Pain
Los miembros del Grupo Moriarty miraban a Sherlock, que se encontraba sentado en un sofá en la otra punta de la habitación. El detective movía uno de sus pies con ansia, como si estuviera impaciente o molesto por algo.
—¿Qué hacéis?—William se acercó a sus amigos y a sus hermanos, extrañado por verlos tan quietos y callados mientras veían a su novio.
—Observar a Holmes, ¿que no es obvio?—contestó Moran, sin apartar la mirada del nombrado.
—Vaya, no me había dado cuenta, muchas gracias por recalcarlo, Moran—dijo William con una sonrisa impertinente en el rostro. Seguidamente, se giró hacia Albert y preguntó—:En serio, ¿por qué estáis mirando a Sherly?
Albert ladeó la cabeza y apartó la mirada del Holmes para mirar a su hermano y decir:
—¿No te ha parecido que desde la misión en la que Moran se volvió a incorporar a nuestro grupo, Holmes actúa un poquitín borde con Bond?
William parpadeó, dando a entender que no se había fijado.
—Bueno, pues cada vez que Bond se le acerca y le invita a algo, él lo rechaza, y cuando le pregunta algo, Holmes lo responde de forma cortante o con pocas palabras—añadió Louis.
—Oye, ¿y tú no podrías, no sé, acercarte y preguntarle qué le ocurre?—preguntó Billy mientras se acercaba al Moriarty mediano—. Ya sabes, como eres su pichoncito...
William se sonrojó antes de reír suavemente y decir:
—Que sea su pareja no significa que vaya a inmiscuirme en sus asuntos privados. Si no me lo ha dicho aún, es porque no quiere que nadie lo sepa.
—¿Pero no te pica la curiosidad ni siquiera un poco?—preguntó Billy, haciendo un puchero.
—Ni un poco—el Moriarty sonrió antes de añadir—:Más bien, decid que vosotros os estáis reconcomiendo por dentro porque no sabéis que le sucede a Sherly.
Las personas a su alrededor callaron, lo que hizo que William volviera a reír al darse cuenta que, una vez más, había dado en el clavo.
—Madre mía, qué chismoso que sois, ¿eh?—comentó William.
—¡Oh, vamos! ¿No te da pena verlo ahí, con la mirada perdida y el pie como si tuviera el baile del sambito?—preguntó Moran mientras señalaba a Sherlock.
William miró a donde señalaba el coronel, fijándose en el rostro de su pareja: sus ojos estaban vacíos de sentimiento alguno e iban acompañados de unas pequeñas ojeras debajo de los párpados. Sus cabellos, aunque se encontraban recogidos en una coleta, estaban lacios. El Moriarty se dio cuenta que su novio era la viva imagen del luto.
—Está bien—accedió finalmente—. Pero sólo lo hago porque me preocupa mi novio: no creáis que lo hago por vosotros y vuestra ansia de chisme—sonrió con lo último antes de alejarse de ellos.
Se acercó a donde Sherlock se encontraba sentado y le dio unos golpecitos en el hombro.
—Sherly.
El nombrado alzó la cabeza, y algo de luz volvió a sus ojos, acompañada de una sonrisa suave.
—Liam—el Holmes tomó la mano de su novio y lo instó a sentarse a su lado en el sofá—. ¿Qué ocurre?
El Moriarty apoyó el codo en el respaldo del sofá y suspiró antes de decir:
—Mira, voy a ir sin rodeos: ¿ves a mis hermanos y a mis amigos ahí, plantados de pie como si fueran abetos de Navidad? Resulta que se han fijado en que actúas borde con Bond desde que Moran se unió de nuevo a nuestro grupo. Me lo han contado y me han hecho ver las pintas algo desagradables que tenías—William llevó una mano a un mechón del pelo de su novio, jugando con él.
Sherlock parpadeó antes de soltar una pequeña carcajada cargada de tristeza.
—Gracias por no mentir e ir directo al grano—el Holmes hizo una pausa para suspirar y añadir—:Pero la verdad, no quiero hablar del tema, ni siquiera contigo. Lo siento.
William sonrió, apenado, antes de alzarse un poco y abrazar a su novio con cariño.
—No pasa nada, Sherly. Si no quieres contármelo, está bien, pero...—hizo una pausa para mirar al Holmes a los ojos y decir—:A veces, callarse las cosas sólo te hacen sentir peor. El día en el que estés listo para decírmelo y dejar de aparentar que vas de luto—bromeó antes de besar la frente de su novio—, te escucharé, ¿de acuerdo?
Sherlock miró la sonrisa dulce que se había formado en los labios de William, causando que suspirara y recostara su cabeza en el pecho contrario.
—Gracias, Liam—susurró—. Aunque, la verdad, sí que sentaría bien contarlo.
—Te escucho—susurró William.
El Holmes lo miró a los ojos, pero antes de poder decir nada, Bond entró en la sala, cargando una caja con varios juegos dentro.
—Oh, vaya, ¿interrumpo algo?—preguntó el rubio antes de dejar la caja sobre la mesa—. Seguid, haced como si no estuviera, no os cortéis.
—No, ahora que estás tú va a ser imposible—contestó Sherlock mientras se ponía recta y miraba a Bond.
Éste parpadeó antes de sonreír y decir:
—Bueno, pues ya que os he cortado el rollo, permitidme deciros que se me ha ocurrido organizar una noche de juegos todos juntos. He encontrado algunos en el desván, y los otros los he ido pillando de aquí y allá. Pero bueno, no importa, porque...
—Le prometí a John que iría a cenar con él esta noche—interrumpió Sherlock mientras se levantaba y tomaba su chaqueta, que cargó sobre su hombro mientras la sostenía con su mano—. Lo siento, Liam. Te prometo que te lo contaré a la próxima. Adiós.
Mientras el Holmes se dirigía a la entrada, Bond fue detrás de él. Y para qué mentir, el resto de la plantilla también.
—¡Eh, eh, espera!—pidió el rubio—. Quédate un poco, ¡si hasta la hora de la cena aún quedan un par de horas!
—Ya, pero quiero estar ahí puntual, así que no me puedo quedar jugando a cosas de críos—contestó de forma tajante el Holmes mientras se ponía la chaqueta.
Bond frunció el ceño, y antes de que Sherlock pudiera coger el pomo de la puerta, el rubio se había puesto delante de ésta.
—Déjame salir.
—Tú no vas a ningún lado—dijo James, frunciendo el ceño—. Desde que estamos todos juntos, me he dejado la piel para llevarme bien contigo, pero no importa lo que haga, me hablas de forma descortés y apenas me haces caso. Dime, ¿qué narices te he hecho para que actúes así?
—¿Que qué has hecho?—Sherlock sonrió con burla antes de empujar su lengua contra su mejilla interna, buscando las palabras adecuadas para lo que iba a decir—:Imagínate por un momento, sólo un momento... Que hay una persona con la que te has encariñado. Esa persona llegó de forma imprevista a tu vida, y a pesar de que al principio era un coñazo, no pudiste evitar encariñarte. Pero cuando más notas ese cariño que le tienes, descubres que está en peligro de muerte. Así que, viendo que no tienes mas opciones, le confías su vida a la única persona que sabes que podrá mantenerla a salvo, que resulta ser tu enemigo.
Bond abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de Sherlock y darse cuenta de que estaba hablando de él. Fue a abrir la boca para hablar; sin embargo, el Holmes siguió explicando:
—Pasan unos días, y tu mejor amigo te informa de que esa persona está muerta. Así, sin miramientos. Te quedas destrozado, porque esa chispa de cariño hace que te duela más su pérdida. Y así, pasas días, semanas, meses, pensando en esa persona, sin entender cómo pudo ocurrir—Sherlock sonrió mientras negaba y seguía—:Después, vienen tres años en los que estás alejado de todo y de todos a excepción de ese enemigo, que te revela que esa persona que creías muerta realmente no lo está: su muerte fue fingida, en busca de protegerla. Durante tres años, piensas en ello, tratando de descubrir su paradero actual.
Los presentes notaron cómo el detective comenzaba a enrabietarse, dejando salir sus verdaderas emociones.
—Holmes, deberías...—comenzó a decir Bond, con la intención de calmarlo.
—Pero al final—interrumpió Sherlock, alzando el tono de voz mientras fruncía el ceño—, esa persona estaba más cerca de lo que creías, pues es un aliado del que ahora es tu antiguo enemigo—el Holmes respiró pesadamente antes de finalizar diciendo—:Y estando tan cerca, no tuviste las agallas de decirme que eras tú, que estabas bien. Preferiste quedarte en la sombra, dejándome con la duda.
Bond miró al suelo y suspiró antes de preguntar:
—¿Has terminado?—al no recibir respuesta, el rubio suspiró de nuevo y dijo—:Bien. Mira, creo que ese enfado tuyo es infantil e infundado. Estaba tratando de escapar, de sobrevivir, ¡de salvar mi propia vida! ¡Corté lazos con mi vida anterior para que no me descubrieran, para poder seguir viviendo! ¡Así que sí, tu enfado es como el de un niño pequeño enrabiado!—chilló al final.
—¿¡Que mi enfado es infantil e infundado!?—Sherlock frunció el ceño de nuevo y apretó los dientes—. ¡Bueno, creo que es normal enfadarse con alguien que te hizo creer que era tu culpa que murieras!
James cambió su expresión de enfado por una de sorpresa, confuso por esas palabras.
—¿Qué...?
—¡Yo fui el que decidió dejarte en manos del Lord del Crimen, aquel que tenía el poder de mantenerte a salvo! ¡Y cuando John me dijo que habías muerto, me sentí como un imbécil por no haber sido capaz de salvarte, por haberte dejado en esas manos misteriosas que creí crueles!—Sherlock se llevó una mano a la frente apartando algunos mechones de pelo—. ¡Pasé casi cuatro años pensando que era mi culpa y tratando de buscarte, pero luego apareciste de nuevo con un vestido y tu bonito peinado y me sentí un tonto por no haberme dado cuenta de que eras tú todo este tiempo! ¡Podrías haberme enviado un mensaje encriptado que nadie excepto yo supiera reconocer! Eres suficiente lista para hacerlo, Adler... no, Bond... ¡Ya no sé ni quién eres! ¡Ya no sé si sigues siendo la dulce persona que comenzó a iluminarme el camino o un completo extraño del que no sé nada!
El Holmes se llevó su mano libre a la mitad inferior del rostro, intentando ocultar de esa manera que sus labios temblaban y que sus mejillas comenzaban a estar húmedas por las lágrimas. Respiró varias veces seguidas, recuperando el aire que había perdido al decir esas palabras llenas de enfado.
—Por favor, déjame que me vaya... Voy a necesitar un rato para arreglarme y que John no me vea así—susurró mientras agachaba la cabeza y bajaba las manos.
Sin embargo, alzó levemente de nuevo la cabeza al notar a James abrazándolo con fuerza mientras su cuerpo temblaba.
—Lo siento, Sherly—susurró el rubio—. De verdad, no pensé que te afectaría tanto mi desaparición—Bond se aferró a la espalda de Sherlock antes de decir—:A mí también me afectó mucho, ¿sabes? Te quiero muchísimo, y me partió el corazón tener que dejarte así
Sherlock miró la coronilla del rubio, sorprendido por sus palabras.
—Pero no debería justificarme. Lo siento. La única forma que se me ocurrió de hacerte saber que estaba vivo era pasar a tu lado y decirte las buenas noches. Pero supongo que con la oscuridad no pudiste reconocerme—James se separó del detective y lo miró a los ojos—. Debí haber pensado otras maneras. Pero eso ahora no importa, ¿verdad? Lo siento. ¿Me perdonas?—susurró con la voz quebrada y los ojos aguados.
Bond esbozó media sonrisa al ver a Sherlock sonriéndole, con los ojos a punto de derramar lágrimas.
—Me alegro de que esté con vida. Por favor, no finjas de nuevo tu muerte—susurró.
—Tonto—respondió el rubio antes de abrazarle de nuevo, recibiendo el abrazo de vuelta—. No te preocupes, no lo haré. Te quiero, Sherly.
— ...Y yo a ti.
—Parece esto una novela de esas que leen las señoras mientras toman el té—comentó de pronto Billy mientras tomaba una almendra del bol que había confiscado de la cocina, compartiéndolas con Fred.
William rió antes de acariciarle los cabellos de forma cariñosa. Después, se acercó a su novio y a Bond y preguntó:
—Entonces, ¿te quedarás a un par de juegos, Sherly?
Sherlock miró a su pareja, para después mirar a Bond, que seguía abrazado a él.
—Supongo que un juego o dos no me hará mal. Después de todo, son sólo las cinco de la tarde.
James se separó de él y sonrió con plenitud antes de arrastrar al detective consigo a la sala de estar.
—Míralos, es como si nunca se hubieran peleado en primer lugar—susurró Moran.
—¿Celoso, Coronel?—contestó Fred de forma burlona.
—Celosa tu madre—respondió el coronel mientras se dirigía con el resto a donde William, Sherlock y Bond se encontraban preparando una partida del Juego de la Oca.
-MGGBBRAE
LA INSPIRACIÓN HA VUELTO DESPUÉS DE CASI TODO EL VERANO.
Buenop, llevo con esta idea en mente desde hace ¿dos meses?, y por fin logro escribirla. Nada, espero poder seguir con las historias que me quedan por completar, pero por el momento, tomad este shot de MTP (HIKA, TE PROMETO CONTINUAR CON ANASTASIA, SÓLO DAME TIEMPO 😭).
Pues nada. Hasta que pueda escribir algo nuevo 💖
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