D I E C I O C H O

JungKook y TaeHyung cayeron en cuenta de que ahora son adultos con responsabilidades, buenos, unas responsabilidades más serias. Estaban en camino a formar una familia, y lamentablemente no se podrían mantener del aire.

Solo unos días tuvieron de completas vacaciones, pero ahora ya era tiempo de que TaeHyung empezará a trabajar tiempo completo en la compañía de su padre. Al menos durante las vacaciones, ya que cuando el verano terminará debía volver a la universidad. Pero decidió que este verano, a diferencia de los anteriores, trabajara jornada completa para acostumbrarse, además de que dinero extra no vendría mal.

La hora de entrada al trabajo de TaeHyung era a las ocho de la mañana, vivía muy cerca del edificio, literal solo caminaba unos siete minutos y estaba ahí. Así que su despertador sonaba diez minutos antes de las siete. Aunque odiaba tener que despertarse antes de las diez, pero odiaba aún más hacer todo a la carrera. Una ducha, ponerse la ropa adecuada para el trabajo, desayunar cereal, arreglar un poco su cabello y de último estar el tiempo que sobra en el celular era la rutina que ya tenía establecida para cuando debía trabajar todo el día, y en este tiempo no sería la excepción.

La alarma sonó a la hora establecida, y TaeHyung el odio con toda su alma.

Aun así la apagó rápido ya que no quería despertar a JungKook, pero cuando prestó atención se dio cuenta de que este no estaba en la cama.

¿Kook? —se levantó perezoso y caminó hasta la puerta del baño, dio unos toques y abrió la puerta, pero JungKook no estaba ahí. Seguía medio dormido, pero en eso sintió un delicioso olor, además de escuchar algunas cosas moviéndose.

Salió de la habitación y se dirigió a la cocina, suponiendo que de ahí venía el aroma, y al apenas al acercarse al lugar vio a su lindo novio agarrando dos platos.

¿Kookie?

El más bajo volteó a ver a su novio— Tete hyung, ya despertó, vaya a prepararse que el desayuno estará listo pronto.

Tae, aún aturdido por el sueño, solo asintió lentamente y a paso lento regreso al cuarto. Se quedó viendo la cama aunque en verdad no la estaba viendo, solo su vista estaba parada ahí sin pensar en nada realmente. Pasó unos segundos hasta que un pensamiento llegó a su mente.

"Kook me está haciendo el desayuno antes de ir a trabajar".

Y sonrió, ese gesto mejoró su mañana, así que no perdió tiempo y se dirigió al baño. Estaba ansioso por probar el desayuno que su novio le había hecho.

Ya arreglado, TaeHyung, fue recibido con un tierno beso al apenas entrar a la cocina.

JungKook le había preparado un clásico desayuno coreano el cuál no dejó de elogiar ya que estaba muy delicioso. Comió lo más rápido que pudo, o mejor dicho lo más rápido que JungKook lo dejo, y aprovecho el resto del tiempo hablando de cosas triviales con el menor.

El tiempo se acabó rápido y vaya que TaeHyung odio eso. Hace mucho tiempo que no disfrutaba tanto de un desayuno.

Hyung, ya te deberías ir, se te hará tarde.

Viendo el reloj en su muñeca, el mayor asintió resignado. Fue por su bolso al cuarto y lo colocó en su hombro. JungKook lo acompañó hasta la puerta, se iba a despedir con un beso, pero este se transformó en otro y en otro, y así hasta que el menor, riendo, lo detuvo para que ya fuera a su trabajo.

Apenas cerró la puerta JungKook hizo el puchero que estuvo reteniendo, claramente no quería quedarse solo, pero tampoco era correcto exigir que el mayor se quede cuando él también tiene responsabilidad al meterse en esta situación. Si estaba triste de quedarse solo, pero no de estar embarazado.

Decidido a ser el mejor novio del mundo se motivó y dirigió su vista a la sala del departamento— ¿Y ahora qué hago?

Pensó en limpiar, pero el lugar estaba prácticamente limpio. No era una persona desordenada y TaeHyung tampoco. Los trastes los lavaron juntos, pensó en ordenar la cama pero al entrar al cuarto esta ya estaba ordenada. De seguro el mayor la había ordenado cuando fue por su mochila.

Podría ver algo en netflix, pero la mayoría de series le aburren. — ¡Ya sé!

Rápidamente fue por una gran caja que estaba cerca de la puerta, y con sumo cuidado la colocó en el sofá. Retiró la mesa de centro y colocó la caja en el suelo. El nombre de Huion se leía impreso en esta.

Desde que JungKook había encontrado lo que quería hacer después de graduarse comenzó a ahorrar para comprarse una tableta gráfica grande y lo consiguió. Ajustó el suficiente dinero y ayer llegó su tan preciada tableta gráfica.

Abrió la caja y lo primero que encuentra es el manual de instalación, y debajo de este puede ver la gran pantalla. Saca todo con sumo cuidado y toma el manual en sus manos.

No puede ser tan difícil armar esto.

Llevo cada cosa que sacó hasta el cuarto que ahora sería su estudio, TaeHyung se lo había preparado sabiendo que sería muy necesario después. El cuarto, el cual se suponía que sería el del bebé, es su estudio temporal ya que ambos están pensando en buscar otro lugar más grande.

Después de colocar todo en la mesa, y ver cada cosa además del instructivo en sus manos, JungKook se queda pensando un momento— No tengo idea de cómo empezar.

Al final, optó por buscar un tutorial en YouTube en el que armaron la misma estructura de esta tableta. Para la hora del almuerzo ya tenía casi todo armado así que buscó algo de comer.

TaeHyung iba a ir al almorzar, pero se canceló ya que tuvo que ir a una reunión. A JungKook le preocupaba que se saltara su almuerzo.

Con su plato y bebida en mano se dirigió hasta su estudio y se sentó en el suelo. No pensaba sentarse cerca de la tableta con algo húmedo ni loco, puede que sea a prueba de agua, pero aún está un poco paranoico.

Se quedó viendo el artefacto, sin dudas estaba emocionado porque ahora haría sus dibujos en digital. Además recordó cuando se dio cuenta de que quería hacer manhwas, y más el hecho de que nadie lo tomó en serio con ello.

La mayoría creyó que solo era otro pensamiento inocente suyo, o que solo bromeaba. Eso lo puso triste en su momento, le encantaba crear historias y la idea de acompañarlo con sus dibujos le fascino, pero al ver que nadie se daba cuenta de su verdadero sentimiento a esto pensó que tal vez debía dejarlo.

Eso, hasta que TaeHyung apareció.

JungKook pensó que la reacción de TaeHyung sería igual a la de los demás, pero para su alegría no fue así. El mayor lo alentó, y hasta dijo que sería el primero en leer cada historia que publique. Se lo dijo un día mientras hablaban de cosas triviales, en ese tiempo TaeHyung ni siquiera se había confesado aún, y que lo apoyara fuera de la etiqueta de una pareja de alguna manera hizo más especial todo, no sabe por qué, pero así lo siente.

Muchas veces pensaba en su noviazgo con el mayor como una historia de manhwa, uno muy divertido y cliché. Ama eso.

¡Hará que TaeHyung tenga el mejor escritor de manhwas como novio!

TaeHyung contaba las horas, minutos, segundos para salir del trabajo. Aunque en la mañana se le pasó volando el tiempo, en la tarde fue todo lo contrario.

Había terminado su trabajo del día hace rato, aún estudiaba para ser contador, pero ya se encargaba de los libros contables de la firma de abogados de su papá. En este tipo de lugares no hay mucho trabajo, pero la paga es buena así que no hay nada de qué quejarse.

Su padre le había sugerido que estudiara para ser abogado, pero después de visitar la oficina un día decidió que en definitiva no.

Vio como una ex pareja, que en ese momento estaban tramitando su divorcio, pelean por una custodia. Tenía catorce años en ese momento así que pensó que era normal ya que es normal pelear así por tus hijos, pero la incredulidad llegó a él cuando se dio cuenta de que peleaban por la custodia de unas plantas.

Podía ver la cara de fastidio que su padre cargaba en ese momento, la mujer estaba enojada porque su esposo cuidaba mucho más a sus plantas que a ella, así que pidió el divorcio y quedarse con las plantas de paso.

Si, TaeHyung no tiene la paciencia de lidiar con cosas tan tontas.

Al final decidió ser contador, es bueno en matemáticas y buena paga. Ya estaba en su último año y con trabajo, sin olvidar que tenía un bello novio y esperaba a su bebé.

Quiero irme. —no tendría problema de avisar que ya terminó su trabajo del día e irse a corriendo a ver a JungKook, pero había quedado con el menor de esperarlo a la salida. JungKook quería ir a traerlo a la hora de salida así que no podía irse antes.

Otra vez reviso la hora, quince minutos y se podría ir de ese lugar. Ese día había sido calmado, no hubo alguien que hiciera una escena para al menos distraerse.

TaeHyung, ya puedes irte si quieres hijo.

—Lo sé, pero quedé con Kook de verlo a la salida.

— ¿Recepción no te avisó? Llegó como hace dos minutos.

— ¿Ah? —Y ni bien dijo eso, TaeHyung se levantó y tomó su mochila para, prácticamente correr hasta el elevador.
Además ignoró la risa de su padre al verlo de esa manera, también le daba gracia y ternura ver su comportamiento ahora con JungKook en su vida.

Ni muy bien llegó a la recepción, maldiciendo por lo lento que era este, vio a su lindo novio y fue hasta este. — Me hubieras avisado que vendrías antes, cariño.

Creí que aún estarías trabajando y no quería interrumpir.

—Oh TaeHyung—el nombrado volteo hacía la voz que venía detrás de él— con que él es el famoso JungKook.

El mayor resopló, mientras JungKook lo miraba confundido, y sin ganas respondió—Minho, si, es él.

Lee Minho, un gusto —y antes de que TaeHyung se diera cuenta, Minho ya se encontraba entre JungKook y él estrechando su mano. — tenía mucha curiosidad de ver quién tenía a TaeHyung tan desesperado por irse. Ahora puedo ver el porqué de su actuar.

—Un gusto también Minho-ssi.

Un Seojun 2.0 pensaba TaeHyung, solo que con menos vergüenza y conciencia que el original.

Sí, no tenemos que ir JungKookie. Nos vemos mañana Minho.

—Claro, fue un placer conocerlo atractivo jovencito.

—Y sería un placer que te callaras antes de que le diga algo a Taemin.

Ante lo dicho por TaeHyung, Minho solo atinó a reírse— Eres tan aburrido TaeHyung, solo le dije que estaba lindo, no veo nada de malo en ello.

—Hyung, vamos a casa.

—Si me disculpas, debo ir con mi novio a nuestra casa. Deberías hacer lo mismo.

JungKook no comprendía muy bien todo, sólo sabía que debían irse de ahí o podría suceder algo malo— Minho-ssi, fue un gusto. Nos tenemos que ir, buenas tardes.

Y sin esperar respuesta del contrario, JungKook jaló al mayor de su brazo y salieron de la recepción del edificio.

Ese idiota no piensa cambiar.

—Sé que hyung no se enojaría tanto porque alguien me diga lindo, hay algo más atrás ¿No?

El mayor asintió— Minho es un buen abogado, pero es alguien que no lo piensa dos veces en meterse con alguien, aun teniendo pareja. No se va a meter contigo porque lo conozco bien, lo hace con personas con las que posiblemente no se relacionara después. Además de que sabe que le partiré su cara si se atreve a algo.

No peleas hyung —JungKook detuvo sus paso y cruzó los brazos viendo al mayor con una clara expresión de regaño, según él.

—No, pero si ese idio...

No peleas con Minho, pero si besitos para Kookie. — El menor apuntó sus labios, los cuales ahora formaban un puchero, con su dedo, mientras miraba al mayor con ojos de cachorrito.

Ni una palabra más salió de la boca de JungKook, solo comenzó a reír incrédulo, a veces no podía entender como la ternura del menor lo podía dejar sin palabras y solo tener ganas de abrazarlo sin soltarlo más. Lo mismo que pasó el día en que lo conoció.

Y eso hizo, le dio un pico en sus labios, se colocó detrás de él abrazándolo y caminaron así hasta llegar al edificio.

JungKook sabía cómo quitar el mal humor de TaeHyung.

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