Esta historia podría basarse en lo que paso después de los hechos en el capitulo Nakey Mao Mao desde mi punto de vista. Si aun no lo han visto les recomiendo que lo vean antes ya que puede contener un poco de spoilers. 

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Ya había anochecido en el Valle; Adorabat tendría una importante visita al día siguiente por lo tanto no dudo en ir a la cama mas temprano de lo inusual. Estaba tan emocionada que se había negado pasar la noche de películas como todos los viernes. Podría ser el momento adecuado para que ambos hablaran después de todo lo sucedido. 

El tejón se encontraba recostado en aquel sofá junto al felino de ojos verdoso. Sin embargo Mao Mao no se encontraba muy contento de pasar esa noche con su amigo. Sus ojos fijados en el televisor mostraban cierto disgusto sobre la situación; Ambos brazos cruzados a pesar de aquella manta que les cubría era algo de que sorprenderse. Se podía notar a primera vista que algo andaba mal con aquel felino. Su amigo había desarrollado un gran apego a aquella película; a pesar de las repetitivas veces que la habían visto. Las mismas escenas; los mismos diálogos era algo que empezaba a molestar al mas pequeño, pero esta vez no se negó a que la pusiera. Realmente le estaba dando igual lo que pasase; solo esperaba quedarse dormido a la mitad de aquella película.

Un cómodo silencio les acompaño en esa fría noche. Las mismas escenas de pelea habían estado pasado durante unos minutos. No debías ser demasiado listo como para deducir quien era realmente el villano. Empezaba a irritar al felino lo tan predecible que era; A pesar de a verla visto consecutivas veces podías cansarte de ella con solo una simple vez. No entendía los gustos de su peculiar compañero. 

Sin importar cuanto lo intentara el sueño no estaba de su lado ese día. Tal vez por todo el estrés vivido el día anterior o simplemente la vergüenza que aun abordaba en sus pensamientos. No podía dejar de repetirse así mismo porque había hecho tal cosa; pudo pensar que era una forma fácil de escaparse de sus problemas o de tales burlas que vendrían hacia el, sobre todo por haber perdido algo tan valioso como su ropa. 

Estaba molesto; pero no sabia con exactitud si era por la vergüenza ocasionada por la perdida de su ropa o por ser abandonado por su amigo. Cruzo sus brazos aun mas mientras se separaba poco a poco de este. Estaba listo para dirigirse a la habitación y acostarse en su cama hasta poder conciliar el sueño o bajar un poco el enojo antes de hablarle a la cara al mayor.

Sin notarlo la manta que les cubría se balanceo un poco provocando un pequeño rozo entre las piernas del tejón. No tenia que pasar muchos minutos para que este descubriera que estaba molesto con él. Algo en lo que fallaba el felino era en ocultar algunas de sus emociones; una de las cuales era el enojo, tarde o temprano terminaba manifestando lo de alguna manera fuera mediante las batallas soltando su ira o las meditaciones. 

---Hey, ¿te ocurre algo?.- Se sentó de frente mirando la espalda de su amigo.

---Solo tengo sueño; ayer fue una noche como un día largo.- Se detuvo por unos minutos mientras fingía un pequeño bostezo. 

---Oh vamos viejo, nunca te haz dormido a mitad de una película.- Le soltó una pequeña risa nerviosa colocándose frente de este impidiéndole el paso. 

Por un momento la velocidad de aquel animal había aumentado tomando rápidamente de la muñeca al contrario; Los ojos de este se abrieron bruscamente. Era como si alguien le impidiera poder mover todo su cuerpo. Aquella sonrisa que siempre permanecía en el rostro del tejón no había cambiado; sin embargo era aun mas grande, como si disfrutara molestar a su compañero. Un pequeño sonrojo se noto en el mayor. Estaban tan distraídos el uno con el otro tanto como para no notar que el control remoto había caído causando la pausa de aquella película.

Recostando le lentamente en su regazo, bajo por sus orejas hasta su cuello. Podías escuchar la respiración agitada de ambos. Nada podía separarlos; excepto un golpe por parte del felino. Si; solo ese pequeño golpe bastaba para separarlos o hacer que el mayor se detuviera. 

---¡Amigo basta!.- Su rostro rozaba contra la pata del contrario. La sonrisa permaneció aun mas grande.

Su rostro se torno de un color carmesí intenso. Podía sentir como su cuerpo debilitado e indefenso no dejaba de temblar, a la vez como su corazón se aceleraba con cada respirar; no podía negarlo, había disfrutado de esa sensación durante esos segundos, pero su orgullo era aun mas grande. 

Evitaba que sus vistas se cruzaran; sentía como el sudor recorría su frente y la presión que emitía el mayor al mirarle aun con su ojo cerrado. Con la garganta hecha un nudo y no consiente de sus acciones se levanto preguntando con voz quebradiza. 

---Badgerclops; Yo, ¿Yo te gusto?.- Su mirada se enfoco en el color rosado opaco de ese sofá apretando con fuerza una parte de este. 

Guardaron silencio por unos minutos; El mas grande de ellos fijo su mirada en la capa rojiza de este mientras tragaba saliva, su único ojo bueno se abrió por tan repentina pregunta, no estaba preparado para llegar a ese momento. Aun así con los nervios colgando de un hilo se decidió a responder aquella pregunta sin sarcasmo.

---Amigo, claro que me gustas; siempre me haz gusto.- La sonrisa volvió a formarse en su rostro cortando el ambiente.

Lagrimas empezaron a caer por las mejillas del menor; su tono de voz se torno mas grave pero a la vez endeble, sostuvo su pecho antes de girar su cabeza hacia donde se encontraba el mas grande. Inclino su rostro al suelo dejando caer cada vez mas lagrimas como si de un grifo abierto se tratara. 

---¡No juegues conmigo!; ¿Cómo podrías amarme viéndome de esta forma?.- Alzo su mirada cubierta de lagrimas.

Le miro algo desconcertado; no podía entender con claridad el porque dudaba de esta forma de si mismo, aun sabiendo el gran ego que portaba, aun sabiendo que inconscientemente provocaba un ligero sonrojo en el animal mas grande. 

---Tú capturaste mi corazón desde la primera vez que te vi; no importa la forma en que luzcas siempre seguirás gustándome. 

Los ojos del contrario se abrieron de un golpe; No sabia que decir, toda esa situación lo había dejado atónito sin ser capas de poder moverse. El mas grande se acerco a este mientras le acostaba nuevamente en el sofá y acercaba sus labios uno con el otro. Podía sentir su áspera lengua rozar con la suya, su rostro se torno de nuevo carmesí. bajo lentamente hasta donde se encontraría su capa. Un ligero gemido se escucho por parte del felino provocando que el tejón se separa. 

Al percatarse de tal acción cubrió su boca con ambas patas dando un pequeño salto; asustado de a ver despertado a la mas pequeña y con el rostro parecido a un tomate se levanto bruscamente. Su cuerpo temblaba como al principio.

---Te ves tan lindo de esta forma que me dan ganas de...- Sin terminar su frase es interrumpido por una dulce voz que provenía de los pasillos; no era nada mas y nada menos que la pequeña Adorabat.

---¿Ganas de qué?.- Froto uno de sus ojos con su ala izquierda. Por su voz podías deducir que aun estaba durmiendo. 

Ambos animales pegaron un brinco y se miraron nerviosamente. Las mejillas del tejón se tornaron tan rápidamente del mismo color carmesí al igual que su voz se volvió quebradiza. 

---E-eh; me dan ganas de... comer con él.- Una risa nerviosa salio de este aun sonrojado siendo interrumpido por las patas del felino las cuales cubrían su rostro. 

---Adorabat, ¿No estabas durmiendo?.- Su sonrisa temblaba de nervios; ¿Acaso los había visto?. No dejaba de preguntarse para si mismo.

---Si; pero, escuche ruidos extraños y pensé que algo les había pasado.- Froto aun mas sus ojos mientras bostezaba. Eran aproximadamente las 4 de la mañana; el porque de tanto cansancio por parte de una niña pequeña.

Cubrió un poco su rostro apenado, soltó un suspiro y se acerco a la pequeña para tomarle de la ala. 

---Es muy tarde para ti, ¿Qué dices si hoy te llevo a dormir yo?.- Se coloco de rodillas para llegar a su altura mientras le mostraba su pata derecha indicándole que la tomara. 

---¡Sí!; ¿Podrías contarme un cuento?.- Le tomo la pata mientras le miraba emocionada; tenia mucho desde que este le contó su ultimo cuento. 

---Esta bien.- La levanto en brazos y se dirigió a la habitación mientras le contaba un poco de la película.  

Había pasado un tiempo desde la ultima vez que ambos se quedaron solos. Desde la ultima vez que se sintieron de esa forma. No habían dormido en lo absoluto y no pensaban hacerlo. Cada caricia, cada beso había sido eterno; como si el tiempo se detuviera. Solo quedaba en sus memorias el recuerdo de esa noche.