Parte Unica



"Y si uno de nosotros fuera a volver con su ex...", dice Lipman, levantando la copa y todos se preparan para hacer lo mismo. El cumpleañero, Doc, voltea a ver brevemente a Chuuya, quien ya esta un poco borracho. Espabila y carraspea ligeramente, "...Roguemos para que no sea Chuuya"

Albatross ríe y le da un suave golpe al mencionado. Chuuya se molesta porque todos parecen concordar entre risas. Como si.

***

Iceman tira la carta al centro de la mesa. Piano man la lee en voz alta, traduciéndola al japonés. Es el único con ingles fluido.

"¿En serio, Carol?", todos tararean. Chuuya revisa sus propias cartas y cala de su cigarrillo al notar que ninguna es lo suficiente buena para responder.

"¿Volviste con tu ex?", dice Albatross con un ingles mal acentuado, tira la carta a la mesa, riendo. Y todos miran a Chuuya.

"A la mierda este juego", tira sus textos de New Phone Whos Dis y se levanta a fumar un cigarrillo.

***

Doc renueva votos con su esposa de hace treinta años, en una fiesta modesta pero acogedora. Chuuya limpia polvo imaginario de su saco y brinda a cada cosa estúpida que dicen sus amigos borrachos.

"Por Doc y su chica", todos chocan las copas.

"¡Para que Chuuya olvide a Dazai!", dice Iceman, con el tono mas febril y alegre que puede articular, es decir, con la mandíbula relajada y voz rasposa. Esta borracho.

Todos brindan menos Chuuya, quien refunfuña. "¡Obviamente lo supere hace tiempo! ¡¿Podrían olvidarlo?!", pero ellos siguen brindando. Chuuya dejo a Dazai. El fue quien lo termino, ¿esta bien? Con mas razón es el menos afectado en su separación. Pero sin embargo...

Esa misma noche decide que tener a tu ex bloqueado en todas las redes sociales es inmaduro, ¿no? Entonces le abre un poco la puerta al que alguna vez pensó que era el amor de su vida y la luz se filtra en ese viejo y olvidado departamento que es la vida romántica de Chuuya. Y oh, como si no supiera que darle un poco a Dazai Osamu es como darle todo.

***

Han pasado poco mas de dos meses desde la ultima vez que Chuuya salió con alguien (Dazai, con quien ya había terminado dos veces antes de esta). El pelirrojo accede a conocer a una de las amigas de Albatross, una morena que le impartió de tutora en la preparatoria. Chuuya la recuerda vagamente. Lo cierto es que olvido a todos los idiotas del bachillerato.

(Estaba muy ocupado compitiendo por la excelencia académica con Dazai, y luego pavoneándose cuando lo superaba por muy poco. Luego besándolo, académicamente)

Es morena y es inteligente, y bueno...Chuuya tiene una pequeña debilidad por el ingenio, ¿no? No puede ser tan malo-

"Y es justo tu tipo, ¿no es así?", dice Albatross, ambos sentados en la cabina usual que tienen el su bar restaurante usual.

Y Chuuya carraspea, porque, claramente se refiere a que se parece un poco al zopenco de Dazai.

"Ni siquiera se cual es mi tipo", se queja, removiendo su limonada con soda con la pajilla.

"Oh vamos, amigo...", el que ha sido su amigo desde la secundaria le da un codazo. "Por algo pasaste mucho tiempo con... Bueno, ya sabes, no mencionare su nombre porque luego empiezas a llorar después de los dos tragos, pero sabes de lo que hablo, ¿eh? No tiene nada de malo si tienen que tener un alto coeficiente int... La palabra..."Albatross se frena, recordando que ni siquiera sabe pronunciar coeficiente intelectual sin fallar en decir coeficiente o intelectual. "Para atraerte... O si deben ser un poco extraños y un poco desagradables, te gusta la gente peculiar. Debes conocer mas gente así."

Esas son sus sabias palabras, y Chuuya suspira.

Los demás llegan pronto, saludando. Chuuya sabe que acordaron estar aquí a las ocho, y es un poco mas temprano que eso, siente la necesidad de tomar sus llaves, por pura memoria muscular. Y entonces recuerda que no debe hacerlo. La chica llegara hasta aquí por su cuenta. Y eso es...raro.

Quizás, en realidad, no lo es, ¿verdad? No es algo tan formal, solo debe conocerla, hacerle compañía, y probablemente quiera llamarla luego. Tal vez llegaran hasta las tres citas, cuando Chuuya tenga confianza con ella y entre las cada pocas semanas que la recuerde, pueda llamarla para un polvo o algo así.

(Lo que ignora de su necesidad de recogerla es que, Dazai siempre encontraba la forma de convencerlo para que lo recogiera para sus citas. Excepto cuando empezaron a vivir juntos.. y luego ya no lo hacían)

Su corazón salta cuando ve a una chica morena entrar al establecimiento. Tiene el cabello unos centímetros por debajo de los hombros, ojos oscuros y una camisa de gato. Oh, Chuuya odia los gatos (Excepto que los ama).

Cree que Albatross aun no la ha visto, así que se excusa de forma poco notable al baño y se relaja. Vamos, es una chica, ¿no? Vino con una camisa de gato, el cabello secado y lo que probablemente eran Converse. No es gran cosa para ninguno de ellos. (Algo parecido a una sudadera y converse era la forma de una cita importante para Dazai).

Y... ese definitivamente no es Chuuya basando todos su encuentros románticos en experiencias con Dazai, absolutamente.

Aprieta los labios en una linea tensa por un segundo y luego se relaja, saca su teléfono. Revisa la hora, diez minutos para las ocho. Es viernes. Chuuya trabaja de lunes a viernes, se graduó hace casi un año pero ahora esta tomando un posgrado. Podría decir que toma clases de jueves a sábado y...y ¿excusarse con tener un examen importante mañana? Eso es. Entonces estará fuera para las diez.

O...

Su teléfono vibra.

Y su madre solo le escribe los sábados. Esta con prácticamente todos sus amigos que no están demasiado borrachos como para poder siquiera recordar el abecedario y escribir un texto un viernes por la noche. Yuan y Shirase no escriben textos a esta hora.

Y algo le dice que no debería.

Pero enciende su teléfono, apoyándose en el lavabo.

"Cangrejo

Comida para gato

Cangrejo enlatado"

La persona aun esta escribiendo cuando Chuuya se alarma.

"¿Que carajo?" Escribe, y la otra persona, Dazai, deja de escribir. Entonces los puntos suspensivos que martillean el corazón de Chuuya con cada rebote reanudan.

"Oh, Chuuya"

El pelirrojo atrapa su labio inferior entre sus propios dientes. Puede escuchar su nombre con la voz de Dazai. Puede recordar su labio atrapado entre los dientes de Dazai. Cosas que solo hacia en momentos serios para el.

"Esa es mi lista de la compra, ¿me desbloqueaste por error?"

Y algo, algún sentido desarrollado en algún punto de los nueve años que lleva conociendo a Dazai, chilla sordamente. Puede imaginar a Dazai riendo mientras escribe eso. Es falso. Chuuya ha caído en eso antes. Y el tiene una vida fuera de eso ahora. Fuera de Dazai. Una vida real. Pero eso esta al otro lado de la puerta, donde todavía se oye amortiguado y todavía lejos. Chuuya cree que todavía tiene tiempo antes de que...(¿Dazai lo tome todo...?)

Pero eso no sucederá.

Chuuya lo deja en visto. Carajo. Hay una chica muy linda allá afuera, probablemente pensando que es un idiota impuntual, o peor, tal vez sabe que el esta aquí ya y cree que es un cobarde. Demasiado asustado de una interacción romántica con una mujer.

Su camisa se ciñe de forma ligeramente pretenciosa. Chuuya sabe que se ve bien, pero siente que verse demasiado bien apenas la vea es fuera de lugar, ¿o solo esta sobrepensando?

Entonces esta vez su teléfono vibra, pero es con una llamada.

Y Chuuya contesta.

Se imagina a si mismo diciendo algo como '¿Que quieres, pedazo de mierda?' o quizás diciendo algo patético como 'No puedo seguir haciendo esto, Dazai. No sin ti.'

Entonces se queda en silencio.

En la lineal hay un sonido de lluvia y algo como lo que parecía el final de una canción de Nirvana. Chuuya le dio su camiseta de Nirvana a Dazai. Nunca la pidió de vuelta.

Y Dazai, Dazai esta siendo tan evidente. Y Chuuya no puede seguir haciendo esto, pero, al mismo tiempo, es todo lo que sabe hacer, todo lo que conoce. Un tiempo creyó que vivía para ese simple, dulce...

"Chuuya", alegre, suave y cantarín. Su voz va al ritmo de su corazón dócil y los latidos de su corazón llevan a una melodía que encanta a Chuuya con naturalidad y frenetismo. "Aprendí a hacer udon, pero no es lo mismo sin la zanahoria, ¿no? Atsushi-kun me lo advirtió"

Ah, los amigos de Dazai. Chuuya dejo de hablar con todos y cada uno de ellos cuando terminaron. Y eso fue extraño, porque probablemente eran su pequeña familia.

"También se hacer waffles, es muy parecido a los panqueques, ¿no? Hasta podría decir que es mucho mas fácil. Esa maquina es una gloria. Los hace por su propia cuenta."

"Dazai...", el conoce ese tono, joder. Se despeina y vuelve a peinarse. Es una clase de reinventación.

Dazai lo interrumpe. "Deberías venir a probarlos", tararea. Y el preludio de la canción favorita de Chuuya de Bowie empieza a sonar. Oh, amaba el gusto musical de Dazai. Tal vez tanto como amaba a Dazai. Tal vez lo ama. Antes de que pueda decirle a Dazai lo mala idea que es eso, el habla "Y soy Osamu para ti, Chuuya"

Y, en realidad es una mala idea, ¿verdad?

En el fondo de la lineal de Chuuya se escucha la música amortiguada, un relámpago. Esta lloviendo. Probablemente Dazai dice algo como eso porque sabe que esta el esta solo. Y Dazai también esta solo, ¿no fue siempre así las otras veces?

Chuuya se pone la chaqueta, no porque vaya a salir.

Chuuya guarda su teléfono y revisa si, ejem, no olvido sus llaves o algo asi. Alguien pudo haberlas robado, ja. Pero no, el tiene todo con el. Su teléfono, llaves, chaqueta y billetera, donde siempre guarda un condón.

Al salir, rodea todas las cabinas para evitar pasar frente a sus amigos. Toma su auto y, ¿no es esto estúpido, una muy, muy mala idea?

A la mierda, esas eran las ideas favoritas de Dazai.

***

Chuuya tarda unos minutos en encender el auto, después de todo es viejo. Fue un regalo de su hermano mayor cuando cumplió 17. Una vez Dazai lo tomo prestado cuando tenían 19 y la maldita chatarra nunca volvió a ser la misma. Insiste hasta que finalmente se enciende después de un alarido de aceleración fallida. Tiene precaución en el camino para evitar que se apague.

Llega hasta el edificio de apartamentos de Dazai, con 23 años. Un trabajo estable y una carrera. Tiene ahorros para otro auto. Tiene un perro, Chuuya planea morir de viejo volviendo al lugar de sus orígenes, el campo. O probablemente muera antes de los 30 en algún accidente fatal de motocicleta.

O probablemente muera ahora mismo por culpa de Dazai. Bajo la lluvia y con el auto más apagado que encendido.

Dazai no tiene que enviar fotos sexys o algo asi, no tiene que rogar, no tiene que convencerlo.

El llama, y Chuuya ya esta ahí.

Y cuando apaga el motor y una canción pop rock que no se molesto en cambiar en la radio se detiene. Chuuya no oye nada.

No hay ninguna voz en su cabeza recordándole lo mala idea que esto, ni nada triste por no poder cumplir su propia palabra cuando dijo que Dazai podía irse al carajo porque el ya lo había superado, tampoco ese remordimiento en su trasero. Lo único que siente es...

Vergüenza.

Así que, de la mejor forma en que puede demostrar un sentimiento así de inferior, es pateando la puerta del auto y entrando al elevador, marcando tan solo el segundo piso. Son unos segundos, un breve preludio para cuando apenas sale, ahí, al final de pasillo, en la ultima puerta.

Dazai.

El lo mira, recargando su peso en el marco de la puerta. Chuuya aprieta los puños, y avanza.

El moreno sonríe, tímidamente, entonces Chuuya empieza a quitarse la chaqueta, porque es tan patético y a Dazai le gustaba mucho cuando simplemente era reservado y se mantenía al ritmo de sus planes. Esa sonrisa cambia a algo presumido.

Llega frente a Dazai, que, oh, esta usando la camisa de Nirvana, pantaloncillos que lo hacen ver vergonzosamente gay y ese cabello enmarañado.

Chuuya empuja su chaqueta contra el pecho de Dazai y el la toma, haciendo ver como si fuera un accidente que también envuelve sus dedos en el proceso, Chuuya lo hace avanzar y cierra la puerta de una patada detrás de el.

Aun no hay dedos en su cabello. Aun no están besándose ni chocando contra las paredes. Debe ser buena señal. Chuuya tampoco estaría molesto si simplemente arreglan las cosas y lo olvidan de una vez por todas. Ser adultos. Chuuya se enorgullecería si tuviera ese autocontrol, ese norte.

"Ch-", empieza Dazai, y...

Y cuando ve a Dazai...

Tiene que interrumpirlo.

"Si, Chuuya es tan patético, Chuuya viene como un perrito hacia a mi. Ahórrate todo eso. No mencionare que probablemente sabes cada maldita cosa que estas haciendo y a que te esta llevando. Fingiré sorpresa de que estés preparado, evitare pensar que lo hiciste pensando en mi... porque esto es estúpido. Lo sabes. ¿Que? ¿Ninguno de los otros respondió? Vete a la mierda, ¿Sabes que? De todas formas nada de eso puede pasar y podríamos resolver esto finalmente. Y no mentiras, no gritare y me iré a la mierda de tu vida para siempre, puedo hacer eso, Osamu, y tu..." también puedes hacerlo, quiere decir, pero teme que seria pretencioso. ¿Dazai siquiera piensa en el cuando todo apunta a que siga con su vida? Chuuya teme a la respuesta.

Dazai se lame los labios, dejándolos rosas y brillantes "Iba a decir que te ves bien", suelta, extrañamente suave. Chuuya se obliga a no creer ni una maldita palabra dócil que salga de su boca a menos a que este follandolo cuando no tiene absolutamente nada de sentido en su cabeza. "...Y sabes que no hay otros. No quiero eso."

Dazai habla sobre algo de gracias por llamarme Osamu. El miente. Juega con el dobladillo de la camisa de tallas grandes de Chuuya que lleva puesta, la única razón por la que le queda al moreno, y vuelve a mentir, y entonces dice.

"Y que pasa si...", luego se calla. Da un paso hacia Chuuya. Pero es como si no lo hiciera. Es como un niño. Chuuya siempre debe leer las cosas importantes en su rostro y decirlas en voz alta por el.

"¿Me dirás que no quieres que termine?", y Chuuya no sabe a que se refiere. O, en realidad, sabe que significa, pero no entiende nada de esta mierda. "¿Dirás que podemos hacer todo al mismo tiempo y arreglarlo?"

Dazai lo mira, mira detrás de Chuuya, la puerta.

Y el no puede huir de su propia casa. Entonces huye de si mismo.

"Tienes razón, y raramente la tienes, chibi", esta vez se acerca con la convicción de un superior que sabe que un subordinado hizo algo mal. "Esta mierda no tiene arreglo".

"Tu no tienes arreglo", murmura Chuuya, Dazai levanta su barbilla entre sus dedos dociles y lo besa.

Unos segundos.

"Nosotros...", dice, Chuuya lo calla, lo tira de la solapa y lo estrella contra la pared del recibidor. "...Aun así, Chuuya si parece un perrito que corre cuando lo llamo".

Las parte posterior de las rodillas de Dazai tropieza contra el brazo del sofá, a donde Chuuya lo dirige, al costado. Y el cae.

Chuuya se separa. "Deje a una chica, iba a conocerla." Afloja y tira de su cinturón, arrojándolo a un lado. "Iba a superar todo esto, pero siempre me tomas en malos momentos", admite, extrañamente, Chuuya. "Justo en los días en los que mas pienso en como se sentía follarte, tienes que jodidamente llamar".

El moreno se sienta, y efectivamente, en el jaleo puede ver la parte posterior de sus pantaloncillos húmeda, oh, alguien estaba ansioso. Lo demuestra de nuevo sacando una botellita de lubricante detrás del cojín del sofá.

Dazai le indica que se siente, y no tiene que ser brusco, no tiene que hablar ni empujar. Una señal con el dedo, y Chuuya ya esta disponible para que Dazai se siente en regazo. La diferencia de altura es un poco mas cómoda.

No hay música, ni siquiera la que se escuchaba a través del teléfono. Probablemente Dazai recordó esa vez que Chuuya expreso lo ridículo que encontraba la música en medio del sexo. Que Chuuya prefiere escucharlo a el y nadie mas.

Siente la ereccion de Dazai presionar contra la suya, y es divino. Acuna su cadera con capas y capas entre ellos, haciéndolo rodar lascivamente.

Dazai empuja para que su nuca se recueste en el respaldo del sofá, de esa forma lo besa desde arriba, tomando una dúctil iniciativa locuaz. Osamu espero mucho por esto. Chuuya también lo extraño.

"Entonces Chuuya si tiene a otras, ¿no es así?", acusa, y ambos lo recuerdan al mismo tiempo, Dazai es mas rápido al hablar. "Pensé que era tu única chica bonita", y...y el solo lo dice por el estado de animo, ¿no? Vamos, no es como si Dazai extrañe lo suyo, carajo. No es porque extrañe ese juego fetichista de ellos en el que empujaba la falda hasta su cintura, arrugaba el dobladillo y hacia lo que quería con Dazai. Su chica bonita.

"Espero que estés hablando de la canción de Nirvana", que por cierto, Chuuya le dedico a Dazai, y nunca mas la vera de la misma manera. Es tan estúpido.

"Hm. Por supuesto", tararea suavemente en su cuello. Porque de todas formas, Chuuya puede reconocer a veces a Dazai le gusta complacerlo. O jugar con el.

Chuuya recuerda que aun tiene permitido tocar lo que alguna vez fue suyo, deslizando una mano debajo de la camisa de Dazai, este no se detiene en tal cosa, se para en sus rodillas para desabrochar el pantalón de Chuuya y apenas desnudarlo lo suficiente para sacar su polla.

Dazai esta frenético. Exprime lubricante, una cantidad obscena, que seguramente ni siquiera se sentirá bien para el, y lo extiende sobre la longitud de Chuuya, con la otra mano acuna su mejilla y sigue besándolo.

Todo es rápido, como normalmente lo era. Chuuya recuerda que solía ser como si Dazai dejara el sexo en un segundo plano efímero y se concentrara en la charla de almohada con Chuuya mas tarde.

Y Chuuya también extraña eso.

"Deja de jugar", regaña suavemente el pelirrojo.

Puede sentir su piel debajo de sus dedos, la suave curva de su cintura. Que sabe que cabe casi perfectamente entre sus manos desde atrás. Dazai es muy delgado.

Los calcetines grises de Dazai acarician sus muslos, el moreno se frota suavemente. Mas interesado en los juegos previos. Chuuya estaba desesperado para que empezara. Pero ahora quiere que termine. Rápido, duro. ¿Y que sucede si en realidad si pueden resolver las cosas y hacerlo todo al mismo tiempo? Pelear, follar, resolverlo y no volver a verse nunca.

"Chuuya", gruñe Dazai, lo mira a los ojos y luego se esconde en su cuello, y es como si todo se detuviera. Todo volviera a empezar. "...Cada vez que te veo estas más jodidamente caliente".

El tono, la forma evasiva de decirlo, a Chuuya le recuerda a...

"....¿Me dejaras? Por favor... no lo hagas"

Y eso le recuerda a Chuuya, que, muy probablemente, ni siquiera puede hacer tal cosa. No puede tirar algo de mierda en la cara de Dazai que acumulo a lo largo de los años, cerrar la puerta y no volver si alguna vez no suena tan mal después de todo. Dazai. El y Dazai juntos. De nuevo. Siempre le vuelve a sonar como algo alcanzable, a pesar de todas las veces que afirma que es la ultima vez. Chuuya no ha hecho eso. Ninguna de esas veces. Tal vez no puede.

"Quiero que me llenes y seas grosero", susurra "Por favor, Chuuya".

......Probablemente sabes cada maldita cosa que estas haciendo y a que te esta llevando.

Pero, Chuuya ni siquiera es diferente, ¿no es así? El es cómplice en todos y cada uno de los delitos pasionales de Dazai. Y siempre es la victima. A veces juega a ser el victimario.

Y ese tono de Dazai es el que utiliza cuando tiene mucho, mucho que decir, tantas cosas importantes que probablemente harían que Chuuya estuviera en la palma de su mano en segundos. O las cosas que lo habrían alejado hace seis años. Esta noche, son un poco de ambas. El no puede confiar en Dazai, pero, si no confía en el, ¿Qué mas tiene? ¿Cuándo empezó a estar en discusión su fe en su expareja?

Dazai se quita toda la parte inferior de la ropa, y como Chuuya solo puede tenerlo vulnerable a su voluntad cuando esta desnudo, tira de la camisa bruscamente. Dazai esta completamente desnudo sobre el. Chuuya deja marcas que en otra época significaría que esta marcando lo que es suyo. Pero ahora es signo de otro error. Otra ilusión, marcas de amor. ¿Qué significa eso de todas formas? ¿Qué han significado para Dazai antes y ahora?

Y Chuuya, en efecto, es duro y grosero. Dazai se encargo de lubricarse antes de que llegara, y Chuuya no se molesta en fingir sorpresa, lo besa suciamente, toma su cadera, y ambos caen en el ritmo frenético y obsceno que indica lo poco que han cambiado las cosas.

Dentro de Dazai, el pelirrojo esta atrapado en su calor apretado, susurra que Dazai es suyo, pero no lo es. Que aun es una pequeña puta sucia cuando quiere que lo follen, pero Dazai simplemente lo es cuando esta con Chuuya. Este ultimo puede dar fe de que nunca ha estado con otro hombre, solo Chuuya.

"Vamos, follame", sisea en voz baja, nunca demasiado ruidoso a menos que Chuuya lo provoque. "Chuuya".

Como si la responsabilidad de follarlo fuera todavía de Chuuya a pesar de estar abajo, Dazai hace su trabajo de todas formas, con sus manos delgadas en los hombros y rebotando patéticamente sobre el. Desnudo y... quizás un poco...

"Hermoso", murmura.

Chupa el punto entre la oreja y la mandíbula de Dazai, sus dedos se pierden en lo frondoso de su cabello. Chuuya se pierde en lo hermoso que es y que, a pesar del tiempo transcurrido, aun puede presumir, su ex es Dazai Osamu.

Este tiene los ojos cristalinos, ebrios y ambarinos.

Todo en el indica dulzura, misterio, al alcance de la mano.

Dazai lo mira con una sonrisa extraña, antes de que pueda decir algo, el toma su mano, donde reposaba en su cadera, y a antes de que pueda preguntar, están besándose. Ese es el bajo ciertas luces, rápido, letal, labios rosas y trágicamente suave como un pétalo de rosa. Chuuya atesora los momentos en los que Dazai es así. Pero rápido y letal es Chuuya siempre, todos los malditos días. Le hace reflexionar si al moreno le gusta cuando Chuuya es dulce.

Ha sostenido su mano muchas veces antes. Creía que era su contacto favorito con Dazai. En especial mientras hacían.... Oh, carajo.

"D-", se separa. "Osamu", abre sus ojos para ver los de Dazai, y a veces le gustaba encontrar esa sorpresa en los ojos marrones del menor, como si fuera fácilmente impresionable, pero no lo es. "Esto... no va a volver a repetirse"

"...Lo sabes, ¿verdad?", termina Chuuya.

Dazai se queda en silencio, como si divagara en sus pensamientos, se mueve en simples circulos, aun sobre Chuuya.

"Hm, no es lo mas caliente que me han dicho durante el sexo", dice finalmente. "Y lo se", reflexiona. "Así fue las otras veces, ¿no?"

"Esta vez es diferente", Chuuya aprieta su cadera ante el sarcasmo, Dazai salta quedamente de nuevo, pero Chuuya no lo deja así. "Casi parece como si disfrutaras toda esta mierda"

"Hm," gime Dazai, mirando sonrojado el lugar donde se unen. Levanta la mirada, y sabe como ver a Chuuya, lo sabe, joder. "¿No lo hago?"

"Jodete", maldice.

"Desearía que así fuera, pero Chuuya esta tan interesado en hablar", se lamenta. Hasta parece que no le importa en absoluto la seriedad de Chuuya.

Entonces, Chuuya lo hace terminar, sostiene la base de su pene. Pero primero hace que Dazai escupa en la palma de su mano. Tan vulgar y caliente.

"Tu turno", bromea Dazai. "Escupeme"

Chuuya se sonroja un poco mas, y no es por sus actividades. La mera instancia de eso le da escalofríos. Cierra los ojos y apoya su cabeza en el hombro del contrario, al mismo tiempo mueve de arriba abajo su mano al mismo ritmo de Dazai. Se concentra en correrse. Jadea, lame una lineal larga en la clavícula de Dazai, viendo su nuez de Adán balancearse y casi sintiendo las vibraciones de su voz rasposa.

Y cuando Dazai viene, lo que realmente anhela esta cada vez mas cerca, y quizás, simplemente porque no seria la primera vez que sucede, teme que en realidad no sea tan satisfactorio como esperaba una vez lo obtenga. Si obtiene las respuestas directamente de Dazai (Lo cual por si mismo será un infierno), ¿realmente será lo que necesita?

Se corre con un suspiro, su aliento caliente contra el hombro del moreno, quien solloza ligeramente por la sobreestimulación.

Y, sorprendentemente, es Dazai quien dice.

"Puedo oir tus pensamientos", susurra. "Tenemos que hablar".

***

"Entonces, recapitulemos, la primera vez fue absolutamente tu culpa", afirma Chuuya, y, ¿no tiene razón? Dazai termino con el la primera vez cuando tenían 17 porque su gato había muerto y no quería que Chuuya lo viera vulnerable. Ambos están enredados en el estrecho sofá, y la cercanía jamás había sido mas cómoda.

Aunque el nunca acepto eso. Pero volvieron, Chuuya lo llamo impulsivamente a las tres de la mañana dos semanas después, al revisar su perfil de redes sociales y notar que Dazai había acosado su cuenta 89 veces en los últimos 7 días. Quería preguntarle porque carajo hacia eso, pero accidentalmente termino diciendo algo como "Estoy tan jodidamente loco por ti".

Y volvieron.

"¿Te refieres a cuando dijiste que cuando no estoy "demasiado deprimido para funcionar" soy "demasiado perra para funcionar" justo después de que Canela se fuera? Oh, supongo que es más fácil responsabilizarme de lo que dices", réplica con sarcasmo. A pesar de que eso dolió un poco, porque quizás sea un poco cierto, Chuuya no se mueve de su abrazo. "Fue tu culpa, Chuuya. Pero sucedió hace seis años, ahora, ¿Qué sucede con todo el acoso de tu hermanito obsesionado contigo? Nunca hiciste nada al respecto. Y cuando yo lo hice, terminaste conmigo."

"Bueno, quizás no debiste mandarle un enlace porno cuando te dijo que no quería que te acercaras a mi otra vez"

"Tal vez debiste luchar por nosotros", murmura Dazai. Lo cual es jodidamente doloroso, pero también es gracioso viniendo de el, quien corre al mínimo problema.

Y cuando quedan en silencio, es porque probablemente ninguno quiera decir la tercera razón por la que terminaron, la última vez. Es cuando Chuuya se aleja, y se sienta correctamente en el sofá, su expresión es algo complicada y Dazai suspira.

"No bromees, Dazai." Espera Chuuya, el valiente. "Si hubieras tenido fe en todo esto que tenemos, quizás hubieses aceptado cuando te pedí matrimonio".

"No es tan sencillo", dice rápidamente entre dientes, como si ser veloz evitaría que la culpa lo alcanzara. Una difícil demostración de perdida de compostura. Difícil viniendo de Dazai.

"Pensé que después de casi 10 años, ese era el objetivo"

"Hay mucho que arreglar antes de una boda, y quizás tu y yo no estemos hechos para eso. Tendríamos que viajar a otro país, ¿Sabes?"

"Oh, ahórrate esa estúpida excusa. Creo que la escuché de 100 maneras diferentes la semana posterior a mi propuesta. Y fue por eso que terminamos"

Dazai se queda en silencio.

Hay muchas cosas que Chuuya no entiende de el, aún después de todo este tiempo. Cosas que lo derriten y otras que lo vuelven loco, en el mal sentido. Y quizás, nunca ha peleado por ellas (y ellos) porque nunca ha hecho el esfuerzo de entender.

"Tenía una vida que arreglar, Chuuya" susurra Dazai, tirando de la cobija que estaba hecha un bulto en el brazo opuesto del sofá, haciéndose bolita, desnudo. Y quizás una sola capa entre el y Dazai es lo más desnudo que ha podido ver de su alma en nueve años. "Y ahora lo intento, siempre lo dijiste, pensé que siempre estarías ahí durante toda esa mierda que tenía que pasar para cambiar después... después de mi madre, ¿Está bien? Creí que lo entenderías"

Nuevamente, nunca se esforzó por hacerlo.

"Aún no estoy listo, Chuuya, pero se que lo estaré", dice, con un hilo de voz.

Chuuya permanece en silencio, con el cabello despeinado, los pantalones arrugados y la bragueta abajo. En diagonal hacia el bulto que es Dazai. El moreno se lame los labios y estira la sabana hacia el, Chuuya se acerca por instinto.

La lluvia golpea la ventana, y todos sus errores se desmoronan frente a Chuuya, los fragmentos pueden lastimarlo, pero no superarlo y no perdonarse podría ser peor.

"Y quiero que estés ahí, Chuuya. No quiero a nadie más", declara el. Y así, lado a lado, sus miradas, una asustada y la segunda brillante, se encuentran en el medio.

Chuuya traga, sus incógnitas se disipan y una permanece acechándolo, burbujea y bloquea su garganta cuando intenta decir:

"Dime algo, ¿Fue fácil para ti cada vez que terminamos?" pregunta, y los ojos grandes, gentiles, del castaño, atrapan sus dudas en miel fermentada por años de comunicarse con una sola mirada. Años en que tal vez algunas cosas se omitieron entre esa conexión tan profunda. "Piensas en mi, ¿al menos una vez, cuando no estamos juntos?"

Dazai rie, quitando la mirada y apoyando la cabeza en su hombro mientras toma su mano bajo la sábana.

"Pienso en nuestra boda," admite. Juega con el pulgar de Chuuya, está nervioso. "Pienso en las razas de perro más amigables que existan que podamos adoptar para que no ataquen a mis gatos".

"Y creo, que no hay nada en mi mente que no esté empañado por tu belleza, Chuuya". Levanta sus manos entrelazadas, sacándolas al frío fuera de su pequeño rincón solo para ellos. Y lo besa. Besa la mano de Chuuya.

"Maldita sea," dice Chuuya. "¿Desde cuándo eres tan cursi?" Sus mejillas encendidas reclaman una contienda en lugar de lo que Dazai busca, el amor.

Dazai aploma todo con una risa. "Me gradué en Periodismo y Ciencias políticas, hay mucha poesía en eso"

El pelirrojo lo ve antes de que Dazai lo exprese, ese saladísimo....

"Pero..."

Chuuya aprieta sus manos, escucha la exhalación del moreno y acepta lo que vendrá. ¿Acaso tiene otra opción cuando se trata de Dazai? (¿El amor de su vida?)

"Tendremos que ir lento...¿si?"

Y en realidad, eso no suena nada mal.

Tal vez, es lo mas cuerdo que ha escuchado, hecho, o pensado Chuuya en toda la velada. En algunos largos meses.

"Suena bien, supongo que solo nos desfloraremos mutuamente hasta el matrimonio", suelta, y recibe un empujón en el hombro por parte de Dazai.

"No creo que podamos ir tan lento", ríe el. "Pero si, a nuestro ritmo, Chuuya"

Y realmente, no puede ser una mala idea, ¿verdad? Suena completamente a lo opuesto.

***

omg, hola. 

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