Capítulo 7

—Sueltame, no te creas tan importante.- me sangoloteo tratando de salir de su agarre, pero no sirve de nada.

—Responde...- dice borde.

—No estaba siguiendote, éstas completamente loco.- miento.

—¿Estás segura?- giro a verlo causando que nuestras miradas topen y siento mis piernas flaquear.

Es hermoso.

Sí, estoy segura...- hablo irritada por su insistencia.

Él recorré mi rostro con su mirada y vuelve sus intensos ojos a mí.—¿Quién era el chico ese?.- pregunta causando que me ponga nerviosa.

—Un amigo...- digo sin pensar.

¿Porqué le estoy dando explicaciones?.

—¿Y porqué casí te ha besado?.

—No, no me ha besado... Estás loco.- veo hacía otro lado evitando su mirada.

—Pues yo creo que sí... ¿Cómo se llama?...- me toma del rostro haciendo que lo vea a los ojos nuevamente.

—¿Quién te creés?, ¿el FBI?- digo retante causando que tense la mandíbula.

—Solo contéstame, ¿quién es?, dime la verdad.- insiste.

—Un amigo, te lo acabo de decir.- me suelta haciendo que respire libremente de nuevo.

—¿Cómo se llama?.

Me cruzo de brazos y noto como su mirada se clava en el escote de mi blusa.—Me voy, adiós...- me giro dispuesta a irme, pero Dany me jala atrayendome hacía él de manera brusca.

—No, hasta que me digas como se llama.

—¡Jorge!- exclamé.—Se llama Jorge.

—¿Es tu novio?- pregunta alzando una ceja.

—No... No tengo novio.

—Y con ese carácter núnca vas a conseguir uno.- él esboza una sonrisa de mojabragas que me gusta al instante.

Me acerco a él para darle una bofetada, pero de inmediato me toma la mano.—Imbécil.- digo safandome de él.

—Insoportable.- alza una ceja defendiéndose.

—Idiota...—digo ya cabreada.

—Consentida.- se acerca a mí.

Frunzo el ceño, ¿consentida?, ¿perdón?.—¡Déjame en paz!- exclamo ésta vez.

—Admite que te encanta discutir conmigo, pequeña...- dice de manera superior.

—Lo único que me gustaría es que desaparecieras.- hablo sin pensar y me arrepiento al instante.

No quiero que se marche.

—Vale, entonces adiós.- se voltea y camina unos cuantos pasos.

—¡No, espera!...- él se gira y me mira serio, su mirada es tan fría que me causa escalofríos.—Lo siento, no quise decir eso.

—Me quedo sólo si me das un besito...- se acerca a mí y me coge de la cintura.

—¿Porqué eres tan bipolar?...- pregunto apartando sus manos.

—No soy bipolar.- dice firme mientras me mira y posa sus manos en mis caderas.

Éste hombre me pone tan nerviosa, joder.—¿A caso sabés que es ser bipolar?.- le pregunto nuevamente quitando sus manos y alzando una ceja.

—Sí.- dice borde para después volver a colocar sus manos en mi cadera.

—¿Puedes dejar de poner tus manos en mi cadera?, me pones demasiado nerviosa.- pienso en voz alta recibiendo una carcajada de su parte.

—Como sea, tengo que irme, debo hacer unas cosas.- dice yéndose, pero lo sigo por temor a quedarme sóla en aquél lugar.

—No me dejes, imbécil.- reclamo al llegar a su lado, pero él me ignora.

Lo veo de perfil y mi corazón para de latir; Dany es el chico más guapo que he visto en mi vida.

Tiene una nariz perfecta, una sonrisa perfecta, una mandíbula perfecta, hasta su cabella castaño es perfecto.

Es tan buenmozo.

Sé que soy guapo, pero mira tu camino o en menos de un segundo estarás besando el suelo.- tensa la mandíbula de manera seria.

Cuando salimos de aquéllos caminos desiertos, por algúna estupida razón aún sigo a su lado.

—¿Porqué sigues aquí?- me pregunta.

Suspiro y paro en seco.—Ni siquiera yo lo sé.- digo sin entender.

Daniel se acerca a mí y de la nada deposita un beso en la comisura de mis labios haciendo que parte de ellos se rocen levemente.

Abro mis ojos de par par y siento como me ruborizo al instante.

Ojalá todo fuera más sencillo.

—Nos vemos...____.- dice sonriendo de lado.—Por cierto... Me encanta tu piercing.- suelta refiriéndose a la perforación que llevo en el ombligo.

Veo como se marcha dejándome sóla como estúpida dandome cuenta de que me gusta más de lo normal.

[…]

Día lunes, otro día más de aburridas clases, como siempre.

—Adivina con quien me topé ayer.- Sonreí como tonta enamoradiza al recordarlo.

Karen giró a verme y alzó una ceja.—¿A quién?- preguntó mientras cogiamos una bandeja para nuestra refacción.

—Daniel Oviedo.- solté haciendo que ella abriera los ojos.

—¿Qué cojones?, pero... ¿cómo?, ¿te ha dicho algo?- formuló preguntas al instante.

—Creo que no nos llevamos tan bien, cruzamos unas cuantas palabras.- mordí mi labio para ocultar mi emoción.

—No puedes, ____.- frunce el ceño.—Es una mala persona.

—Conmigo no se ha comportado como un bandolero, así que empiezo a creer que todos esos rumores son completamente falsos.- lo defendí ciegamente.

—Joder, no seas tonta...- dice cabreada.—Es un mujeriego.- recalca.

Decido no discutir más con ella, así que paso bruscamente delante de Karen, pero de pronto escucho un golpe y un quejido de dolor, giro hacía donde provino y veo a mi mejor amiga tirada en el suelo, un ‘mierda’ sale por su boca atrayendo la mirada de toda la cafetería y veo que se toca la pierna con coraje.

¿Se fracturó?.

—¡Joder, Karen!...- exclamo asustada corriendo hacía ella.

—Mi presentación...- se queja entre dientes debido al dolor.

[…]

Afortunadamente no se ha quebrado el pie, simplemente fue una fisura, de igual manera le pusieron yeso y le negaron rotundamente hacer cualquier movimiento brusco.

—Por favor...- suplica mi mejor amiga nuevamente.—Hazlo por mí.

—No, no lo haré... Mover el culo frente a miles de hombres no es lo mío.- digo frustrada.

Karen suele bailar distintos ritmos musicales en bares, clubs o restaurantes ya que es coreógrafa y debido a su accidente no podrá asistir a una presentación a un club nocturno éste próximo viernes y su magnífica idea (nótese el sarcasmo) es que yo la suplante bailando Pole Dance, cosa que me pone nerviosa, no quiero que piensen que soy una chica de vida alegre (una pérfida).

—Por favor, eres fantástica en el tubo, puedes hacerlo muy bien... Además, yo iré contigo y no dejaré que nadie te falte al respeto.

Sigo dudandolo, pero tampoco puedo permitir que Karen quede mal.—¿En dónde será?.-pregunto.

—Se llama Club Rocker.- responde al instante.—Es un club donde van chicos malos, ya sabes...- me codea.—Quizá, no lo sé...- se mira las uñas— Sólo quizá puedas volver a ver a Daniel.- me sonríe de lado para convencerme.

Eres una manipuladora, Karen.

Me cruzo de brazos y alzo una ceja.—Bien, lo haré...- ruedo los ojos.

Aunque sinceramente, sólo necesitaba un pretexto para poder verlo nuevamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top