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Tras haber finalizado con su curación, Jimin comenzó a trazar un mapa sobre la tierra, usando una rama que se había encontrado. El alfa se había acomodado cerca suyo y aunque el Omega no podía admitirlo en voz alta, sentía su respiración y eso le hacía temblar un poco.

"¿Qué haces?" El mayor se inclina aún más cerca. La incomodidad le palpita, porque sus instintos parecen ser más fuertes y eso le incomoda, de no ser por su parte racional, estaría sobre Jungkook en estos momentos, se sentía un animal. No entiende como no había ocurrido antes, cuando Jungkook estaba en su forma animal.

"Voy a trazar un mapa. Debemos buscar la aldea de tu...de tu esposa. Creo que la aldea se dirigía hacia allá". Era extraño dirigirse a alguien más como la pareja del Alfa, siempre había pensado que sería él quien estaría a su lado.

"Entiendo". Tal vez amaba a su esposa y por ello había renunciado a la pareja que la luna le había asignado. Debía ser una mujer muy hermosa, aunque superar la belleza de Jimin debe ser casi imposible.

Jungkook observaba sus facciones más de cerca. Sus pestañas eran largas y su cabello le incitaba a tocarlo. De pronto una abeja se paró sobre la frente de Jimin y como este no lo había notado, el hombre la apartó con delicadeza y la mirada de Jimin se elevó al ver la acción.

Sentía que le estaba analizando, quizás había pensando mal de él. Titubea un poco, nervioso. "Es-Estaba quitando un bicho de tu frente". Debía dar una explicación.

El Omega que le observaba en silencio no parecía ser el mismo que le había ayudado días atrás. Ahora Jimin le estaba evitando y le dolía un poco, intentaba comprender, pero le costaba.

"Entiendo". Jimin no intentaba ser grosero ni mucho menos desagradable, sólo sentía que en algún momento estallaría.

Ese hombre no era el Jungkook del que estaba enamorado, ese hombre había perdido la memoria y tenía gente que esperaba por su regreso.

Entierra las uñas sobre sus muslos y con la mano izquierda sigue trazando el mapa. Es lo que ha recorrido y lo desconocido, podría buscar la aldea y de ahí partir a la de la esposa de Jeongguk. Era un buen plan, además, si aún había gente allí, no tardaría mucho en llegar y dejar al Alfa, para volver a su rutina.

El rubio intentaba explicarle al Alfa el plan, pero el hombre parecía distraído con otra cosa, sentía su mirada sobre él y quizás le hacía sentir bien.

El peli castaño le interrumpe. "¿Puedo hacerte una pregunta?"

Ya la estás haciendo.

"Estabas realmente enamorado de mí?" La pregunta lo descuadra, deja el palo a un lado y se acomoda frente a Jungkook. Sabe que fue una pregunta poco delicada, pero había salido sin pensarlo.

"Estaba tan enamorado de ti, que pude haber dado mi vida, por tenerte a mi lado. Fuiste la razón por la que me quedé en la aldea más tiempo de lo necesario. Te amaba tanto que me destrozó el corazón". Pasa saliva y ahora el alfa le observa en silencio, sus labios están tensos y sus ojos oscuros le analizan. Intenta que su voz no se quiebre, pero lo hace. "Pero me hizo daño y no podía estar en un amor que me hiciera ello. Volvías y luego desaparecías de la noche a la mañana, sin ninguna explicación. Llegué a sentirme como un perro que esperaba a su dueño llegar de casa. Imaginé una vida contigo aunque no debía, porque no era mi lugar".

No había pensado en confesar eso en voz alta. Jungkook hace el amague de limpiar una lágrima que se resbala sobre su abultada mejilla. Sus ojos azules brillan y al Alfa se le encoge el corazón de dolor.

Necesita saber lo que pasaba, porque le estaba dando mala espina el saber que desaparecía sin avisar a Jimin. Aunque tenía sentido que tampoco lo supiera, sonaba un hombre misterioso. "No deberías llorar. Alguien como tú no merece sufrir en absoluto".

El rubio fuerza una sonrisa. "Gracias".

Ambos se levantan, Jimin copia el mapa en una hoja en pocos segundos y el alfa se transforma. Inclina su cuerpo para que el Omega se suba sobre su lomo y este acepta. Jamás había tocado el pelaje del lobo de Jeon.

Quizás podría entablar una amistad con Jungkook. Luego negó ante tal pensamiento. No podía permitir que entrara a su vida de nuevo, para desaparecer.

Merecía cuidar su corazón.

A la mañana siguiente, con los objetos empacados, Jungkook y Jimin comenzaron a caminar. El Omega viaja sobre el lomo del alfa como lo hicieron el día anterior y se dejó guiar.

Jungkook debía averiguar más antes de llegar a casa. Debía recuperar su memoria y Jimin era la única persona a su lado para poder lograrlo.

Había aceptado la idea de Jimin de volver a su manada, porque quería tenerle cerca y sabía que si se negaba, este le iba a dejar cuando su curación culminara. Se había propuesto saber lo que sentía por Jimin y si este sentía aún algo por él, para cuando fuera el momento adecuado, preguntar si podía quedarse a su lado. Además que tenía curiosidad por saber el porqué había dañado al bello Omega.

Quizás el tiempo le diría la verdad.

A él y a Jimin, que merecía la paz que le había arrebatado de nuevo, al aparecer en su vida después de tantos meses.

gracias por leer/comentar/votar!!💗

3/3

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