Bradley llegó al edificio dónde estaba su salón muy nervioso y asustado, pensando de que forma hablar con Max y explicarle la situación. Lo amaba completamente y tenía el deseo de contarle la verdad, pero no sabía cómo hacerlo sin ganarse su odio. Caminando hacia el aula nota que Max estaba afuera con una expresión de preocupación haciendo, lo que parecía, llamar a alguien.

— ¿Max? — pregunto confundido

Max retiro el teléfono de su oreja y suspiro preocupado.

— Bobby y Pj no están en el salón y tampoco los vi en el dormitorio. Estoy muy preocupado Brad, desde ayer que no se nada de ellos y me estoy asustando — guardo su teléfono en su bolsillo — ¿Qué fue lo que te dijo Bobby cuando llamó a mi teléfono? — pregunto preocupado

Bradley pensó unos segundos si decirlo o no, si de verdad tenía la intención de decir la verdad tenía que comenzar en ese momento. Abrió la boca pero las palabras no salían, el miedo lo estaba dominando por completo y las palabras de su padre invadieron su mente otra vez. Temblando un poco no tuvo de otra más que guardárselo todo.

— Yo... La verdad es que estaba balbuceando, ya sabes. Te dije que se escuchaba bastante ebrio y la verdad no entendí nada de lo que dijo — mintió tratando de fingir tranquilidad

— ¿En serio? — sorprendido — pues algo tuvo que pasar esa noche para que este sucediendo todo esto — suspiro — solo espero que estén bien. Lo peor es que sin ellos no podré competir hoy y no podré calificar para los juegos — dijo desanimado

Y ahí estaba su escape, sin sus amigos Max no podría competir y bradley podría llevarse la victoria sin ningún problema. Sintió un gran alivio y suspiro.

— Tranquilo, tarde o temprano aparecerán y ya habrá más juegos extremos los siguientes años — ánimo acariciando su brazo

Max sonriente lo abrazo con fuerza.

— Tienes razón — se separa del abrazo y lo mira — aún así los seguiré buscando después de clases —

— Bueno, espero que guardes un poco de tiempo para verme competir. — sonrió de forma coqueta haciendo reír al pelinegro

— Por supuesto, no me lo perdería por nada. Pero, por ahora hay que entrar — dijo alegre señalando la puerta del salón a su lado con su cabeza

Max se adelantó en entrar y Bradley le siguió el paso. Aunque estaba libre de lastimarlo, la culpa de mentirle seguía ahí lástimandolo por lo que su expresión de tristeza siguió en su rostro.

Algunas horas después Bradley estaba en los vestidores amarrando más agujetas de sus patines. Cuando terminó suspiro aún sintiéndose mal.

— ¿Bradley? ¿Estás bien? — pregunto tanque preocupado al ver a su amigo tan cabizbajo

— si solo... — buscando una excusa se quedó en blanco — no es nada. Vamos a competir — ordeno poniéndose el casco y levantándose de su asiento

— Jeje ¡Si! De seguro estar en la pista te pondrá de mejor ánimo — alentó dando unas palmadas en la espalda del castaño

— Si, tienes razón — le sonríe a su gran amigo y todos los gammas salen de los vestidores a la competencia.

Ya afuera Bradley noto a todo el público de muy buen humor. Muy confundido intuyo que quizás no sabían que Max no iba a competir, ya que, dudaba mucho que todas esas porras fueran para él. Claro que todo tuvo sentido cuando sintió un fuerte abrazo sobre él.

— ¿Max? ¿Qué haces aquí? — pregunto sorprendido fingiendo una sonrisa de felicidad aunque en realidad era una de nervios

— Muy buenas noticias — dijo de gran ánimo separándose para sonreírle

Bradley confundido miro detrás del chico notando que ahí estaban Bobby y pj amenazándolo con la mirada. Aterrado solo dio una risa nerviosa.

— Vaya... Así que tus amigos volvieron... — menciono tratando de ocultar sus nervios

— ¡Si! Parece que competiremos después de todo — dijo Max dándole un pequeño codazo en el brazo a Bradley

Cuando fueron llamados los Dos grupos fueron a la cima de la torre.

— ¡Señoras y señores! ¡Estamos en presencia de él 7 evento de los juegos extremos! ¡Los Dos líderes están de vuelta! ¡¿Será que el equipo número 9 irá por su segunda victoria o los gammas lograrán recuperar su corona?! — grito con entusiasmo descartando por completo a los demás equipos participantes lo cual no los puso muy felices.

Max se encontraba saludando a todos sus amigos que desde el público lo animaban a ganar. A lo que Bobby y pj aprovecharon para acercarse a Bradley con mala cara.

— Podrás haber evitado que le advirtieramos de ti. Pero de una vez te diremos ¡Que si le haces algo a Max nosotros te... ! — amenazó Bobby hasta que fue interrumpido por un temible gruñido de tanque — Te... Te... Te irá mal... — dijo con nerviosismo alejándose al igual que PJ

Bradley no le tomó la más mínima importancia a la amenaza de Bobby, pues, con solo saber que Max lo iba a odiar completamente sabía que ya iba a tener un castigo suficiente. De inmediato noto a su padre sentado entre el público espectador mirándolo directamente a el con una seriedad pesada y abrumadora. Nervioso se abrazo a su mismo sin saber que hacer, se sentía entre la espada y la pared completamente.

— Oye Bradley — dijo Max acercándose a él — que tengas suerte — dijo sonriente

Bradley le correspondió la sonrisa con la más convincente que tenía. Luego cada quien se puso en posición esperando el anuncio de salida.

Uno a uno los gammas se fueron deshaciendo de toda la competencia, lo cual a Max no lo puso muy feliz. Pues por un momento creyó que Bradley ya no jugaría de esa manera, aún así estaba decido que no pasaría lo mismo con él. En todas las rondas los gammas y el equipo 9 salieron victoriosos dejando a todos los demás atrás hasta que solo quedaron ellos Dos. Finalmente en la ronda final los 6 se pusieron en posición para comenzar a patinar.

— ¿¡Listos?! ¡En 3...! — anuncio el árbitro

Bradley sintió sus manos comenzar a temblar y el miedo invadir su cuerpo, no quería que pasara y tenía una gran impotencia por decirle a Max que se retirará.

— ¡2...! —

Tanque con una risa malvada saco de su bolsillo el control para el cohete.

Bradley no necesito ver a su padre para saber qué en su mente le estaba exigiendo que continuará. A su mente llegaron unos a uno los recuerdos felices que pasó con Max y todos esos momentos en que se sintió verdaderamente libre. En un segundo quiso detener a tanque y parar todo.

— Tanque espera — suplicó mirándolo pero desgraciadamente ya era tarde

Tanque presionó el botón haciendo que max, Bobby y pj avanzarán antes de tiempo y a toda velocidad.

— ¡Hey! ¡Todavía no anunciaba la salida! — reclamo el árbitro

Bobby choco con un inflable del evento y pj contra una pared sin recibir daños mayores pero Max fue a toda velocidad saliéndose del camino hacia las gradas del público recibiendo un impacto muy fuerte.

Bradley lo miro con preocupación sintiendo el deseo de ir hacia el pero sus amigos lo detuvieron en cuanto festejaron al escuchar la palabra "descalificados" de parte del árbitro. Bradley busco con la mirada a su padre pero se dio cuenta que, donde era su lugar, ya no había nadie. Parecía que al ver completo su cometido ya no tenía nada más que hacer ahí. Totalmente arrepentido bajo la mirada al suelo notando como el cielo comenzó a nublarse y las gotas de agua comenzaron a caer poco a poco.

Horas después el castaño se encontraba frente a la puerta de una habitación de hospital. Puso su mano sobre la perilla de la puerta y dudo si debía abrirla o no. Luego de un suspiro terminó por entrar notando a Max cruzando de brazos recostado en una camilla con la pierna enyesada y levantada. En cuanto el pelinegro noto su presencia desvío la mirada hacia la pared negándose a verlo.

— Te ves verdaderamente ridículo — comentó bradley en un tono burlón — eso te pasa por meterte con los gammas novato — dijo sonriente llevando sus manos temblorosas hacia atrás

— ¿Qué haces aquí? — pregunto Max en voz baja y decaída

— ¿Qué más? Burlarme de ti — dijo sonriente acercándose a la ventana mirando la lluviosa tarde

— No puedo creer todo lo que fuiste capaz. Me lo contaron todo, tú estúpido plan. La llamada a Roxane, el como mandaste a mis amigos a otro estado — sintió un nudo en la garganta formarse y sus ojos cristalizarse — el cómo me engañaste — dijo con una voz quebrada

Bradley se negó a verlo a los ojos, sabía que si lo hacía no podría contener su dolor. Sus manos se hicieron puños de impotencia y comenzó a lastimar su propia piel con sus uñas.

— Y caíste justo en mi trampa, no cabe duda de que eres todo un idiota ingenuo — burlón con una sonrisa fingida y una voz "tranquila"

Max volteo a verlo y noto que parte de sus brazos no estaban quietos y sus ojos en ningún momento se dirigieron hacia el, por lo que quiso tener una ultima esperanza.

— ¿De verdad todo fue falso Brad? ¿En serio todo lo que dijiste y todo lo que pasamos no fue nada más que un juego? — pregunto exigiendo una respuesta sincera

Los labios de Bradley temblaron un poco pero aún así tuvo la fuerza para contenerse y no responder ni una palabra a eso.

— ¡Habla cremanata! ¡¿Todo lo que vi fue falso?! Porque te diré algo ¡Yo no lo creo! ¡Lo que vi ayer en la noche no me pareció falso en lo absoluto! ¡Si quieres seguir jugando a hacerte el importante y a que todo el mundo está a tus pies hazlo! ¡Pero yo sé que no eres así Bradley! ¡Anda! ¡Mírame a los malditos ojos y dime qué todo lo que hiciste, todo lo que me dijiste no fue nada más que una estúpida actuación! — reclamo el pelinegro dejando salir algunas lágrimas

Bradley se encongio de hombros con cada grito y por unos momentos le dio la espalda abrazándose a si mismo.

— ¡Bradley con un carajo solo dímelo y ya! ¡Te vi llorar y te vi reír! ¡Simplemente no puedo creer que cada cosa que hiciste no fue nada más que un maldito juego! ¡Si hubiera sido así no siquiera te hubieras entregado a mi maldito castaño idiota! — reclamo entre dientes lleno de enojo

Bradley respiro profundo y apretó los labios conteniendo lo mejor que pudo todo su llanto comprimido. Era experto en hacer eso con todos los años en que recibía un golpe por soltar una sola lágrima, pero ahora le estaba costando mucho más. Con su mano sostuvo la izquierda que no dejaba de moverse.

— Entonces... Eres demasiado ingenuo. Todo fue una mentira, solo te diré que no te quiero cerca de mi y... Cuidado con quererme robar la victoria otra vez... Novato — mintió con una voz grave saliendo de ahí de inmediato.

Max sintiéndose de lo peor oculto su rostro con sus manos para luego gritar con todas sus fuerzas dejando salir el dolor y la impotencia además de la rabia que le causaba todo. Bradley por otro lado estaba del otro lado de la puerta abrazándose a si mismo, en ese momento solo quería vomitar y llorar. Pero lo único que pudo hacer fue caminar a pasos lentos hacia la salida del hospital.

Apenas estuvo afuera lo primero que noto fue su auto devuelto. Un auto rojo de último modelo de lujo estaba frente a sus ojos. Su mente quiso imaginar que ese día no era nada más que el día que salió del hospital, que nada había pasado y llegando a la universidad vería a Max alegre de que volviera, pero sabía que no era así. Volviendo a la universidad tendría una vez más el respeto de los gammas y si conseguía el trofeo, de todos a su al rededor. Le parecía estúpido, pagar con un amor real por un respeto falso. Al sentir las gotas de la lluvia intensa tuvo un deja vu de la noche anterior. Era inmensa la diferencia de un mismo escenario entre dos días, ayer estaba empapado pero feliz y libre, hoy estaba empapado por fuera y por dentro. Subiendo a su auto apenas cerró la puerta soltó el grito más desgarrador y doloroso que jamás salió de su pecho.

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Tú nunca pides perdón, prefieres perderme que darme la razón.

Yo te tenía en un pedestal pero a ti siempre te dio igual.

Tú eras mi todo y yo solo uno más.

De pelearnos, odiarnos y amarnos después.

Tú eras la estrella y yo solo tú fan.

Y ve, y cuéntale a la gente que yo estaba obsesionado. Que nunca te guste y que tú y yo nunca fuimos nada. Que estaba equivocado.

Y ve y cuéntale a la gente que nunca me hiciste caso, que no estábamos juntos, que nunca lo hemos estado. Que están equivocados.

Siempre fuiste mi estrella y yo solo tú fan.