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- Bobby insisto, no puedes hacer una manifestación en contra de la escuela - dijo Max entre risas al escuchar las palabras de su amigo.

- Viejo, hablo en serio cuando digo que los profesores exageran con las tareas. Donde uno deja demasiada olvida por completo que los demás hacen lo mismo  uno acaba con una gran pila de deberes al final del día sin tener tiempo para estudiar para exámenes, para divertirse un poco y vivir la vida o si quiera para dormir - se quejo poniendo una gran cantidad de queso en su boca directo de la lata. 

- Bobby, dos cosas. Número uno: tú nunca haces la tarea, número dos: cuando terminamos la preparatoria los tres sabíamos perfectamente que la universidad no iba a ser tan fácil. Eso es lo que cuesta y solo nos queda adaptarnos.

- Yo solo digo que es injusto. 

Max escucho a su padre llamarlo para comer por lo que le aviso a bobby que ya tenia que colgar y posteriormente eso fue lo que hizo. Luego de hacer eso Bobby indispuesto a estresarse más con la tarea le propuso a Pj ir a las pistas de patinaje para distraerse. 

- ¿Estas seguro? ya es muy tarde y en estos momentos ya deberían estar cerradas - explico Pj no muy convencido 

- Tranqui i lo, tengo una llave - aseguro sonriente

Minutos después ambos se encontraban frente a las puertas de las pistas de patinaje pertenecientes a la universidad. 

- Bien, saca tu llave antes de que venga alguien y nos saque a patadas - dijo Pj con evidente preocupación 

- Bien - con una sonrisa algo malvada bobby saca de su bolsillo unas pinzas de gran tamaño. Pj lo miro con aún más preocupación que antes. Hasta que el pellirrojo se percato de algo - espera- ordeno a su gran amigo acercándose a la puerta. 

Dando un suave empujón a esta se abrió un poco dándose cuenta de que ya había alguien adentro. Asustados estaban a punto de escapar cuando sus pasos apresurados se vieron interrumpidos por unas voces conocidas. Entrando de puntillas para no ocasionar ruido que pudiera delatarlos miraron con curiosidad el lugar notando que, efectivamente, ahí estaba quien creían que estaba junto a su compañero. 

- ¿En serio ya no piensas hacer nada?- pregunto tanque sorprendido ante las palabras que acababa de decirle su castaño amigo sentado al borde de la pista mirándolo patinar 

- Es mi padre, jamás en mi vida eh desobedecido una orden suya - explico Bradley con preocupación 

- ¿Entonces vas a aceptar esa boda? ¿Qué hay de Max?.

Bradley se detuvo por unos segundos pensativo moviendo suavemente la patineta atrás y adelante con su pie. 

- Creo que no tendré de otra más que dejarlo ir- acepto con pesar metiendo las manos a los bolsillos de su pantalón 

- ¡¿Qué?! ¡No! ¡Tú eres el rey! No dejes que nadie te gane y esta vez deberás competir contra tu padre, si Max es lo que te hace feliz entonces no debes perderlo - Señalo Tanque con decisión

-  Pero ¿Cómo? Jamás me eh enfrentado a mi padre.

- Nosotros te ayudaremos.

Bradley y Tanque giraron la mirada dándose cuenta de que ahí presentes estaban Pj y  Bobby caminando hacía ellos sonrientes. 

- ¿Ustedes? ¿Cuánto escucharon? - pregunto Bradley confundido 

- Lo suficiente mi amigo y estamos dispuestos a ayudar - respondió Pj 

- ¿Ayudarme? pero, ustedes me odian.

- Oh si, y mucho. Pero si hay alguien que puede hacer feliz a Max eres tú. 

Bradley sonrió con esperanza decidido a recuperar a Max y hacerle frente de una vez por todas a su padre. Minutos después se encontraba en llamada con su querida madre preguntando los detalles de la boda. 

- ¿En cuanto tiempo será? Bueno, según lo que logre escuchar de tu padre será en 5 meses pequeño ¿Por qué?- pregunto la mujer confundida 

- Solo curiosidad, buenas noches duerme bien - colgó la llamada y volteo decidido hacia los chicos que habían aumentado en cantidad, ahora no estaban solamente Bobby, Pj y Tanque ahí si no que ahora estaban todos los gammas presentes - ¿Qué hacen ellos aquí? - Pregunto el ojiazul confundido.

- Necesitaremos toda la ayuda posible - respondió Tanque con tranquilidad y los demas asintieron.

- ¿Les dijiste todo? - Pregunto Bradley avergonzado 

- Ya lo sabíamos - respondió el mas fuerte de los gammas levantando un poco sus lentes oscuros. 

Bradley algo consternado prefirió no pensar demasiado e inmediatamente se puso en modo plan. 

- ¡Bien gammas! Tenemos exactamente 5 meses para conseguir que Max me perdone, para eso eh ideado un plan maestro que por ningún motivo puede fallar. Paso numero uno: Crear varios planes de la B a la Z en caso de que el plan A falle lo cual no debe pasar. 

Tres panes después Max había cerrado su ventana con fuerza luego de haberle tirado varias macetas en la cabeza a los mariachis encargados de llevar serenata. 

- Bueno, no funciono jefe - señalo el gamma mas dientudo escondido detrás de los arbustos al igual que todos. 

- No me digas - dijo Bradley con sarcasmo mientras miraba la ventana pensativo. - Es hora del plan B, hay que apresurarnos. Ya casi es navidad.

Hundiéndose en los arbustos pusieron manos a la obra para el siguiente plan. 

Por la mañana suena el timbre de la puerta. Max bostezando la abre encontrándose con el cartero entregándole un paquete. Luego de firmar y abrirlo Max encuentra en su interior un abrigo de costoso valor. Bufando un poco lanzo la prenda hacia el bote de basura fuera de la casa y camino hacia la cocina disponiéndose a desayunar. 

- Pues tampoco funciono - dijo Tanque sorprendido 

- ¡No lo entiendo! Así resolvían mis padres sus conflictos. 

- ¿Con un abrigo gigante? - pregunto Pj confundido 

- Si, mi papa ya tiene como 50 - aclaro pensando en el siguiente plan 

La siguiente estrategia trato de dejar sobre la cama de Max una patineta autografiada por Dog Burnquist, uno de los Skaters más reconocidos de la historia y que Max admiraba demasiado, esto por la noche. 

- ¿Seguro qué esto funcionara? - pregunto Bradley sentado en una de las ramas más altas del árbol que estaba fuera de la casa de Max mirando su habitación a través de unos binoculares y hablando con Bobby por radio. 

- Por supuesto hermano Max toda la vida ah querido algo así, de hecho me parece sorprendente que pudieras conseguirlo - dijo el pelirrojo apenas entendible por la cantidad de nachos con queso que tenia en la boca. 

 - Tengo mis contactos y no hables con la boca llena, es asqueroso - dijo Bradley asqueado sin apartar la vista de su objetivo. 

Max apenas entraba a su habitación luego de un relajante baño con ayuda de unas muletas, al instante noto el increíble regalo sobre su cama comenzando a sonreír ampliamente. Pronto escucho una voz conocida fuera de su casa comenzando a reír y caminar hacia su ventana. Afuera estaba Bradley discutiendo un poco con Bobby debido a sus malos hábitos alimenticios. Max sonriente recargo sus codos en el borde de la ventana y sosteniendo su cabeza con sus manos miro al castaño con claro enamoramiento y una amplia sonrisa notando lo mucho que le divierte verlo discutir. 

- ¡No me hables si no vas a hablar con claridad! - ordeno Bradley distraído en darle ordenes a Bobby señalando la radio como si pudiera verlo. 

- Esos binoculares se ven que son muy discretos al igual que tus gritos - bromeo Max en voz alta para que pudiera escucharlo 

En cuanto Bradley lo escucho se callo del árbol por la sorpresa haciendo reír al pelinegro casi a carcajadas. Bradley se levanto del suelo sacudiéndose el montón de hojas que tenia enredadas en el cabello. 

- ¿Estas bien? - pregunto Max sin poder dejar de reír

Minutos después, por magia del cine y las caricaturas, se encontraban ambos en la habitación de Max. El pelinegro ayudaba al chico a quitarle todas las hojas de encima mientras que se quedaba quieto sin decir palabra debido a los nervios. 

- Bien, creo que ya termine - dijo Max sonriente 

- Gracias - dijo Bradley suavemente con una sonrisa 

- Has estado muy raro estos días ¿Qué significan todos esos regalos? - pregunto Max confundido

- Bueno... - hizo una pausa pensando en sus palabras jugando un poco con sus dedos - eran una manera de ganarme tu perdón. 

 - Brad... eso no lo vas a conseguir a base de regalos, son lindos pero deben ser tus acciones las que muestren ese arrepentimiento.

- ¿Acciones? - pregunto el castaño confundido 

- Claro, creo que jamás haz hecho algo así ¿Verdad?.

Bradley bajo la mirada sin saber que decir o creer, no sabia a que se refería exactamente y eso lo preocupaba mas de lo que lo confundía. 

Max sonriente tomo el mentón del castaño con su mano haciendo que lo mire, acerco su boca a su mejilla dándole un pequeño beso. 

- Tranquilo, se le cae la corona al rey. 

Bradley avergonzado oculto su rostro en el hombro de Max haciendo que vuelva a reír suavemente. 

- Tranquilo, por ahora vas por puedo decirte que vas por buen camino. La patineta me encanto - aclaro con gentileza - oye por cierto ¿Estas más delgado? - observo con preocupación.

Bradley solo respondió con un quejido sin apartar su rostro del hombro de Max a lo que el lo abrazo y acaricio su cabello sintiéndose mal por él. 

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