Capítulo 6
Evan y Carl se fulminan con la mirada, Tal retrocede lentamente.
Tal: (Ah, m**rda, si estuviéramos en mi antiguo instituto, iría a buscar a un profesor, pero ¿qué es lo que hacen en Karnsetin? ¿soltar a los perros? ¿avisar a la policía secreta? ¿tirar fajos de billetes unos a otros hasta que alguno se ahogue?)
Una de las enormes puertas se abre con un crujido, Evan y Carl miran para ver quién es, intentando no romper el contacto visual el uno con el otro, un hombre saca la cabeza por la puerta y mira adentro, parece bastante sorprendido de encontrarlos allí.
???: Eh... ¿hola? ¿Qué están haciendo aquí? Si son estudiantes nuevos, se supone que deben quedarse en la residencia hasta el día de orientación, e incluso así, el salón de baile está fuera de límites.
Evan y Carl se miran...y se relajan.
Tal: (¡Uf! Parece que Karnstein los profesores también evitan peleas)
Evan: Lo siento señor, debemos de habernos perdido.
Carl: No volverá a pasar -mira a Evan mientras lo dice-
Evan le devuelve la mirada inexpresivamente, el profesor suspira y Tal podría jurar que casi pone los ojos en blanco.
????: Asegúrense de que así sea, estas normas son para todos, Evan Asthon...incluso para los miembros de la décima casta.
Evan: -Agacha la cabeza ligeramente, aceptando la reprimenda-
???: ¿Y sus nombres son...?
Carl: Soy Carl Ivanov.
???: ¿Ivanov? Ivanov...vale, está en mi clase este trimestre, pero ha llegado demasiado pronto, la orientación de los estudiantes de primero no es hasta la semana que viene.
Carl: Sí, señor, ya nos vamos - toma a Tal del brazo y se dirige hacia la puerta-
Tal: -Confundida, mira a Carl y después a Evan- (Bueno, Carl es mi amigo, pero Evan es el que me ha traído... ¿Con quién me voy?)
???: ¿Quién es su amiga, Ivanov? -frunce el ceño y mira a Tal fijamente antes de quitarse las gafas para limpiarlas- me resulta familiar... ¿estudia aquí?
Tal: Eh...sí, supongo ¿no? ¿quizás?
????: Entonces, no estudia aquí -se dirige a Carl- sabe que no está permitido traer a personas que no sean estudiantes a las instalaciones, habrá consecuencias por esto, Ivanov.
Carl: ¡Pero sí es una estudiante! ¡enséñale tu amuleto!
???: ¿Tienes un amuleto? ¿entonces a qué viene lo del "sí, no quizás"?
Tal: ¡Me invitaron! ¡pero es que no entiendo cómo!
???: -la mira con el ceño fruncido-
Carl: Señor, puedo explicarlo.
???: Gracias Ivanov, pero creo que debo hablarlo con ella ¿Por qué no espera fuera mientras tengo una charla con la señorita...?
Tal: Tal.
Es muy sutil, pero, sin embargo, estaba del todo segura de que el profesor abre los ojos con sorpresa y coge aire, ha reconocido su nombre.
???: Muy bien, venga conmigo.
El profesor abre la puerta del salón de baile y la dirige por un pasillo, Tal le sigue sin mediar palabra, preguntándose qué demonios pasara a continuación, el profesor camina bastante rápido y se ve obligada casi a trotar para seguirle el ritmo, le sigue por varios pasillos sin mediar palabra, finalmente, da la vuelta a la esquina y se detiene.
???: No hay pasos, bien, estamos solos.
Tal encuentra esta afirmación un poco perturbadora, pero sólo durante un momento, entonces extiende la mano y sonríe y todo el malestar de la chica se evapora.
???: Soy el Dr. Henry Miller, es un enorme placer conocerla, Tal.
Tal: -Le da la mano y le devuelve la sonrisa- (¡Por fin! Alguien que no esta en contra de que estuviera en esta universidad) entonces sabe quién soy ¿no?
Henry Miller: Sí, vi su nombre en la lista de invitaciones, me alegra saber que se las ha arreglado para encontrar un padrino -señala el brillante amuleto de rubí que lleva Tal puesto- ¡puedo preguntarle quién se lo dio? No, espere, ese tipo de pregunta puede ser peligrosa aquí, será mejor que su benefactor permanezca en el anonimato.
Tal: (¡Cielos, hasta los profesores tiene miedo de sus propias sombras!) perdone, pero...no tengo ni idea de cómo mi nombre esta en la lista, todo el mundo parece querer saberlo y no puedo contestarles ¡ni siquiera envié la solicitud!
En vez de contestarla inmediatamente, el Dr. Miller la mira con atención, coloca la mano en el viejo y gastado murro y le da golpecitos de manera cariñosa.
Henry Miller: Karnstein a veces funciona de forma misteriosa, a pesar de sus muchos fallos y rarezas, es una institución increíble, cuna de miles de tradiciones que han superado las rigurosas pruebas del tiempo.
Tal: Pero...
Henry Miller: Yo me preocuparía menos sobre CÓMO la ha invitado y más sobre qué hará ahora que ha aceptado.
Tal: Pero aún no he aceptado, no exactamente.
Henry Miller: -Palidece visiblemente ante esa noticia- esto la sitúa es una posición muy peligrosa, si fuera usted, aceptaría la invitación inmediatamente, sin más demora.
Tal: Pero... ¿y si no quiero?
Henry Miller: Le insto encarecidamente a que acepte la invitación, INMEDIATAMENTE.
Tal: -Se siente un poco avergonzada, como si le llamaran la atención por procrastinar- bueno, sólo quería...ya sabe, tiempo para decidirme, en fin... ¡es una decisión importante! Y mi madre acaba de morir y he estado trabajando y...- es interrumpida por el profesor-
Henry Miller: ¿Su madre ha fallecido? Siento...siento mucho escuchar eso, es una pena ¿Le importa si le pregunto cómo...?
Tal: Estuvo enferma durante mucho tiempo.
El Dr. Miller asiente, pero no parece especialmente aliviado al oírlo.
Tal: ¿Son lágrimas lo que se ven en sus ojos o es por la luz que hay aquí?
Henry Miller: De nuevo, mis condolencias.
Tal: Gracias, pero sobre Karnstein...-es interrumpida por el profesor de nuevo-
Henry Miller: Por favor, antes de nada, cuando llegue a casa, acepte FORMALMENTE la invitación, cuando sea oficialmente una estudiante de Karnstein, se le abrirán todo tipo de puertas y se le responderán todo tipo de preguntas, hasta entonces, no puedo decirle mucho más, por favor, prométemelo, hágalo por su madre.
Tal: Señor ¿usted...es decir...?
La chica quería preguntarle si conocía a su madre.
Henry Miller: No más preguntas, lo digo en serio, no se me permite compartir información sobre Karnstein o sus programas con personas que no estudian aquí, acepta, vuelve y entonces tu y yo...-vuelve a sonreír, pero sus ojos todavía brillan, extiende la mano y le aprieta el hombro cariñosamente- entonces usted y yo podremos hablar seriamente y contestar algunas de esas preguntas ¿entendido?
Tal. Sí, señor, entendido.
Henry Miller: La acompañaré hasta el salón de baile y dejaré que sus amigos la lleven a casa y por cierto, Tal...tenga mucho cuidado con a quién llama amigo, especialmente ahora.
Tal: Lo haré, lo prometo.
Cuando Tal vuelve a la sala del baile, Evan ya se ha ido, Carl la lleva de vuelta a casa, en un coche tan bonito como el de Evan y a través del mismo túnel de la muerte, ninguno de los dos tiene mucho que decir, ambos estaban absortos es sus pensamientos, Tal llega a casa y su padre sigue en el trabajo, por lo que se dirige a su dormitorio, el Dr. Miller lo ha dejado claro: su vida está en peligro si no acepta la invitación de inmediato, el problema es, si no recuerda mal, que las instrucciones para aceptar la invitación estaban en la propia carta.
Tal: (Y alguien la ha robado: Hana o Evan y estoy segura de que no la han devuelto) -se sienta en la cama y frunce el ceño, intentando averiguar qué hacer, se quita el amuleto del cuello y enrolla la cadena entre sus dedos, dejado colgar la brillante gema carmesí frente a sus ojos- (parece que todo el mundo piensa que ESTO es realmente lo más importante ahora mismo) -coloca el amuleto en la mesa y empieza a examinar la habitación una vez más, aunque estaba segura al 99% de que la carta no está, al ver que no esta piensa en sus dos amigos, sale de casa y corre hasta la mansión del lago-
La puerta principal no está cerrada e irrumpe en la casa sin llamar al timbre siquiera, se encuentra a Vicky sentada sola en la sala de estar, esta se sobresalta, pero se da cuenta de que era Tal, se le ilumina la cara y se levanta para saludarla.
Vicky: ¡Tal! ¿Cómo estás? Carl acaba de contarme que has tenido una aventurilla en Karnstein.
Tal: Sí, ¿Dónde está Carl? No recuerdo si le di las gracias por traerme a casa o no.
Vicky: Bah, no te preocupes por eso, a él le encanta ayudar, es lo que más me gusta de él, por cierto ¿Cómo puedo ayudarte? ¡parece urgente!
Tal: Lo es, hablé con un profesor en la universidad y me dijo que debía aceptar la invitación de inmediato.
Vicky: ¡Ya era hora! Quiero decir... ¡bien por ti! -le guiña un ojo- ya sabes a lo que me refiero.
Tal: Ya...pero no tengo la carta, alguien la ha robado.
Vicki: ¡Oh! Bueno no te preocupes por eso, sólo incluía las instrucciones para el ritual, lo más importante es el amuleto.
Tal: ¡Vale! Esperaba que dijeras eso, espera... ¿un ritual? ¿tenemos que encender velas y darnos la mano en círculo a medianoche?
Vicky: Bueno, tú puedes darme la mano a medianoche...o en cualquier momento, pero, en serio, si te gustan ese tipo de cosas, te va a ENCANTAR Karnstein, bueno ¡pues saca ese amuleto y manos a la obra!
Entonces Tal se da cuenta del terrible error que ha cometido.
Tal: Oh, no...
Vicky: ¿Qué? ¿Qué pasa?
Tal: ¡Me he dejado el amuleto en mi dormitorio!
Vicky no lo duda ni un segundo, coge a Tal de la mano y al lleva directamente a la puerta, Tal no puede resistirse; es MUCHO más fuerte de lo que parece.
Vicky: ¡Venga! ¡rápido! ¡a tu dormitorio!
Consiguen llegar a la casa de Tal en un tiempo récord, Vicky lleva a Tal prácticamente hasta las escaleras y casi rompe la puerta con las prisas, pero es demasiado tarde, el amuleto que había dejado en la mesa ya no está.
Vicky: Oh, esto no pinta bien, no pinta nada, nada bien -se sienta en la cama y se frota las sienes con desaliento-
Tal: -Observa el dormitorio de su infancia y se pregunta qué le parecerán las paredes cutres y la sencilla cama desde su perspectiva- (¿Le parecerá una pocilga? ¿sabrá que así es como vive la gente normal?)
La joven siente la tentación de preguntarle, pero antes de que pueda hablar, Vicky se levanta, deambula inquieta por el dormitorio de Tal, murmurando.
Vicky: No noto ningún hechizo de vigilancia ¡argh! ¿Qué ha pasado? ¿Hana ha tenido suerte? ¿ha venido a hablar contigo y por casualidad ha visto el amuleto en la mesa? ¡J*der! ¡que p*ta m**rda de suerte!
Tal: Soy una imbécil ¡es increíble que me dejara el amuleto!
Vicky deja de gritar de repente y le da un abrazo muy fuerte a Tal, huele su aroma especial y se relaja entre sus brazos.
Vicky: No te preocupes por nada, voy a encontrar a esa z*rra y tengo el plan perfecto -se sienta en la cama y se lo explica- no sé ni la mitad de magia que ella, j*der, así que tendremos que tenderle una trampa, sé lanzar un hechizo que puede absorber temporalmente toda la magia del entorno, no tiene ningún otro talento, así que eso la invalidará completamente, pero tiene que ser en un lugar que decidamos previamente, algún lugar que no se espere y que sea lo suficientemente pequeño para que mi hechizo lo abarque por completo.
Tal: ¿Qué te parece la tienda en la que trabajo? No se lo esperaría ¿verdad?
Vicky: ¡Perfecto! Seguro que su plan es aparecer y provocarte de todas formas, contigo en el trabajo y con un público fascinado...sí, eso sería muy PROPIO de ella o quizás intente algo peor... -extiende el brazo para tocar el de Tal con cuidado, lentamente-
Tal: -Se sienta en la cama junto a ella-
Vicky: No me importa que hayas perdido el amuleto, lo que me preocupa es que ahora no estás a salvo, ni por un instante.
Tal: Bueno, todo saldrá bien (ambas sabemos que es mentira, estaría totalmente j*dida sin Vicky y Carl)
Vicky: Eso espero, sé que no nos conocemos desde hace mucho...pero me gustaría conocerte mucho mejor, lo cierto es que no deberías quedarte sola ahora ¿te importa si...me quedo?
La forma en la que desliza los dedos lentamente por el brazo de Tal le demuestra exactamente lo que realmente quiere decir con quedarse.
Tal: Yo...eh...pues... (me estoy poniendo roja como un tomate) Vicky...
Vicky resuelve su confusión interior inclinándose sobre Tal y besándola intensamente, Tal se resiste durante un segundo antes de rendirse a sus labios increíblemente suaves.
Tal: Yo...guau...
Vicky: ¿Has estado con una chica antes?
Tal. He probado algunas cosas, pero...
Vicky: Prueba esto -desliza un dedo bajo la mandíbula de Tal y se inclina la cabeza para darle un beso más deliberado y profundo-
Vicky la atrae hacia ella y empieza a besarle el cuello, su piel es fría e increíblemente suave, desde sus labios rosados hasta sus pequeños y firmes pechos.
Tal: Quítate la camisa.
Vicky: -Levanta las cejas y cumple sus órdenes sonriente, se quita la camisa y el sujetador-...
La chica rubia se arquea cuando Tal le coge uno de sus pechos y juguetea con el pezón erecto con su lengua.
Vicky: Mmm...me encanta...yo también puedo hacerte disfrutar
Gracias a algún tipo de magia sexual, los dedos de Vicky atraviesan la ropa de Tal y le acarician por encima de sus braguitas ya húmedas.
Vicky: ¿Quieres que siga?
Tal: Sí, por favor...sí...
Vicky se tumba en la cama y le hace gestos a Tal para que se una a ella, se quita la ropa y se tumba a su lado.
Tal: (Es guapísima ¿Qué pensará ella de mí?)
Vicky: Eres guapísima, Tal -desliza la mano entre las piernas de la otra chica, de forma exasperante, se centra primero únicamente en la parte interior de sus muslos-
Tal: Vamos, Vicky, no juegues conmigo.
Vicky: Paciencia, cariño, con un poco de paciencia todo es MUCHO mejor... -dice cuando presiona ligeramente el <<botón<< haciendo que Tal gime por la oleada de placer que le produce esa sensación-
Tal: Maldita sea, odio cuando tienes razón.
Vicky: Yo siempre tengo razón, cariño, así que acostúmbrate, también tengo razón sobre esto... -sus dedos se introducen en el interior de Tal y se mueven lentamente, íntimamente, incluso mientras su pulgar rodea suavemente su perlita, con la otra mano, Vicky juega con su pezón y...de repente, es demasiado para Tal, se precipita-
Tal: ¡Dios! -le agarra del hombro, intentando contener las poderosas oleadas de placer que le recorren de la cabeza a los pies-
Vicky: Espera ¿ya?
Tal: -Se queda mirándola sin palabras, intentado encontrar dos neuronas que conecten entre sí- ¿Qué?
Vicky: Es que has terminado tan rápido, sí que debe haber pasado tiempo -le guiña un ojo, le besa la mejilla y recorre sugerentemente con la mano todo su cuerpo, lo cual le hace de gemir a la chica de nuevo- voy a hacer que te corras MUCHO más a menudo, al menos tres veces al día, prescripción médica.
Cuando llega la hora, Tal se va andando al trabajo, intentando no mirar por encima de su hombro todo el camino, su jefa estaba allí, con los ojos enrojecidos y mirada cabreada, la mira y mueve la cabeza bruscamente antes de dar un portazo al salir.
Tal: (Caramba, supongo que el negocio no va bien, pero eh, y a mí qué ¡por fin me ha tocado una carta para salir de la cárcel!) -no ve a Vicky por ninguna parte y se pregunta si habrá mantenido su parte del trato- (¿habrá hechizado la tienda como prometió?)
Muy pronto descubre que Vicky tenía razón en una cosa: Hana no puede resistir la oportunidad de pavonearse, la campanilla de la tienda suena y Hana entra en el pasillo, lleva una ropa ridículamente atractiva acompañada de una sonrisa engreída, para el alivio de Tal, Hana va directa al grano, con su franqueza habitual.
Hana: Bueno ¿has notado que te falte algo?
Tal: Z*rra, tú te has llevado mi amuleto ¿verdad?
Hana: Sólo para evitar que hicieras algo estúpido, te lo devolveré.
Tal: Mmmm, claro -dice desconfiada-
Hana: Evan me dejó bastante claro que has decidido aceptar la invitación, pero necesitarás ayuda con el ritual ¿no?
Tal: Eh...
Hana: ¿Seguro que quieres seguir confiando en Vicky y Carl? Te han estado mintiendo desde el principio y han hecho mucho más que eso, no te imaginas las cosas que podría decirte esos dos...
Tal: ¿Cómo qué, exactamente?
Hana abre la boca para contestar y de repente aparece Vicky y la agarra del cuello, esta vez Tal esta segura al 100% de que Vicky se ha movido demasiado rápido como para verla.
Vicky: ¡Ya te tengo, z*rra!
Hana jadea y levanta el brazo para golpear a Vicky, Vicky agarra a Hana por la muñeca para detenerla, pero a su vez, Hana mete la otra mano en el bolsillo y saca un trozo de papel.
Tal: ¡No! ¡Vicky cuidado! ¡tiene otro papel mágico... o lo que sea eso!
Vicky sonríe enseñando sus dientes blancos, de repente suelta a Hana y da pasos atrás, extendiendo las manos.
Vicky: Venga, adelante, ven.
Hana frunce el ceño y de repente señala a Vicky con dos dedos, gritando una larga retahíla de palabras sin sentido, Tal no se sorprende al ver que no ocurre nada, Hana parece simplemente anonadada, se mira la mano como si fuera una pistola que hubiera fallado al disparar.
Vicky: ¿Crees que eres la única que puede jugar al ajedrez político? Voy dos pasos delante de ti todo el tiempo, tu magia aquí no funcionará y no puedes correr... -dice mientras sonríe como un lobo ante su presa- sabes que soy más rápida que tú.
Hana se detiene claramente alterada, repentinamente agarra una botella de un estante cercano y se lo tira a Vicky a la cabeza, Vicky ni siquiera se molesta en esquivarla: simplemente rebota en su cabeza.
Tal: (¡Guau! ¿no le ha dolido?)
Hana se vuelve para salir corriendo, pero de nuevo Vicky se mueve a la velocidad de la luz y agarra a Hana del cuello, en un impresionante alarde de fuerza, levanta a Hana del suelo, Hana se empieza ahogar y araña las manos de Vicky dejándole marcas rojas, la cara de Hana se está volviendo morada.
Tal: ¡Vicky...! ¡Vicky! Por favor, suéltala.
Vicky: ¿Qué? ¿Por qué?
Tal: ¡Dice que devolverá el amuleto! No tenemos que hacerle daño, por favor.
Vicky mira a Tal y después a Hana, lentamente baja a Hana al suelo y deja de apretar la garganta de la chica...pero no la suelta, Hana jadea y resopla a medida que su cara vuelva a su color natural, apenas puede sostenerse en pie.
Vicky: ¿Qué has hecho con el amuleto? Ni se te ocurre mentir o te MATARÉ aquí y ahora.
Hana: He...he alterado su hechizo ¡temporalmente! ¡sólo temporalmente! ¡te lo devolveré intacto para que tu familia todavía pueda utilizarlo! ¡sólo quería asegurarme de que ELLA no lo usara!
Tal: Pero... ¿Por qué?
Hana: -Ignora a Tal y sigue dirigiéndose a Vicky que continúa sujetándola firmemente por la garganta- ¡sabes que es una idea terrible! TIENES que saberlo ¡nada salió bien la última vez!
Tal: ¿La última vez?
Vicky: Se merece una oportunidad.
Hana: ¡No! ¡hay demasiado riesgo! ¿y si acaba asistiendo al Baile de Vampiros? ¿Y si GANA?
Vicky: -Se pone más furiosa- eres una COBARDE ¿de qué tienes miedo realmente? Voy a acabar con tu patética vida ahora....
Hay otro borrón de movimiento demasiado rápido como para que el ojo humano lo capte, lo siguiente que ve Tal es a Vicky tumbada boca arriba y a Evan acunando a Hana en sus brazos.
Evan: ¿Qué demonios le habéis hecho?
Vicky: -Se pone de pie- ¡ella robó el amuleto! ¡el amuleto de Mi familia! ¡sabes que va en contra de las normas!
Evan: Seguro que tenía un buen motivo y eso es suficiente para mí...y para la decima casta.
Vicky: ¿En serio? ¿vas a echarme en cara a mí el rango? ¿por ELLA?
Evan: ¿Por la mujer que amo? Sí, cualquier cosa -se gira para ver a Tal y se relaja- Adiós Tal, nos veremos en Karnstein, pero antes de que lo hagas, te sugiero que reconsideres a tus actuales socios.
Con Hana en sus brazos como si fuera una niña pequeña, Evan recorre el pasillo y sale de la tienda.
Tal: Bueno,mmm ¿es cosa mía o esto podría haber salido mejor?
Vicky: -Gime y se frota el entrecejo- lo siento Tal, espero no haber empeorado las cosas.
Tal: -Sale del mostrador y le da a Vicky un beso suave y tierno- lo hiciste lo mejor que pudiste
Vicky: Gracias, cariño ¡los atraparemos la próxima vez!
CONTINUARA....
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