✧༺ Epílogo ༻✧
—¿Estás nervioso?
—Te juro que estoy el doble de ansioso en comparación a cuando te convertí en un vampiro como yo—confesó, tratando de respirar, aunque no lo necesitara, porque sus pulmones dejaron de funcionar en el instante en que decidió dar el siguiente paso en su relación con Lord Jeon.
—Eso es mucho, pero sé que estarás bien, mi lirio—aseguró, tomándolo de las manos para propinarle suaves caricias en sus nudillos—. Cuando se te pasen esos nervios, tú serás el que deba calmarme, porque sabes de sobra que no estoy acostumbrado a ser el centro de atención.
—Tienes razón, cariño. Gracias por tus palabras.
—Cuando quieras—le regaló una sonrisa antes de robarle un piquito en los labios, que enterneció al escritor.
—No perdamos más el tiempo y enfrentémoslo juntos.
Jungkook asintió con un movimiento de cabeza, colocándose detrás de Taehyung, quien esperaba con paciencia el momento exacto en el que le avisarían que podían cruzar esa larga alfombra que les daba la bienvenida al estreno de cierta película.
¿De qué filme se trataba? La respuesta todavía le parecía irreal a Kim, pero tantas cosas le sucedieron en un año, que nadie debería juzgarlo por creer que estaba en un sueño.
Poco después de su transformación en vampiro, se celebró una fiesta en la que los enamorados fueron reconocidos de manera oficial como los líderes del clan Jeon. Los asistentes los felicitaron con muchos ánimos, brindándoles los mejores deseos en esta nueva etapa en conjunto a la prosperidad en su relación.
La aceptación de la comunidad de vampiros alegraba en demasía a Taehyung y Jungkook no se quedaba atrás. Sin embargo, esa no fue la única razón de felicidad para los novios, pues justo como el vampiro imaginó, el éxito del libro I swear on my blood fue tanto, que los lectores del mismo no demoraron en exigir una segunda parte.
Taehyung estuvo un poco dubitativo ante eso, pero no era por falta de inspiración o ideas, porque ese era el menor de sus problemas. No obstante, su indecisión derivaba ante la promesa que se hizo a sí mismo y a su pareja acerca de alejarse de todo por un tiempo.
El escritor no se olvidaba de la idea de emprender un viaje con su pareja para dejar atrás cualquier preocupación que tuviera que ver con el trabajo. Su corazón dolía por fallarle a su lord, pero cuando el mencionado decidió tomar la iniciativa para convencerlo de lo contrario, Kim supo qué no pudo ser bendecido con otra pareja más perfecta que Jungkook.
—Taehyungie, ¿en serio no quieres aplazar nuestros planes para que puedas escribir la segunda parte?
—Para nada, Koo—mintió, desviando la mirada—. Se supone que para esta semana debemos arreglar unas cuantas cosas antes de marcharnos.
—He aprendido a conocerte más desde que declaramos nuestros sentimientos, así que no trates de engañarme—lo regañó, tomándolo del rostro con delicadeza para que sus miradas se conectaran—. Cuando haces ese gesto, me demuestras que estás mintiendo.
—Demonios, sí que me conoces—bufó, abultando sus labios—. Eres muy malo, lord.
—De los pies a la cabeza, mi vida. Y no soy malo por interesarme en lo que de verdad quieres hacer. Mucho menos después de tu reacción ante lo que hicieron tus más acérrimos seguidores.
Hace una semana, Seokjin le había informado a Taehyung que muchos de sus fans se reunieron al exterior de VanteBooks con pancartas que solicitaban por el otro libro de su más reciente best seller. Sin contar el revuelo en diferentes redes sociales en las que mediante hashtags contribuyeron a que la petición se volviera tendencia global.
—Cierto, pero si te soy sincero, ni yo mismo lo sé.
—Si estás frenándote por mí, me voy a poner muy triste—atestiguó, juntando sus narices en un beso esquimal—. Podemos ser una pareja, pero tú sigues siendo un ser independiente que puede tomar las decisiones que más le convengan y convenzan para su vida personal.
—Tienes razón, Koo—razonó—. Siempre la tienes cuando más perdido estoy.
—Entonces, ¿qué es lo que te detiene? —interrogó con curiosidad.
—Que le dije a Jin hyung que este sería mi último libro antes de mi descanso temporal.
—¿Te da vergüenza retractarte con él? ¿O sucede algo más que desconozco?
—Eso mismo y que antes de conocerte yo también quería dejar esto de lado—admitió, porque cuando dijo aquello, estaba cien por ciento seguro de lo que quería.
—No es malo que tus planes cambien durante el camino—se separó de Taehyung, pero no dejó de regalarle caricias en su rostro—. Eso no te hace un indeciso, porque no lo tenías previsto.
—Le estás diciendo eso a una persona que no suelta su mal hábito de querer tener bajo control todo para ciertas cosas, incluyendo su trabajo.
Jungkook se permitió reír, porque era verdad. Esa cualidad estaba muy arraigada en su chico por culpa de su faceta como escritor, pues desde muy joven le tocó aprender a cumplir con muchas exigencias en plazos reducidos de tiempo, que le obligaban a dedicarse a eso en lugar de procrastinar de vez en cuando como lo hacían las personas de su edad.
—Creo que se me ocurrió algo para contrarrestar esa idea que tienes sobre ti mismo.
—Te escucho, necesito que me ilumines.
—Hazle caso a tu corazón de la misma forma en la que lo hiciste cuando me permitiste vivir contigo. Porque si lo piensas bien, me aceptaste a pesar de que no tenías previsto que un guapo vampiro te mordiera y se convirtiera en tu mate.
—Oh, mi vampiro narcisista ha vuelto—bromeó, atrayendo a un abrazo al líder, quien no demoró en recostar su cabeza en su hombro.
La comodidad del sofá en el que se encontraban sentados les permitía mimarse en cualquier posición que se les antojara.
—No hay que perder las viejas costumbres.
—Lo sé, y por esa razón, te haré caso—declaró, provocando que Jungkook levantara su rostro para encararlo.
—¿Lo dices en serio?
—Muy en serio—confirmó al ver la ilusión en los orbes ajenos—. Tengo tantas ideas para una segunda parte, por lo que confío en que la escritura fluirá y cuando todo el asunto de la publicación termine, retomaremos nuestros planes, ¿sí?
—¡Por supuesto! Gracias por hacerme caso, lirio. Yo puedo esperarte sin problema, tenemos tanto tiempo de ahora en adelante, así que haz lo que te dicte el corazón.
—Claro que lo haré, y comenzaré desde ahora.
El líder frunció el ceño por la confusión, hasta que sintió las manos de Taehyung en sus hombros. No tuvo ni tiempo de procesar lo que sucedía, porque su pareja no demoró en posicionarse encima suyo para repartir besos a lo largo de su cuello descubierto por la camisa entreabierta que usaba ese día.
—¡Mmmgh, Tae! ¡P-Por favor!
El azabache gimió gracias a la excitante sensación que lo invadió cuando unos colmillos se clavaron en su piel, percibiendo como su sangre servía de alimento para su amado. Cuando el escritor se alejó de la curvatura de su cuello, este se relamió los labios con un aire seductor, que evocó una lujuria intensa en él.
—Mi corazón me dice que debo recompensar a mi amor con una buena sesión de sexo.
—No hables más y demuéstramelo, mi lirio—lo silenció con su dedo índice, portando una sonrisa coqueta en sus labios.
La comprensión brindada por el líder contribuyó a que el escritor se dejara llevar con respecto a su nuevo proyecto. Por esa razón, el desarrollo de la segunda parte se dio con éxito y en el camino, una noticia sorpresa fue dada al castaño.
Tanto fue el reconocimiento de su obra que una famosa productora de su país quiso comprar los derechos para adaptarla a la pantalla grande. Taehyung casi se desmaya al escuchar esas palabras de la boca de Seokjin, quien estaba igual de emocionado que él, pues nunca antes les realizaron una oferta de ese tipo.
Porque por más premiados que fueran los libros de Vante, nunca nadie les garantizó que alguien se interesara tanto como para desear elevarlos a otro nivel, es decir, realizarles una película que se estrenaría en todo el mundo.
Esto no sorprendió a Jungkook por el simple hecho de lo encantado que quedó con el contenido plasmado en papel que tuvo el gusto de leer antes que nadie. A fin de cuentas, se trataba de una reinterpretación de su propia historia desde la perspectiva de su pareja.
La historia de vampiros logró cautivar tanto al público que la producción en general fue planeada con mucho cariño, aunque la mejor parte de este proceso fue que para cada detalle de la misma, la opinión de Kim era tomada en cuenta.
Garantizando que el filme fuera fiel a la obra original.
Medio año transcurrió con normalidad, hasta que Taehyung pudo presentar el segundo tomo a su editorial, la producción de la primera parte finalizaba y los anuncios en distintas plataformas se hacían presentes para emocionar a los fans.
El recibimiento de los adelantos fue excelente, por lo que las personas involucradas en el proyecto no dudaban del éxito que sería en taquillas, pues la gente estaba contenta con los actores y la ambientación muy bien lograda del universo de I swear on my blood; aunque lo cierto era que este no era tan distinto al real, pero eso nadie tenía por qué saberlo, ¿verdad?
Unos cuantos meses más pasaron antes de que se anunciara la fecha de preestreno, trayendo consigo la invitación al escritor y su pareja no famosa a dicho evento tan exclusivo, en el que varias personas de la industria estarían invitadas.
Sin contar que en dicho evento sería la primera presentación de Jungkook con Taehyung frente a los medios, exceptuando las filtraciones de fotos por parte de algunos seguidores que se los encontraron en citas al aire libre cuando se aburrían de la comodidad de su hogar o del escondite de la comunidad vampírica.
Un hombre que pertenecía al staff de la premier le indicó al escritor que ya podían pasar, por lo que Taehyung dio unos pasos hacia adelante, siendo captado por algunos flashes de las cámaras. Pero al percibir que Jungkook se quedó atrás, no se lo pensó dos veces para girarse y animarlo a que lo siguiera de cerca.
—Ven, bebé. No es hora de ser tímido—murmuró solo para que el susodicho le escuchara, extendiéndole la mano para que la entrelazara con la suya.
La timidez en el líder de los vampiros se desvaneció en el preciso instante en el que se sintió resguardado por su lirio, quien le daba la confianza para no dar marcha atrás.
Lo siguiente que la pareja escuchó fueron sus nombres en uno de los altavoces del lugar, para después recorrer la alfombra roja en la que se detuvieron por unos segundos con el objetivo de que la prensa pudiera tomarles fotografías que usarían en noticias digitales y físicas.
Vale aclarar que al azabache lo presentaron con su apellido falso, es decir, como An Jungkook, lo que beneficiaba a los novios a mantener las apariencias acerca de la verdadera identidad del vampiro frente a cualquier curioso.
Durante varios meses, Taehyung se encargó de inventar una historia más creíble a su chico para evadir cualquier tipo de problemas, evitando que se pareciera al relato que ambos contaron a los amigos de Kim en el pasado.
En la actualidad, Jungkook se presentaba ante la gente como el socio de una empresa ubicada en el extranjero, justificando de esa forma sus altos ingresos, los cuales venían de la riqueza inmensa que su clan fue acumulando con el pasar de los años.
Una corta entrevista se llevó a cabo por parte de uno de los presentadores que se encontraban en la alfombra, en la que Taehyung respondió con sinceridad a cada pregunta, mostrándose agradecido por la oportunidad y, sobre todo, orgulloso de revelar que el mayor apoyo que recibió para que su obra se volviera realidad fue gracias a Jungkook.
Jeon se ruborizó al volverse el centro de la atención del público, pero pudo reunir la valentía suficiente para mirar directo a las cámaras que transmitían en vivo y expresar lo mucho que disfrutó animar a su novio cuando más inspiración necesitó.
Si la gente se enterara de la realidad detrás de esas historias, se armaría un completo revuelo.
Luego de esa intervención, la pareja hizo una reverencia y se retiró a una de las salas en las que el filme se proyectaría. Dos horas más tarde, Taehyung y Jungkook regresaban a su hogar con la emoción latente en sus pechos, pues lo que sus ojos escarlatas cubiertos por lentes de contacto color café vieron esa noche fue maravilloso.
Y los comentarios en las redes les darían la razón en el día del estreno.
Pero antes de que eso sucediera, muchas personas concentraron su atención en el par de enamorados, creándose así un fandom dedicado a ellos, porque con lo poco que vieron, quedaron encantados con sus amorosas interacciones en vídeos o fotos.
Ese hecho no molestó a ninguno de los involucrados, quienes estuvieron satisfechos por tanto cariño que no se esperaron recibir de un momento a otro. Por eso, cuando algunos lectores del castaño se los encontraban en la calle, estos les deseaban éxitos en su relación.
Y es que para el público en general eran la pareja más bonita que habían visto en años en el medio.
Eventualmente, los tortolitos sabían la razón por la que llamaban la atención, así que aprendieron a vivir con ello. Además, por el momento no han tenido ninguna mala experiencia como para pensar lo contrario. Así que, mientras eso siguiera así, no tendrían razón por la que preocuparse de que las cosas se salieran de control.
De todos modos, eran demasiado cuidadosos para que nadie notara que no eran humanos. Por ejemplo, el uso de maquillaje para tratar la palidez natural de su especie y lentes de contacto que ocultaban el color rojizo de sus ojos se volvió una constante. Y la ingesta de sangre entre los dos, antes de salir a cualquier lugar, los prevenía contra el hambre que podría despertar con facilidad de no estar alimentados como debían.
Meses más tarde, cuando la película se estrenó de forma oficial, la segunda parte del libro también era exhibida en las diversas librerías para ser adquirida. En cuestión de horas se agotó de todos lados, al igual que las entradas para las funciones del cine a nivel global.
Por fin podrían viajar a otros lugares como si se tratara de la luna de miel que no tuvieron, lo que significaba que era hora de poner sus planes en marcha lo más pronto posible.
Y es que tantas cosas cambiaron durante ese año, que no existía razón para que los líderes no se cumplieran ese capricho. La comunidad vampira los adoraba por la dedicación que le ponían a su trabajo, dándoles un merecido respiro al consejo, quienes también se dieron su respectivo descanso.
Porque desde que el perseguidor desapareció de sus vidas, los días eran pacíficos en su totalidad, por lo que no había mucho de lo que tuvieran que encargarse. Por eso, los líderes nunca planearon mudarse a la comunidad de forma permanente. No obstante, por sugerencia del consejo, construyeron una casa en la que solían quedarse de vez en cuando.
Pero dejando esa situación de lado, el amor también logró florecer entre algunos vampiros y humanos que se ganaron la confianza del clan Jeon; un claro ejemplo fueron Wooshik y Yugyeom, quienes, al tener más contacto con el exterior, cruzaron sus caminos con personas que se enamoraron de ellos sin importarles lo distintos que fueran.
Lo que influyó a que se efectuaran compromisos eternos que derivaban en transformaciones vampíricas, a modo de prueba de amor entre mates que se volvían parejas de sangre, como fue el caso de Hoseok y Seokjin que tomaron esa decisión por el avance en su relación con Yongsun y Namjoon respectivamente.
Otro hecho de suma importancia que se dio fue que Jungkook conociera a los señores Kim, cuando estos le hicieron una visita a su hijo desde Daegu. Los progenitores de Taehyung adoraron a Lord Jeon, quien puso su esfuerzo para mostrar la mejor parte de su persona frente a la carismática pareja.
El cariño que le agarraron al azabache durante la semana que se quedaron con ellos fue demasiado cómo para viajar a la ciudad natal de Taehyung por casi un mes entero en el que crearon recuerdos invaluables.
Y por supuesto, sirvió para que los padres del escritor reafirmaran que Jungkook era la pareja ideal para su querido hijo, al demostrarles con el mínimo gesto que sería capaz de dar la vida por su tesoro y viceversa, porque los mayores no eran ciegos como para no notar la devoción del escritor a su novio.
Como padres no podían pedir menos que la felicidad de su primogénito, ¿verdad?
🍷
—Sí, mamá. Jungkookie y yo ya mismo salimos de nuestra casa directo al aeropuerto de Incheon.
Con el móvil en una mano, Taehyung terminaba de guardar algunas cosas que le faltaban en su maleta. Estaba llevando lo justo y lo necesario, porque lo demás podría comprarlo en su viaje. En una hora su vuelo salía con rumbo a su primer destino, Francia. Siempre quiso visitar Europa para disfrutar de una cultura diferente a la que acostumbraba y esta vez nada ni nadie le impediría cumplir ese deseo.
Además, cada detalle de su travesía fue organizado a la perfección por el grupo de Yeonjun, quienes se ofrecieron con gusto para que la pareja no pensara en otra cosa que no fuera disfrutar. El motivo principal detrás de esto fue que el tema salió a flote el día de la transformación del castaño, en la que se legalizó ante los presentes el compromiso que duraría por la eternidad.
Tanto Jungkook como Taehyung portaban unos elegantes trajes negros con detalles en color blanco, en las solapas de sus vestimentas destacaba un broche en forma de lirio a juego, por la importancia de esa flor en sus vidas y romance. La nueva pareja de sangre lograba destacar entre los presentes, luciendo tan felices por su reciente unión.
La noche era joven, por lo que se realizaron distintas actividades que entretuvieron a todos por un largo rato, hasta qué gran parte de los vampiros fueron retirándose poco a poco a sus hogares, luego de felicitar a los tortolitos. Y sobre todo darle muchos ánimos al escritor, que debía acostumbrarse a su nueva vida como un ser sobrenatural.
—¿Y qué planes tienen ahora? —cuestionó Yongsun con curiosidad—. Nosotros los vampiros rara vez practicamos la costumbre del matrimonio, con excepciones como Yoongi y Jiminnie, pero eso no les impide que tengan una luna de miel.
—Concuerdo con Sunnie—opinó Namjoon—. Nosotros somos almas libres que no necesitan de formalidades como esas para demostrar el amor que nos tenemos. Esa es una de nuestras leyes de vida, sin embargo, no deberían desaprovechar la oportunidad de viajar a algún lugar bonito para que desconecten de cada uno de los sucesos que enfrentaron estos últimos meses.
—Lo cierto es que Tae estuvo considerando esa idea antes de que siquiera yo apareciera en su vida, pero él es el de la última palabra.
—Jungkookie tiene razón, yo deseaba darme un descanso después de que mi libro se publicara.
—Y lo harás, porque te lo mereces—intervino Seokjin con una sonrisa, sin dejar de abrazar a su novio—. Además, me lo pusiste como una condición y me encargaré de que lo cumplas.
—Yo apoyo lo que Jin hyung dice. Así que también estaré al pendiente de que se vuelva una realidad—prometió Hoseok, quien mantenía su mano entrelazada con la vampira que le robó el corazón en cuestión de meses.
—Lo sé, hyungs, pero no quiero apresurarme. Le está yendo tan bien al libro y pueden surgir más entrevistas que no me quisiera perder de dar. Esta historia es demasiado especial para mí y quiero mostrarle el cariño que le tengo siempre que pueda.
—Entonces, cuando ese momento llegue, deja que nosotros nos encarguemos de ese viaje. Será inolvidable—propuso Yeonjun con confianza, señalando a su grupo más íntimo, quienes parecían estar muy conformes con esa idea.
—¿Están seguros, chicos? Puede ser pesado para ustedes.
—Por supuesto, lord—confirmó Soobin, pasando su brazo por los hombros de su pareja—. Será entretenido y ustedes, nuestros queridos líderes no tendrán motivos para preocuparse de que algo no salga de acuerdo a sus planes.
—Perfecto, les daremos esa responsabilidad.
Los vampiros más jóvenes aplaudieron al conseguir su objetivo, para después ser ellos quienes animaron a la gente restante a que siguiera bailando hasta el amanecer, porque una celebración de ese tipo no sucedía todos los días y debían gozarla al máximo.
—Yo te estaré avisando cualquier cosa. Me saludas a papá y Jungkookie les manda un abrazo también. Te quiero, mamá. Hasta pronto.
Taehyung cortó la llamada después de veinte minutos, sintiéndose contento de hablar con su progenitora antes de ese viaje tan especial para él. A fin de cuentas, se tomaría un descanso de tanto trabajo y sería en compañía de la persona que más ama, no podía pedir otra cosa.
—¿Ya estás listo, lirio?
—Eso debería decirlo yo, cariño—lo regañó, acercándosele a paso lento para abrazarlo con fuerza—. Tardaste más que yo en la llamada.
—Jimin hyung hizo que me despidiera de todo el consejo—informó, dejando un beso en la mejilla ajena para luego iniciar un intenso contacto visual—. No se puede esperar que termine pronto cuando ninguno se salva de ser parlanchín.
—No tengo argumentos para debatir eso, pero sé que Jiminnie lo hizo porque todos te van a extrañar.
—Vivieron bien sin mí por un siglo, un mes no es nada—justificó con una pequeña sonrisa.
Jungkook no quería escucharse insensible, solo jugaba con la mención de dicha situación. Su clan y él sufrieron por eso, pero en la actualidad trataban de tomárselo por el lado bueno como para hacer chistes de ese tipo.
—Porque no les quedó elección, lord.
—Buen punto, es difícil vivir sin mí.
—Tienes razón, porque no puedo imaginar una vida en la que no estés conmigo—declaró Kim con una seriedad que sorprendió al azabache.
—¿Por qué ese tono de voz, bonito?
—Porque eres lo mejor que me pudo pasar, Jungkookie. Pusiste mi mundo de cabeza, pero eso fue lo que evitó que siguiera cayendo en ese abismo en el que yo mismo me metí.
—Tae...
—Déjame seguir, por favor—lo silenció y Jeon obedeció, expectante ante lo que diría su otra mitad—. No creo que me alcance la vida infinita que tengo para agradecerte lo que has hecho por mí, así que confesar lo que siento por ti cuando la oportunidad se me presenta, es lo menos que puedo hacer, ¿no lo crees?
El vampiro dio un asentimiento con su cabeza, mientras un fuerte rubor se esparcía en sus mejillas conforme escuchaba las dulces palabras del contrario.
Cuando Taehyung se ponía tan romántico, Jungkook se imaginaba así mismo con ojos de corazón. Porque cada oración dedicada a su persona le ablandaba el alma de una forma impresionante, que nadie aparte del castaño podría replicar.
La horrible monotonía consumió al escritor más veces de las que podría enumerar, que poco a poco fue perdiendo la inspiración y el interés en cosas que no tuvieran relación con el trabajo. No obstante, desde que el vampiro lo mordió esa noche en el bosque, empezó a disfrutar hasta las cosas más banales como jugar videojuegos, ver películas o salir a pasear.
También dejó de sobre exigirse con respecto la escritura y a no preocuparse tanto por la opinión de los demás, a menos que fueran críticas constructivas, porque esa era una de las trabas que solía ponerse cuando debía desarrollar una nueva historia. Preguntarse si a los lectores les gustaría en lugar de pensar si a él le agradaría lo que escribiría fue un mal hábito que adquirió al perder el rumbo, pero con su última obra, eso jamás sucedió y deseaba que no volviera a pasar en un futuro.
Lo que evitó en gran medida que le afectara tanto como para dañar su autoestima y hacerlo dudar de sus capacidades.
A estas instancias no cabía duda de que estaban hechos el uno para el otro, y que, en otras circunstancias, su amor hubiera podido desarrollarse desde antes. Aunque lo cierto era que la pareja dejó de pensar en el pasado para concentrarse en su presente y futuro, pues fueron bendecidos por el destino al reencontrarse una vez más.
Porque el magnetismo natural que los atrajo desde un inicio no conocía de tiempos, ni de circunstancias.
Después de que Jungkook y Taehyung compartieran un tierno beso, se marcharon al aeropuerto para tomar su vuelo. Horas más tarde, arribaban al hotel con una emoción latente en sus corazones. El escritor temió que su novio no tolerara un viaje en avión, pero grande fue su alivio al verlo comportarse como un chiquillo que usa por primera vez una bicicleta.
El brillo en sus ojos delataba lo bien que se lo pasaba cuando veía el paisaje por la ventanilla.
El lugar en el que se hospedarían era precioso, porque quedaba frente a la torre Eiffel, regalándoles una de las mejores vistas de la ciudad del amor. Este era el primer destino en la lista de los países europeos que visitarían, por eso, lo consideraban más memorable que al resto.
El primer día fue mágico para ambos, porque a pesar del cansancio, visitaron varios sitios turísticos. Incluyendo al más emblemático y simbólico de Francia, en el que no desaprovecharon a capturar varias fotografías para el álbum que armarían cuando estuvieran de vuelta en Corea.
Caída la noche, la pareja ingresó a su habitación luego de deleitarse con una cena a la luz de luna en el patio del hotel cinco estrellas, que los resguardaría por una semana entera. Se susurraron palabras desbordantes de cariño hasta que se dejaron caer sobre la amplia cama, abrazándose como si de eso dependiera sus vidas para conversar un rato antes de cerrar el día con broche de oro.
—Pareces haber nacido para visitar París, lirio.
—¿Por qué lo dices, lord?
—Porque es tu estilo, con solo verte puedo asegurar que serías feliz de vivir en un lugar como este.
—Quizá, pero mi hogar está en Corea contigo y el clan—comentó, acariciando el mentón del azabache—. Y eso no lo cambiaría ni así me pagarán. Esta ciudad podría ser un escape de mi realidad, pero mi hogar es mi hogar.
—Y por ese motivo soy el más afortunado. Gracias por quedarte a mi lado.
—Por siempre y para siempre.
En ese preciso instante, el castaño se incorporó lo suficiente para ubicarse encima del cuerpo ajeno al que aprisionó con sus brazos.
—Conozco esos ojos, ¿ya es hora? —interrogó con fingida inocencia.
—Lo he estado esperando como no tienes una idea—contestó, relamiéndose los labios.
—Muérdeme, no hace falta pedir permiso.
Los colmillos de Taehyung se clavaron en el blanquecino cuello de Jungkook, bebiendo ese líquido que era el único alimento que lo saciaba de verdad.
—Taehyungie.
—¿Mmm?
—Mi sangre te sabe bien, ¿verdad?
—Es la mejor, no tengo quejas—confesó, mientras pasaba su lengua por la zona, porque ese simple gesto ayudaba a una inmediata cicatrización.
—Ya veo.
Una sonrisa satisfecha apareció en el rostro de Jeon.
—¿Acaso la pregunta era para subir tu ego, Koo?
—Ya me conoces, Tae.
Kim se rio a carcajadas, dejando besitos en las mejillas del vampiro debajo de él.
—Te amo, mi vampiro narcisista.
—Yo te amo mil veces más, mi precioso lirio.
Y esa declaración bastó para que la pareja uniera sus belfos en un profundo beso, de esos que los dejaban sin palabras, antes de adorarse bajo las sábanas, porque con esas acciones transmitían al contrario la pasión y el amor que se profesaban día a día.
Pues ellos siempre serían la decisión más acertada del otro.
Fin 🍷
Espero les haya gustado, nos leemos pronto. Gracias por el apoyo, los adoro mucho, corazones. No olviden seguirme en mi Instagram (kamieshiro) por cualquier cosa.
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