012.

— ¿Estás lista?— Taehyung entró por la puerta, Liah suspiró, asintió y se puso de pie.

La esperó en la puerta, ella tomó su abrigo y se unió a él, abrazándolo por la cintura. Taehyung le dio un beso en la cabeza y empezó a caminar. Estas eran las fechas del mes en las que Liah estaba vulnerable y Tae lo único que quería era protegerla.

— ¿Ya se van?— Seokjin preguntó al verlos. Él también iba de salida.— Voy a la biblioteca, ¿no les queda cerca? Podría llevarlos.

— Gracias, Jin, pero no.— Liah sonrió.— El hospital queda del otro lado.

— Está bien, conste que yo quería ayudar.

Los menores le sonrieron al mayor y éste se despidió. Lo vieron subir a su F-150 y entonces ellos subieron al Porshe de Taehyung. Liah puso Pray de Sam Smith en la música y Tae empezó a cantar; ella amaba que él cantara y aunque Taehyung no solía hacerlo, lo hizo por ella. La chica buscó la mano de Taehyung, las entrelazaron y él le dio un apretón.

Liah lo miró y él le sonrió.

— Todo va a estar bien, Milky.— Alentó.— Es la última sesión y vas muy bien.

— Después de tantos años, por fin me libraré.

— Exacto.

Liah estaba en camino a su última consulta con el Psicólogo. Después de tantos traumas que había tenido a su temprana edad, Taehyung decidió llevarla a un Psicologo años atrás. Era evidente que Liah necesitaba tratamiento, así que siguió y hoy, después de dos años, lo terminaba.

Taehyung sabía que ella sufría al recordar todo lo que quería enterrar en aquellas sesiones, sin embargo, al final del día, le ayudaba a superarlas cada vez más. Además, él la mantenía con la idea que siempre estaría ahí para protegerla.

Llegaron al hospital, fueron directo al edificio donde estaban todos los consultorios, subieron al piso de Psiquiatría y Psicología, Taehyung habló con la recepcionista del Psicólogo Kwon y ésta hizo que Liah pasara al consultorio. Ella miró a Taehyung antes de soltarle la mano, él la pegó a su cuerpo y le dio un beso en la frente, entonces la dejó ir.

— Aquí voy a estar.

Liah entró por la puerta y cuando ésta se cerró, Taehyung se tumbó en uno de los sofás de la sala de espera. Dio un gran suspiro y de pronto todo el pasado se le vino a la cabeza.

Taehyung y Liah vivían en un barrio bajo, y a pesar de eso, siempre fueron felices estando juntos, sin importar la atmósfera oscura en la que vivían. Taehyung siempre defendía a Liah, Liah siempre le sacaba sonrisas a Taehyung. Su amistad empezó cuando ellos tenían tan sólo 6 años de edad, vivieron toda su niñez juntos y entonces llegó la adolescencia.

Empezaron a notar que vivían en lugar de mierda, muchas injusticias y carencias. Pero ellos seguían luchando contra eso. Hasta que un día, Liah empezó a desvanecer su sonrisa, apenas le hablaba a Taehyung y siempre estaba inquieta. Taehyung, claramente preocupado con la situación, le pedía a Liah alguna explicación pero ella se negaba. Hasta que ella se cansó y dijo "papá me hace daño", pero nada más. Taehyung trataba de averiguar que era ese "daño", ¿insultos? ¿golpes?

Una tarde, fue por Liah a su casa por que irían al cine, antes de tocar la puerta, pudo escuchar sollozos por parte de ella. Asomó la cabeza por la ventana y presenció la peor escena que había tenido ante sus ojos. Liah llorando, su vestido mal puesto, su padre como un maníaco.

¿Eres la niña de papi, cierto?

— S-sí... Lo soy.

Taehyung sintió asco y rabia al escuchar eso. Se quedó sentado en las escaleras, escuchando lo que pasaba allá adentro, incapaz de moverse, por el miedo, la rabia, la impotencia. Sus ojos estaban fuertemente apretados, pero los abrió de golpe al escuchar a Liah gritar "para", lo primero que vio ante sus ojos en ese sucio jardín delantero, fue una varilla de hierro. La tomó, pateó la puerta, abriéndola de golpe. Liah se destrozó al ver ahí a Taehyung, ella no quería que lo supiera. Taehyung no le importó eso, él quería matar al padre de Liah en ese entonces.

Le gritó que se alejara, entonces lo atacó con la varilla, golpeando su rostro, piernas, cuerpo e incluso su miembro, dejándolo casi moribundo. Exhausto de aquella paliza, dejó caer el metal, se quitó su chamarra y fue corriendo con Liah, se la puso, cubriéndola toda y se la llevó para nunca más volver.

Y entonces conocieron a Namjoon y Yoongi y todo en sus vidas cambió.

— ¿Estás bien?— Taehyung abrió los ojos al escuchar la voz de la recepcionista, quien claramente le hablaba a él.

— ¿Uh?— Preguntó confundido.

— Mmh... Estás llorando.

Taehyung llevó las manos a sus ojos, sintiendo la humedad. Ahora estaba rojo de la vergüenza, la chica le pasó un pañuelo.

— Gracias.— Dijo y lo tomó, ella volvió a su escritorio.— Creo que mejor iré por un café.

Se puso de pie y bajó por el elevador para ir a la cafetería que le quedaba más cerca, en el transcurso de caminar por el hospital y ver por las paredes de cristal de éste, se percató que afuera ya había anochecido, ¿cuánto tiempo pasó? Llegó a la cafetería y encargó dos cafés, uno para él y otro para Liah.

Se sentía nefasto al recordar todo eso.

Subió al elevador y volvió al piso en el que estaba. Cuando las puertas se abrieron, todo se sintió raro y extremadamente silencioso. La recepcionista no estaba y la puerta del consultorio estaba abierta, Taehyung corrió hasta ahí y casi se queda sin aire. ¿Qué demonios? No había nadie, pero el lugar estaba destruido. A Taehyung se le resbalaron los cafés de las manos y a lo lejos visualizó el bolso de Liah, lo tomó, desesperado y estaban todas sus pertenencias dentro.

A excepsión de algo fuera de lo normal. Una nota.

Me he llevado a mi chica. – Gwangmin.

— Ese hijo de puta.— Taehyung arrugó el papel y salió hecho un demonio del consultorio.

*

Taehyung bajó corriendo de su auto y entró a la casa, antes de eso, se aseguró que todos los autos estuvieran. En el recibidor y la sala no había nadie, así que gritó.

— ¡¡Todos, vengan ahora!!

Y así fueron llegando todos de poco en poco, incluso Somi y Chaeyoung estaban presentes. Todos desconcertados por la desesperación de Taehyung, que no dejaba de caminar de un lado a otro, impaciente, obligando a que su cabeza pensara. Uno que otro preocupado porque Taehyung estaba más que furioso y eso podía ser muy peligroso.

— ¿Qué pasa? Estaba durmiendo.— Yoongi llegó.

Pero se calló las quejas al ver a Taehyung.

— Un segundo...— Jimin dio un paso al frente, ahora preocupado.— ¿Dónde está Liah?

Taehyung miró a su mejor amigo y Jimin supo que todo se había ido a la mierda.

— Esto no es ninguna extorsión, ellos de verdad tienen a Liah.

Y todos se volvieron locos, Leehi empezó a llorar, Jungkook la abrazó la dejó con las chicas y se unió a los chicos, quiénes ya estaban reunidos en la mesa, compartiendo planes de rescate sin siquiera ser elaborados. Ellos querían a Liah, cueste lo que cueste.

— Creo que lo mejor será esperar una hora.— Sugirió Namjoon.

— ¡¿Una hora?!— Taehyung se alteró.— No puedo, tengo que encontrarla ya.

— ¡¿Por qué la dejaste sola, Taehyung?!— Ladró Jimin, furioso. No quería culpar a Taehyung, pero sus emociones le estaban ganando en ese momento.

Liah era como su hermana menor.

— ¡Estábamos en el puto hospital!— Taehyung golpeó la mesa.— ¡Nunca lo vi venir!

Todos se sobresaltaron por el grito del rubio, sus ojos estaban llorosos y él estaba a punto de explotar. Quería golpear a Jimin, a todos, a los bastardos que se llevaron a Liah, a Minsik. Sabía que ese imbécil no era bueno.

— ¡No se peleen!— Seokjin gritó enojado.— Y escuchen a Namjoon, de todos, es el único que tiene cabeza en este momento.

— Como decía,— Namjoon reposó sus puños en la mesa y se inclinó.— ellos no se llevarán simplemente a Liah, seguro llamarán o mandarán alguna foto. Hay que darles una hora.

— Si en una hora no hay señal alguna,— Yoongi suspiró.— entonces saldremos como sabuesos del diablo en busca de nuestra chica.

Todos asintieron de acuerdo, incluso Taehyung. No sólo tenían una hora en espera de una señal, también tenían una hora para prepararse. Dejaron todos sus celulares y el teléfono de la casa en la mesa donde estaban reunidos. Mientras unos preparaban sus armas y autos, otros estaban dando rondines por la mesa, las chicas estaban plantadas como acero.

Taehyung respiraba pesadamente, sus puños apretados y todo su cuerpo doliendo de la impotencia. Quería correr en busca de Liah y matar a los responsable. No había duda, esta vez no se iba a tentar el corazón; Taehyung solía ser el chico amigable, esta vez sacaría a la luz al chico de hace años, el que sólo dejó con vida al padre de Liah porque ella gritaba que se detuviera.

Milky, voy por ti...

— ¡Está sonando!— Somi gritó, tomando el teléfono de la casa.

El rubio voló por la sala de estar y llegó al comedor. Tomó el teléfono y contestó, activando el altavoz.

— ¡Liah, ¿eres tú?!— Taehyung casi rogó. Todos llegaron corriendo.

— ¡Taehyung, Gwangmin y el Yelows Mob están con ellos!— Gritó Liah y segundos después se escuchó que la golpearon y alguien gritó "cállate, perra". Taehyung apretó el aparato.— Taehyung...

— ¿Acaban de golpearte?— Preguntó, sin poder creerlo aún.

— Eso no es nada a comparación de lo que le espera.— Dijo un hombre y otros empezaron a reír.

— Acaban de firmar su sentencia de muerte, ¿me oyeron? ¡¿Me...— Y la llamada terminó.

Taehyung estrelló el teléfono en la pared y antes de que alguien pudiera reaccionar, los celulares de todos se encendieron en la llegada de un mensaje. Una foto. Todos los tomaron y se quedaron sin aliento al ver la imagen. Liah atada en una silla, sus ojos vendados, cabello echo un desastre, ropas rasgadas y ligeros rasguños.

— Sí que son idiotas.— Jungkook vio cada detalle de la imagen.— Sin duda están en uno de sus talleres. Los conozco, los estuve investigando.

— Entonces vamos.— Jimin ya tenía listas sus llaves, pero Jungkook lo frenó.

— Será mejor que rastreemos el número de la imagen.— Dijo el menor, miró a su novia y ella fue corriendo por su laptop. Hace años habían hackeado un programa, casi lo olvidaba.— E ir todos juntos al lugar.

— ¡No puedo esperar más, Jeon!— Taehyung se desesperó.

— ¡Es cuestión de minutos!— Gritó Jungkook.— Ni siquiera has preparado tu arsenal, ¡hazlo! Todos, prepárense.

Taehyung gruñó y salió corriendo a su habitación, no sin antes tomar su celular. Ya arriba, se puso a llorar mientras buscaba las armas necesarias, estaba tan desesperado y alterado que hacía las cosas mal. Entonces un nuevo mensaje llegó, esta vez un vídeo. Los bastardos se estaban divirtiendo con Liah, la tocaban y ella lloraba despedazada.

— ¡Por una mierda!— Taehyung lanzó lejos el celular y empezó a tirar y golpear todo a su paso.

Y el miedo empezó a consumirlo. El terror de pensar en que Liah estaba reviviendo sus demonios del pasado lo hacían sentirse fuera de sí. No he cumplido mi juramento, no lo he hecho...

— ¡Taehyung!— Hoseok gritó desde alguna parte de la casa.— ¡Tenemos el lugar! ¡Andando!

Tae se limpió las lagrimas, se escondió un arma en la costura del pantalón y tomó otra, llevándola como un accesorio. Bajó corriendo por las escaleras, todos ya estaban afuera. Cada quien en su auto, listos para salir, Jin decidió que las chicas se irían con él en la F-150 y darían vueltas hasta que tuvieran a Liah. No era seguro estar en casa o en un lugar fijo en ese momento.

Namjoon hizo un ademán con su mano y subió a su auto, fue el primero en salir y todos lo siguieron. Jungkook mandó la ubicación a todos, cada quien tomaba sus carriles y atajos, a toda  velocidad y sin alejarse.

Llegaron al barrio donde estaba el taller, esa familia tenía barios por toda la ciudad, pero éste era el que estaba en peor y más peligrosa ubicación de todos. Taehyung al recorrer las calles, las imágenes de sus raíces llegaban a su cabeza. Sentía su cuerpo quemarse por dentro y por fuera.

Necesitaba tener a Liah en sus brazos, ya.

Los neumáticos de varios rechinaron en la grava, Taehyung bajó corriendo y empezó a golpear la banda de metal que cubría la entrada. Hoseok llegó a su lado e hizo lo mismo, Namjoon y Yoongi sacaban armas de sus autos, Jungkook se unía, entonces Jimin llegó corriendo, con su arma en alto.

— ¡Muévanse!— Los tres se quitaron, Jimin disparó directo a la chapa, haciéndola volar. El castaño corrió a la puerta y entró.— Adivinen quién llegó, pendejos.

Todos adentro, aproximadamente diez hombres, ya estaban con la guardia en alto. Era obvio que habían escuchado los autos desde afuera. La mitad estaban armados, algunos otros con varillas y llaves, otros, entre ellos Gwangmin, escondidos y uno retenía a Liah.

— ¡¡Liah!!— Taehyung entró, su voz retumbando por todo el lugar.— ¡Suéltala!— Le gritó al que estaba con ella y entonces levantó el arma. Liah gritó.

— ¡Taehyung, no pierdas la cabeza!— Jungkook llegó, lo jaló de la chaqueta y junto a Jimin, los arrastró tras un auto que los protegía del resto. Hoseok se les unió, Yoongi y Namjoon entrarían después.— Escuchen, este es el plan. Taehyung levántate y dispara el piso, entonces cuando ellos estén fuera de control, saldremos nosotros y tú ve por atrás para llegar a Liah.

Los tres asintieron ante la orden de Jungkook.

Taehyung se puso de pie y disparó cerca de un armado y volvió a esconderse.

— ¡¿Creen que pueden venir y hacer desastre en nuestro taller?!— Gritó el que casi fue atacado.

— No los maten.— Susurró Jungkook.— ¡Ahora!

Jungkook, Jimin y Hoseok se pusieron de pie y empezaron a disparar sólo a los que estaban armados. Jimin logró darle a la entre pierna de uno, salió corriendo por su arma y se escondió tras otro auto.

— Estos idiotas creen que van a ganarme en mí a tiros.— Jimin se burló, guardándose el arma del enemigo y salió para seguir disparando.

Jungkook y Hoseok se cargaron a dos y Hoseok salió corriendo por las armas, escondiéndose ahora con Jimin. Jimin salió, pero se tumbó al piso al percatarse que le dispararon. Casi le deban. Hicieron que su brazo doliera y eso lo enfureció.

— Ya les maté a uno, ¿quieren otro?— Sonrió como maniaco y le dio al chico que recientemente le había disparado. Jungkook corrió por el arma.

— Jimin, no fanfarronees.— Pidió y entonces se deshizo del último armado.

Hoseok y Jimin salieron de aquel auto, se unieron a Jungkook. Los tres sonriendo y ahora los de la BGH52 queriendo actuar rudos pero a la vez cagándose del miedo porque ya no tenían armas de fuego a su alcance, además, sus compañeros chillaban heridos en el piso.

Taehyung ya estaba tras de Liah y nadie lo había notado y justo cuando el bastardo que estaba con ella sacó un arma tras su pantalón, Taehyung llegó corriendo y con el mango de su pistola, golpeó la cabeza del chico, quien cayó al piso por el golpe, ahora su cabeza sangrando y Taehyung sin tentarse el corazón le dio tres tiros.

— ¡Jungkook les dijo que no los mataran!— Namjoon entró al taller con Yoongi a su lado.

— Me importa una mierda.— Taehyung gruñó.— Era el bastardo que la estaba tocando en el vídeo.— Bangtan no entendió que vídeo, pero no dijeron nada más. Taehyung desató las manos de Liah, caminó y se hincó frente a ella, le quitó la venda de los ojos y sonrió.— Milky, estoy aquí.

— ¡Tae!— Liah se lanzó sobre él, escondiendo su rostro en el cuello de Taehyung y él apretándola con sus brazos tan fuerte que casi los fundía. Inhaló su aroma y la apretó más. La tranquilidad lo invadía, Liah lloraba más fuerte.

— Ya estoy contigo, no te preocupes.

— Taehyung...— Ella seguía llorando.

— ¡¡Oye, yo fui el del primer movimiento!!— Gritó Jimin a lo lejos, Liah no pudo evitar sonreír entre el llanto.

Aparentemente, los otros se habían rendido pues ya no se escuchaban ni balazos ni golpes. Bangtan los tenía inmovilizados, apuntándoles con sus armas y soltando amenazas. Taehyung se encargó de desatar por completo a Liah y le pidió a Jimin que la sacara de ahí, él así lo hizo.

Taehyung se dio media vuelta, viendo el resto del taller y justo cuando la rata que buscaba estaba huyendo, le disparó en la pantorrilla y éste cayó.

— ¿Adónde crees que vas?— Taehyung caminaba en su dirección, Gwangmin estaba aterrado.— Juré que si la lastimabas, te mataba.

— ¡¡Ellos me pagaron bien!!— Gritó desesperado. Tae negó con la cabeza, lo tomó de la ropa y lo llevó hasta su Audi, dejándolo tendido sobre el cofre.— ¡¡Para!!— Rogó Gwangmin al sentir los balazos cerca de él, impactando contra el metal.— ¡¡Amigo no lo he terminado de pagar!!

— Y no lo harás.— El rubio arremetió un golpe contra su rostro, manchándose sus nudillos con sangre.

— ¿Qué...— Y Gwangmin no pudo hablar más, había sido callado para siempre por el arma de Taehyung.

Tae se dio media vuelta y se alejó de todos, Jungkook y Hoseok que seguían ahí lo miraron sorprendidos. Casi en shock. Taehyung era el calmado de la familia, incluso Jin se había cobrado una vida antes, Taehyung nunca y en una noche se encargó de dos. Sin ningún miedo. Sin ninguna duda. Sin ningún remordimiento.

— Bueno...— Hoseok suspiró.— ustedes saben si quieren seguir con su juego de joder a Bangtan.— Les dijo a los chicos que quedaban.— Aunque es claro quien será el ganador.

Y se fueron.

Taehyung salió por la puerta de metal, Liah al verlo salió corriendo del auto de Jimin y fue directo a abrazar a su mejor amigo y sin poder evitarlo, empezó a llorar de nuevo. Taehyung la apretó fuerte, se alejó rápido para quitarse su chaqueta y ponérsela, ella lo agradeció eternamente.

— Vamos a casa.

Y antes de que pudieran dar un paso, los chicos llegaron corriendo y abrazaron a Liah, incluido Yoongi quien era el que estaba dando palabras alentadoras en ese momento. Liah sonrió y de pronto sus lágrimas se convirtieron en lágrimas de mera felicidad. Ella de verdad tenía una familia ahora.

— Llamaré a Leehi para avisarle que ya estás con nosotros.— Jungkook informó.— Nos vemos en casa.

Todos fueron a sus autos, Taehyung llevó a Liah al suyo y rápido se pasó al lado piloto. Todo el camino a casa ella estuvo recargada en su brazo y cuando Taehyung tenía que meter los cambios, lo hacía junto a Liah para no soltar su mano. Liah respiró paz al estar en casa, amó la sensación de ver los autos en la cochera que creyó que jamás volvería a ver y su corazón se llenó cuando sus amigas y llegaron corriendo, con lágrimas en los ojos y la recibieron con todo el amor del mundo, incluyendo a Seokjin.

— Qué noche.— Hoseok se lanzó al sofá.— Pero creo que el mensaje quedó claro.

Ahora estaban reunidos en el patio, todos tumbados en el césped, las estrellas y luna alumbrando su noche.

— Nada ni nadie va a tumbar a Bangtan.— Dijo Namjoon.

Todos sonrieron, se miraron entre sí y asintieron. Estaban totalmente de acuerdo en eso. No había algo más fuerte que una familia unida y jodidamente Bangtan lo era.

Taehyung apretó la mano de Liah, se puso de pie y la puso a ella también. El resto los miró pero no dijo nada, ellos querían descansar y él único que podía ayudar a Liah en ese momento era Taehyung.

— No nos molesten.— Pidió el rubio y todos sonrieron.

Y los dejaron ir.

Taehyung cargó a Liah, entraron a la casa y fueron directo a la habitación de él. Liah acurrucada en él hasta que se percató del desastre.

— ¿Qué pasó aquí?— Incluso la cama estaba volteada.

— Creí que iba a perderte.— Susurró él.

Entraron al baño que estaba en la habitación, Taehyung sentó a Liah sobre el lavabo y él fue a abrir el grifo de la bañera. Volvió a ella y antes de que Liah dijera algo, Taehyung la abrazó.

— Tae... ¿Estás llorando?— Preguntó con tristeza al escuchar los sollozos de su mejor amigo.

— No pude protegerte.

— Taehyung lo hiciste. Todos lo hicieron. Me buscaste, me encontraste y ahora estoy contigo otra vez.

— Sí, pero ellos te lastimaron.

— No me importa lo que me hicieron, no llegaron a eso, además, siempre estuviste en mi cabeza. Sabía que llegarías.

— Juro que no volveré a dejarte sola nunca.

— Gracias, Tae.

Él se alejó un poco, le retiró la chaqueta con cuidado, la miró antes de seguir con la blusa, Liah asintió. Con él nunca se sentía insegura. Taehyung lentamente fue despojándola de todas sus prendas, él hizo lo mismo con las suyas, la cargó y juntos entraron a la tina. Ella sentada sobre él, acurrucada mientras Taehyung lavaba sus heridas y cuerpo.

— No volverán a hacerte daño, Liah.

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OMAIGAHHHHHHHHHHHHHH, CAPÍTULO LARGO, ¿me extrañaron chicuelas? 🤑

sorry a las que les llegó la noti ayerrr, estaba a la mitad del cap y en lugar de guardar, publiqué el cap jAJAJA):

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