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Luego de lo ocurrido en los juegos extremos Bradley sintió su vida caerse a pedazos. El respeto que imponía y la gloria a la que había llevado a su equipo año tras año se fue abajo por culpa de Max Goof.
Después de ser dado de alta del hospital luego del accidente que tuvo salió de aquel frío edificio lleno de furia mientras caminaba de forma agresiva. Apenas salió noto que su auto no estaba ahí lo cual lo dejo impactado e indignado. De inmediato llamo a su padre para avisarle de lo ocurrido y obtener uno nuevo de inmediato, sonó varias veces hasta que por fin fue atendido.
— ¡Papá! Acaba de pasar algo indignante. Acabo de salir del hospital, de cuál por cierto no me fuiste a visitar, y apenas salí noto que mi auto no está — le explica disgustado
— Lo se Bradley, me temo que no podrás tener de vuelta ese auto ni recibir uno nuevo — respondió su padre con indiferencia y frialdad como suele ser comúnmente su tono de voz
— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! — dice molesto
— Tus calificaciones escolares van de mal en peor y por si fuera poco perdiste de la forma más humillante en los juegos extremos de la universidad causando un completo alboroto — respondió sin descuidar su tono de voz
— ¡No puedes hacerme esto! ¡¿Cómo se supone que llegué a la universidad?! — reclamo lleno de furia
— Lo siento pero hasta que no mejores en alguna de esas dos situaciones no tendrás tu auto de vuelta y tu mesada se verá reducida, lo suficiente para que consigas alimento decente y puedas transportar te en taxi. Ahora estoy muy ocupado por mi trabajo así que no llames más ¿Quieres? — explico su padre para luego colgar la llamada
Brad lleno de indignación y enojo sentía su deseo de venganza crecer de sobre manera.
— ¡Yo! Bradley Cremanata Tercero ¡¿En taxi?! ¡¿Por qué no me terminas de matar mandándome en autobus?! — grita al teléfono como si su padre estuviera dentro de el y pudiera escuchar sus reclamos
Molesto no tuvo de otra más que buscar un taxi cerca para llegar a tiempo al campus.
Mientras tanto ya ahí max terminaba su última clase del día, se apresuró a entrar a su habitación que compartía con Bobby y PJ buscando el atuendo perfecto para una cita que estaba por tener mientras tarareaba alguna de sus canciones favoritas con emoción y felicidad. Luego de ponerme su mejor camiseta roja su teléfono dentro de su mochila sonó en una llamada, confundido lo saco de ahí y respondió temeroso de la idea de que tal vez confundió la hora de encuentro y estaba llegando a tarde.
— ¡¿Hola?! Ya casi llego, estaré en la cafetería en cinco minutos lo prometo — dijo max sonriente mientras se miraba al espejo y se ponía su único perfume.
— Max... Creo que tendré que cancelar la cita de hoy — dijo la chica en voz tímida
— ¿Cancelar? ¿Por qué? — pregunta confundido quedándose quieto finalmente
— Eres un buen chico, pero me reencontré con un viejo amor que tenía y creo... Creo que lo de nosotros no hubiera funcionado, lo siento — explica la chica para luego colgar la llamada
Max confundido mira su teléfono y suspira profundo. Da pasos lentos hacia su cama y se sienta sobre ella teniendo dentro de el un fuerte sentimiento de decepción. La euforia que causó en las chicas luego de ganar los juegos extremos se fue desvaneciendo poco a poco al igual que su fama. Además de que citas que si había logrado completar también fueron un rotundo fracaso, ya que, al conocer a todas esas chicas se dió cuenta de que no eran nada más que superficiales y egocéntricas o incluso indiferentes. Incluso buenas chicas con lindos sentimientos e intenciones lograban convencerlo si no es que lo terminaban dejando plantado antes.
Volteo hacia un mueble de madera a lado de su cama con tres cajones en el. Abrió uno de ellos y de ahí saco una foto de Roxane, la única chica que se verdad lo hacía sentir completo y feliz. Ninguna era como ella y ninguna podría asemejarse al corazón de aquella peliroja nunca. En su mente se arrepentía profundamente de aquella discusión que tuvieron a finales de la preparatoria y a finales de su relación.
— Te extraño Roxxie... — Dijo max con tristeza para luego volver a guardar aquella fotografía y cerrar el cajón.
La puerta repentinamente se abrió de golpe dejando ver a uno de sus mejores amigos, Bobby.
— ¡MA A AX! — grito bobby lleno de emoción, tomó de los hombros al decaído chico y lo sacudió — ¡Nos invitaron a una fi i está! — anuncia lleno de alegría
— ¿Una fiesta? ¿Hoy? Pero mañana hay examen — Dijo max sin ganas de desvelarse en un lugar que no fuera su habitación haciendo cosas que no fuera estudiar. La beca dependía de sus buenas calificaciones y un acto así lo ponía nervioso.
— Cada semana hay un exa a men, aún así siempre los pasas to o dos — dijo dándole un pequeño y ligero golpe en el hombro — debes divertirte más debes en cu u ando — alentó
— Mmmm, no lo sé bobby. No quisiera distraerme de más y acabar mal, además nunca me han dado buena espina las fiestas de la universidad. Nosotros en preparatoria solo escuchábamos buena música y bailamos, no se que puedan hacer aquí — dijo max temeroso a arrepentirse si es que llegara a aceptar
— Tú tranquilo, todo va a estar muy bi i en. — Alentó una vez más su viajado amigo
— Además, recuerda que mi papá trabaja aquí ¿Y si me ve? — dice nervioso y más temeroso por la idea
— Tú papá nunca dura despierto tan ta a arde, no se dará cuenta — insiste una vez más
Max suspira y luego de pensarlo unos segundos termina por aceptar sonriente. Sentía que si debería divertirse más seguido y no encerrarse tanto en los estudios.
Al llegar la noche los tres chicos salen del edificio en el cual estaba su habitación y se dirigen hacia donde sería el gran evento. Mientras Bobby y PJ hablaban alegres max miró a lo lejos un rostro familiar para nada alegre. Era Brad que caminaba desanimado hasta su residencia donde se seguro le esperaba la peor de las bienvenidas por el resto de su equipo que dormía en el mismo lugar.
— Ammm chicos, adelante se ¿Si? Olvide algo en el cuarto — dijo max haciendo que ellos siguieran su camino
Luego de que estuvieran lo suficientemente lejos max camino hasta donde estaba Brad y llamo su atención.
— Así que por fin te dejas ver Bradley — dijo max haciendo que voltee a verlo
— ¿Qué quieres Goof? — Se quejo Brad sin querer hablar con él en lo mas mínimo
— Supe que estuviste hospitalizado ¿Estás bien? — pregunta max sin ningún rencor, todo lo contrario, parecía preocupado.
— Y ahora quieres saber de mi bienestar después de la forma en que me aplastaste a mi y aplastaste mi vida — reclamo Brad molesto
— Bueno si tenías que recibir tu merecido pero no creí que fuera una caída de casi 20 metros que causará que te accidentaras y te ausentaras seis meses — respondió
— No te importa — dijo Brad dispuesto a seguir su camino
— ¡Oye! ¡Si vas a tu habitación ya no puedes estar ahí, tu equipo te hecho! — advirtió max en voz alta para que pudiera escucharlo claramente a pesar de la lejanía
— ¡¿Qué?! ¡¿Esos idiotas me sacaron de mi propia casa que yo mismo les brinde?! — reclamo molesto dando la vuelta para verlo
— Si así es — dijo sin más — creo que tendrás que ir mañana a coordinación para que consigas dónde dormir el resto de la carrera —
— ¡¿Y dónde se supone que duerma mientras tanto?! — pregunto ya sintiendo su cabeza explotar de tanta furia acumulada
— Puedes dormir en mi habitación, no estaremos está noche — dijo max lanzando las llaves a sus manos
Brad ni siquiera intento atraparlas por lo que callejón al suelo. El por otro lado se cruzó de brazos y levantó la cabeza cerrando los ojos con indignación.
— ¡Ni loco! Bradley Cremanata Tercero no duerme en otra cama que no sea la suya — recalca indignado en rico sin atención
— Como quieras, quédate afuera si quieres o puedes venir a la fiesta que se hará en la discoteca. Tú decides — dijo max con indiferencia alzando los hombros para luego irse.
Brad molesto alza los brazos sin entender que era lo que estaba ocurriendo últimamente. Lleno de más frustración no tuvo otra opción que levantar las llaves del suelo y caminar dentro del edificio, era mucho más humillante dormir afuera en el frío para el.
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