1. Jake
Vuelvo a comprobar el móvil, viendo que no tengo ningún aviso nuevo, y me doy cuenta de que es la tercera vez que lo hago en menos de medio minuto. «Relájate, Jake». No, es imposible. Me paso las manos por el pelo, las meto en los bolsillos de mis tejanos, luego las saco y las entrelazo. Por fin, el metro llega a mi parada. Mientras me apresuro a bajar entre la horda de personas que hay a esta hora en el metro de Nueva York, me arreglo un poco y compruebo que no me haya despeinado. Como un autómata camino hasta las oficinas donde trabajo, en la empresa de un tío lejano.
Me resulta tan familiar que es parte de mi zona de confort. Venir cada día a la oficina a trabajar, con la ambición de hacer las cosas bien, de ser cada día mejor y que halaguen ese trabajo. Hace poco el jefe me dijo que podían ascenderme pronto. Pero hoy no es uno de esos tantos días. Paso por la oficina antes de ir al aeropuerto, para coger un vuelo hasta las Islas Cook, con escala en Hawaii. Por eso estoy tan nervioso. Nunca me ha gustado volar, y este sin duda será el vuelo más largo de mi vida.
Al pasar me van saludando mis compañeros.
—¡Buen día, Jake!
—Suerte con el viaje.
—Que te vaya bien, compañero.
Entro a mi diminuto despacho, donde lo tengo todo perfectamente ordenado; los papeles, nuevos proyectos, el ordenador y la silla frente al escritorio. Suspiro, intentando despejar mi mente de la idea de que en unas horas estaré volando sobre la inmensidad del Pacífico. Recojo una carpeta que me ha dejado mi jefe en la mesa, echo un último vistazo y pienso que estoy listo. Miro el móvil. Casi se me cae de la mano cuando veo la hora; mi vuelo sale en 40 minutos, debería estar de camino al aeropuerto.
Salgo corriendo hasta la calle y levanto la mano pidiendo un taxi desesperado, que por suerte aparece enseguida. «Lo que me faltaba, llegar tarde y perder el vuelo». Mi padre decía que ser un hombre metido en negocios importantes implicaba ir siempre agobiado. Será que me estoy convirtiendo en eso, un hombre ocupado. La presión de ser una joven promesa, de cumplir con todo y presentar buenos proyectos; aunque aparento ser seguro, solo estoy seguro en esa área de confort, y cualquier contratiempo me saca de quicio.
Maldigo el tráfico neoyorquino. Vivir en una gran ciudad como esta tiene innumerables ventajas, pero también sus inconvenientes. En hora punta todo está imposible. Aunque no me veo mudándome a otro sitio, este es mi lugar perfecto.
Por fin llego al aeropuerto, y tras muchas dificultades consigo pasar el control a tiempo y llegar al embarque de mi vuelo, con los minutos justos. Estoy en el avión, casi no me lo creo. Miro por la ventanilla el asfalto de la pista y los demás aviones. He cogido un asiento con ventanilla, pero luego pienso que podría no ser buena idea. Intento no imaginar cuando mire y lo único que vea sea agua y más agua. «Qué nervios. Relájate, venga». Pienso en que todo irá bien, y que esta es una gran oportunidad para mí. Iré a las Islas Cook, conoceré al famoso arquitecto que me espera, y una vez lo tenga hecho, volveré a mi oficina de Nueva York, a proponer nuevos proyectos con las sugerencias que haya sacado de la entrevista. Para eso me han mandado a mí.
—Por favor abróchense los cinturones, vamos a despegar.
La voz de la azafata me saca de mis cavilaciones, y rápidamente obedezco. El avión se prepara para despegar, y escucho unos ruidos como si estuvieran serrando las alas. De pronto, empieza a moverse sobre la pista. Solo he ido en avión dos veces en toda mi vida, y eso fue hace bastantes años. Cierro los ojos cuando empezamos a despegar y siento un tirón en el estómago. La sensación de vértigo cuando las ruedas se separan del suelo y volamos. Ya está, estamos en en el aire; suelto un suspiro e intento relajarme. El vuelo se hará largo.
¡Aquí la autora! AAHHH mucho hype, mucho hype.
La emoción que da volver a publicar un proyecto nuevo es agwhghajbhs. Pero ese agwhghajbhs es por y para los lectores, las ganas que tengo de que leáis, comentéis y todo. Espero que os guste.
¿Qué os ha parecido este primer y cortito capítulo? ¿Qué opináis de Jake?
En el próximo capítulo conoceremos a Nereida. Y luego... bueno, ya veremos luego. Como son tan lights los primeros capítulos, había pensado publicar más de una vez por semana, ¿qué os parece? ¿Cada cuánto debería actualizar y qué días?
No tengo mucho más que decir, solo esperar que os quedéis aquí y sigáis esta nueva aventura.
Una aventura que nació un día de marzo como idea espontánea (en mi defensa diré que acababa de verme La isla de Nim y me estaba leyendo una trilogía de romance...), y que, nada sorprendentemente, quedó abandonada... hasta que un día cualquiera de este verano, que estaba perdida sin saber qué historia ponerme a escribir de todas las que tenía, la saqué del baúl. Eso sí fue sorprendente, cuando me puse a escribir y las cosas fluyeron. ¡So, here we are!
¡Adhara escribiendo una historia de romance! Con sus toques. Eso sí. Sus toquecitos.
Gracias a todos por leerme y apoyarme. Os hablo desde el pasado, cuando estoy escribiendo esto no tengo ni idea de si alguien le va a hacer caso a este libro o no... pero sabed que amo a cada personita que viene y se queda, y comparte y apoya y habla y grita conmigo.
Mucho love y nos vemos prontito <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top