DODICI
Estiro mi vestido por no se cuanta vez mientras me miro en el espejo. Llevomasdetreinta minutos intentando encontrarel vestido perfecto, pero por más que intento no encuentro ninguno que me haga eentir que es el correcto.
Tras buscar por todo el armario acabo mirando en el único cajón que jamás se me hubiese ocurrido buscar. En él se encuentra un vestido de color rojo vino, es largo y tiene una pequeña apertura por la parte izquierda de él mismo. Fue el primer vestido que me pude comprar con el dinero que me daban den mis competiciones, pero, jamás me lo puse ya que mi madre decía que provocaba a todo el mundo.
Fui una estúpida por hacerla caso.
A pesar de que es de hace varios años me queda perfecto, casi diría que hasta un poco grande para mi gusto, pero, por primera vez en esos treinta minutos me veo bien, siento que este es el vestido que debo llevar. No me llevo una chaqueta ya que opino que iremos en coche y en el recinto no necesitaré de abrigo.
Mala decisión, Irene, mala decisión.
Lo convino con unos tacones negros y un bolso negro también con una cadena dorada, cojo mi colgante de la suerte y unos anillos de plata. Bajo al salón donde Ferran está jugando con Sergio tranquilamente.
— ¿Qué os parece?
— Vas muy 'uapa, Irene. - mi hermano se acerca a abrazarme.
Ferran se levanta sin dejar de mirarme, toma mi y me hace girar como en las películas hacen girar a las princesas.
— Me arrepiento tanto de no poder haberte visto crecer a mi lado.
— Jugar en Valencia era tu sueño, que yo me mudase a Barcelona no debería haberte impedido poder jugar en el primer equipo, y, me alegro, porque pudiste aspirar a jugar en las ligas inglesas, además, lo que importa es que ahora estamos aquí.
Ferran me da uno de sus abrazos curativos y me desea lo mejor para esta noche, me dice que me lo pase genial y lo más importante, que apoye a Pedri en todo momento, tanto si gana como si pierde.
Yo me despido de ambos ya que escucho un pitido que viene desde fuera, seguramente Sira acabe yendo a ayudar a Ferran con mi hermano, le encantan los niños, pero, sus habilidades cuidando de ellos son bastantes malas.
El coche de Pedri está aparcado al lado de la puerta de entrada, Pedri está apoyado en el coche mirando el móvil, vestido con un traje negro acompañado de unos mocasines negros también. Puedo oler su perfume desde aquí, intenso y elegante.
Por primera vez sus ojos se clavan en mi, camino hacia el, en ningún momento pronuncia una palabra, solo se que me está analizando con la mirada.
— Nunca he ido a una gala de estas así que no sabía que ponerme.
— Estás preciosa. - Pedri me abre la puerta sin dejar de mirarme.
Juego con mis dedos mientras vamos de camino hacia donde se celebrará la gala, este año se celebrará en Barcelona por lo que nos es más fácil desplazarnos.
Al llegar todo está lleno de gente, y cuando digo lleno es lleno, miles de periodistas, fotógrafos y algunos fanáticos rodean la concentración. Logro reconocer a algunas personas,como por ejemplo, Luka Modric, Karin Benzema, entre otros.
No voy a negar que he estudiado un poco antes de venir. Pedri me extiende su mano y yo la tomo encantada.
Pasamos por varios futbolistas que felicitan a Pedri por su nominación a lo que yo sonrío sin saber que más hacer.
La hora de la pasarela llega, mi respiración se agita y trueno mis dedos, siempre hago eso cuando me pongo muy nerviosa. Pedri se da cuenta.
— Estoy aquí, voy a estar a tu lado en todo momento. - Pedri me dedica una cálida sonrisa.
Yo asiento y camino junto a él, nos paramos en frente de miles de cámaras, él pasa un brazo por mi espalda dejando leves caricias, en cuanto nos hacen un par de fotos nos dirigimos hacia nuestros asientos.
El ambiente es tenso, lleno de nervios, y yo lo veo normal ya que se está jugando mucho esta noche, la ceremonia empieza conmemorando a jugadores que desgraciadamente ya no están con nosotros como es el caso de Maradona.
El momento que jamás olvidaré siempre será el momento en el que pronunciaron su nombre, como sus ojos se abrieron sorprendidos sin creérselo, el como yo me sentí la chica mas feliz del mundo por el, por lo que había conseguido.
Tampoco olvidare su sonrisa al coger el premio, porque esa sonrisa es muy difícil de olvidar.
— Buenas noches, quería agradecer este premio a todos mis compañeros y al club por ayudarme en mi día a día, a mi hermano y a mis padres porque siempre han estado ahí, y a Leo, porque me ha enseñado muchas cosas y me ha hecho no solo ser mejor jugador sino mejor persona. - Pedri clava su mirada en mi - Este premio también es para alguien que seguro que me está escuchando, por enseñarme a ser fuerte y por no rendirte a pesar de que el mundo se te caía a pedazos, por ser siempre la bailarina más bonita de todo el escenario.
Pedri levanta el premio y todos aplauden, de todos los discursos posibles jamás creí que haría este, algunas lágrimas caen de mis ojos, lagrimas de felicidad, por estar mejor que nunca.
El canario se vuelve a sentar a mi lado y yo le abrazo emocionada felicitándole miles de veces, el me sonríe de vuelta. Su familia, que están sentados a su otro lado le felicitan y le abrazan, además de llenarle de besos y caricias.
Y en cierto modo envidio eso.
La ceremonia termina y Pedri y yo estamos en la salida. A lo lejos veo como alguien se acerca hacia nosotros, en cuanto reconozco quien es llamo a Pedri para que mire quien es.
Leo Messi, el actual ganador del Ballon D'or se acerca a Pedri con una sonrisa. Algo en Pedri se ilumina y se acerca también hacia el argentino.
Ambos se funden en un cálido abrazo y empieza a hablar sobre cómo les está yendo, noto como Leo hace una mueca triste cuando Pedri menciona al club blaugrana, no puedo evitar sentir algo de tristeza también.
Nunca he sido muy de fútbol, pero si algo se es que Messi siempre debió quedarse en Barcelona, al igual que Cristiano debió quedarse en Madrid.
Pero la vida misma son etapas y no todo dura para siempre.
Nos montamos en el coche y cojo el móvil para llamar a Andrés y decirle que ya voy para casa, pero, Pedri me detiene.
— Usted señorita, no se va a casa hoy, tengo otros planes para ti.
— ¿Me vas a secuestrar y me vas a obligar a ver todos tus anuncios de plátanos? - finjo estar asustada.
— El plátano ese te lo vas a comer, ya lo verás. - Pedri me mira pícaro.
Mi mandíbula parece que se desencaja al escuchar eso. Miro al frente avergonzada mientras Pedri conduce.
Al llegar a casa Pedri se abalanza sobre mis labios, lo demás ya es historia.
Le tenia muchas expectativas a este capítulo, al final no ha quedado de lo mejor, pero bueno, os merecéis algo.
¡Nos vemos! 💋💋💋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top