHyung y su padre sacan las bolsas biodegradables con la basura, y para finalizar Tae Hyun en compañía de Hyun Sung lavan y secan los trastes, respectivamente. Armonioso y eficaz, es como lo puede definir el TaeHyung. Terminando las tareas y luego de un coreado “¡Buenas noches!” cada quien se va a su habitación, las once con cuarenta marca el reloj cuando el pelinegro entra a su pieza, sin prender la luz ya que en su mesita de noche está prendida una pequeña lámpara en forma de unicornio -regalo de Tae Hee para su cumpleaños número dieciséis-. Suspira y observa el pórtatil ya apagado, sin embargo, con la tapa arriba, la baja  y con pasos cansados se dirige a la cama en donde se tumba cual peso muerto, no hay necesidad de cambiarse puesto que todo el día anduvo en pijama, por comodidad. Apaga la lámpara para que no se le agoten las baterías, se voltea hacia la ventana y abraza a la almohada más esponjosita que tiene, ve el cielo estrellado hasta que sus ojos se cierran, cayendo en un profundo sueño, un nuevo día le esperaba.

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Hágase ver que soy consciente del tiempo que ha pasado :( pido perdÓn, de verdad. Dejé varadas casi todas mis obras, PERO iré regresando, de eso no se preocupen <3

Bien, retomando BUB les diré que ya tengo un noventa porciento maquetada la historia, lo cual es genial -teniendo en cuenta el desastre que soy-. Y por lo tanto también les menciono que NO se profundizará en parejas secundarias :( quiero enfocarme al 100% en el taekook para poder desarrollarlos bien. So...

Otra cosilla, el desarrollo es medio lento, me tomé el atrevimiento de alentizar el desarrollo para beneficio de los protas >.< espero y salga bien, sino me ahorcOoo.

Para mejorar su imaginación les dejo una foto de la casa Kim:

Casita en HongDae.

Psdt: trataré de actualizar cada jueves, changuitos para que lo hagaaa~ 🛐

Psdt 2: si hay errores los corrijo después.

Besito en el cuellitooOoo~

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