¿Qué tanto puede cambiar tu vida luego de dos palabras?

Chanyeol sabe que mucho.

Hace aproximadamente seis meses casi y podía apostar que Baekhyun soltaba corazones a cada paso que caminaba hacia él, ahora aquello era solo un andar con apenas una gota de emoción que le pintaba a tristeza. Hace aproximadamente seis meses, Baekhyun le juraba amor eterno y le proponía matrimonio cada dos clases, en su último cumpleaños, solo le dijo un "Felicidades, Yeollie" que le dejó un sabor amargo ante el recuerdo de todos esos "Te quiero" que salían de su boca sin parar en días tan importantes como aquel.

Le dolía y confundía en partes iguales, Byun Baekhyun era todo un enigma desde su confesión de hace un año, y a Chanyeol no lo hacía precisamente feliz aquel repentino cambio.

Extrañaba a su Baekhyun.

– Si sigues pensando se te saldrá humo por las orejas. – le había dicho Sandara uno de esos días en los que compartieron almuerzo ya que no soportaba el que Baekhyun buscara cualquier excusa para ignorarlo.

Y Sandara amaba el drama y se juraba psicóloga profesional.

– Eso es imposible.

– ¿Quién dice? – habla con toda la determinación del mundo – Me dijeron que era imposible que saltara la gran rampa en patineta, y lo hice.

– Te rompiste la muñeca y tuviste que usar yeso.

– Pero lo hice.

Un suspiro cansado brota de sus labios, viendo como Baekhyun conversa con Seulgi acerca de visitar el teatro la siguiente semana para el musical de otoño

Se supone que irían juntos.

Se supone.

– Hey, ya deja de deprimirte, éstas peor que SoMin cuando le roban las galletas.

– No puedes comparar un robo de galletas con el perder a Byun Baekhyun; ¡es como si hubiera encontrado un unicornio y luego me lo hubieran quitado! – Sandara lo mira aburrida, algo cansada de verlo tan triste y hundido en su propio drama personal en el que todo parece una razón para mudarse del país y llamarse Jorge solo para escapar de Byun Baekhyun y su indiferencia asesina, además de sus incoherentes analogías, esas eran realmente malas.

Es que mira su carita ¡se ve feliz y yo estoy aquí destrozado!, le dijo un día y ella se rio mucho esa tarde porque si eso fuera cierto Baekhyun no se habría acercado corriendo a amenazarla por acercarse demasiado a su Yeollie poste amor.

– Son tan estúpidos. – se le escapa y Chanyeol voltea a verla rápidamente, perdiéndose los ojos de Baekhyun brillantes y preciosos mirándolo solo a él. – Si tanto quieres a Baekhyun de vuelta deberías hacer algo para recuperarlo.

Chanyeol la mira confundido y antes de poder siquiera pensar un poco, Sandara está demasiado, demasiado cerca y una mano en su nuca le impide apartarse.

– Esto por ejemplo.

La rubia se aleja a saltitos inocentes y antes que Chanyeol pueda gritarle ¡¿qué cacahuates fue eso?! ve a Baekhyun irse colérico por la puerta principal rumbo a los salones y oh sí, a Chanyeol se le prendió el foco.

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Toda la semana siguiente Chanyeol paso pegado a Sandara o cualquier otra niña delante de Baekhyun, como presumiendo el que su molestia no le interesaba nadita.

Lo cual era una gran mentira, a él se le estrujaba el corazón mientras le contaba su drama personal a Sandara durante las tardes, mientras la rubia hacía su tarea y le repetía que algún día Baekhyun se iba a cansar y que ella nunca le dijo que andará de coquetón con cada mocosa de trenzas.

Pero debía continuar con eso, Baekhyun al fin le prestaba atención, lo miraba con ojos de cachorro degollado y seguía su andar como si esperara que se acercara a repetir sus mimos de hace dos años.

Y quería, en serio quería, pero pensaba que si dejaba de alertarlo indirectamente acerca de lo bien que le iba sin él, Baekhyun continuaría siendo un niño pequeño al que le dio un berrinche que no quiere explicar a sus mayores.

Chanyeol es tonto y solo quiere saber por qué.

Un avión de papel golpea su cabeza cuando le hace colitas a Siyeon, recogiéndolo y leyéndolo mientras una enorme sonrisa regresa a su rostro.

“Nos vemos a la salida en el parque de atrás, BB”

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– Sigo pensando que eres un idiota.

– No deberías usar ese tipo de palabras ¡aun tienes 10! – Chanyeol le llama la atención cuando Sandara se va sin despedirse en la dirección contraria.

– ¡Casi 11, puedo hablar como quiero!

Chanyeol bufa, pero su indignación (porque ¡nadie le dice idiota! Solo Baek 🙆) se esfuma convirtiéndose en felicidad cuando ve la castaña cabellera de su mejor amigo en el lugar de encuentro.

– ¡Baekhyun-ah!

El nombrado voltea y él corre en su dirección, dispuesto a darle un gigantesco abrazo cuando este lo detiene, colocando una caja llena de juguetes al frente suyo.

– Toma. – cuando Chanyeol mira el contenido de la caja, su corazón empieza a doler y las lágrimas se acumulan en sus ojos. – Ya no los necesito.

Son sus juguetes, aquellos pequeños regalos que le hizo a Baekhyun cada día especial: su cohete de macarrones, su trompo, su autito rojo con las iniciales de sus futuros hijos. Todo está ahí.

– B-Baekhyunnie-

– Espero que Sandara sea una mejor amiga para ti que yo.

– ¿Q-Qué–

– Me gustas, y en serio lamento tener que hacer esto. ¿Qué querías demostrar intentando ponerme celoso?

Chanyeol no puede hablar aunque se muere por responder.

– ¿Por qué cuando descubriste tus sentimientos tenías que enojarte conmigo? ¿Por qué no confiaste en mí para decírmelo? Éramos mejores amigos, ¿no me conoces lo suficiente como para saber que yo te hubiera escuchado? ¿Crees que somos raros por esto que sentimos? Tenemos diez años Chanyeol. No conocemos lo suficiente, pero yo sabía que no quería alejarme de ti y sin embargo tengo que hacerlo porque no entiendes que...

Baekhyun camina dos pasos, está tan cerca que quiere abrazarlo y disculparse.

Pero no lo hace. No puede.

– Te quiero, pero no puedo soportar todo.

Lo besa en la mejilla.

– Adi-

– Eres un tonto.

Chanyeol recuerda como hablar luego de la insinuación a una despedida, pues no quiere alejarse de Baekhyun; aun si fueran amigos toda la vida, sabe que sus sentimientos van más allá del afecto, mucho más allá, y aunque no se sienta preparado esperará el tiempo necesario hasta que Baekhyun y él puedan correr tomados de la mano, sin tener que confundirse por ser solo niños.

(Cuanta determinación en un niño de diez años, ¿ah que no?)

– Quería que volvieras a verme solo a mí, porque soy tonto y tengo miedo, porque tenerte lejos me hace más tonto y nosotros definitivamente no somos raros, solo... diferentes.

Cuando las primeras lágrimas salen de los preciosos ojos del castaño, Chanyeol lo abraza con fuerza, dispuesto a permanecer así hasta que le duelan los huesos.

Pues no quiere separarse de él y ningún berrinche hará que cambie de parecer

–T-Tú...

– También te quiero, – le susurra al oído – y quiero hablar contigo sobre esto, sin mocosas con trenzas ni resentimientos, ¿está bien?

Baekhyun asiente contra su pecho y recoge la caja antes de caminar juntos a los columpios para charlar hasta que mami venga a recogerlos.

Y cuando Chanyeol vuelve a escuchar a Baekhyun reír al final de su conversación, siente que todo está bien.

Y que no le importa esperar.

| Sandara tiene razón.
Somos estúpidos.
Pero somos mejores amigos estúpidos.
Esposos próximamente, eso dijo Baekkie|

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N/A: La historia de toda la vida, ando ocupada. So espero que nos leamos muy pronto 💕
Gracias por leer 🙆