Capítulo 44
KYLE
Cuando entro a la casa seguido de los chicos, sé que debo ir a hablar con Amanda. Porque me conozco y estoy seguro de que es imposible que nos hayamos acostado, aun si hubiera estado ebrio.
Así que ignorando como parecen observarme con lástima por haberle rogado a Madie que se quede, subo a mi habitación y compruebo que no se ha movido de ahí.
Me asquea verla en mi cama, así como verla sólo usando mi polera. No entiendo cómo es que ocurrió todo esto.
-Amanda, debemos hablar.-Ella enseguida se incorpora y me mira atenta
-¿Qué sucede? ¿Fueron ideas mías o enserio estuvo aquí Madison?
-Era ella, pero no es de eso de lo que quiero hablar contigo. Quiero saber que sucedió anoche entre nosotros, pero la verdad.
-Ayer me invitaste a dormir aquí y te pusiste muy cariñoso después.-Comenta divertida.-Supongo que en parte se debe al alcohol que ingeriste luego de enterarte de que Madison se había ido sin despedirse de ti, pero me invitaste. No tuvimos sexo si eso es lo que te preocupa.
Escuchar la última parte me alivia, pero no el hecho de que enserio la haya invitado, porque sigo sin creermelo del todo.
-Recuerdo que hablamos y luego tomé un poco, pero en ningún momento recuerdo haberte invitado a dormir conmigo.-Digo mirándola con desconfianza.
-A lo mejor puede que me hayas confundido con Madie al principio. Mencionaste algo sobre un perfume o algo que te recordó a ella, el caso es que me invitaste y yo acepté, luego simplemente nos besamos hasta que te dormiste.
-¿Y yo estaba ebrio?-Pregunto molesto por lo que eso significa. Aunque por supuesto que lo estaba de otra forma no pude haberlas confundido, no se parecen en nada.
-Un poco...-Responde algo dudosa.
Me pone completamente enfermo saber qu estuve con ella a solas borracho. Sé que es mi culpa por beber de más, pero eso no significa que ella pueda aprovecharse de las cirncunstancias.
-Acabas de admitir que iba ebrio y que además te confundí con otra persona. ¿Qué tan desesperada tienes que estar para hacer algo así?-Pregunto sintiendo nauseas, no puedo creer que esté viviendo una situación así
-Puede que no haya sido la mejor idea que se me haya ocurrido, pero lo importante aquí es que me tienes a mí y con el tiempo te olvidarás de ella, tu padre apoyaría lo nuestro.
-¡No hay nada entre nosotros! ¿Cuántas veces me harás repetírtelo? No me gustas ni ahora, ni en un futuro. Y con lo que acabas de decirme menos, estás completamente enferma...
-Oye, eso es un poco fuerte, ¿no crees?
-¿Y aprovecharte de mí no lo fue?-Pregunto enojado
-No me aproveche de ti, jamás te obligué a nada...
-Estaba bajo los efectos del alcohol, no recuerdo nada de lo ocurrido. No sabía lo que hacía. Quiero que te vayas de aquí, regrésate a tu hotel. O adonde quieras, a mí me da igual lo que hagas
-¿Qué? Es decir, que tú me puedes usar como quieres en la noche, ¿y luego sólo me echarás? Yo no soy ninguna puta de la que te puedas deshacer con chasquear los dedos, si así funcionabas con...
-Ni se te ocurra terminar esa frase.-Advierto a punto de perder los nervios.-Vete ahora antes de que llame a la policía.
Con lo último que dije parece ponerme atención y se viste con su ropa.
-Muy bien, entiendo. Te daré unos días para pensar en lo nuestro. Sólo porque eres tú, te dejaré pasar tu forma de hablarme.-Dice como si le tuviera que dar las gracias.
Se va de mi habitación tranquilamente y luego de unos segundos yo hago lo mismo y voy al lugar donde sé que se encuentran los regalos y busco el de ella.
Una vez que lo encuentro, lo abro y veo que está el peluche del que me habló. Antes tenía varios juguetes del hombre araña, supongo que los chicos le dijeron sobre esto, porque al menos yo no recuerdo habérselo contado.
Luego veo un sobre y lo abro. Hay una carta y aunque sé que hay altas probabilidades de que vuelva a llorar, lo leo:
¡Feliz cumpleaños Kyle!
Trataré de ser lo más breve posible, no estaba muy segura de cómo empezar esta carta o si sería una buena idea, pero al final decidí hacerlo. Claro, sino no estarías leyendo esto. Al reverso de esta carta anoté varias canciones que me recuerdan a ti y otras a nosotros. Porque me gusta pensar que existe un nosotros...
Sí, muy cursi, lo sé. Pero no pude evitarlo. Y puede que una de esas sea la de Hannah Montana, al final lo lograste, la convertiste en tu canción. ¡Felicidades!
Supongo que una vez que escuches cada una y te interesa podría decirte en qué momento me hicieron pensar en nosotros.
Eso es todo por ahora, espero no haber hecho una carta tan larga, mejoraré para la próxima. Que lo pases muy bien en tu cumpleaños, nos vemos más tarde.
Madie
Doy vuelta a la carta y me pongo a leer los títulos de las canciones que anotó. Admito que la adornó demasiado bien, cada título de una canción viene con un diseño diferente. Me la puedo imaginar pidiéndole los lápices de colores a Liv y sonrío ante la imagen. Hay varias canciones que conozco y otras que buscaré hoy mismo.
No sé por cuanto tiempo me mantengo en la misma posición o en qué momento vuelvo a llorar, pero es mi madre quien me encuentra y me abraza. Y siento como vuelvo a romperme, otra vez.
(...)
Cuando ya estoy mucho más recompuesto y he comido algo, sé que debo ir a buscarla. Amanda ya se fue, no tengo idea de adonde, pero me tranquiliza saber que ya no está aquí.
-No puedo creer como todo se salió de control.-Dice Connor observándome
-Dímelo a mí, yo me dormí solo y según Amanda la invité a dormir conmigo porque la confundí con Madie.-Digo sintiendome idiota porque pude haberlo prevenido sino hubiera conversado con ella
-Es completamente repugnante lo que hizo.-Dice Jesse.-Es como salido de alguna película o telenovela
-Con lo obsesiva que se mostraba contigo, no me sorprende mucho. ¿Pero en que mierda estabas pensando para hablar con ella, en vez de ir a buscar a Madie?-Pregunta Connor observándome atento
Sé que la mayor parte del tiempo ambos actúan como unos completos payasos, pero desde que me vieron arrodillado en el cemento llorando desconsolado, de sus bocas no ha salido ninguna broma y menos mal, porque no estoy de humor para sus juegos justo ahora
-No lo sé, yo estaba solo afuera y luego llegó ella. Empecé a sentir autocompasión de mí mismo y sin darme cuenta le conté la historia de porque mi padre me odia. Y olvidé por completo la humillación que le hizo pasar hace unos minutos atrás. Tendría que haberla seguido.-Digo lamentadome una vez más por ser tan imbécil
-Yo la encontré llorando en el baño.-Dice Hailey
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Dijo que te buscaría y le creí. La consolé hasta que se marchó a buscarte. Me dio bastante pena la situación, pero creí que lo arreglarían...
-Y no hay que ser ningún genio para saber que te vio hablando con Amanda y decidió marcharse.-Termina Jesse
Ahora me siento aun peor, porque al menos ella sí me buscó y no puedo decir lo mismo de mí. No la defendí de mi padre y tampoco la busqué, pero Hailey la vio llorar.
Me siento como la mierda en este momento.
-¿Qué debería hacer?-Les pregunto
-Podrías intentar hablar con ella, pero teniendo en cuenta lo que vio, no sé si sea de mucha ayuda. En verdad, lo siento.-Dice Aiden
-Además seguro si se enteran sus hermanas, dudo que te dejen entrar a su casa. Yo no lo haría si alguien le hiciera eso a alguna de las mías.-Dice Connor
Entonces tomo la decisión de ir a buscarla, algo que tendría que haber hecho ayer.
(...)
-¿Puedo saber qué pasó entre ustedes?-Pregunta una vez más Elena
Estoy sentado en un sillón, porque cuando llegué me abrió la puerta la tía de Madison y Elena está a nada de echarme a la calle si no le cuento lo que ocurrió. Madie no está en la casa, así que tampoco me sirve estar ahí sentado sin hacer nada por mucho más tiempo.
-Tuvimos una discusión, eso es todo.-Digo sin saber muy bien que decirle, porque no quiero que me eche si aun hay probabilidades de que Madie vuelva a su casa
-Ayer llegó triste y demasiado temprano de tu cumpleaños. Estoy más que segura de que debe haber sido más que una simple discusión si llegó en ese estado. Si ella es toda alegría y felicidad cuando está contigo, ¿qué le hiciste a mi hermana?
-Nada, no le hice nada. Fue un mal entendido, ¿sí?
-Tú no pareces lucir mucho mejor que ella, está bien si no quieres decirme, pero en cuanto ella me diga la verdad no sé si vuelas a ser recibido en esta casa.-Dice alejándose de mí.
Yo espero unos cuantos minutos más ahí y cuando decido ir a buscarla a otro lugar, aparece Elena viéndose preocupada y tras de ella veo que la sigue Bella.
-¿Ocurrió algo?-Pregunto preocupado por sus expresiones.
Ellas se observan unos segundos y luego Bella se apiada de mí
-Nos llamaron del hospital, Madie está ahí.-Dice con la voz quebrada
-No sabemos lo que le pasó. No nos quisieron decir nada.-Continua hablando Elena.-La iremos a ver ahora, si quieres venir...
-Por supuesto que iré.-Digo levantándome de inmediato. Rogando que sea lo que le haya sucedido no sea tan grave.
MADISON
Una vez que terminé de llorar en un estacionamiento a solas, una parte de mí imaginaba que Kyle saldría a buscarme, así que decidí ir a dar una vuelta por los alrededores. Estuve recorriendo calles y calles y cuando me dio hambre, decidí ir a una pequeña cafetería que encontré.
Estacione el auto en la vereda del frente y bajé en busca de algo para comer. Supongo que me pasa por haber salido sin nada en el estómago y llorar como una completa desquiciada.
Me senté en una mesa al fondo y como no había muchas personas, me atendieron enseguida. Justo cuando iba a llevarme el tazón de chocolate caliente a los labios, veo como entra Amanda. ¿Enserio debo tener tan mala suerte?
Como la cafetería es pequeña y no hay muchas personas, me ve enseguida y se acerca a mí.
-¿Qué haces tú aquí?-Pregunta con evidente molestia
-¿No es obvio? Vine a comer.
-En esta cafetería no atendemos a zorras como tú, vete ahora mismo.
-Vaya que original el insulto, pero si ese es el caso, ¿qué haces tú aquí?
Como mi respuesta no parece haberle causado gracia, toma mi tazón y me lo tira encima, es imposible que no grite porque acabo de quemarme, me lo habían traído recién y ya lo tengo todo esparcido en la ropa y parte de mi cabello.
-¡¿Acaso estás loca?!-Exclamo haciendo que las pocas personas presentes nos observen.
Ante mis gritos se acerca la chica que me atendió y parece sorprendida ante la escena que está viendo.
-Amanda, ¿porque hiciste eso? Olvídalo.-Dice hablándole a ella.-Te traeré otro y lo siento, también te traeré más servilletas.-Dice dirigiéndome una mirada de lástima
-No la atenderemos a ella Daria, no la quiero aquí.
-¿De qué estás hablando?-Pregunta la tal Daria observando mi penosa situación
-Lo que dije, no la atenderás a ella. Hay miles de cafeterías que se busque otra.
-No sé qué mosco te picó ahora, pero este es mi trabajo y le acabas de tirar el tazón completo a mi cliente. Vete tú.-Dice ella mientras yo me seco con las servilletas disponibles en la mesa
-No te preocupes, me iré. No quiero estar aquí.-Digo una vez que puedo caminar bien debido a la quemazón que me produjo el líquido en las piernas. Menos mal que no vine con vestido, creo que la tela del pantalón me protegió algo.
Entonces cuando pienso que al fin me libré de ella, siento la puerta de la cafetería cerrarse de un portazo.
-Supongo que estarás feliz, ¿no?-Pregunta
-Déjame en paz, ya me fui de la cafetería.
-La cafetería me da igual, no te quiero cerca de Kyle. Vamos a volver, si te vuelves a entrometer, yo...
-¿Qué me harás?-Pregunto dándome la vuelta para enfrentarla, enserio estoy perdiendo la paciencia con ella. Me tiene aburrida y además tengo hambre.
-Mantente alejada de él.
-Otra amenaza vacía de película de drama barato, pero si tanto lo quieres, te lo regalo. Ya no me interesa salir con él.-Digo molesta por mis palabras
-No te refieras a él de ese modo, siempre supe que eras una zorra al igual que tus hermanas. ¿Qué imaginaba Kyle que encontraría viniendo de esa familia? Hasta su papá lo sabe, por eso no te quiere cerca.-Veo que disfruta insultarme, intento tranquilizarme porque no caeré tan bajo como para golpearla, aunque hay una parte de mí que lo quiere hacer.
Tengo muchas ganas de desquitarme con ella.
-Conmigo puedes meterte todo lo que quieras, pero deja a mi familia fuera de esto. No te han hecho nada. Y al menos mis hermanas y yo, no necesitamos emborrachar a ningún chico para que nos hagan caso.-Veo como Amanda me mira con más desprecio que antes, pero me da igual
-Yo no lo emborraché, él tomó solo. Estaba muy apenado porque lo hayas dejado el día de su cumpleaños. Alguien debía consolarlo, ¿no crees?
-Veo que hiciste muy bien tu trabajo, de hecho tan bien que él ni se acuerda.-Pronuncio las palabras con malicia y me siento bien de poder decirlo.-Seguro sólo ebrio te presta atención.-Digo con una sonrisa, a la vez que se acerca más a mí.
-Si valoras un poco tu vida, te callarás, de lo contrario esto terminara muy feo para ti. Estás tan delgada, que seguro ni fuerza debes de tener. Pareces un saco de huesos, no entiendo que es lo que ve Kyle en ti, eres horrenda.
Entonces aburrida de sus palabras y de que me insulte, yo doy le doy el primer golpe. Me encargo de darle una gran bofetada que me hace sentir orgullosa, pero ella no se demora nada en devolverme el golpe y es tan grande el impacto que doy un paso hacia atrás y me tira al suelo. Lo único que sentí fue un fuerte golpe en mi cabeza, pero aun así intento defenderme cómo puedo.
La tengo encima de mí y tiro de su pelo provocando que grite, creo que le arranque algunos mechones, está tan pesada que no sé cómo logro quitármela de encima, pero siento demasiada adrenalina y cada golpe que recibo es uno que le devuelvo. Es mi primera pelea y creo que no lo hago tan mal como podría esperarse.
Supongo que en algún momento llamamos la atención de algunas personas que no hacen más que gritar: pelea, pelea, pelea una y otra vez. Igual que en el Instituto, algunas cosas nunca cambian.
-Amanda, detente.
Siento como de pronto alguien me separa de ella, es un hombre quien me sostiene. Supongo que igual es un trabajador de la cafetería o alguien que simplemente quería detener la pelea.
Amanda se suelta rápidamente del agarre de quien la sostiene y viene por un segundo round. Esta vez yo trato de alejarme de ella y camino hacia atrás, aunque es igual de peligroso, ya que es la calle por donde van pasando algunos autos de vez en cuando, pero no pienso quitarle los ojos de encima a Amanda.
Creo que en este momento ella supone un mayor riesgo para mí, sobretodo por la forma en que me mira como si yo fuera el motivo de todos sus problemas.
Cuando Amanda vuelve a golpearme, veo que su intención es empujarme para que caiga directo a la calle, pero entonces la jalo del cabello con fuerza y cae encima de mí. De esa forma ambas caemos hacia las vías, aunque yo me llevé el mayor impacto.
Esta vez el golpe en mi cabeza es mucho más fuerte que el de antes y alcanzo a oír la bocina de algunos autos y unos gritos antes de perder por completo la conciencia.
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