Los billetes estaban en buen estado y la cantidad había sido la acordada. El nitrógeno hoy en día se vendía muy caro y no se conseguía tan fácil si querías buena calidad. Sin embargo, Namjoon tenía contactos y Yoongi podía sacarle un buen provecho a eso. Dicho pelinegro, guardó los fajos de billetes en la caja fuerte de la oficina y salió por la puerta.

La oficina se situaba en la planta alta, en la puerta del fondo, la cual tenía varios cerrojos, por ese mismo pasillo, se encontraba la habitación de Taehyung hasta el otro extremo y a su lado la de Jimin. Abajo, en el área de habitaciones, estaban las de Hoseok, Jungkook y Jin. Y finalmente en el sótano, Namjoon se había equipado una habitación más grande. El resto de la mansión, cocina, sala, estancia, salón de juegos, un patio gigantesco, garaje y un pequeño taller.

El Nissan 350Z frenó al lado del Camaro Coupé de Jimin, las puertas metálicas se abrieron y Namjoon salió con unas cajas.

— ¡Necesito ayuda aquí!— Vociferó.

A lo lejos, por el ventanal de cristal de la cocina, divisó a Yoongi bajar de las escaleras, pero era obvio que él no movería un dedo.

— ¡Yah, hyung!— Volvió a gritar.— Llama a alguien.

— Taehyung, deja de rascarte el culo y ayúdale.— Dijo mirando en dirección al sofá, una cabeza se asomó y con pereza, arrastró su cuerpo fuera del cuero.

— ¡Podías ayudarle tú!

— Estoy ocupado.— Murmuró, seguido se tumbó en el sofá y encendió el televisor.

*

— ¿Podrías bajarle? Estamos en una zona escolar.— Murmuró Jimin sin siquiera mirar a Hoseok. Taehyung recién le mandaba una foto graciosa. Una sonrisa adornando sus labios.

— Es sábado.

Hoseok tampoco lo miró, sus ojos siempre estaban en el camino. Hundió su pie en el acelerador mientras hizo cambio de marcha. Quería llegar ya a casa. El Shelby GT500 rugía por aquella tranquila calle. Llevaba una pieza para el Mustang, esencial para la carrera de esta noche. Jimin, por su parte, iba muy tranquilo, casi como si se tratara de una carrera normal. Subió a quinta. Ya estaban en la zona donde vivían.

Car Fest.

Así se llamaba el evento. El nombre lo puso Jin hace tres años cuando lo hicieron por primera vez. Cada grupo, o como se catolizaban, "familia", llevaba a sus corredores, los cuales corrían en diferentes carreras. De cuatro vueltas, en parejas, de motos y la principal, que era la carrera más importante. En todas había apuestas, apuestas millonarias. Bangtan solía ganar la mayoría de las carreras y no quería perder esa racha.

— ¿Te parece linda?— Jimin le puso el celular a Hoseok en la cara.

— Tiene cara de puta.— No la tuvo que ver ni un segundo para decir eso.

— Lo es. Y también dicen que lo hace bien.

— Qué asco, Jimin.— Espetó, saliendo del auto. Jimin imitó sus actos, ya afuera, miró a Taehyung en la piscina.

— ¡Taehyung!— Él lo miró, Jimin alzó el celular.— ¡¿Te parece linda?!

— ¡Sí!

— ¡Es una puta!

— ¡Qué genial!

Jimin empezó a reír mientras asentía y se fue con Taehyung. Hoseok no supo si reír o golpearlos, así que mejor los ignoró. Se sacó la chaqueta negra y la dejó en una de las mesas que estaban en el jardín, del maletero del Shelby sacó las nuevas bugias para el Mustang y se fue al taller. En ese momento, Jungkook salía de la puerta de la cocina. La cual estaba conectada con el garaje y el taller.

— ¿Adónde vas?

— Voy por Leehi. Ya vuelvo.— Dijo y subió al Challenger, en menos de un segundo, ya se encontraba de reversa y saliendo de una manera muy limpia a la calle.

*

Jin salió del departamento de policía. Había tenido una larga plática, pero al final, consiguió que los azules se quedaran en las calles principales esa noche. Esto era lo que hacía Seokjin, o por lo menos lo más importante, se encargaba de la policía, ¿cómo? Bueno, él sabía que tácticas aplicar y cuantos ceros poner. Además, los semestres que estuvo en Ciencias Políticas y su aspecto eran un bonus que le ayudaban desde conquistar a la recepcionista hasta poder dejar sin palabras al comandante.

La F-150 se encontraba en el estacionamiento del lugar público, quitó los seguros desde lejos, puso su pie sobre el escalón y se impulsó para subir. La noche estaba por caer y él todavía no estaba listo, no había estado en casa en todo el día. Eso era algo malo de ser uno de los organizadores de todos los eventos. Arreglos, autos, bebidas, corredores. Con su brazo izquierdo dirigía el volante mientras con el derecho cambiaba las estaciones de radio. La música fue interrumpida por una llamada entrante; Seokjin tenía conectado su celular vía bluetooth.

— ¡¡Hyung!!

— ¿Qué pasa Jiminnie?— Preguntó tranquilo, miró a ambos lados de la vacía avenida y avanzó.

— ¿Ya vienes? Pasan de las siete de la tarde, la cosa es lejos y tenemos que estar ahí a las nueve.

Las carreras empezaban hasta las diez, sin embargo, los corredores tenían que estar desde antes.

— Estoy en camino, recién salgo de la delegación.— Suspiró.— Pueden irse adelantando.

— Eso dijo Taehyung, pero Namjoon quiere que vayamos todos juntos.

Seokjin se burló.— ¿Quiere el desfile de autos, no?

— Ya sabes cómo es...— Jimin rió.— ¡Rápido!— Y colgó.

Otro suspiró por parte de Jin, apretó el volante dejando sus nudillos casi blancos y pisó el acelerador.

*

Todos ya estaban en casa y casi eran las ocho. Era tarde. Hoseok había ido a su habitación para ducharse y en cuanto se cambió salió de nuevo al garaje para revisar el Mustang una vez más. Yoongi y Namjoon habían terminado su charla en la oficina y después de asegurar el dinero que llevarían, bajaron a la estancia principal. Jimin estaba con Taehyung, ayudándolo a escoger qué auto llevar esa noche. Jungkook y Leehi se encontraban en la cocina. Y Jin había terminado de alistarse.

— ¡Hora de irnos!— Gritó Namjoon para que todos escucharan.

El sonido que provocaron todos cogiendo sus llaves era placentero y emocionante, sabían lo que se acercaba y les encantaba.

— ¡¡Lleva el Laxus!!— Jimin estaba cansado. Taehyung apretó los labios y asintió, guardando las llaves del Porche en un bolsillo de su pantalón.

Ambos salieron por la cocina, los demás ya se encontraban en el garaje, encaminándose a sus respectivos autos. Namjoon al Mitsubishi, Yoongi al Charger, Hoseok ya estaba arriba del Mustang, Jin al GT-R, Jimin subió a su Camaro, Taehyung al Laxus, entonces estaba Jungkook...

— Amor, toma.— Jungkook le pasó a Leehi las llaves del Challenger.— Necesito que tú te lleves el auto. Jimin correrá en la moto también y yo la llevaré.

— Bien.— Caminó al Challenger con Jungkook siguiéndola, se puso detrás de la puerta y se estiró para besar con rapidez a Jeon.— Te veo allá.

Jungkook relamió sus labios con una sonrisa ladina y asintió. Dios qué sexy... Pensó al escuchar el auto rugir y sus pensamientos se incrementaron al ver a su novia con gran facilidad maniobrar el auto y sacarlo por las puertas eléctricas. Él fue a la Harley de Jimin y se apresuró a ponerla en marcha. Los autos se encontraban alineados en la acera, Namjoon se encargaba de cerrar la casa, entonces Taehyung aprovechó y salió del auto gritando.

— ¡Me desviaré a mitad del camino! ¡Tengo que pasar por Liah!

Choi Li Ah, su mejor amiga.

Nadie respondió pero todos escucharon así que no hubo más que gritar. Namjoon salió corriendo a su auto, fue el primero en avanzar y todos lo siguieron, Jungkook hasta el final con la moto. Iban en hilera por la calle hasta salir al bulevar que fue cuando se esparcieron por los carriles de éste. A Jimin le encantaba las miradas de los peatones o incluso de los otros conductores al ver tal escena de motores. El Car Fest era a las afueras de Seúl, en un bulevar poco transitado pero con muy buen pavimento, los carriles eran anchos y estaba alumbrado lo suficiente.

Llegó el momento que Taehyung se desviara, se pasó hasta el último carril de la derecha, justo detrás de Yoongi, cuando el Charger pasó de largo el semáforo, el Laxus dobló y tomó rumbo al centro de la ciudad donde se encontraba el edificio donde vivía su mejor amiga. Taehyung le había comprado ese departamento, después de haber vivido tantas cosas juntos, le cumplió la promesa de conseguirle un lugar seguro donde vivir, donde no tuviera miedo de cerrar los ojos a la hora de dormir. Él pasaba mucho tiempo ahí, era como su segunda casa, tenía ropa y algunas pertenencias, así como Liah las tenía en la casa de los chicos. A unos metros la divisó en las escaleras de la entrada. Siempre lo esperaba así, sentada en los escalones, mirando al suelo y moviendo sus pies con impaciencia. Taehyung frenó enfrente y debido al ruido del motor, Liah levantó la cabeza con una cara sonriente porque había llegado. Lo saludó con la mano y de un brinco se puso de pie. En unos segundos ya se encontraba en el asiento copiloto.

— Sabes, deseo el día en el que vaya por ti hasta la puerta del apartamento.

Taehyung se pasó al carril en movimiento y de ese al último para dar vuelta en U y seguir con la ruta que sus amigos habían tomado.

— Probablemente el día que eso pase, tú y yo no seremos más mejores amigos.

Ambos sonreían con las sonrisas juguetona que los caracterizaban.

— Pero qué dices Milky, tú y yo siempre seremos mejores amigos.

Liah puso All We Got en el reproductor y se puso cómoda en el asiento. A Taehyung le encantaba su presencia en el auto, sentía que sin ella o Jimin algo faltaba. Sin embargo, esta vez él iba algo serio y ella lo notó.

— ¿Qué tienes?— Preguntó con curiosidad, Tae apartó la vista del camino y la miró irónico.

— Tú sabes qué tengo.

Liah puso los ojos en blanco.

— Es un buen tipo.

— No lo es.— Reprochó.— Grwangmin no es un buen tipo.

— Me gustan sus piercings.— Se encogió de hombros, restandole importancia.

Taehyung entrecerró sus ojos y negó la cabeza. El par de piercings bajo los labios del tipo no eran la gran cosa. Además, Tae lo veía con varias chicas en un día, y era un drogadicto de primera. Él no quería que Liah estuviera en sus rumbos, ya que al parecer, los últimos días habían estado hablando y se habían topado en una que otra fiesta. Era cierto que los rumbos de Taehyung no eran mucho mejor que los de Gwangmin, pero por lo menos él se encargaba de protegerla.

— Con que te gusten, está bien.— Suspiró. Pero entonces, una risita por parte de Liah.— ¡¡Liah!!

— ¡Lo siento! Estábamos muy borrachos, ¿de acuerdo? Empezó con un pico, después un beso, yo con sus piercings, él...

— ¡Ya no quiero saber!— Dobló en una calle y subió hasta sexta. Sus manos apretaban el volante.

— Entonces tú llamaste, dijiste que me recogerías y tuve que despedirme.

Tae sonrió.— Soy todo un héroe.

Liah no dijo nada, escuchó atenta Run to the Hills un rato, pero sus ojos volvieron a su mejor amigo. Lo estudió un poco y se aclaró la garganta para hablar.

— Me has visto salir con chicos antes, yo no me quejo incluso si sales con dos... No entiendo por qué Gwangmin te afecta tanto. ¿En serio te enoja tanto?

Taehyung apretó sus labios y soltó un fuerte suspiro. Tiró de la palanca de cambios. No era enojo. Era miedo. Las ocasiones anteriores no decía nada, incluso él le presentaba a chicos, sin embargo sabía que nada llegaría ser serio, pero con Gwangmin las cosas empezaban a tomar ese color. ¿Y si la pierdo?

— Sé como es Gwangmin. ¿Y si te lastima? Además de la paliza que le daré por hijo de puta, no quiero verte dolida, mucho menos destrozada.

— ¿Destrozada?— Casi se burló por aquella palabra.— Eso jamás me pasará si tú estás a mi lado. ¿Nunca te alejarás verdad?

Taehyung la miró, sonrió y negó con la cabeza. Liah le sonrió y seguido se estiró para darle un casto beso en los labios muy fugaz. Él empezó a reír y la empujó de vuelta a su asiento. ¿Su primer beso? Fueron el uno del otro. ¿Su primera vez? La perdieron el uno con el otro. ¿Cómo planeaban estar? Siempre el uno para el otro, sin ningún obstáculo en su camino.

— Acelera.— Pidió Liah.— Hoy será una larga noche.

Ambos sonrieron, él asintió, subió la marcha de nuevo a sexta y piso el acelerador.

— Showtime~

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HELLO MAFUCKERSSSSSSSSS
wow, me he sorprendido por el hecho de que muchxs les llamó atención la temática de la historia, bueno, ¡eso me alegra! además, significa que compartimos gustos en común ❤️.

como lo mencioné antes, esto está inspirado en f&f y derivados.

santo toretto bendice la historia pls 🙏🏼.

¡nos leemos el prox cap! ¿qué creen que suceda, ehhhh?