Al dia siguiente, Ink fue dado de alta pero le dijeron que se mantuviera en casa por una semana, y eso hizo.

Pero para su suerte, no estuvo solo.

Cada dia Error iba a visitarlo, y si era sincero, se sentía tan bien el no tener que fingir más, podía ser él mismo.

Podia abrazar a Error, podia llamarlo por su apodo o incluso reir juntos, se contaron cosas para ponerse al dia, las cosas tristes fueron más llevaderas para el menor gracias a que tenia a Error a su lado.

Simplemente se acurrucaban todo el dia en la cama del menor, ya no estaban solos y lograron ponerse al dia.

Oh, si, Error se tomó esa semana de clases libre también, podía ponerse al dia pronto, pero de verdad que no queria dejar pasar la oportunidad de volver a estar con su amado Ink.

Y tal cual como lo supuso, no habia cambiado, seguia siendo su dulce Ink, quien era torpe, inseguro, pero dulce e inteligente, aunque muy descuidado.

Pero para eso él estaba alli, para cubrir esas necesidades.

Aun así, la felicidad no podia ser por siempre, y cuando la semana terminó Ink volvio a clases, pero no fue el único.

Ya no era el dueño del lugar, no podia cuidar a Error ni tampoco a sí mismo, además, Reaper había regresado, contaba los segundos para que sea el receso y saber lo que sucedería.

Cuando el timbre sonó, Reaper apareció en los pasillos, Ink sintió temor, pero Error lo tomó de la mano.

Sin embargo , el mayor, Reaper, de los de último año, simplemente pasó de largo, quizás solo era un aviso para que salgan a seguirlo, eso hicieron.

En la azotea Reaper estaba allí, también el trío molesto, Ink tambien habia llegado, pero no solo. Al escucharlo llegar el mayor le miró.

-Vaya, pero si es Ink, ¿No me habias quitado mi sitio antes?-Dijo Reaper, sonriendo cínicamente.

-Sí, pero de hecho, yo ya no soy quien manda aquí.- Ink señaló a Horror.

Reaper entonces miró a este, y como si la misma muerte lo estuviese viendo, Horror solo se arrodilló, nervioso.

-¡S-Solo le guardaba su puesto, Jefe!-Dijo este en respuesta.

Claro, era una jodida gallina, y con razón, era Reaper.

-Entonces supongo que vuelvo a tener el sitio, eh. Que gusto.- Dijo Reaper, sonriendo, luego miró a Ink. -¿Y ese? ¿Es tu noviecito?-

Ink dudó, tuvo miedo de responder, quizás lo mejor sea negarlo, así Error estaría a salvo, ¿No?

-Lo soy.- Dijo Error.

-¿Ve eso, jefecito? Son un par de gays desagradables.-Dijo Horror, ahora de pie y burlandose.

-Sí, un par de idiotas.-Dijo Killer.

-Hay que darles una paliza, como antiguamente.- Dijo Murder.

Ink tenia miedo, no sabia si podría detener todo eso, pero entonces, sintió como Error tomaba su mano con más fuerza, al verle, este le sonrió.

-Ya te lo dije, confía en mí, yo te cuidaré.- Fue lo susurrado por él.

-Así que gays desagradables...-Repitió Reaper, acercandose a ambos.

-¡Asi es!-Afirmó Horror.

-¿Ustedes sabian que también soy gay, no? Imbéciles.-Ahora toda la pizca de bromista en su voz desapareció de Reaper. El trio molesto solo comenzó a rezar, estaban jodidos. -De hecho, estoy saliendo con su hermano.-Agregó, señalando a Error.

-Oh... Nosotros no---

-Claro que no sabian, pero ahora sí.- Reaper se giró a verlos, comenzó a tronarse los puños. -Sí uno de ustedes idiotas toca a estos dos o a alguien más le voy a romper el puto cuello, ¿Queda claro?-

Los tres solo asintieron.

-Lárguense de mi vista.-

Y así lo hicieron.

Ink no entendía, o sea, sí, pero no comprendia como las cosas terminaron así, ¿Reaper estaba saliendo con el hermano de Error? No, de hecho, ¿Cual? ¿Error lo sabia?

-Geno me contó de la situación, ahora no serán molestados, pero portense bien, ¿De acuerdo? -Dijo Reaper.

-Gracias.-Dijo Error.

-No fue nada, anden.-

Ambos se fueron de allí, vaya giro de los acontecimientos. Se miraron entre sí y solo comenzaron a reir, no se habian soltado las manos aun y no planeaban hacerlo pronto.

Al terminar de reir, seguían mirandose, y sin importarles nada ni nadie más, aprovecharon el pasillo vacio de las escaleras para darse un beso.

Por fin podrían saborear la paz.