Décimo séptimo baile
TaeHyung estaba cansado, su espalda dolía otra vez. Agradecía de alguna manera el hecho que HoSeok fuera considerado y muy amable permitiendole tener la cama para dormir. O al menos compartirla.
Al principio era un poco incómodo, pero se fueron acostumbrando a dormir juntos y a veces se descubría así mismo abrazando a HoSeok como si de un peluche se tratara. Pero le era realmente cálido abrazar a HoSeok, quizás era la naturaleza propia del castaño, proyectaba siempre una confianza que le llenaba de una manera reconfortante.
Era algo muy agradable tener a alguien con quien hablar por las tardes libres, sobretodo cuando se sentía preocupado. Con HoSeok podía hablar de cualquier cosa y el mayor nunca lo ofendería o agredería de alguna manera.
Recuerda a sus padres de alguna forma y con un sentimiento amargo en el pecho. La vez que habló sobre lo que quería hacer, lo recibieron insultos y golpes, sus padres por una semana no le dirigieron la palabra. Hasta qué no dejaban de decirle que se moriría de hambre si seguía teniendo sueños estupidos. Que esa carrera sería solo para perecer y que no dejaría nada bueno.
TaeHyung los ignoraba lo mas que podía, pero por las noches lloraba en silencio, sintiendo su garganta quemar con el llanto silencioso cada vez que los escuchaba en su mente, cada vez que esos insultos se los repetía así mismo. Odiando con su ser, ser como era.
Sus padres nunca pensaban en lo que pasaba o lo que sentía. Habían discusiones y nada de lo que hiciese era suficiente. Siempre se equivocaba en algo o tenía algun problema o cualquier cosa se le dificultada, su madre siempre se lo reprochaba.
TaeHyung se estiró por quinta vez en el día, su espalda volvió a tronar y suspiró.
- ¿Cansado tan pronto?- preguntó uno de sus compañeros, TaeHyung le dió una pequeña mueca en su rostro.- No has llegado ni al medio turno, y ya te ves con ganas de salir corriendo de aquí...
- Duele mi espalda... no he podido dormir- explicó con cansancio y volvió a acomodar las cosas en su puesto. Si su jefe pasaba por allí y le miraba sin hacer nada, sería todo un problema.
- Lo siento por eso...- le dijo el chico- Imaginate cuando llegues a ser padre...- TaeHyung le miró sorprendido- Dos varones... mi esposa trabaja y dejamos a los niños con su madre...
TaeHyung asintió mostrando un gesto comprensivo, mirando al mayor delante suyo, el hombre era encargado de una de las cajas, y cuando no estaba cobrando, estaba ordenando productos.
Se despidió de él para seguir con su trabajo, y TaeHyung recibió mas paquetes para envolver.
Al llegar a casa, sentía sus manos temblar por lo que hacía todo el día, agradecía a SeokJin por haberle empacado comida y ahorrarle ese gasto.
- Hola... ya llegué...- dijo entrando y encontrandose a HoSeok en la sala.
- Hola TaeHyung- le saludó con una sonrisa- Te ves cansado...- mencionó y TaeHyung sonrió levemente.
- Estoy cansado...- afirmó. Se dejó caer en el sofá de dos piezas que se encontraba en la pequeña sala. Dejó sus cosas en el piso a un costado del sofá. HoSeok observó cada movimiento de TaeHyung y sonrió, palmeó su regazo y el pelinegro no dudó en recostar su cabeza en ese lugar.
Suspiró cuando las caricias se hicieron presentes en sus cabellos. Sonrió.
- Eso se siente bien...- dijo en un pequeño murmullo. HoSeok sonrió.
- Claro...- dijo con cierta diversión y TaeHyung le miró a los ojos, el cansancio era visible aún en el rostro de HoSeok. Sin embargo le estaba brindando su regazo para descansar.
- ¿Todo bien en la universidad?- preguntó sin moverse, solo concentrado en las facciones del castaño al hablar y en la forma en que sus ojos brillaban al hablar de lo que le gusta hacer.
- Genial... estoy tratando de acomodar los horarios con la tienda, no puedo dejar de trabajar y ahora solo daré clases los fines de semana en la academia local...- explicó sonriendo. TaeHyung pensaba que era mucho trabajo pero sin embargo asintió.- Fue a ver el salón de prácticas y creo que tuve un amor a primera vista...
TaeHyung se tensó un poco ante sus palabras.
- ¿En serio?- preguntó, quiso moverse pero al mismo tiempo no. Optó por quedarse en ese lugar, HoSeok nunca lo había ilusionado y mucho menos prometido que estaría a su lado y lo amaría. No. Nada de eso. Por eso no debía dolerle.
- Sí- dijo con emoción.- La sala es increiblemente espaciosa, es una belleza.- TaeHyung lo miró un poco sorprendido sin embargo sonrió. Sintiendo alivio correr por su cuerpo.- Y me vi en el espejo que hay... es algo digno de admirar...
TaeHyung no podía evitar reír ante las palabras de HoSeok. HoSeok sonrió observando a TaeHyung reír y verlo tan feliz en ese momento.
Eso era lo que HoSeok quería, verlo feliz y emocionado, siendo libre de todos esos comentarios que querían desmotivar, de esas palabras que lo entristecían.
- De verdad...- murmuró HoSeok sin dejar de ver a TaeHyung, sin ser escuchado por el menor- Tu también eres un bello sueño...
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