Jimin aprendió a ser un Omega independiente.

Sus habilidades de caza, alimento y sentidos estaban aumentadas al cien por ciento.

Parecía que la conexión desarrollada con su parte Omega estaba en lo más alto de la escala y eso le hacía sentir en una plena paz.

Realmente estaba tranquilo, conociendo el bosque (que resultó ser un bosque más grande de la que al parecer, no había salida alguna), había mejorado al armar carpas provisionales y podía disfrutar de si mismo, sin ningún inconveniente.

Los humanos no le seguían el paso, así que por el momento todo estaba bien.

O eso creyó, pues durante una de las noches en las que la lluvia había decidido aparecer para llamar su atención, escuchó un disparo a unos metros de distancia.

Gritos y lo que pareció ser un aullido de dolor de un Alfa, le alarmaron por completo.

Su instinto le pedía ir por aquel extraño alfa y a la vez huir.

Por supuesto, tomó la segunda opción y aunque por un par de veces estuvo a punto de resbalar sobre un risco, logró estar lo suficientemente lejos para esconderse en una cueva e intentar dormir en ella.

Aquella noche soñó con sus padres y abuela, quienes estaban a su lado, en lo que parecía ser la manada.

Despertó con una sensación extraña en el pecho y comenzó a pensar en su familia.

Si hubieran tenido más tiempo, tal vez estaría junto a ellos, probablemente tendría más compañía, que si bien, no rogaba por ella, hacía falta.

Estaba seguro que ellos le hubieran apoyado en dejar la manada y hubieran estado a su lado cuando ocurrió todo con Jungkook.

Luego pensó en el alfa y el mundo se vino boca abajo cuando un aroma que conocía a la perfección, parecía estar cerca suyo.

Da la casualidad que aquel aroma era parecido al de Jungkook, quien suponía, debía estar casado y muy lejos de él, probablemente en la costa de la aldea de su esposa.

Su cuerpo lanzó alarmas rojas y rápidamente, recogió sus elementos, se transformó en su firma lobuna y escapó.

Lo que pasó durante dos semanas más, Jimin consideró que fue parte de su imaginación, ya que no tenía ninguna manera de comprobar que las cosas sucedían en verdad.

Estaba siendo seguido por lo que parecía ser un lobo, con un aroma similar al de Jungkook que le observaba desde lejos. Era una mezcla de su aroma y sangre seca.

No le atacaba, pero su presencia no le generaba algo positivo.

Estaba dando vueltas por el bosque, para intentar despistar al lobo, pero no resultó.

Enfrentarlo resultaría complicado, su naturaleza alfa demostraba que no podía (al menos de manera física), contra él, aunque teniendo en cuenta que tal vez aquel alfa que había aullando era el mismo y el aroma a sangre le pertenecía, Jimin tenía una ventaja.

Y mientras los días pasaban, Jimin notó que el Alfa estaba cada vez más debilitado, hasta que se desmayó junto a él.

Deseó dejarlo de lado y dejar que falleciera, pero su parte Omega tenía otros planes.

Así que, pensando en su propio bienestar, le ató de manos y piernas para curarlo a la perfección.

Llevaba una bala incrustada en el pecho y sangre alrededor de casi todo su cuerpo. No comprendió como es que el Alfa no había fallecido antes, pero al parecer resultó siendo más fuerte de lo que esperaba.

Sentía haber conocido a la figura lobuna, pero en su memoria, no tenía ningún recuerdo de ella, así que lo dejó pasar.

Dos días después, el lobo estaba despierto y Jimin había decidido estar a su lado, hasta que notara que se había curado por completo.

Esperó un gruñido de su parte, pero simplemente el Alfa se quejó.

Un lobo grande y quejumbroso.

Eso es lo que era.

(Que hizo que Jimin tuviera curiosidad por él y se quedara a su lado, al menos por un tiempo indeterminado).

estoy enferma, peero cuando pueda corrijo este capítulo jaja:(