✧༺ Veintiunavo capítulo༻✧
El escritor dio una fuerte patada en el vientre al vampiro que se encontraba encima suyo, mandándolo al suelo en cuestión de segundos. El golpe seco resonó entre las cuatro paredes. Cuando Taehyung conectó miradas con su amigo Hoseok, el mencionado ya había dejado de gritar como si hubiera visto al mismísimo diablo interesado en arrastrarle a las llamas del infierno.
Desconocía cuánto fue lo que vio, pero si no le quedaba de otra, tendría que explicarle con lujo de detalles y sin mentiras de por medio la particular situación en la que estaba involucrado desde que aceptó que Jungkook se quedara a vivir bajo su mismo techo.
—Hobi...
—¡Espérate, Tae! ¡Traeré ajo para combatir a esa criatura del mal, porque cómo no soy creyente no tengo un crucifijo a la mano!
Jungkook se quejó bajito por el golpe recibido, su novio tenía muy buenos reflejos. Porque por más vampiro que fuera, el dolor no le era indiferente. Por eso se sintió un poco aliviado cuando su pareja le pidió perdón con gestos por su imprevisto accionar. No le culpaba por el susto que debió experimentar. Igual más tarde le pediría una sesión de besos como recompensa.
—¡Buen golpe! —felicitó al castaño antes de encaminarse a la cocina, no obstante, se atrevió a encarar a Jeon en el proceso—. ¡Quédate ahí, no dejaré que le chupes la sangre a mi amigo!
—¡Detente, no te muevas!
Taehyung se incorporó de su lugar en cuestión de segundos, dando un gran paso que acortó al máximo la distancia que lo separaba de Hoseok. El publicista le miró con confusión, todavía asustado por lo que sus orbes habían captado cuando ingresó a la acogedora sala, después de no encontrar a su amigo en su estudio.
Su cerebro no comprendía que Kim le pidiera que no hiciera nada al respecto.
—Hobi cálmate—pidió un tanto agitado—. Koo no quería dañarme, ni nada de ese estilo...
—¡¿Cómo qué no?! ¡Vi como quería morderte! ¡No estoy ciego, es un vampiro y eso significa peligro!
"Oh, entonces si fue testigo de la verdad que le oculté meses atrás al igual que a Seokjin".
Ese pensamiento se cruzó fugazmente por la cabeza del escritor, mientras tomaba del antebrazo al joven que era como un sol en su vida. Quería tranquilizarlo primero, antes de sentarse a charlar con sinceridad.
—Lo que tú acabas de hacer es allanamiento de morada por si no lo sabías.
El azabache se puso de pie como pudo, masajeando su vientre por el escozor que lo atormentaba. Si fuera humano lo más seguro es que se hubiera quedado sin aire, sollozando en el piso.
—Jungkookie, no es momento para eso.
—Ya decía yo que tenías algo raro—musitó con indignación y recelo—. No me dabas buenas vibras.
—Gracias por el comentario que no te pedí—respondió con ironía, caminando hacia ellos—. Media exagerada tu reacción si viste que Tae no se estaba quejando ni forcejeando conmigo.
Al notar que su amigo lo soltaba solo para abrazar al inmortal por la cintura, acariciando la zona en la que su pie hizo presión, el publicista optó por relajarse al ser testigo del lado protector de uno de sus mejores amigos.
Si quisiera dañarlos, ya lo hubiera hecho hace rato, ¿cierto?
—Tienes razón, en realidad lo estabas disfrutando, pero eso no me quita el trauma de que pude haberlos visto follando, par de calientes.
Jung chasqueó la lengua, eso le parecía peor. No era justo que comieran con tanto entusiasmo frente al pobre.
Al estar nuevamente en sus cabales, Hoseok unió los puntos hasta conseguir leer el ambiente que rodeaba a sus acompañantes. Era obvio que los interrumpió en pleno momento de pasión, porque solo bastaba con bajar la mirada a las partes inferiores del cuerpo de cada uno para comprobar lo emoción latente en ellos.
Jungkook y Taehyung se sonrojaron al quedar expuestos de esa manera, cubriéndose como mejor podían. Sin embargo, el joven de piel canela se aclaró la voz para defenderse ante ese argumento.
—Perdón, Hobi hyung. Lamento estar en la privacidad de mi casa con mi lindo novio al que quiero mucho—expresó haciendo énfasis en ciertas palabras con el ceño fruncido, porque no creía tener culpa en esta loca situación. En todo caso, el que se merecía sus disculpas era el inmortal que sufrió las consecuencias de su impresión—. Jamás imagine que estarías aquí cuando quería compartir un momento íntimo con mi bonito.
—Okay, acepto que también cometí un error por entrar sin avisar. Pero en mi defensa, ustedes dos solo eran amigos y hasta hace unos cuantos minutos según mi perspectiva, Jungkook-ssi era un humano demasiado pálido y con gustos peculiares por querer lucir lentillas de color rojo sin ningún tipo de vergüenza.
—Una vez más gracias por lo que me toca—reiteró el joven de piel nívea, cruzándose de brazos—. No era necesario que puntualizaras las características físicas que delatan que soy un vampiro.
—Ya cariño, no te enojes—plantó un beso en la mejilla ajena, relajando a su pareja que parecía muy tensa casi de inmediato—. Para mí eres perfecto tal y como eres, mi lord.
—Solo porque tú me lo pides, Tae.
El azabache giró su rostro para picar con ternura sus labios. Regalándole una sonrisa que enterneció al humano que moría por comérselo a besos.
—Wow, ustedes sí que son empalagosos. Pero bueno, lamento mucho mi actitud y la manera en la que te traté, Jungkook-ssi. Es que sigo procesando todo esto, ¿sí?
—Perdonado de mi parte, pero la última palabra la tiene Koo.
Jung fijó su mirada en el vampiro, expectante por la resolución que le daría.
—Está bien. Al menos tú no fuiste quién me dio la patada que me acomodó los órganos.
Estaba dramatizando por única razón, y la estaba consiguiendo, porque el vampiro vio de reojo cómo su chico parecía un cachorro arrepentido, restregándose con cariño contra su cuerpo como si con eso ganara más puntos para que sus disculpas fueran tomadas en serio.
Funcionaba, pero no tenía que saberlo.
—Te lo recompensaré como quieras, perdón.
—Estoy jugando, Taehyungie. Yo sé que lo harás.
Una vez más compartieron otro beso, siendo interrumpidos por Hoseok, quien se sentía como la persona que podría tocarles el violín mientras gozaban de su momento cursi.
—Ya, perdón. Nos gana el sentimiento que estuvimos reprimiendo por bastante tiempo—el castaño rio, decidiendo poner distancia con el inmortal—. Mejor sentémonos para conversar y resolver las dudas que tienes a raíz de esto.
Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta del escritor, ubicándose en los sofás que conformaban la acogedora sola.
—Antes de que nosotros te demos nuestra parte de la historia, a ti te corresponde contarnos que hacías aquí, Hobi hyung.
—Ay Tae—el publicista se rascó la nuca, tratando de buscar las palabras adecuadas para transmitir su mensaje—. Lo que voy a decir sonará muy estúpido, pero...
—¿Pero?
—Extrañaba a mi amigo. Por eso me tomé el atrevimiento de usar la llave de repuesto que me diste hace mucho, con la intención de sorprenderte.
Jungkook arqueó una ceja, golpeando internamente su mejilla con su lengua. No debía sentirse celoso, porque se trataba del buen amigo de Taehyung.
No obstante, la idea de que alguien que no fuera él extrañara a su lirio, le molestó un poquito, solo un poquito.
Como si su pareja leyera su mente, colocó su mano sobre su muslo. Acarició la zona con cariño, queriendo distraerlo de sus pensamientos. El líder sonrió nervioso porque a estas instancias no le cabía duda de que parecía que Taehyung que lo conocía a la perfección y poseía todas las armas para mantenerlo calmado.
¿Dominado? Sí, pero por la persona correcta.
—Hyung...
—Es la verdad, Tae. No quiero sonar como un egoísta, pero desde que dejé de visitarte me sentí desplazado. Tú sabes que trabajar en el mismo espacio era una costumbre que manteníamos desde hace mucho tiempo, y ha sido difícil adaptarme a esta nueva realidad, porque fue muy raro que me pidieras que te dejará en soledad para escribir. Sin embargo, ahora me queda claro que la razón por la que quizá lo hiciste fue para proteger a Jungkook-ssi.
Sí, en definitiva, eso influyó mucho para que las cosas se dieran de esa manera. Al joven de piel canela le importaba mantener el secreto del vampiro bajo llave, pero jamás se imaginó que pudiera afectarle a su amigo de esa manera.
Había fallado sin querer, y por eso debía hacérselo saber.
—No tenía ni idea de que sintieras de esa forma, Hobi. Perdón, me pongo en tus zapatos y ahora que lo pienso es muy jodido.
Kim hizo un puchero de forma involuntaria, incorporándose de su lugar para abrazar a su amigo, mientras un arrepentido líder le observaba fijamente.
Sus celos se disiparon como el viento, porque sin pretenderlo formaba parte del problema que hirió los sentimientos de Hoseok.
Si se ponía en su lugar, imaginando la situación con alguno de sus amigos, era fácil comprender las emociones por las que debió pasar.
—No Tae, no te disculpes. No te lo dije con esa intención—el chico aceptó con gusto el abrazo de su dongsaeng—. Yo también me equivoqué por no hacértelo saber antes. Se supone que somos amigos, pero preferí callarme y seguir como si no me afectara. La comunicación es muy esencial para cualquier relación.
—Ya no importa cómo sucedieron las cosas, Hobi hyung—se separó, conectando miradas con el mayor, hasta acomodarse a lado de su novio—. Ambos nos ocultamos cosas y terminamos descubriéndolas. Dejemos esto como un malentendido, ¿bien?
—Me parece maravilloso. Empecemos una vez más, Jungkook-ssi.
Hoseok le ofreció la mano al vampiro como muestra de paz, recibiendo un fuerte apretón de su parte. Había soltado muchas cosas sin pensar, por lo que se sentía apenado por lo impulsivo que podía ser.
—Estoy de acuerdo, pero por favor, nunca más te dejes llevar por las cosas que pareces ver en las películas.
Era una ventaja que el vampiro no hubiera tomado ninguno de los insultos como verdades.
—¿A qué te refieres? —cuestionó sin entender el pedido del vampiro—. No entiendo la razón de tu... ¿indignación?
—Mi indignación se debe a que mayoría de ustedes cree que la ficción cuando se trata de vampiros es la realidad. Ni los ajos, ni los crucifijos, ni el agua bendita nos hacen nada, no funcionan.
El líder se encontraba con sus facciones serias, mientras Taehyung negaba con la cabeza. Su lord era muy dramático con ese tema.
—Ohhh, lo siento. No quiero justificarme, pero hace unos minutos ni siquiera sabía que existían, así que es lo único que se me ocurrió para enfrentarte.
—Bien, es que hasta Tae pensaba igual. Incluso creyó que no me bañaba. ¡Por todos los murciélagos, eso sí que me indignó!
—No sueltas esa duda que tuve, ¿eh? —el castaño musitó con diversión, aprisionando al susodicho entre tus brazos—. Pero lo más gracioso es que lo dice quien se traumó con la idea de que los extraterrestres algún día pudieran invadirnos como sucede en películas de ovnis.
Jungkook abrió la boca, sintiéndose atrapado por el argumento de su novio. No podían culparlo por dejarse deslumbrar de las locuras que mostraban en los filmes que había visto en la tv.
—Ah, tú ganas, Tae.
—Como siempre, solo conmigo contienes tu lado competitivo, Jungkookie.
—Quizá...
Una risita escapó de los labios de Hoseok.
—Además de cariñosos, son muy divertidos estando juntos. A cada minuto que pasa más interesado estoy en que me cuenten todo el chisme.
—Gracias, aunque ya nos desviamos del tema—expuso Taehyung—. Por eso le daré la palabra a Jungkook para que inicie nuestra historia.
El vampiro estuvo conforme con el pedido de su lirio, relatando desde el momento en que abrió sus ojos hasta que su camino se juntó con el de escritor, revelando que la mayoría de cosas que se presentaban en el nuevo libro formaban parte de su propia historia y el trato que influyó en la convivencia bajo un mismo techo. Concluyendo el relato con ayuda de su humano, quien detalló varias de las cuestiones que fortalecieron su vínculo, volviendo inevitable que no surgiera un romance entre los dos.
—Wow, Seokjin hyung y yo nos hemos perdido de tantas cosas...
—Lo sé, y lo lamento, pero no era algo que me correspondía contarles. Porque mientras menos personas sepan, mil veces mejor.
—Lo entiendo, Tae. No importa, pero... ¿piensan decirle a hyung?
Taehyung regresó a ver a Jungkook, como esperando conocer su opinión.
—Mmm... Pongo mi confianza en ustedes porque son los amigos de mi novio, por eso si piensas que se lo tomará bien, cuentan con mi aprobación para decirle, Tae.
Al castaño se le iluminaron los ojos, atrayendo a su inmortal entre sus brazos para darle un fuerte abrazo, mientras Hoseok se dedicaba a llamarle por su smartphone para que dejara todo lo que estuviera haciendo y viniera de inmediato a la casa de su escritor estrella.
Minutos después, Seokjin arribaba a la casa de la pareja, sin tener una idea de la montaña de información que le esperaba al ingresar a esa acogedora sala. Cuando el publicista de VanteBooks habló con él, no entendía la razón de su desesperación para que se hiciera un tiempo para conversar con Taehyung a pesar de que ya eran pasadas las nueve de la noche.
Pero al conectar los cabos que le fueron presentados, la aparición de Jungkook tomaba un nuevo sentido.
Un poco más y el mayor estuvo a nada de desmayarse, una reacción que el castaño hubiera esperado de su otro buen amigo.
—No sé ni qué decir—confesó Seokjin, dejándose caer sobre el sofá—. No volveré a leer los capítulos que me mandas de tu libro de la misma forma que antes.
—Y que lo digas, Jin hyung. ¿Te acuerdas cuando conversábamos en tu oficina hace unos días, creyendo que Tae se estaba volviendo loco por el exceso de trabajo?
—¿Cómo así, Hobi? —inquirió el susodicho con interés—. ¿Acaso todo lo que escribo parece muy exagerado?
—No, pero si nos sorprendió que de la nada te volvieras fanático del tema de los vampiros cuando ninguno de tus libros anteriores tocó el tema de los seres sobrenaturales.
—Exacto, ahora nos alegra saber que no son alucinaciones—Seokjin dirigió sus palabras al inmortal que se había acurrucado en el hombro de su amigo—. Cada cosa escrita en el libro tiene una justificación y eso se debe a An Jungkook, ¿o debería decir Lord Jeon?
—Como Jungkook está perfecto, no es necesario que me traten con tanta formalidad—le restó importancia con un ademán—. Ustedes cuentan con ese privilegio por ser cercanos a mi querido novio.
—Maravilloso, entonces muchas gracias por contarnos este secreto. Lo guardaremos hasta la tumba y estamos dispuesto a prestarles nuestra ayuda para lo que se les ofrezca.
El dueño de VanteBooks prometió con una sonrisa, estando más tranquilo con la increíble revelación, a lo que la pareja asintió al mismo tiempo.
El castaño sentía como si se hubiera quitado un peso de encima después de esto, sin contar lo feliz que se encontraba por no haber sido juzgado por sus decisiones con respecto a recibir al líder en su hogar.
Una hora más tarde, los amigos de Taehyung se fueron del lugar, dejando en soledad al par de tortolitos.
—Este día fue muy revelador para ambas partes, ¿no lo crees?
—Revelador es poco, Tae—concordó—. Pero en nuestra próxima visita debemos contarles esto mis amigos.
—Sí, ellos merecen estar al tanto... Oh, falta una hora para que sea medianoche.
El vampiro comprobó las palabras de su chico al ver el reloj de la sala.
—El tiempo se nos pasó volando, pero todavía tenemos algo pendiente o... ¿ya lo olvidaste?
Jungkook le tomó por la cintura y Taehyung en automático enredó sus brazos en el cuello ajeno con posesividad.
—Obvio, es lo que he estado esperando desde que pusimos un pie aquí—aseveró, mordiendo su labio inferior—. Además, debes aprovechar a alimentarte, Koo.
—Eres el mejor novio, ¿lo sabías?
—¿Qué te parece si me lo repites mientras estamos en la cama?
—Como mi lirio quiera.
Ambos se sonrieron con complicidad, entrelazando sus manos para ir con dirección a la habitación que les pertenecía. Aquel lugar que era el único refugio en el que podían perderse en la pasión que se profesaban mutuamente, la cual era acompañada por el amor que día a día seguía creciendo como una hermosa flor que recibía los cuidados necesarios.
🍷
Una semana y media más tarde, Jungkook y Taehyung visitaron al consejo vampírico con el objetivo de comentarles acerca de lo sucedido, omitiendo que Hoseok estuvo por perder la poca inocencia que le quedaba al interrumpirlos en una situación muy comprometedora.
También el escritor tuvo la oportunidad de conversar en privado con el vampiro de cabellos rubios, quien no paraba de repetir lo feliz que estaba porque hubieran decidido comenzar una relación sentimental.
Según Jimin hacían la pareja perfecta, aunque antes se empeñaran a creer que solo funcionarían como amigos. Por lo que quería confiarse en que los celos que sintieron en la fiesta de bienvenida los harían reaccionar. Sin embargo, el miedo se apoderó de su cuerpo cuando sintió como se ponían incomodos, imaginando que en el peor de los casos cualquier avance se iría al carajo.
Taehyung solo asentía, pues faltó muy poco para que el temor del vampiro se hiciera realidad. Por eso agradecía haber callado a su lord con un beso, que trajo como consecuencia que confesaran sus sentimientos. En la actualidad no podía encontrarse más contento, porque Jungkook se convirtió en esa pieza que le faltaba desde que tuvo el cursi anhelo de querer a alguien con intensidad y reciprocidad.
Ambos se atraían cual imanes, por lo que fue imposible que todo saliera de acuerdo al plan.
—¿Te divertiste con Jimin hyung? ¿Fue buena la charla que tuvieron?
El azabache ingresó al baño con el que contaba el edificio del consejo, después de que su amigo le dijera que su pareja había ido a dicho lugar.
—Ay Koo, me asustaste—murmuró, terminando de lavarse las manos. Provocando una sonrisa ladina en el inmortal que se recargó en la pared más cercana—. Fue una conversación interesante como siempre, gracias por preguntar.
—No es nada, lirio. ¿Ya estás listo para irnos a casa? —preguntó con un tono de voz muy suave—. Debes descansar y yo tengo una idea para eso...
El profundo color escarlata en esos orbes que lo recorrían de arriba hacia abajo, hizo notar la otra intención implícita en aquel mensaje.
—¿Sí? —cuestionó, secándose las manos con una de las toallitas de papel del dispensador higiénico—. ¿Qué propones?
El castaño se puso igual de coqueto, haciéndose el desentendido porque la idea le fascinaba. Hace unos cuantos días que no lograban intimar, por lo que el apetito sexual entre los dos incrementó en demasía. No obstante, Taehyung estaba satisfecho al tener su libro casi completo, siete capítulos más y su nueva historia obtendría su final.
Así que ese sacrificio valió la pena.
—Tú y yo, en la cama o en cualquier lugar que se te ocurra—susurró, fingiendo inocencia— Sometiéndome como más te gusta, extraño tenerte dentro.
Esa declaración bastó para que el escritor lo acorralaba como amaba hacer, empujando su pierna entre las ajenas, rozando la intimidad del vampiro muy levemente. Un jadeo escapó de la boca de Jeon por la repentina acción.
—Bajaste la guardia, mi lord.
—M-Mierda, ¿por qué me haces esto?
Que tortura era ser estimulado sin serlo. A su lirio le encantaba jugar con su cordura y con otras cosas más, su cuerpo, por ejemplo.
—Porque tú empiezas...
Taehyung acercó su boca al cuello ajeno, besando la piel nívea con cuidado de no dejar ninguna marca. Lo único que quería era deleitarse con los suspiros de su acompañante que eran como música para sus oídos.
—Ya Tae, deja de hacer esto o no habrá vuelta atrás.
No sería prudente dejarse llevar, porque cuando lo hacían, eran incapaces de salir de su propio mundo.
La mirada avellana lo consumía con una lentitud excitante cuando el dueño de esos ojos levantaba el rostro para ver sus reacciones.
—Déjame travesear un poquito más...
Taehyung dejó un beso cerca de la nuez de adán de Jungkook, siendo atrapados por un tercero que abrió la puerta sin tocar.
—¡¿Ustedes?!
Yeonjun tartamudeo con los orbes más grandes que dos platos, sus colmillos estaban a la vista por lo boquiabierto que se encontraba.
La pareja se separó como si estuvieran hechos de fuego, arrastrando hacia dentro al joven vampiro que no formulaba palabra por el shock experimentado.
—¡Por todos los murciélagos, Yeonjun!, ¿por qué demonios no tocas la puerta?
Jungkook acarició el puente de su nariz, pidiendo paciencia por la mala suerte que lo atormentaba.
—¿Q-Quién toca la puerta para ingresar a un baño que técnicamente es público?
—Él tiene razón, Jungkookie. Nosotros tenemos la culpa por no asegurarnos de que nadie entrara.
Taehyung soltó un largo y sonoro suspiro, mientras Yeonjun asentía varias veces.
—Más bien es mi culpa, porque yo fui el último que ingresó aquí, Tae.
—Ya está, no importa de quien es la culpa. Lo verdaderamente relevante es que alguien acaba de descubrir nuestro secreto.
—N-No diré nada, lo juro. No revelaré que son pareja...
—Ay, Yeonjun—el azabache enarcó una ceja, incrédulo—. Eso nadie te lo cree, porque con todo respeto te digo que eres de las personas que más gustan chismear dentro del clan.
—¡P-Pero!
—No seas rudo con él, lord—le regañó, buscando las palabras adecuadas para hablar con el menor—. Mira, Junnie. ¿Crees ser capaz de guardar el secreto por máximo dos días?
—¿Lo van a revelar ustedes mismos? —interrogó con impresión, tratando de asimilar lo dicho por el escritor—. ¿En serio?
—¿De verdad estás bien con eso, Tae?
Se suponía que lo mantendría en privado, ¿a qué se debía ese abrupto cambio?
—Sí. Ya ha pasado un tiempo y conociéndonos, esto puede volver a sucedernos. Por eso es mejor adelantarnos a los hechos.
El rostro de Jeon se iluminó porque confesarlo ante su gente era igual a que la relación sea mucho más seria de lo que ya era.
Porque así funcionaban las cosas para ellos.
El vampiro más joven estuvo de acuerdo con esa petición, prometiendo guardar silencio por ese pequeño lapso de tiempo. La pareja se dio un abrazo después de que el chico se devolviera por donde vino, antes de retomar su camino hacia el lugar donde Jimin y Yoongi les esperaban para despedirlos.
Cuando se encontraron con la otra pareja, les contaron lo sucedido, a lo que su líder y amigo les pidió de favor que organizaran una celebración para dar la noticia. Park no cabía de la felicidad, jurando ser el más involucrado en el evento para que fuera memorable.
Teniendo esos detalles en cuenta, Jungkook y Taehyung salieron por el portal que ocultaba al clan Jeon de la vista de los humanos. En ese preciso instante, ambos se dieron cuenta que llovía con fuerza y se mojarían hasta llegar al vehículo del escritor.
—Demonios, mi auto está demasiado lejos—expresó, temblando por el frio clima que los rodeaba—. Nos vamos a empapar más de lo que estamos haciéndolo, Koo.
—No, solo yo lo haré.
—¿Qué...?
El castaño vio cómo su novio se quitaba su hoodie para que pudiera cubrirse con la capucha que la prenda poseía.
—Ten, acéptala.
—Pero te vas a mojar.
—Y tú te vas a resfriar si no la tomas, no seas terco. No quiero verte enfermo, lirio. Amo cuidarte, pero si puedo evitarte el mal rato, lo haré con gusto.
Taehyung no pudo contener una sonrisa, ese inmortal lo tenía mal, muy mal.
Dejó un caso beso sobre la comisura sus labios, obedeciendo al azabache sin rechistar. Se tomaron de las manos cuando el humano estuvo bien protegido del agua que caía del cielo, corriendo hacia el otro lado de la calle lo más rápido que sus pies les permitieron para alcanzar su destino.
Una persona salió de su escondite en la distancia al perderlos de vista, sonriendo con auténtica malicia.
—¿Acaso te enamoraste? Patético—escupió con odio, pateando el suelo—. Tú eres el que menos merece ser feliz después de lo que me hiciste, Jeon.
Era una pena no haber visto bien el rostro de la pareja del vampiro que pertenecía al linaje que le desgració la vida. Pero tarde o temprano lo descubriría, a fin de cuentas, ya había comprobado lo que quería.
Continuará...
Gracias por leer, mis corazones. Estos días han sido un poco complicados por varias razones, pero aquí les dejó un capítulo nuevo para que se distraigan de todo. De verdad aprecio todo el amor a este fic, cuéntenme que les pareció en los comentarios las situaciones que les presenté durante esta actualización que a mi concepto está muy interesante.
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