En la mañana Max con un insoportable dolor de cabeza y bastante desorientado. Al observar bien donde estaba reconoció inmediatamente que se trataba de la habitación de Bradley y Tanque pero sin Tanque. Aún en confusión miro a su lado notando a Bradley profundamente dormido. A sus ojos el castaño era la criatura mas adorable del universo al dormir lo que le hizo sonreír ampliamente. Sin intenciones de interrumpir su sueño solo beso su cabeza y se levanto para ir a desayunar. Con flojera de volver a vestirse tomo una de las batas para dormir de Bradley, tinta y con el logo de la fraternidad bordada con hilo dorado, luego camino fuera de la habitación en dirección a la cocina. 

- Este es el mejor guisó que comerán en sus vidas, les aseguro que les encantará y se sentirán mucho mejor - dijo Tanque sonriente y sirviendo el desayuno para todos.

Max se hizo presente tomando asiento en la gran mesa junto a sus amigos. Pj se le veía tranquilo como si nada hubiera pasado pero Bobby, por otro lado, sentía que se moría pero aun conservaba su buena actitud. 

- Hola Max - saludo Bobby con una voz debilitada pero aún alegre 

- ¡No inventes! Amigo verdaderamente apestas a alcohol - se quejo Max alejando el mal aliento de Bobby con su mano 

- Tu no te quedas atrás mi amigo.

- Tiene razón Max, te pusiste verdaderamente mal ayer - dijo uno de los gammas riendo un poco 

- Estabas realmente ebrio - se burlo Tanque riendo un poco más 

- Ay por favor. No me puse tan ebrio anoche - Negó Max 

- Te pusiste a coquetearle a Bradley - dijo un gamma

- ¿Y que tiene? Es mi novio.

- Le preguntaste que si tenia novio y te pusiste casi a llorar cuando te dijo que si - respondió Tanque sirviéndole el desayuno 

- Luego amenazaste a Tanque diciendo que Bradley era tuyo - respondió el gamma burlándose 

 - Ay no... perdón hermano - se disculpo Max con su amigo más grande 

- No hay cuidado - dijo Tanque sentándose a desayunar - ¿Y bradley? 

- Dormido - respondió Max comenzando a comer 

- Agotado me imagi ino - opino bobby entre risas 

- De hecho si - respondió Max sin darle importancia a la burla 

Bobby sorprendido volteo a ver a Max dejando de reír y con una expresión de indignación. 

- Oye no es divertido burlarme de ti si no te molestan mis burlas - reclamo Bobby 

- Entonces deja de burlarte.

Después de unas horas charlando y comiendo Bradley salió de su habitación vestido y apresurado.

- ¿Brad? ¿Qué sucede? - preguntó max mirando a su novio con confusión 

- ¡Es tarde! ¡Muy tarde! Llegare tarde a la cena 

- Pero sol solo las 2 de la tarde amor, la cena es a las 6 - dijo Max mirando el reloj 

- Max, en mi familia llegar temprano es llegar una hora antes y todavía tengo que ir al salón de belleza, no estoy para nada presentable.

- Pero yo te veo igual que siempre. 

- Ya debo irme, ya veremos en la noche que tal me va ¡Te amo! - dándole un pequeño beso en los labios salió de inmediato de la fraternidad y subió a su auto 

Max preocupado salió a verlo

- ¡Oye pero no desayunaste! - le grito mirándolo alejarse haciendo una mueca intranquilo

- ¿Alguien más tuvo un deja vu? - dijo Bobby mirando a los demás que confundidos no sabían de que estaba hablando a excepción de pj que si lo sabia y solo respondió con una risa ligera.  

Max volvió a entrar y se acerco a su amigo pelirrojo quien tomaba café sentado en el sofá. 

- Bien Bobby cual sea que sea tu plan necesito que lo digas ahora - ordeno max a su viajado amigo cruzando los brazos con seriedad 

- ¿Qué plan? - pregunto Bobby confundido 

- No me hagas golpearte Roberto. 

- ¡Ah! ya me acorde - dijo Bobby con una sonrisa. 

Después de algunas horas Bradley llega a la mansión cremanata arreglado y algo estresado. Estacionándose afuera respira profundo y aferra sus manos al volante con pánico. 

- Ok Bradley después de hoy... adiós a la vida que conoces, el dinero, el respeto, tu familia... - sintiéndose mal se recuesta en su asiento - ¿En serio valdrá la pena? - En su mente hizo un resumen de varios recuerdos a lo largo de toda su vida. Durante toda su infancia todo era frio y gris, aunque logro grandes reconocimientos a lo largo de su vida su padre jamás lo felicitaba ni lo volteaba a ver, solo decía que estaba cumpliendo con su deber y propósito de vida. Muy pocos recuerdos de la infancia eran alegres y solo eran cuando daba paseos cortos con su madre o cuando su hermano tenia cortos cinco minutos para jugar con el juegos normales como escondidas o ¿Adivina quien soy? Se podría decir que en su infancia era mínimamente feliz. Eso subió un poco de nivel cuando su mismo hermano mayor, en la temporada que sus padres tuvieron que irse a otro país por negocios y estuvieron ausentes por casi tres meses, le enseño el mundo de la patineta y los patines. Patinar se convirtió en su nueva motivación de vida hasta que su padre le descubrió y tuvo que excusarse con que era solo para ganar las mejores competencias de skate, y aunque a su padre le parecía un deporte poco adecuado y escandaloso siempre le gusto la idea de tener mas repisas llenas de trofeos y recibir un nivel mas alto de reconocimiento en su familia. Su motivo para sonreír fue nada más el skate hasta que en la universidad llego a la universidad y hubo un bombardeo de miles de momentos alegres y coloridos con él, siendo sincero consigo mismo jamás había sonreído más de 2 horas al día de manera real y sin el motivo de presumir o hacerse ver como el importante. Todas las citas, las elegantes cenas a las que lo invitaba, cuando lo hacia reír, los románticos encuentros, picnics, pijamadas en su departamento o en la fraternidad, incluso los días de estudio en la biblioteca siempre eran mejor con Max a su lado. Ese día en la lluvia cuando lo hizo sentir la persona más especial del mundo o la noche en el hotel actuando como niños en medio de una pelea de almohadas y su cara le dolió de tanto sonreír. Definitivamente su vida era mucho mejor con Max y se negaba rotundamente a perder algo así. Podría tener todo el dinero y respeto del mundo, incluso ser el presidente del este pero jamás seria tan feliz como lo es con Max. Sonriendo ampliamente tomo una decisión. - Definitivamente vale la pena, vale la pena porque tu si me amas Max Goof - quitándose el cinturón estiro su cuerpo al asiento de atrás tomando las flores que eran para su madre y bajo del auto despidiéndose de este por si acaso. Dándole las llaves al empleado se detuvo frente a la puerta y suspiro una vez más tomando valor. - Bien, aquí voy. 

Apenas entro la música clásica invadió sus oídos y fue recibido por su padre quien estaba acompañado de su tíos, prima y la amiga de su prima quien pretendía ser su prometida junto con sus padres. 

- Harrison, por fin te haces presente. Debiste llegar a las 5 y ya son las 5:30 - reprendió su padre con notoria seriedad 

- Royer, estas son para mi madre dáselas si la ves - pidió Bradley al mayordomo ignorando por completo a su padre 

- Así será joven cremanata - él hombre obedeció alejándose con las flores 

- Por cierto ¿Dónde esta ella y dónde esta mi hermano? - pregunto Bradley al notar que ninguno de ellos estaba presente en la sala

- Tú madre aún no esta lista para acompañarnos y tú hermano tuvo algunas complicaciones con su vuelo pero no tarda en llegar. Claro que su presencia tampoco es como que sea muy necesaria .

Bradley rodo los ojos disgustado por ese comentario, de verdad odiaba que hiciera tan menos a su hermano mayor después de lo mucho que se había esforzado por encajar apropiadamente y a su manera en la familia sin objeción alguna. No se lo merecía a su parecer. 

Mientras tanto afuera estaban Bobby, Pj y Max viendo todo desde las ventanas escondidos entre los arbustos para evitar que los trabajadores de afuera los vieran 

- Sigo sin entender que hacemos aquí - dijo Max 

- Investigue un poco y afortunadamente el uniforme de los meseros es muy parecido al tuyo cuando trabajaste como uno - explico bobby - vas a entrar ahí disfrazado como un mesero y seguirás mis instrucciones para arruinar la cena y evitar que se comprometa.  

- ¿Eso no empeorara las cosas? - dijo Max 

- ¿Quieres evitar su boda o no?

- Bueno si.

- Entonces lo haremos. 

Adentro él padre de Bradley le pidió que fuera a cambiar sus ropas con el traje que le había mandado a traer a lo que el castaño obedeció de mala gana.