~14
Afortunadamente, como en cualquier mundo de caricatura, el auto aterrizó sano y salvo una curva abajo de la carretera. Simplemente tenían que volver a avanzar aunque si se llevaron un pequeño susto.
— ¡Ajio! Parece que todo está en orden — dijo Goofy sonriente volviéndose a poner en marcha
— Papá, por favor mantén la vista al frente ¿Si? — suplicó Max
— Si, lo siento hijo — se disculpo Goofy manteniendo su concentración en el camino
Max volteo a ver a bradley y este estaba aferrado al asiento teniendo una expresión de terror en el rostro con los ojos completamente abiertos y el cuerpo temblando, algo que Max hizo reír un poco.
— Tranquilo, todo está bien — señaló Max poniendo una mano en el hombro el castaño
Bradley volteo a verlo y se tranquilizó volviendo a estar normal pero sin decir ni una sola palabra.
— Oye, traje algunos comics ¿Quieres que los leamos? — propuso Max sacandolos de su mochila y mostrándose los
Bradley los miro con confusión y tomo algunos en sus manos.
— ¿Qué es esto? — pregunto abriéndolos y hojeando algunas páginas
— ¿Comics? Vamos brad, no me dirás que no has leído aunque sea uno en toda tu vida — dijo el pelinegro incrédulo
Las azules pupilas de bradley miraron a Max y su cabeza lo negó. Max lo miro sorprendido.
— ¿Qué actividades hacías de niño? — pregunto mirándolo con curiosidad
— Estudiar y aprender cosas nuevas, como más idiomas o el violín. Creo que la única actividad lúdica que tuve fue jugar ajedrez — respondió bradley con sinceridad mirando más aquellos comics e super héroes — esto es ridículo, no puede haber un hombre gigante verde o uno con poderes de araña. Es científicamente imposible — se quejó señalando las páginas con su mano
— Hay algo que no tuviste bradley, se llama imaginación. Hundirte en un mundo donde todos es posible, incluso lo imposible — comentó Max sonriente y bradley lo miro con asombro — incluso un mundo donde tú papá puede ser un mosquetero y salvar Francia ¿Verdad pa? — pregunto Max a Goofy animado
— Claro, esa fue una gran aventura — dijo Goofy teniendo recuerdos nostálgicos
— No entiendo ¿Un mosquetero? — pregunto el ojiazul confundido
— Oh sí, tal vez debería contarles esa historia — propuso Goofy
Goofy comenzó a contar sobre su aventura junto con sus dos mejores amigos con mosqueteros, una princesa, villanos, una opera y mucha valentia. Ambos chicos escuchaban atentos la historia. Mientras Max estaba de lo más relajado tenía al castaño rodeando su espalda y brazo mientras que el estaba recostado en el cuello del pelinegro escuchando atento todo. Si bien la historia parecía estar basada en historias reales y antiguas le parecía estúpido creer que algo así pudiera ser real en este mundo o en cualquier otro. Aún así, se mantenía entretenido y soltaba una que otra risa.
Después de dos largas horas de camino casi rozando el atardecer, el auto se detuvo en el lago. No era el lago destino al que Goofy le hubiera encantado ir pero era suficiente si eso significaba tener tiempo suficiente para convivir con su hijo. Los tres salieron del auto y el mayor respiro profundo el aire fresco del lugar para luego exalar de lo más relajado.
— Hoy es un buen día para pescar — afirmó Goofy y saco todo lo necesario del auto
— ¿Ya habías pescado antes? — pregunto curioso Max a bradley
— Por supuesto, deberías ver en mi casa la cantidad e fotos que tengo donde eh pescado grandes ejemplares — respondió el castaño llevándose una mano al pecho presumiendo sus logros
— Si me da curiosidad conocer tu casa la verdad y a tu familia. Aunque, con lo poco que he escuchado supongo que no les caería muy bien que digamos — comento el pelinegro caminando hacia su padre para ayudarle
Bradley solo rie nervioso aunque en el fondo sabía que ese sería el peor escenario de su vida.
— Sabes maxie, eh estado pensando en las palabras que me dijiste antes, sobre que ya eras todo un adulto — dijo Goofy
— Ammm papá yo... — responde max arrepentido al recordar todas esas palabras hirientes que dijo
— Creo que es hora de que aprendas a conducir — dijo el mayor con seguridad y confianza
— ¿Yo? ¿Conducir? — pregunto max sorprendido
— así es hijo, de regreso tu conduciras hasta el hotel — dijo Goofy decidió dándole unas palmadas en el honbro a su hijo y luego lleva todo lo que necesita al lago
Max sonrie victorioso y diciendo un ¡Si! En voz baja sigue a Goofy. Por otro lado el castaño estaba perdido en la vista de la naturaleza.
— Linda vista ¿No? — pregunto Goofy alegre
— Si así es... — respondió bradley neutro
— Eh estado pensando — menciona Goofy para luego rodear su brazo en el cuello de bradley y acercarlo a el — si serás un Goofy es hora de que aprendas algo importante ¡Ajio! — Dijo Goofy sonriente
— ¿Aprender que? — pregunto bradley confundido
— Papá, no hablaras de... — dijo max esperando que fuera lo que estaba pensando
— Tú abuelo no solo me enseñó esa técnica a mi hijo, también a tu mamá — dijo Goofy par luego soltar a Bradley y darle una caña de pescar — cada Goofy lo conoce, te mostraré la atrapada perfecta — decidió el mayor con el pecho en alto y los puños en las caderas
Bradley confundido sostuvo la caña de pescar y se sintió algo nervioso, jamás había pescado en su vida y lo anterior solo fue para presumir le a max que era el mejor.
— Esto lo quiero ver — dijo max entre risas sentándose sobre una roca
— Yo creo que mejor no... Tal vez luego... — se negó el castaño queriendo devolver la caña
— Oh no, es una tradición y ustedes se lo mostrarán a su hijo o hija adoptivo que será la siguiente generación Goofy — explico el mayor emocionado con brillo en sus ojos
— ¿Y qué tal si no me sale? — pregunto bradley nervioso
— Sería difícil de creer de un campeón de la pesca — opino max sonriéndole
Bradley miro la caña y con un solo movimiento Goofy le puso encima ropa para pescar con todo y sombrero.
— ¡Hey! ¡Mi peinado! — se quejo el ojiazul mirando su cabeza
— Es sencillo, primero; tienes que estar relajado y soltarte. Deja ir la tensión, luego; separa los pies — explico Goofy moviendose para moatrarle como debía — ¡A las 2! ¡A las 10! ¡Cuarto para las tres! ¡Tuyete! ¡Tuerce! ¡Pasa! ¡Obede! ¡Soy el remolino y ahora! — grita Goofy lanzando el anzuelo lejos — ¡Échalo a volar!
Bradley lo mira confundido y voltea hacia Max que solo le responde levantando los hombros, bradley vuelve a ver a Goofy y nota que le pesa la caña de pescar.
— ¡Maxie graba esto! ¡Está si debe ser buena! — grito Goofy emocionado enrollando esperando un gran premio
Max por un momento se sintió temeroso esperando que no se repitiera lo que pasó hace años. Pero afortunadamente el hilo solo trajo un ejemplar de pez enorme dejándolo impactado.
— ¡Son casi dos kilos! — dijo Goofy emocionado teniéndolo en la mano sosteniéndolo de la cola
Max muy feliz corrió hasta su papá y de inmediato le tomó una foto para recordar.
— ¡WoW! Señor Goof es asombroso, será un gran trofeo para tener en su pared — menciono bradley sonriente
— ¿Trofeo? No, los peces pequeños se comen. Los peces como este se liberan — dijo Goofy volviéndolo a lanzar al lago — son muy pocos y si se comieran todos o se usarán de trofeo ya no existirían por lo que ya no se verían como logros — explicó Goofy sonriendo
Bradley lo miro confundido al igual que a Max que estaba revelando la fotografía sin tomarle tanta importancia.
— No lo entiendo ¿Qué caso tiene lograr algo así si no va a tener un premio por eso? Siempre se busca la victoria, de eso trata la vida — dijo bradley recordando las palabras que le decía su padre.
— Los trofeos no siempre son lo más importante, a veces lo mejor es divertirse. Además, esto es un paseo; salimos para relajarnos, no para competir ¡Ajio! — explicó Goofy alegre — ahora sigues tú — pidió Goofy señalando el lago con su aguentada mano
Bradley se sintió nervioso mirando el agua, estaba seguro de que no podría lograr algo así.
— Solo concéntrate y lograrás lo que quieres — aconsejo Goofy
Max estaba mirando atento como bradley pensaba demasiado aquella acción, sin más opción no tuvo otra que, aunque sea, intentarlo.
— Ok... ¿Cómo era? — pregunto nervioso poniéndose en posición — no puedo creer que haga esto — se quejó en voz baja — Ok, me relajo... Separó las piernas... Dos... 10, cuarto a las tres, aja, aja... Pasa, remolino ¡Y ahora! — grito más con furia qu con emoción haciendo los movimientos lo mejor que pudo.
Al lanzar el anzuelo hacia atrás este dio con parte del equipaje que estaba en el auto detrás de ellos atrapando algo ligeramente pesado. Al jalar el hilo hacia adelante y enrollar bradley ve frente a sus ojos el trofeo de los juegos extremos.
— ¿Papá? ¿Por qué lo trajiste al paseo? — pregunto Max confundido
— Lo llevo a todos lados maxie, para recordarte — respondió Goofy
— a ver si no lo pierdes un día de estos, me costó mucho conseguirlo — reclamo Max
Mientras los Goofs hablaban bradley tomó en sus manos el brillante trofeo y lo miro con ojos de deseo, a su mente vino el plan original y el motivo por el cual estaba haciendo lo que hacía. Luego vinieron los recuerdos con Max como "pareja" y sintió que, a pesar que lo que estaba haciendo ya era algo exagerado, no le molestaba del todo. Pero ¿Era verdaderamente por el trofeo...?
— Bueno, volveré a guardarlo — dijo Goofy quitándole el trofeo de las manos a bradley y volviendo al auto para guardarlo
Bradley lo siguió con la mirada mirando aquel objeto brillante de dorado color hasta que siente a Max casi caerle encima poniendo su brazo en sus hombros.
— ¡Amor eso fue asombroso! Si que eres un experto, por un momento creí que me estabas mintiendo — dijo Max emocionado quitándole el sombrero pesquero al castaño y acomodarle el cabello como lo tenía
— ¿Cómo me llamaste...? — pregunto bradley impactado
— Mi hijo tiene razón bradley, se nota que eres un Goofy — dijo el mayor sonriente
— Ahora pesquemos un rato más y luego nos iremos a buscar un hotel para pasar la noche — dijo Goofy caminando hacia el lago
Max estando de acuerdo con su papá tomó de la mano a bradley y lo llevo a jalones con Goofy. Algo a lo cual bradley no se opuso mucho.
De regreso al auto Max estuvo al volante todo el camino, bradley propuso una ruta que el conocía hacia un buen hotel y Goofy fue dándole clases a Max sobre manejo, con algo de ayuda del castaño que desde los 18 su chofer ya no estaba a su servicio y tuvo que aprender a desplazarse por si mismo y no tocar nunca un autobus.
Al llegar con pocos problemas de parte de max, apenas bajaron del auto miraron frente a ellos un hotel algo lujoso.
— Amm brad, no creo que podamos quedarnos aquí — dijo Max algo nervioso
Goofy se estaba mentalizando el alto costo que tendría que pagar por pasar la noche ahí.
— Confíen en mi ¿Si? — pidió bradley para luego caminar dentro del lugar
Ambos Goofs lo siguieron, ya dentro apenas el recepcionista los ve se pone feliz y nervioso al mismo tiempo.
— ¡Oh! Jefe, que sorpresa verlo aquí. Nadie aviso de una visita suya o de su padre — explicó el recepcionista algo asustado teniendo un reprendo por no anticipar su llegada.
— Ni mi papá lo sabe, simplemente me quedo de paso — explicó bradley al chico calmandolo un poco
Max y Goofy se miraron confundidos y luego volvieron a mirar al castaño.
— No lo veía desde que era un niño, su papá no suele venir seguido aquí ya que es el hotel más visitado de su cadena. Ya sabe, carreteras solitarias y más en estos tiempos que no son precisamente vacacionales — comentó el chico dándole la documentación necesaria al castaño el cual comenzó a llenar — ¿Cuántas habitaciones? — pregunto amablemente con una amplia sonrisa
— Dos, una con Dos camas para ellos y una sola para mí — Respondió bradley señalando a Max y Goofy que estaban atrás de el
— A la orden señor cremanata — obedece y le entrega Dos tarjetas — por cierto, feliz cumpleaños por anticipado. No se sabe si podre verlo en un mes — Comentó sonriente
— Aja claro, gracias — respondió bradley tomando las tarjetas — Vamos — pidió a ambos con un movimiento e cabeza que lo siguieran
Ambos pelinegros siguieron a bradley aun más confundidos que antes.
— Amm gracias — agradeció Goofy al recepcionista despidiéndose con su mano
— Disfruten su estadía — deseo el chico despidiéndose igual con su mano
Bradley abrió una de las habitaciones usando la tarjeta y apenas abrió la puerta se vio una lujosa habitación con una buena vista de las montañas y la estrellada noche por el balcón.
— ¡Chispas! Jamás había visto algo como esto — dijo Goofy impactado mirando por todos lados
— Y creía que el hotel marino que visitamos era la onda ¡Esto es la super onda! — grito Max emocionado
— Max no grites, no sabemos si hay más personas durmiendo aquí. Podrías despertar o molestar — pidió Goofy amablemente
— No se preocupen, las habitaciones son aprueba de ruido apenas se cierra la puerta — explicó bradley cerrando la puerta tras de él
— ¿Y eso por qué? — pregunto Max curioso mientras que Goofy estaba emocionado en el baño ya que tenía patitos de ule que usualmente son para niños.
— Por el mismo motivo que la puerta el piso de abajo tiene una corbata colgando de la perilla, por algo hay letreros de no molestar pero algunas personas no tienen educación — explicó bradley rodando los ojos — en fin, estoy cansado y ya me voy a dormir. Nos vemos mañana — dijo bradley despidiéndose para luego ir a su habitación
— ¡Mira maxi! ¡Son toallas de algodón! Me preguntó si podre llevarme una ¡Ajio! — dijo Goofy emocionado — mostrándole las suaves toallas blancas con logo dorado del hotel a su hijo
— Amm si pa... Son asombrosas... — dijo Max sin prestarle atención mirando hacia la puerta que ya estaba cerrada.
Casi media hora después bradley estaba en su propio balcón privado relajándose en un jacuzzi reflexionando sobre Max y el tema de los juegos extremos.
"Es importante recuperar ese trofeo y nuestra gloria jefe"
El castaño suspiro al recordar las palabras de tanque. Extendió los brazos en el borde del jacuzzi y miro hacia el cielo.
— Creí que ya te ibas a dormir — dijo Max en una voz relajada parado frente el jacuzzi
— ¿Max? ¿Cómo entraste? — pregunto bradley confundido
— no cerraste tu puerta por completo, apenas la toque para tocar se abrió — dijo Max señalando la puerta de entrada atrás de el — bueno yo... No puedo dormir, olvidaba lo molestos que son los ronquidos de mi papá y bueno... Quería saber si no tienes un sofá aquí o algo así, si no soy capaz de ir a dormir al auto — bromeó Max entre pequeñas risas
Bradley sonríe un poco pero luego vuelve a su rostro de seriedad.
— Ammm si, creo que mi habitación tiene un sofá. Aunque... La cama también es algo amplia y creo que cabemos los dos — menciono el castaño en una voz relajada
— ¿Seguro? ¿No molesto? — pregunto el pelinegro
— No — responde y se queda en silencio unos segundos hasta que propone algo — ¿Quieres entrar? — señaló el jacuzzi en el lugar a lado de el
Max sonríe y asiente, minutos después acompaña al castaño entrando en traje de baño.
— WoW... Si que es relajante — menciona Max sorprendido
Max seguía perdido en sus pensamientos, Max lo nota y trata de mejorar la incómoda situación.
— Entonces... A lo que entendí, tu familia es dueña e este hotel ¿No? — dijo Max mirándolo con curiosidad
— si, de este y de todas una cadena iguales por todo el país — respondió bradley indiferente aun mirando el cielo estrellado
— Bueno, eso explica tú vestimenta tan sofisticada y notorios aires de grandeza — dijo burlón el pelinegro sonriéndole
Bradley suelta una pequeña risa y lo mira directamente.
— si, se podría decir — responde bradley relajado y sonriente
— Y así que también vas a ser cumpleañero — Menciono — ¿Cuándo? — pregunto con curiosidad
— El día 28 del siguiente mes — respondió
— ¿Y cómo vas a celebrar? — preguntó el pelinegro un poco más emocionado
— Ni idea, usualmente no planeo mis cumpleaños con tanta anticipación. Pero casi siempre son solo reuniones y cenas con invitados de mi papá durante la noche. Estar parado con gente que no conozco y ni me interesa conocer sin más más que hacer más que escucharlos — se quejó el castaño
— Eso suena super aburrido, y me quejaba de mis fiestas con piñatas y grandes pasteles que hacía mi papá — bromea Max sonriente
— Jamás tuve una fiesta así, bueno. Jamás tuve una fiesta de cumpleaños en si — admitió algo desanimado
— ¿Cuantos años cumples? ¿25? — bromeó molestándolo
— Galán, te voy a ahogar — amenazó entre risas — cumplo 20 — respondió
— Genial, va a ser el mejor cumpleaños de tu vida. Te lo prometo, no sé qué haremos pero te aseguro que va a ser muy especial — prometió el chico mirándolo con un pequeño brillo en los ojos
— ¿Y eso por qué? No es tu obligación — dijo bradley sorprendido
— Porque te quiero, por eso — respondió sonriente
— ¿Tú me...? — dijo impactado mirándolo a los ojos
Max solo asintió sin decir nada, bradley sonriente y sin palabras simplemente se acercó al chico y lo besó. Lo besó como nunca había besado y como siempre quiso en el fondo. Max entre pequeñas risas corresponde abrazándolo del cuello. De pronto bradley se separó un poco haciendo una pequeña pausa.
— Estás siendo muy cursi nerd, eso puede tener consecuencias — amenazó en modo de broma coqueta
— ¿Y eso como sería? — pregunto Max retándolo alzando una ceja
— Te haré morder el polvo novato — dijo coqueto sonriéndole estando prácticamente encima de el
— Y si... ¿Quién termina mordiendo otra cosa es otro? ¿Quizás una almohada? — respondió Max de forma atrevida sonriéndole
Bradley solo respondió con una risa volviendo a besarlo hasta que son interrumpidos por pequeños golpes en la puerta.
— ¿Max? ¿Estás aquí? — pregunto Goofy del otro lado de la puerta preocupado — santo cielo, creo que debería llamar a la policía. Quizás esté perdido — se dijo Goofy a su mismo algo asustado
Bradley miro hacia la puerta incómodo y Max suspiro con frustración inclinando la cabeza hacia atrás
— ¿Le abrimos? No puede pasar sin la tarjeta — dijo bradley juguetón aprovechando la posición de Max para llevar sus labios al cuello el chico
— Si no le abrimos es capaz de tirar la puerta con algo pesado con tal de saber que estoy bien — Se quejó Max algo molesto —
— escóndete en las sabanas y hazte el dormido — ordeno bradley en un susurro
Bradley decidió salir del jacuzzi, poniéndose una bata del hotel camino hacia la puerta. Max sin tiempo de responder algo decide hacerle caso al castaño. Apenas se abre la puerta bradley mira a Goofy en pijama y pantuflas con un rostro de preocupación.
— Hola señor, el está bien pero está dormido — dijo en voz baja señalando a Max en la cama de espaldas
— Ou, lo siento. Es que me asusto no verlo. No molesto más — dijo Goofy mostrando ambos pulgares para luego irse.
Apenas Max escucho la puerta cerrarse suspiro y se quitó la sabana de encima.
— A veces mi papá es demasiado tonto — se quejó sentándose
— Si, un poco — admitió bradley recostándose a lado de el
— Cuando dijiste que la cama era amplia no creí que tanto — dijo mirando la gran y cómoda cama del castaño — ¿En serio está es tu cama para ti? — pregunto Max sorprendido
— Todos los hoteles de mi papá tienen la habitación exclusiva para los cremanata que usualmente suele ser la visita de uno solo así que, si. Está es mi cama propia — explicó llevano ambos brazos detrás de su cabeza
— Cuando vi tu casa en el campus creí que eras un exagerado. Pero ahora le doy cuenta de que estabas siendo muy... Sencillo — admitió el pelinegro igual recostándose
Ambos se quedaron en silencio sin saber que decir o hacer durante un silencio incómodo. Hasta que bradley recordó lo más importante de su noche.
— ahora vuelvo — dijo levantándose de la cama y llenado hacia el baño
Max lo miro confundido creyendo que solo iba por necesidades, pero al notar la puerta aún abierta por curiosidad camino hacia el recargándose en el marco de la puerta. Ahí bradley estaba poniéndose varios productos para el cuidado de la piel en el rostro.
— ¿Qué haces? — pregunto Max entre risas
— Cuido de mi mismo, deberías hacerlo tú también. Eres un poco holgazán para muchas cosas — crítico bradley y sacando unas mascarillas e su maleta se le ocurrió una idea.
El castaño volteo a ver a Max con una sonrisa traviesa, lo cual a Max le dio mala espina y de inmediato supongo sus intenciones.
— Oh no, claro que no — se negó junto con su cabeza
— Oh sí, si lo harás — dijo bradley emocionado
Max trató de huir pero bradley corrió siguiéndolo hasta la cama donde se abalanzó callendo encima de el en la cama. Max sonriente se dio la vuelta cambiando de lugar comenzando a hacerle cosquillas al cremanata.
— ¡Hey! ¡Para! — suplicó bradley entre risas
— Yo no voy a hacer esas cosas de niño mimado — dijo Max decidido continuando con las cosquillas
— Galán, aquí el mimado eres tú — señaló dando la vuelta quedando el encima haciéndole ahora el cosquillas — ¿Te recuerdo a bubu? — menciono recordándole al chico su osito de peluche
— ¡Ya basta! ¡Brad! — empezó a reír desenfrenado — me duele el estómago — se quejó aún entre risas
— ¿Quieres que pare Galán? ¡Hazlo conmigo! — ordeno siguiendo con las cosquillas
— No — riendo fuerte — no, no — se negó rotundamente hasta que su mano alcanzó una almohada y golpeó la cabeza del castaño
— ¡Ah con que quieres jugar con trampa novato! Ya verás — amenazó entre risas comenzarlo a golpear también con otra almohada comenzando una guerra
En ese momento poco le importó el hecho de que esas almohadas costaban una gran cantidad de dinero y el hecho de que las plumas se estuvieran desplomando por toda la habitación y la tela se estuviera estirando de más podría traerle problemas no lo preocupo ni un poco, solo se estaba divirtiendo en grande y no quería saber de nada más.
Aún entre golpes de almohadas en un tropiezo bradley cae encima el torso de Max quedando ambos recostados en la gran cama riéndose felices.
— Está bien, me convenciste — dijo Max rindiéndose
— ¡¿En serio?! ¡¿Lo haces?! — pregunto bradley muy feliz
Ambos se sentaron y bradley tomó las manos del pelinegro dando pequeños saltos haciendo que todo el colchón se moviera y Max comenzará a reírse.
— Si está bien, ponme lo que quieras en la cara — acepto sonriente
Bradley sonriente y feliz lo besó y corrió hacia el baño. Max jamás había visto a bradley así y cuando lo conoció jamás imagino estar en una situación como está. Supuso de inmediato que su pasado y el hecho de que se estuviera dejando llevar en ese momento estaba sacando su lado más infantil. Max encendió la luz blanca de la habitación para dejar e estar a oscuras y de una busco en el mueble de la televisión si había alguna película disponible para ver.
Minutos después ambos chicos estaban con mascarillas verdes en el rostro comiendo de una bolsa de papas que deja el hotel por cortesía junto con otras cosas para comer, se encontraban recostados en la cama, bradley con su cabeza en el torso de Max mientras que el tenia los brazos tras la cabeza mirando atento.
- llegas tarde - señaló la chica algo indignada
- Te ves hermosa - alago el hombre mirándola asombrado
- te perdono por eso - dijo la mujer sonriente y agradecida por aquel cumplido
— ¿En serio jamás habías visto esta película? — pregunto bradley sorprendido
— En realidad no, yo soy más de ver pelis de superheroes — respondió Max relajado
— Nerd — Dijo bradley sin más
— Callate — ordeno entre risas — otra come más papas, me las estoy acabando yo — señaló Max
— no gracias, no soy fan de la comida chatarra. Con pocas estoy bien, muchas hacen daño al cuerpo — respondió bradley negativo
— Te comiste solo dos —
— esas son pocas para mí y también suficientes — respondió un poco serio
Max rodó los ojos y negó con la cabeza dejando de insistir.
— Oye... Lo de hace rato en el jacuzzi... — retomó Max algo apenado y sonrojado
— Podemos... ¿No hablar de eso? — pidió bradley sin apartar la vista de la televisión
Max se quedó callado y simplemente siguió mirando la película hasta quedarse dormido.
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