Jacob: No lo entiendo.
Tal había llamado a Jacob a la mañana siguiente, antes de su turno y le había pedido que se pasara por su casa.
Jacob: ¿Cómo conseguiste siquiera entrar en la lista? ¿fue gracias a Vicky...?
Tal: No lo sé, no parecía que supiera nada de esto anoche, pero es posible que este mintiendo....
Jacob: ¿Anoche? ¿la viste anoche?
Tal: (¡M**rda! ¡se me olvidó contarle a Jake que iría a la fiesta!) Eh.... Si, me dijo que me pasara, había invitado a un montón de gente a la que habían admitido em Karnstein, pero no dijo que yo fuera una de ellas....
Jacob: Seguro que lo sabía, es obvio -dice enojándose-
Tal: Supongo....
Jacob: ¿Fuiste allí sola? ¿era seguro?
Tal: Por supuesto, no pasó nada, pero eres un encanto por preocuparte.
Jacob: Por supuesto que me preocupo, ¡soy tu novio! Quiero decir....
Tal: ¿Qué?
Jacob: Nada, no es importante.
Tal: Mira, sólo quería aprovechar para hablar con Vicky ¿sabes? Cosas de chicas.
Jacob: Mmm, claro.
Tal: ¿Y esa cara? No me estarás acusando de nada ¿no?
Jacob: No, esto es sólo el principio.
Tal: ¿Qué quieres decir?
Jacob: Te vas a la universidad, como querías y yo me quedaré aquí y tú estarás allí, con todos esos chicos elegantes de casta alta.
Tal: Cariño cálmate, todo irá bien, tú y yo somos capaces de llevar una relación a distancia, seguro.
Jacob: ¿De verdad lo crees?
Tal: ¡Por supuesto! Llevamos mucho tiempo juntos, seguro que la universidad no cambia las cosas.
Jacob: Vale.... si estás segura.
Tal: Bueno, me siento como una m**rda ¿me visto acorde a como me siento o intento sentirme mejor? -dice mientras se cambia-
Tal: Eh, mi vida es un caos ahora mismo, ¡pero al menos tengo un buen aspecto!
Ya casi ha terminado su turno en el trabajo y está haciendo caja, curiosamente, apenas ha visto a su jefa en todo el día.
Tal: Vaya ¿me faltan veinte dólares? ¿Cómo puede ser? No puede estar bien.
Suena la campanilla, Tal alza la mirada con la mejor sonrisa que consigue poner.
Tal: Un momento por favor, tendré la caja registradora lista en cuestión de minutos.
????: ....... -se queda de pie en silencio, mirándola fijamente.
Tal: Justo como Carl, en serio ¿es que tengo algo que atrae a los tarados? - habla un poco más alto y enfatiza, a pesar de estar contando el dinero- ¿le puedo ayudar, señor?
?????: Sí, por supuesto que sí -se acerca al mostrador y se inclina sobre él- en primer lugar, eres demasiado bonita para ser una simple cajera.
Tal: Eh...... ¿gracias? -dice un poco nerviosa-
????: Ahora, dime ¿Cómo conseguiste entrar en la lista? -pregunta serio de repente-
Tal: ¿Qué?
????: ¿Cómo conseguiste entrar en la lista? -repite pacientemente-
Tal: Lo siento, no sé de qué lista me estás hablando -adopta una sonrisa falsa y desea que eso ponga fin a la conversación- ¡pero echa un vistazo si quieres a la tienda!
Cuando Tal vuelve a mirar a la caja registradora, el chico misterioso le agarra la barbilla con sus dedos helados y le levanta la cabeza con suavidad.
????: Dime la verdad, quiero la verdad -dice con una voz suave y contundente-
Tal: ¡Suéltame! – con gran esfuerzo consigue liberarse y se aleja con un traspiés, fuera de su alcance- en serio ¿tienes algún problema? ¿Quién c*jones eres y por qué crees que puedes tocarme?
Evan: Creo que la pregunta importante es "¿Quién c*jones eres tú?"
Tal: ¡Soy la jefa de la tienda y quiero que te vayas!
Evan: Bueno, es que no quiero irme ¿Cómo me vas a convencer? -dice calmado y tranquilo que hasta da algo de miedo-
Tal: Muy fácil, si intentas volver a tocarme, te....... -busca a tientas algo que vio antes en el mostrador, coge las tijeras de gran tamaño y las blande ante él como si fuera una espada- ¡te cortaré!
Evan: ¿El qué, el pelo? -dice divertido-
Tal: Déjame en paz y vete de aquí, lo digo en serio.
Evan: Sólo quería tener una conversación contigo, no hace falta exagerar.
Tal: No estoy exagerando, te estoy apuntando con unas tijeras, lo cual quiere decir claramente que si me vuelves a tocar me defenderé porque es mi derecho.
El desconocido mira las tijeras haciendo cálculos, no se va, pero tampoco intenta acercarse al mostrador.
Evan: Esta reacción es un poco más exagerada de lo que esperaba, sólo te he hecho una pregunta sencilla ¿Cómo conseguiste entrar en la lista?
Tal: Y mi respuesta también es sencilla "fuera".
Evan: Entonces sí que te tienes algo que ocultar, interesante.......
Tal: (¿Por qué no entra nadie para ayudarme?) -pienso- lo...lo digo en serio ¡voy a llamar a la policía! ¡sal de la tienda!
Vicky: Ya la has oído Evan ¡quítale las manos de encima!
Vicky ha aparecido de repente, en un abrir y cerrar de ojos, sin que la puerta se abriera ni sonara la campana.
Evan: Ya veo -señala el colgante que Tal lleva y que cuelga justo por encima de su pecho- tú eres la que se lo ha dado, así que también la has puesto en la lista.
Tal: -Con rapidez esconde el colgante dentro de su camiseta, fuera de su vista, al mismo tiempo recibe ayuda...de otra persona, se vuelve y ve a Carl que ha aparecido misteriosamente detrás del mostrador, sin ningún tipo de ruido-
Carl: Ya te puedes ir Evan, ya somos demasiados.
Evan: -Hace caso omiso a Carl, levanta la cabeza y sigue mirando a Tal-
Tal: ¿Por qué no me haces una foto? ¡dura más!
Evan: -Se encoge de hombros- mmm al menos no tiene mal aspecto, para ser de la casta que es.
Vicky: ¿Mal aspecto? ¡está fantástica y lo sabes! ¡fuera! -esta tan furiosa que la palabra le sale casi como un gruñido-
Evan mira a Vicky, se encoge de hombros y se va.
Tal: -Se aparta de Vicky y Carl y se da la vuelta para mirarlos- a ver, vosotros dos ¿Quién demonios era ese? ¿y qué demonios ha pasado? ¿y qué tiene que ver esto con todo? -enseña el collar con el rubí, de nuevo sus reflejos carmesíes bailan por la paredes blancas y sucias de la tienda- del mercadillo ¿no Vicky? ¿alguna otra mentira que quieras colarme?
Vicky: Mira...yo...eh, te lo podemos explicar, dentro de un rato.
Carl: Pero no ahora, ahora debemos seguir a Evan y asegurarnos de que ha venido solo, tú deberías quedarte aquí, además hoy tienes un aspecto magnífico, seguro que no quieres perseguirlo, llenarte de sudor y quizá arrastrarte por el bario con lo que llevas puesto....
Tal: Si salís por esa puerta, no estaré aquí cuando volváis, quiero respuestas ¡j*der!
Vicky y Carl se murmuran el uno al otro en otro idioma, parece francés pero la chica no entiende nada.
Tal: ¿Y bien? ¿vais a hablar conmigo o no?
Vicky: Vale, empezaré, te lo contaré todo, no más mentiras.
Tal: Ajá.
Vicky: No llegue aquí por casualidad, leí la lista de nuevos estudiantes y vi tu nombre y tu casta, tenía curiosidad y también estaba...... preocupada.
Tal: ¿Preocupada por qué?
Carl: Porque a la mayoría de nuestra casta no le haría gracia verte en la universidad.
Tal: Vale, eso no me sorprende, me lo esperaría.
Vicky: Si, pero lo de "no hacerle gracia" implica...bueno no importa, el caso es que quería conocerte.
Tal: Ah ¿sí? ¿y qué opinas?
Vicky: Bueno, yo no tengo ningún problema con que vayas a Karnstein, eres suficientemente inteligente para sacar el curso adelante, pero....... -es interrumpida por Carl-
Carl: Mientras no aceptes la invitación, estarás en peligro.
Tal: ¿Eh? ¿y eso? ¿Por qué debería estar en peligro?
Vicky: Mientras soló hayas sido invitada, no eres nadie especial y no estás protegida, una vez aceptada la invitación, eres una estudiante de Karnstein, habría repercusiones si alguien intenta hacerte algo.
Carl: O a tus seres queridos.
Tal: Eh......
Vicky: Así que es muy importante que aceptes la invitación enseguida, necesitarás ese amuleto y tendrás que seguir las instrucciones de la carta.
Carl: Y debes llevar ese amuleto todo el tiempo.
Vicky: Si, eso también es muy importante, no te lo quites nunca, duerme con él, incluso si te lo tienes que quitar, llévalo encima.
Tal: ¿Por qué?
Vicky: Bueno...-es interrumpida por Carl-
Carl: Te protegerá de hechizos malvados.
Tal mira a Carl fijamente, parece que lo dice muy en serio, Vicky se tapa la cara con la mano y suspira.
Tal: Hechiiiiiiiiizooooos, claaaaaaaro -dice sin creer lo que dijo Carl-
Vicky: Venga Carl, intentemos dar con Evan y descubrir lo qué está tramando.
Van a salir, pero en el último momento Vicky da marcha atrás y le coge la mano a Tal.
Vicky: En serio cariño, por muy tonto que parezca, no quites ese amuleto -y sin añadir mas se va junto con Carl-
Tal camina a casa lentamente, todavía muy preocupada por la historia que Vicky y Carl le han contado, al llegar al salón, te desplomas en el sofá y miras la techo.
Tal: (Ya me han mentido antes, ahora es obvio ¿Por qué debería confiar de nuevo en ellos? ¿Cómo voy a confiar en nadie? Mama tenía razón, debería haberme deshecho del amuleto y fingir no haberlo visto nunca.) -se cubre la cara con un cojín mientras las lágrimas caen por sus mejillas, oye a su padre entrar-
Papa: Oye cariño, escucha... ¿has respondido ya a esa invitación?
Tal: ¿Mmmm? Oh, no, aún no.
Papa: Oh cariño, no llores...tú escríbeles, diles que no tienes nada que ver y todo esto habrá acabado.
Tal: No lloro por eso, es que.... -se para- espera ¿crees que debería rechazarla?
Papa: Bueno, es una universidad de la décima casta ¿no? No pueden tener un motivo legitimo para invitarte ¡Seguro que te quieren comer! Igual ni siquiera deberías responder, quema la carta y finge que nunca las has visto.
Tal: Eh...perdona ¿acabas de decir "comer"?
Papa: ¡Por supuesto! Son todos vampiros ¿lo sabías?
Tal: ¿Qué?
Papa: Lo sé, lo sé yo también he escuchado rumores sobre la décima casta que tampoco me creía, pero hoy he ido a la iglesia, hablé con el pastor y le pregunté ¡y me dijo que es cierto! Todos los de la décima casta son vampiros, son culpables de la Reforma, sólo quieren acabar con la humanidad para podernos chuparnos la sangre todo el tiempo que quieran.
Tal: Vaya, parece divertido, igual yo también me hago vampiro -dice algo bromista-
Papa: ¿Eh? ¿Cómo puedes decir eso?
Tal: Papa ¡era una broma! No hay vampiros en la décima casta.
Papa: Pero el pastor dijo...-es interrumpido por Tal-
Tal: PAPA, es de locos ¡los vampiros no existen y punto! Igual todo viene de esta cosa que llaman el Baile de Vampiros en Karnstein y ......-es interrumpida por su padre-
Papa: ¡Eso! ¿ves? ¡lo admiten!
Tal: No papa ¡el nombre es un chiste! ¡los vampiros no existen! No es posible que sean reales.
Papa: Bueno, tú piensas lo que quieras, pero si quieres escuchar el consejo de tu padre, deberías quemar esa carta inmediatamente y no volver a hablar de esa universidad maldita ¿de acuerdo? -le sonríe, está convencido de que su hija va a aceptar-
Tal: Papa.... no te puedo prometer eso.
Papa: Vaya, ya veo, bueno me voy a trabajar, intenta no juntarte con vampiros mientras estoy afuera.
Tal se ríe mientras su padre sale de la habitación, pero un minuto después se da cuenta de que no estaba en broma, reflexiona y no llega a ninguna conclusión.
Tal: (Todavía no sé qué hacer) -se dirige a su dormitorio para leer la carta, que dejo en su mesilla, está segura de ello- eh... ¿dónde está?
Tal vuelve a bajar las escaleras muy furiosa, su padre está en el salón sentado en el sofá, mirando la nada.
Tal: ¡Papa! ¿Cómo has podido? Necesito esa carta ¿vale? Aún no me decidido ¡pero no puedes quitármela!
Papa: -no contesta, sigue mirando al frente con la mirada perdida, no hace gesto alguno-
Tal: ¿Papa?
Evan: No deberías culparle a él.
La chica se sobresalta al escuchar la voz de Evan, se da la vuelta y lo ve justo detrás de ella ¡está segura de que antes no estaba ahí!
Evan: Yo me he llevado tu invitación y ahora, necesito que vengas conmigo a dar una vueltecita.
Tal: (Oh no, no, no, ya sé qué es esto ¡he visto muchas películas de gánsters! ¡me va a llevar a algún sitio escondido para matarme!)
Evan: No te asustes, no te voy a hacer daño.
Tal no quiere escuchar más y corre hacia la puerta principal, pero de algún modo a pesar de que estaba detrás de ella, Evan aparece justo delante y le bloquea el paso, le agarra del brazo, la chica trata de zafarse y casi se disloca el hombro, Evan es fuerte.
Evan: Venga, no querrás que la pase nada a tu padre ¿no?
Tal: Por...por supuesto que no ¿Qué es lo que quieres de mí?
Evan: Ya te lo he dicho, vamos a dar un paseo y ya te he dicho que no voy a hacerte daño j*der -pone los ojos en blanco y suspira- tú métete en el coche, te lo explicaré por el camino.
Tal intenta apartarse, pero no puede, Evan la arrastra hasta la puerta, la chica mira por encima de su hombro, con la boca abierta y se da cuenta con horror que no tiene elección...Evan tenía un buen coche, a Tal le gustan los coches, pero ahora mismo, la verdad es que no le importa, como imaginaba, Evan pone rumbo a la autovía fuera de la ciudad, atraviesa su barrio con la esperanza de ver a alguien que pueda ayudarla, pero es la hora de cenar y no hay nadie afuera, incluso ve que pasa por delante de las ventanas a las familias reunidas felizmente en la mesa.....poco después pasáis las afueras de Beaversprings y entran en la autovía, lo altos pinos ocultan la puesta de sol, tal empieza a tener frío y a estar más asustada.
Tal: ¿Y bien?
Evan: ¿Qué?
Tal: ¿Vas a decirme qué es lo que quieres?
Evan: -No contesta-
Tal: Eh... ¿Podrías parar un segundo, por favor? Tengo que ir al baño.
Evan ni siquiera la mira, está centrado por completo en la sinuosa carretera.
Tal: Por favor, de verdad que no aguanto ¿vale? Te juro que no escaparé ¡sólo para un segundo y de ja que vaya detrás de un árbol!
Evan hace algo por fin, pero no la responde, abruptamente sale de la autovía a una pequeña carretera de gravilla que se dirige directa a la montaña, mientras Tal siente el traqueteo y los saltos del coche temiendo lo peor.
Tal: -Tan rápido como puede, agarra el volante y lo gira hacia la derecha-
Evan: ¡Eh!
Chocan con algo, los airbags saltan y los golpean en la cara, durante un momento bastante largo, tal sólo tose e intenta abrirse camino entre el airbag que tiene en la cara, busca a tientas el cinturón de seguridad y consigue desabrocharlo, abre la puerta del coche y sale afuera, ya tiene un pie en el suelo cuando siente que Evan le agarra el brazo.
Tal: ¡Argh! ¡me haces daño!
Evan aprieta muy fuerte, marcándole la piel y amenazando con partirle los huesos del brazo, Tal intenta zafarse preparada para luchar y se desconcierta al ver la expresión del chico, estaba muy furioso su rostro está tan retorcido de ira que ya no parece humano... entonces de repente la expresión demoníaca de su rostro se desvanece y su cara retoma su calma habitual, al mismo tiempo, deja apretar el brazo de la chica, aunque no lo suficiente como para escaparse.
Evan: -Observa los daños del coche, suspira y se encoge de hombros- bueno, tengo seis más en casa y ya casi habíamos llegado.
Es complicado ver con la oscuridad del anochecer, pero Tal cree ver las ruinas de una pequeña iglesia blanca a lo lejos, a su izquierda hay un cementerio sorprendentemente grande, lleno de tumbas, estatuas y criptas.
Tal: (Bueno, parece que va a matarme y enterrarme, muy considerado)
Evan la lleva entre las tumbas hasta una cripta, Tal se vuelve a estremecer de terror cuando abre la puerta.
Tal: (¡No quiero entrar ahí! ¡no puedes obligarme!)
Una voz emerge de la cripta.
????: Evan ¿eres tú?
Mientras Tal intenta descubrir quién podría ser la terrorífica voz de la cripta, Evan la empuja y cae adentro, por lo menos hay velas que iluminan la cripta y no hay rastro de esqueletos (visibles, al menos) en cambio, hay una joven de su edad que la mira con el ceño fruncido.
Tal: (O esta tía me odia o es la peor cara de z*rra que he visto nunca)
Evan: Hola cariño, perdona que haya tardado tanto.
Evan da un paso adelante y la joven le da un beso (algo frío, en la opinión de Tal)
????: Entonces......tú eres Tal.
Tal: Eh....
????: Calla -mira a Evan- bueno ¿a qué casta hemos ido a parar esta vez, eh?
Evan: -Se encoge de hombros-
????: Déjame que lo adivine -se acerca a Tal y escudriña su cara- ¿Qué eres? ¿de la séptima? ¿sexta? No... ¿quinta? Increíble ¿de la quinta? Arg, tenemos un nuevo récord, bueno primero vamos a destacar la pregunta más obvia, haz que sangre.
Tal presta atención a la mujer con cara de z*rra que tiene delante, cuando Evan la coge y le da la vuelta se sobresalta...pero no tanto como cuando saca un cuchillo.
Tal: No, no ¡por favor, no! - ve que le hacen un corte fino en la palma de la mano- ¡au!
La sangre empieza a brotar lentamente, todavía con la mano de la chica firmemente sujeta, Evan saca un pañuelo de su bolsillo y lo empapa con su sangre, después le pasa el pañuelo a la z*rra, en cuestión de segundos, saca un papel de su bolsillo, lo abre y lo coloca encima de un ataúd cercano.
Tal: -Llega a ver símbolos extraños escritos en el papel-
????: -Murmura unas palabras y con un gesto extraño, deja caer el pañuelo directamente en el centro del papel-
Tal: (¿Qué c*jones está pasando?)
Después de unos segundos parece que...no pasa nada.
Evan: Bueno... ¿no funciona?
?????: ¡Está bien! Es que no lo he calentado lo suficiente, a ver sujeta este pañuelo durante un segundo
Evan: -Vuelve a doblar el papel, lo frota, murmura y poco más para la sorpresa de Tal escupe en él-
????: Vale, devuélvemelo. -de nuevo, deja caer el pañuelo sobre el papel...y una onda expansiva invisible explota desde el papel, golpeando a Evan y a su novia haciéndoles retroceder y caer unos metros atrás-
????: ¡Ay! ¿Qué demonios?
Evan: Argh ¿Qué acaba de pasar?
Tal: (¿Qué ha pasado? ¿y por qué yo sigo aquí parada?) -nota el pecho extrañamente caliente, pone la mano sobre él, en el amuleto que guarda bajo la camisa-
????: -Intenta ponerse en pie, mirando a Tal todo el rato- ¡bien, basta de juegos! ¿Quién eres en realidad?
CONTINUARA....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top