Octavo baile

Si hablamos de TaeHyung, es un chico promedio, su sueño es ser fotografo. Usa su cámara de mano que le costó seis meses de su amado sueño. Una cámara sencilla y pequeña.
A diferencia de la cámara que había visto en una tienda que estaba ubicada en el centro. Costaba alrededor de mil dólares, teniendo tres empleos apenas y vendiendo sus órganos quizás podría comprarla.

Pero regresando a esa tarde donde caminaba por la plaza frente al centro comercial, nunca lo había visto, estaba extrañado, pasaba allí casi todos los días. Tenía que haberlo visto en algun momento.
Se acercó al cúmulo de personas que rodeaban a aquel muchacho que cubría todo su rostro pero dejaba al descubierto sus brazos, le sorprendía aquello pues era época de invierno, y toda la gente andaba enfundada en abrigos enormes y él tampoco era la excepción.

Antes de que se diera cuenta ya estaba aplaudiendo al ritmo de la música, admitía que el chico se desenvolvía muy bien bailando frente a las personas, llegó a creer que era un profesional.
La canción terminó y con ello los aplausos se escucharon. Si bien el clima les impedía salir a muchos, los grupos escolares no faltaban.
Algunos dejaban un par de billetes para el chico. TaeHyung quiso hacerlo pero estaba tan limitado de todo.

HoSeok seguía parado y dando las gracias a todos los que le ayudaban. Si bien no era un trabajo, al menos podría ayudarle a SeokJin en algo. Ademas que sus días en la academia comunitaria eran entretenidos, tenía la oprtunidad de conocer a buenos chicos y ya hasta lo habían involucrado en el grupo para hacer un canal en YouTube. Eran uno de sus planes. Sus noches de ensayo ahora, las hacía con audifonos para no incomodar a SeokJin con sus estudios y grabandose en su pequeña habitación. Había escuchado tantos géneros de música, incluyendo latinos y le parecían geniales, escuchaba ritmos muy movidos y que con sus compañeros voluntarios habían armado algunas coreografías.
Le gustaba eso de dar clases a niños que tenían la misma pasión por el baile que él. Algunos mas diestros que otros pero la misma emoción reflejada en sus ojos.

- ¿Puedo tomarte una foto?- una voz se escuchó. HoSeok se irguió y miró al chico que le había hecho tal pregunta.

Traía el cabello bastante largo, negro, y algo alborotado, en sus manos una cámara y una sonrisa amable en su rostro. Parecía tranquilo y bastante animado. HoSeok le miró por unos momentos, quiso reconocer si lo había visto en algún lugar o quizás solo era su imaginación.

Con un pequeño asentimiento y las indicaciones del desconocido, para él, el flash se escuchó. HoSeok quitó su cubrebocas y gorra, dejando ver su rostro, la mayoría de expectadores se habían retirado dejando una pequeña colaboración en ese gorro viejo.

- Muchas gracias...- le sonrió contemplado la fotografía en su cámara, por un momento la sonrisa del chico le recordó a SeokJin, quizás el rubio tenía un primo que no le había presentado.- Bailas increíble... ¿no tienes frío?- la voz del pelinegro lo trajo de su oleada corta de pensamientos.

- Ah... gracias, de hecho, me pondré mi abrigo- dijo sacando una gran sudadera de su mochila y un gorro.

Para TaeHyung fue lindo ver al chico sonreír, con esa forma tan natural y fresca de ser, despreocupada y alegre. Si él tuviera una pizca de esa alegría en su casa, todo sería diferente. Pero bajó de su ensueño cuando el chico le habló.

- ¿Disculpa?- preguntó y el castaño no pudo evitar reír al ver la expresión de confusión.

- Me haría bien tomar un café... mi amigo trabaja y quizás quieras acompañarme...- HoSeok habló, era loco y extraño proponer eso pero no perdía nada, no todos los días alguien llegaba y te pedía una fotografía- No todos los días me toman fotos... ¿quieres? Yo invito...

TaeHyung lo dudó por un instante, eran totales desconocidos el uno del otro, pero asintió, no todos los días un chico que baila bien te invita a tomar un café. HoSeok tomó sus cosas y le indicó que lo siguiera.

Llegaron a una pequeña cafetería, se sentaron en una de las mesas del fondo y pidieron un café junto a unos pastelillos. Si bien ninguno de los dos les sobraba el dinero, tampoco les importaba compartir el gasto.

- Me presento... soy HoSeok- le dijo de manera amable.

- TaeHyung...- respondió el pelinegro.

- Muy bien TaeHyung, ¿que te gusta hacer?- lanzó la primera pregunta que se le vino a la mente.

- La fotografía... quiero dedicarme a eso...- dijo con un suspiro y sus bebidas calientes llegaron. HoSeok asintió en compresión pero notó como el semblante de su acompañante decayó, le recordó por un momento a JiMin, cuando su hermano comenzó a ser privado de muchas cosas. A diferencia de la vida que el menor llevaba, llena de alegría y amor, que la madre de su amigo y el mismo le daban.

- Los sueños son para cumplirse... TaeHyung- le dijo HoSeok- Le he dicho eso a mi hermano desde que somos unos niños... y te lo digo a ti... no renuncies a un sueño...

TaeHyung le miró, sorprendido y sintiendo una sensación de confort, había anhelado que su madre o hermanos le dijeran eso, que su padre no lo mirara con decepción, que lo motivaran, pero nunca había escuchado esas palabras de su familia.

- Yo de verdad que ha sido dificil... la carrera es cara, y apenas pude comprar mi cámara...- susurró apenado.

- Bueno, estas hablando con alguien que vive con su amigo huyendo de las normas que mis padres me impusieron...- HoSeok rió por la cara de impacto que puso TaeHyung.- No todo es fácil, TaeHyung, vas a encontrar obstaculos cada vez mas grandes y no te asustes... pero debes aprender a hacerles frente...

- Creo que tienes razón... he vivido tan consumido con lo que vivo en mi casa y lo poco que tengo, que no he visto mas allá...

- Allí está...- HoSeok le sonrió de nuevo- Estas reconociendo que debes esforzarte mas... te lo repito TaeHyung, si sueñas, también ten la fuerza y determinación para cumplir esos sueños...

TaeHyung asintió, de saber que ese día iba a encontrar la motivación y valor, no habría dudado de decirle que sí desde el principio a HoSeok. El castaño se portaba como una persona muy centrada y determinada.
Luego de hablar de la presentación que había dejado a TaeHyung fascinado, se despedieron...

- Nos vemos... TaeHyung... y recuerdalo siempre, los sueños estan para cumplirse...

El pelinegro miró como el castaño se alejó y asintió. No importaba cuanto costara, iba a lograrlo...

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