-Así que... El es ese Ink...-Dijo Error.

-Es correcto, ¿Enserio no lo recordabas, brah?-

-No es su culpa, creo que un dia, dejo de hablar contigo y se cambio de escuela. No lo hemos vuelto a ver ni saber de El.- Dijo Geno.

-¿Alguna idea de porqué dejo de hablarte?- preguntó Fresh con curiosidad.

Error no sabia que decir, sus recuerdos eran confusos, pero, recordaba a Ink.

Ahora que comenzaba a buscar en sus recuerdos, solo recordaba aquella linda sonrisa que tenia, su risa, y como era tan tonto al correr.

¿Cómo aquel niño adorable se convirtio en la bestia de ahora?

Debería pensarlo más.

-No tengo idea.-respondió Error.

-Ni modo.-dijo Fresh.

-Iré a hacer la cena.- dijo Geno para luego irse.

Los hermanos Crayon, estaban en su casa tranquilamente, en el sofá.

Geno y Fresh se retiraron, dejando solo a Error en el sofá.

Este se fue a su cuarto para pensar un poco sobre Ink.

¿Qué pasó como para que cambiara tanto?...

Lo dejo de lado por un momento, luego se acostó en su cama y decidió dormir un poco hasta que la cena este lista.

-¡Ruru!-

Error estaba leyendo en una banca, sentado en el patio de la escuela, se volteó a ver quién era, y sonrió cuando vio a Ink venir corriendo.

-No corras, te puedes caer.-dijo Error dejando a un lado su libro.

-Es que me emociono mucho cuando te veo.- dijo Ink sonriendo, tomando asiento a su lado.

-¿Qué te trae por aquí?-

-Te buscaba, adoro pasar tiempo contigo.-

-¿Qué hay de tus otros amigos?-

-Siempre te veo solo, no quiero que lo estes. Además, me encanta hablar contigo.-

Cada palabra que Ink decia, lograba que Error sintiera una calidez inexplicable.

Era como si toda su angustia, desapareciera cuando Ink sonreía. Por eso tambien amaba pasar tiempo con El.

-Ten.- Dijo Error extendiendole una caja de regalo a Ink. -Feliz cumpleaños.-

Ink estaba muy emocionado y feliz, tomó con entusiasmo aquella caja, y sin esperar ní un segundo, comenzó a abrirlo.

Sus ojos se iluminaron tanto al ver aquel regalo, saco de la caja una bufanda marrón.

-Espero que te guste.- dijo Error.

Lo que no esperaba Error, era que Ink comenzara a llorar y abrazara la bufanda.

Sin saber como reaccionar, solo se limitó a hablar.

-¿No te gusto? ¿Fue mala idea darte eso? Dios, debe ser eso... ¡Por favor, no llores!-

-No, no... me encanto.-

-¿Enserio?...-

-¡Si! ¡Siempre la usaré! ¡Gracias, gracias, gracias!- dijo Ink para luego abrazar a Error.

-No es necesario que siempre la uses...-

-¡Lo usaré siempre, será mi regalo favorito!-

-Si tu lo dices...-

A pesar de que Error no lo admitia, estaba muy feliz ante aquella reacción.

Le gustaba la idea de que Ink siempre lo usara solo por el.

Y amaba verlo con aquello.

Recordaba miles de veces, ver la sonrisa de aquel chico de bufanda marrón.

Recordaba su melodiosa risa y como era de cariñoso.

Recordaba...

Que un dia, lo vio llorar, lo vio destrozado.

Y fue su culpa.

Recordaba como antes de eso, el estaba con su sonrisa, nervioso y sonrojado.

Tierno, como siempre.

Y tras hablar Error...

El solo comenzó a llorar.

-¡Error!-

Aquel grito le hizo despertar de su pequeña siesta.

Error se levantó de repente al escuchar el grito de Geno, supuso que la cena estaba lista.

-¡Voy!-respondió.

Luego de ello, se quedó un momento sentado en su cama, con la vista al suelo, mientras pensaba.

-Fue mi culpa...- Murmuró.

Luego entonces, cayó en cuenta de lo que pasó.

Por su culpa Ink habia cambiado.

Y ahora que recordaba...

Ink, aún hoy, usaba esa bufanda.

Luego sonrió.

Tenía algo en mente, y lo iba a intentar.

Solo por curiosidad y probar que era verdad y que no...