✧༺ Dieciseisavo capítulo༻✧
Después de la clase de manejo impartida por el escritor hacia el líder vampiro, la pareja volvió a la casa que compartían. A Jungkook ya se le habían pasado los celos y estaba de lo más contento viendo una película de acción con Taehyung, mientras el humano comía unos cuantos snacks que tenía de reserva en su despensa.
El inmortal se encontraba tan perdido en las expresiones que su acompañante ponía cada vez que algo importante sucedía en la tv, demostrando la poca concentración que le ponía al filme, pues el humano le parecía mil veces más entretenido. Además, ¿por qué gastaría su valioso tiempo viendo algo que podría repetir en otra ocasión? Justo ahora lo que más disfrutaba era tener a Taehyung a su disposición, compartiendo un hobby tan banal como ese.
Sin embargo, el característico sonido del móvil del joven de piel canela los sacó a ambos del trance en el que estaban.
—Por favor Koo, ponle pausa—pidió con amabilidad, y el susodicho obedeció sin rechistar, aunque para sus adentros estuviera maldiciendo a la persona que osaba interrumpir—. Gracias...
Taehyung le dedicó una pequeña sonrisa y se dispuso a responder a quien fuera el responsable de cortar el ambiente en la mejor parte de la película. El nombre "Jiminnie" relucía en la pantalla, así que supuso debía ser algo que no podía ser ignorado, ya que el rubio prefería mandarles mensajes antes que llamarlos.
—¿Sí?
Con el teléfono inteligente en su oreja, el humano respondió cálidamente al amigo que hizo hace poco tiempo. Jungkook analizó cada uno de sus gestos una vez más, observando la manera en la que movía esos labios en forma de corazón y como asentía de vez en cuando a lo que Jimin le decía.
Sí, no le fue difícil saber que era el rubio porque logró distinguir el inconfundible tono de su voz. No obstante, Taehyung acostumbraba a tener tan bajo el sonido de su móvil que era imposible entender algo que no fueran balbuceos.
—¿Oh, lo dices en serio? ¿Por fin se llevará a cabo?
El ceño del vampiro se frunció de forma considerable, ¿de qué estaban hablando?
—Ya veo, me alegra escuchar eso. Yo le diré...
Taehyung mordió su labio inferior, reprimiendo una risa que se quería escapar desde lo más profundo de su garganta. Jimin no se rendía cuando se proponía algo y tampoco se veía capaz de romper sus ilusiones.
—Está bien, está bien. Yo también estaré ahí, te lo prometo.
La mente del inmortal trabajaba muy rápido queriendo encontrar alguna pista que sirviera para descubrir más sobre aquel tema.
—De acuerdo, adiós. Nos vemos pronto.
El castaño cortó la llamada y sus ojos no tardaron en posarse sobre los escarlatas del contrario. Los cuales vale aclarar parecían muy curiosos por su conversación con Jimin.
—¿Qué quería? ¿La razón para interrumpir nuestra película fue buena?
—Depende de cómo lo veas tú, lord.
—Tu respuesta no me dice mucho, lirio.
—Tienes un punto a tu favor—concordó, dejando su móvil a un costado—. Así que como parece que lo olvidaste, te lo diré con claridad.
—Te escucho.
—Mañana en la noche se dará tu fiesta de bienvenida. El consejo sintió que ya fue mucho tiempo aplazándolo, por lo que quieren aprovechar que será luna llena para hacer el anuncio de que su líder finalmente regresó a donde pertenece.
El cuerpo de Jeon se volvió rígido. No iba a negar que a una parte suya le hacía muchísima ilusión compartir con su gente como tiempo atrás, pero también su consciencia no perdió el tiempo para decirle que muchos de ellos quizás esperarían que desde ese preciso momento se quedará a vivir en el escondite.
Lo que daría como resultado cortar los lazos con Taehyung definitivamente.
Era una posibilidad, y por más mínima que fuera tenía miedo de ceder.
Demonios, ¿qué era lo correcto?
¿Debería confesarle lo que sentía para ver si contaba con la más mínima oportunidad?
La bruma de pensamientos que lo atormentaban se fue al carajo cuando las manos de Taehyung se posaron sobre su rostro con suavidad, acunando sus pálidas mejillas con ternura.
—Supongo que hasta el más importante líder puede ponerse nervioso con algo así.
—Yo...
—No digas nada, Koo, lo entiendo. Hasta te quedaste sin palabras. Estoy seguro de que no sabes si será el mismo recibimiento que con la gente de tu consejo.
Sin querer el escritor sacó conclusiones apresuradas debido a su reacción, pero el azabache lo agradeció infinitamente. Ya que eso le daba tiempo para pensar si se arriesgaba o no antes de que la única posibilidad que existía se convirtiera en la cruda realidad.
—S-Sí, me daba un poco de vergüenza admitirlo.
Una mentira piadosa se le perdonaba a cualquiera, ¿no?
—Tu secreto está a salvo conmigo, lord. No te hace débil tener este tipo de emociones de vez en cuando—el humano le calmó portando una expresión tranquila en su rostro, dejando tiernas caricias sobre sus pómulos—. Gracias por confiar en mí.
—Gracias a ti por comprender.
Jeon murmuró sin quitar los ojos del bonito escritor. Unos centímetros más y cualquiera de los dos podría romper con cualquier distancia existente, derribando los muros que ambos crearon sin pretenderlo.
El muerto corazón del líder estaba tan acelerado como nunca imaginó que fuera posible mientras sus mejillas se coloreaban de un sutil color rojo. Al mismo tiempo en que el humano no entendía de dónde sacó el valor para invadir el espacio impropio de tal forma.
Sin embargo, supo cómo aprovechar lo impactado que Jungkook parecía estar con su gesto para quitar sus manos y tomar el control del televisor.
—Retomemos la película o le perderemos el hilo.
—De acuerdo...
Y aunque ambos se prometieron a sí mismos prestarle atención al filme en lugar de seguir estresándose con sus intensos debates mentales, ninguno de ellos podría ni siquiera hablar acerca del final por mantenerse encerrados en sus propios mundos.
Pero ya habría tiempo suficiente para que los dos enamorados pusieron las cartas sobre la mesa. Y cuando eso sucediera, un nuevo camino en esta historia comenzaría a escribirse.
🍷
Fue como un milagro otorgado por el mismo cielo que Jimin se hubiera ofrecido a pasar por ellos el día de la fiesta de bienvenida para Jungkook. Porque tanto el humano como el inmortal sentían una tensión extraña entre los dos, la cual les impedía hablar más de cinco minutos. Y vale recordar que los últimos días no estuvieron tanto tiempo juntos como antes, lo que volvía a la situación mucho peor de lo que ya era.
Pero gracias a la adorable y entusiasta compañía de Jimin, los susodichos estaban más tranquilos al tener al vampiro de cabellera rubia como intermediario capaz de repeler silencios incomodos al ser el único capaz de hablar hasta por los codos.
De vez en cuando cada uno participaba en los parloteos triviales que eran cortesía del vampiro de labios gruesos que estaba ejerciendo el trabajo de chofer personal, hasta que el trío eventualmente llegó a su destino.
—Todos se encuentran tan emocionados cuando se les dio la noticia, así que no te sorprendas tanto si se vuelven locos por tu presencia, ¿sí?
Jungkook asintió con un movimiento de cabeza, mientras Jimin sacaba su llave especial para abrir el portal bajo la mirada de la pareja que todavía no contaba con la valentía para aclarar sus sentimientos.
—Seguro será algo lindo de ver—intervino Taehyung, imaginando la escena—. Ya que esta celebración no es sobre cualquier cosa, se trata de un reencuentro después de cien años.
—Tienes razón, TaeTae. Pero uno nunca sabe...
El escritor no entendió a qué estaba haciendo referencia su amigo, pero no tuvo la más mínima oportunidad para preguntarle porque Park ya les estaba indicando que podían cruzar al otro lado.
El rostro de azabache quedó perplejo al ver como el lugar que parecía tan lúgubre y triste en ese preciso instante era todo lo contrario. Muchas luces colgaban en las viviendas como si se tratara de una especie de camino iluminado que le daba la bienvenida.
—Esto fue plan de ellos, porque recordaban lo mucho que pareció interesarte el tema de luz cuando se inventó—relató Jimin muy orgulloso del trabajo que los más jóvenes hicieron con la decoración—. Disfrútalo, Lord.
—Lo estoy haciendo, pero... ¿Dónde están reunidos? No hay ningún alma por aquí.
—Iba a preguntar lo mismo, Jungkook debería agradecerles por el lindo detalle.
El rubio estuvo de acuerdo con lo dicho por Taehyung, ya que sabía que los halagos hechos por el mismísimo líder eran como recibir una bendición divina.
—Por supuesto que lo hará. Déjenme guiarlos al salón de eventos con el que contamos desde hace unos cuantos años atrás, ahí se realizará la fiesta.
Los vampiros y el humano caminaron con dirección a un edificio que estaba a dos casas del edificio dedicado al consejo. Kim detectó la decoración desde fuera, sabiendo que no había vuelta atrás. No tardó en ponerse un tanto ansioso por el simple hecho de que conocería a toda la gente de Jungkook y evidentemente no quería caerles mal.
En el camino Jimin les comentó que Namjoon y Solar lo mencionaron cuando se dio el comunicado y que todos parecían muy contentos por saber que el líder fue ayudado por un humano de corazón noble y desinteresado.
Pero eso lo comprobaría por su propia cuenta en unos minutos.
Nunca fue del tipo que se preocupara por la opinión ajena, no obstante, era innegable que desde la aparición de Jungkook en su vida cada cosa la pensaba dos veces.
La puerta se abrió ante ellos gracias a la indicación que Jimin dio desde fuera. Varios pares de ojos se posaron sobre las personas que hacían su ansiada entrada, los aplausos y el vitoreo eufórico dedicados a su líder fueron el cálido recibimiento que los golpeó ni bien pusieron un pie en el lugar.
El escritor miró de reojo a Jeon quien parecía conmovido a pesar de mantener un rostro sereno. Sus relucientes orbes escarlatas no podían mentirle a alguien tan observador como él.
Una ironía de la vida que no pudiera ser capaz de notar que esos mismos ojos también le dedicaban miradas de auténtica fascinación y adoración.
—Buenas noches a todos, es un gusto verlos después de tanto tiempo.
—Lord Jeon, el placer es nuestro.
Esa voz fue más que reconocible para el líder y Kim no pudo ignorarlo.
—Hola Yugyeom.
El mencionado luego de ser saludado, se paró frente a su líder con una sonrisa tan radiante que podría deslumbrar a cualquiera, menos a la persona que le interesaba. Así es, estaba hablando de Jeon, aquel azabache que tanto le gustaba y que por algún motivo en particular parecía no tomarle en cuenta para ser su potencial pareja a pesar de ser uno de los más idóneos para el puesto.
Una ceja se elevó en el perfecto rostro de Taehyung, ¿acaso había historia entre este par y no se enteró de nada? Quizá si debió inmiscuirse un poco más en los anteriores o posibles romances de su huésped.
—Hola, ¿te gustaron las luces que preparamos para ti? —cuestionó con expectación de una respuesta positiva—. Yo fui el de la idea.
Esa parte no era mentira, pero Jimin no demoró en aclarar la situación al ver como su nuevo amigo humano apretaba el puño al escuchar las palabras del contrario.
—Eso es cierto, Yugy, pero como tú mismo dijiste, las prepararon entre todos. No quieras acaparar toda la atención.
Como un balde de agua fría que cayó de sorpresa sobre él, Yugyeom supo que no podría decir más ante la presencia de Jimin. No era tan tonto como para arriesgarse a responderle cuando sabía lo mucho que Jungkook lo apreciaba y prefiriendo ignorar al chico de cabellera castaña con rostro estoico que estaba a lado del más bajito.
Sabía quién era, pero tampoco quería darle tanta importancia.
—Tienes razón, Jimin-ah. Lo hicimos en equipo, como la buena familia que somos.
—Exactamente y Lord Jeon lo agradece, pero luego pueden seguir conversando, ahora demos inicio a la celebración.
El rubio cortó la conversación entre su líder y el otro inmortal, decidiendo dejar pasar ese comportamiento, ya que confiaba ciegamente en la posibilidad de que esta celebración le mostraría a cualquiera de los dos involucrados que estaban perdiendo el tiempo por andar de indecisos.
El azabache tampoco le vio caso replicar la contestación que fue más que precisa. De todas formas, no le agradecería solamente a Yugyeom, sino a toda su gente, estuviera o no involucrada en la planeación de su bienvenida.
—Mi pareja tiene razón. Mantengan la calma por el momento.
Yoongi opinó desde la lejanía, pues se encontraba en la parte que simulaba un escenario junto a Namjoon y Solar, quienes serían los encargados de dar unas cuantas palabras antes de que el modo festivo se apoderara de los presentes.
Y de paso aprovechando a presentar a Taehyung. El humano que hizo posible que Jungkook estuviera en las mejores condiciones hasta que su reencuentro se diera.
Jimin los guió hacia donde debían ubicarse, abriéndoles el camino entre los vampiros que destilaban admiración por su líder y acompañante.
—Hoy estamos aquí para conmemorar el retorno de Lord Jeon que hace un siglo atrás tuvo que dejarnos para recuperarse del ataque sorpresa ejecutado por el brujo que tantos problemas nos causó en el pasado.
El vampiro de hoyuelos expusó en un tono firme siendo secundado al instante por su prima.
—Pero como dice Namjoon, eso fue en el pasado y si nuestro líder hoy está aquí es para cumplir la promesa de que en conjunto podamos darle fin a la amenaza que representa el perseguidor en nuestras vidas. Las que hace años no podemos disfrutar con verdadera libertad al estar confinados en las sombras, temiendo ser masacrados como sucedió con el resto de nuestro clan.
En algún momento de su discurso, la fémina dirigió su vista hacia el castaño al que pidió con un ademán que diera unos pasos al frente para que pudiera ser apreciado de mejor manera.
—Aunque nada de esto sería posible si este joven llamado Kim Taehyung no hubiera decidido ayudar desinteresadamente a nuestro lord. Ya les hemos informado con anticipación como fue que colaboró, por lo que les pido que le den los aplausos que merece por tan noble acción.
En cuestión de segundos la habitación se llenó de sonidos de aplausos hacia su persona, dejando sin habla al escritor, porque hasta el inmortal que coqueteo desvergonzadamente con Jungkook había acatado el pedido por más de mala gana que lo estuviera haciendo.
En realidad, el clan Jeon era muy unido.
Taehyung no pudo no reverenciar, sentía que le estaban dando mucho crédito, pero agradecía el gesto con el corazón.
—No es nada. Gracias a ustedes por recibirme de esta manera.
Jungkook quería sonreír por lo dulce que era el castaño, pero como había tanta gente alrededor creía que sería muy obvio así que se contuvo. Sin embargo, Namjoon lo trajo de vuelta a la realidad cuando lo llamó para que pudiera expresar su sentir.
—El recibimiento que me han dado en esta noche significa mucho para mí, así que les juro por la memoria de mis padres que vengaremos a la familia que el perseguidor nos arrebató—prometió, llevándose una mano al pecho en una seña solemne—. Nunca más tratarán de dañar al clan Jeon sin antes haber luchado lo suficiente.
Fuertes aplausos resonaron en el amplio salón una vez más, mientras la gente le dedicaba miradas orgullosas al joven de cabellera azabache.
—Gracias a nuestro lord por tan sinceras palabras—Jimin captó la atención de todos los presentes para que hicieran silencio—. Pero siéntanse libres de gozar de esta ocasión tan memorable.
Y esa indicación bastó para que uno de los vampiros más jóvenes, el que se llamaba Yeonjun se apoderará del evento al ser el encargado de la música, mientras sus amigas y novio comenzaban a animar al resto para que saliera a bailar a la pista que tenían a su disposición.
Los amigos de Jungkook se acercaron al susodicho y a su acompañante humano para conversar un rato antes de que cualquier otro vampiro quisiera intercambiar palabras con el homenajeado.
—Lo hiciste bien Jungkook-ah, pero es muy bueno tener la certeza de que siguen confiando en ti.
—Y que lo digas, Nam, era uno de mis temores, pero puedo ver que el respeto y admiración siguen ahí.
—Me imagino—Solar opinó con una sonrisa comprensiva—. Una parte tuya creía que lo que te comentábamos acerca de ellos solo podía ser una manera de no preocuparte, ¿cierto?
—Me conoces bien, noona.
—Soy como tu hermana mayor, tontito. No lo olvides nunca.
La fémina rio con suavidad, despeinando el cabello de Jungkook con cariño.
—Créeme que jamás lo olvidaría.
—Que lindos que son—Jimin mostró una tierna sonrisa, mientras abrazaba por la cintura a Yoongi. El tener la misma estatura ayudaba mucho—. Pero lo que me intriga saber es lo que pasa por la cabeza de TaeTae que anda tan callado.
—¿Yo? —el vampiro rubio asintió repetidas veces—. Pues me hizo sentir especial haber sido tratado con tanto cariño aun cuando soy un desconocido.
—Ya verás cómo te los ganas en cuestión de días, es solo cuestión de que trates con ellos—Yoongi comentó con seguridad, acomodándose sobre el hombro de su chico—. Eres una persona que hace querer fácilmente.
—Gracias por el cumplido, Yoongi hyung.
—Usando de excusa la conversación, yo también quiero agradecerte por ayudar a Yoon con sombra, Tae. Hace poco me contó los consejos que le diste y verlo junto a mi bebé me hizo el vampiro más feliz del mundo.
—No fue nada, me alegra haber sido de ayuda.
—Solo por eso recompensaré a mi pareja como le gusta.
El rubio dejó un beso en la mejilla del vampiro de mirada felina, mientras Namjoon se sonrojaba al leer entre líneas lo expresado por su amigo.
—Mucha información y mucha imaginación es una mala combinación.
Ese comentario fue el detonante para que el grupo estallara en risas porque la frase pareció una rima, pero cuando volvieron a la normalidad, se unieron a los demás.
Unos vampiros llamaron a Jungkook para saludarlo personalmente, por lo que tuvo que dejar atrás a sus amigos y al humano del que no quería separarse por si se presentaba algún inconveniente. Quería mostrar que Taehyung tenía su respaldo a tal punto que podrían considerarlo como un miembro de su consejo.
Un hecho que quedaría muyclaro mientras las horas pasaran. Pero en un momento de distracción, ni siquiera fue consciente de que Taehyung sintió como alguien le jalaba de su pantalón.
Y aunque no se trataba de una posible amenaza, desataría varias gracias a un inocente comentario.
La mirada del escritor no demoró en encontrar a un tierno niño que le observaba con brillantes ojos escarlatas.
—Usted es muy guapo.
—Ohhh, muchas gracias, pequeño—le acarició el cabello con delicadeza—. Tú también eres muy lindo.
El infante sonrió con inocencia, y Jimin se enterneció por la actitud del menor.
—Parece que ya conquistaste el corazón de uno sin el mínimo esfuerzo.
Taehyung le devolvió el gesto al niño, sin pasar desapercibido por uno de los vampiros que estaban el grupo que acaparó la atención de Jungkook.
—Parece que Beomgyu ha quedado prendado de Taehyung-ssi.
Jeon giró su cabeza para ver la bonita escena que se desarrollaba a unos metros de distancia.
—Esa es una señal de la buena elección que nuestro lord ha hecho—comentó una fémina con emoción—. Jamás nos imaginamos que volvería acompañado de alguien tan especial.
El rostro de Jungkook lucía confuso. ¿Pensaban que Taehyung era su pareja tal y como sus amigos lo hicieron cuando le conocieron?
Sin embargo, antes de darle la mala noticia de que sus conclusiones eran erróneas, uno de ellos se le adelantó, exclamando el nombre del escritor lo suficientemente alto como para que se volviera hacia ellos.
—¡Taehyung-ssi!
—¿Sí?
—Mi nombre es Choi Minho—se presentó con amabilidad—. Soy el hermano mayor de este pequeño llamado Beomgyu, un placer contar con tu presencia en la bienvenida de nuestro lord.
—Oh ya veo, el gusto es mío—Taehyung ofreció su mano para estrecharla con la del inmortal que la aceptó de manera inmediata—. Beomgyu es muy dulce, apenas me vio y me hizo un cumplido.
—Gyu solo lo hace con las personas que le inspiran confianza.
Aseguró, tomando a su hermano menor entre sus brazos. El susodicho podría tener la apariencia de un niño de seis años, pero lo cierto era que ya poseía medio siglo. Tan solo le tocaba esperar unos años más antes de que su tiempo vital se detuviera para que luciera una apariencia eternamente jovial.
—Y me alegra saber que se trata de la persona que se convertirá en la mano derecha de nuestro líder.
Como si fuera una mala broma del destino, todos los que se encontraban cerca se quedaron callados, al mismo tiempo en que Jungkook y el grupo de vampiro que lo acompañaban reducían la distancia como los involucrados en dicha conversación.
Jeon tenía pensado decir algo, cuando una vez más Taehyung se adelantó a corregir la información incorrecta.
—Su lord y yo solo somos buenos amigos, no tenemos ninguna relación más allá que una linda amistad.
¿Cómo podía ser eso posible? Fue lo que la mayoría se preguntó, mientras unos cuantos otros celebraban internamente que su líder siguiera soltero. Incluyendo a Yugyeom que, aunque escuchó a muchos balbucear sobre la relación que parecía envolver a ese par mientras el discurso se llevaba a cabo, no quiso perder la esperanza en que seguía al pendiente podría ser tomado en cuenta.
—Sí, Taehyung tiene razón. Solo somos buenos amigos.
—Entiendo, es una pena—comentó Minho al ser consciente de los rostros serios de los mencionados, algo dentro suyo le decía que la jodió en grande—. Lamento haber sacado conclusiones apresuradas.
—A nosotros también nos sucedió, así que no te sientas mal.
Solar le dio un codazo a su primo por soltar ese tipo de comentarios sin antes leer el ambiente.
—Ya veo... Mmm, creo que llevaré a Beomgyu a que tome la poción antes de olvidarme.
—Pero hermano, no tengo hambre.
Minho clavó sus ojos escarlatas en los del menor, como si con eso le dijera que se no dijera nada más. Suficiente tenía con la metida de pata que cometió hace unos segundos atrás.
—Como siempre los niños queriendo llevar la contraria... Un gusto haber conversado contigo Taehyung-ssi, siga pasándosela bien en la celebración.
Y sin más que aportar, aquel vampiro se retiró con el infante que captó el mensaje desesperado en la mirada profunda de su hermano mayor.
—¿Por qué se quedan paralizados si la fiesta no ha terminado?
Jimin preguntó para que los curiosos dejaran el tema por la paz y siguieran en lo suyo. Cuando pensó en que se presentarían oportunidades para que sus amigos abrieran los ojos a lo que sentían, no se imaginó que la situación se pudiera tornar de tal forma que, en lugar de avanzar cinco pasos, retrocedieran diez.
A este punto solo un milagro podría ayudarlos.
El rubio se apaciguó al comprobar que su intervención sirvió de mucho, no obstante, decidió distraer a los susodichos con ayuda de su novio, al notar como los vampiros que estuvieron con Jungkook se retiraban por donde Minho desapareció con Beomgyu.
Su misión era evitar que las cosas se pusieran incómodas entre el vampiro y el humano. Por lo que decidió iniciar un nuevo tema de conversación, esperando que al menos Yoongi le ayudará.
¿Fue tarea fácil? No, pero eventualmente lo logró. El tema de la ropa que escogieron para aquel evento fue el enganche perfecto para que una charla fluyera con naturalidad, lo demás ya fue algo espontáneo. Hacer hablar a la gente era de sus mayores cualidades, por lo que fue feliz al ver interactuar a Kim y a Jeon con normalidad durante las siguientes tres horas.
Sin embargo, lo que provocó el caos sucedió cuando ambos estaban despidiéndose de todos.
—Espero verlo pronto por aquí Lord Jeon, hay una casa que espera ser habitada. Yugyeom le recordó cierto detalle, siendo apoyado por dos chicos y chicas que parecían ser el séquito de fans exclusivos de Jungkook.
Para esas instancias, al escritor ya se le hacía difícil disimular el fastidio que lo embargaba. Sus ojos se ponían en blanco a cada comentario, pero en parte sabía que aquel vampiro tenía razón por más que le doliera en el corazón.
No obstante, Jungkook estaba determinado a ignorarlo hasta el final.
—Ya hablaremos de este tema después, justo ahora lo más importante es recuperar nuestra libertad—el inmortal expresó con seriedad, sin notar las verdaderas intenciones detrás de esas palabras, lo que enojó más a su hospedador—. Gracias por todo lo que hicieron por mí, volveré pronto de visita.
—Por favor lord, y no olvide en traer consigo a Taehyung-ssi.
Jungkook contó hasta diez para no mandar al carajo a Wooshik, quien no le quitó el ojo a su lirio durante toda la noche. Al principio parecía no tener coraje de ser tan obvio, pero desde que todos escucharon que entre ellos no existía ninguna relación sentimental, ni siquiera lo disimulaba.
—Si él quiere venir, no soy nadie para negarle el acceso.
El castaño dejo su sentir de lado al escuchar el tono que usó Jeon, ¿estaba enojado? ¿por qué?
Una pena que se tendría quedar con la duda hasta que arribarán a su casa. Después de una cálida despedida, el viaje de regreso no fue para nada silencioso al contar con la compañía de Jimin y Yoongi que no quería despegarse del rubio por nada del mundo.
La pareja agradeció la presencia de ambos en la celebración, desapareciendo de su vista en el automóvil del rubio. Taehyung y Jungkook ingresaron a la vivienda sin decir nada, hasta que el escritor decidió romper el hielo.
—¿Estás enojado?
—¿Por qué lo preguntas?
—Por el tono tan rudo con el que le respondiste a ese vampiro que se llamaba Wooshik si la memoria no me falla.
—Pero que dices, para nada.
Mentira, la rabia lo tenía cegado.
—Ya veo.
Kim suspiró rendido al ver que no conseguiría ninguna respuesta por parte del joven de piel nívea, mientras caminaban hacia la sala por pura inercia.
—Por un momento creí que la razón por la que tu humor cambió fue por la mención a la casa que te espera en el escondite de tu clan.
—En absoluto. ¿Cómo crees?
Jungkook sabía que se estaba comportando como un mocoso malcriado, pero en su defesa todavía no superaba que a pesar de la manera en la que le respondió a Wooshik, Taehyung le regaló una de sus sonrisas cuadradas.
Esas que le enamoraron, y ya no tenía caso negarlo.
Los celos lo consumían como nunca imaginó que fuera posible.
—Es que pienso que tienen razón, lo mejor es que vuelvas con ellos.
El tono gélido del castaño lo dejó paralizado a pesar de estar sentado sobre el cómodo sillón.
—¿Estás hablando en serio?
—Muy en serio. Tu gente te necesita, por algo te lo mencionan.
—¿Quieres que me vaya?
—Yo no estoy diciendo eso.
Kim desvió la mirada, pero de inmediato sintió como el contrario se incorporaba para encararlo.
—¿Entonces qué mierda quieres que haga? Últimamente no se ni qué te pasa por la cabeza como para que creas que soy adivino.
Ante el poco interés que mostraba, no pudo reprimir su sentir. Tratando de controlarse para no ser hiriente con el humano que fue capaz de meterse tan profundamente en su alma.
—Lo mismo podría decir de ti.
—No me jodas, Taehyung. Yo no soy el que estuvo poniendo distancia a pesar de vivir en la misma casa. Me has estado alejando sin razón, argumentando que es por tu trabajo, aun cuando antes podías equilibrar muy bien las dos cosas.
Su ceño fruncido delataba lo enojado que estaba y Taehyung no se le quedaba atrás. Era la primera vez que discutían, pero no negarían que se sentía bien desahogarse después de tanto tiempo.
El castaño tampoco quería sonar duro, pero su boca parecía haber tomado vida propia para responder a cada uno de los reclamos de su acompañante.
—Así que no me culpes por no saber qué hacer en esta situación, Kim.
—No lo estoy haciendo, nunca fue mi intención Jungkook—respondió sin dejar de ver directamente a los ojos escarlatas—. Lamento no saber cómo proceder contigo.
—Esa debería ser mi línea. No sabes lo perdido que estoy gracias a estos sentimientos.
—¿Sentimientos?
—Los que tengo por ti y que has ignorado deliberadamente, humano tonto.
La tensión entre los dos podía cortarse con un cuchillo, pero cuando Jungkook confesó aquello, Taehyung quiso golpearse por ser tan idiota.
Jimin había tenido tanta razón. Era correspondido por el vampiro. Todo cobraba sentido.
—Y todavía te quedas callado, eres un grandísimo...
Antes de terminar la frase, los labios del humano se posaron sobre los suyos. Silenciándolo.
¿Era un sueño?
Quién diría que la mezcla de celos, indiferencia, y poca comunicación serían la gota que derramaría el vaso de la verdad que ambos estuvieron ocultando.
¿Mala o buena decisión?
Una vez más eran ignorantes ante la respuesta, pero al menos se concentrarían en disfrutarlo de corazón.
Continuará...
Muchas emociones, ¿verdad? Espero este capítulo recompense mi desaparición. Una vez más gracias por seguir leyendo el fic, y de paso les invito a que le den una oportunidad a mi nueva historia titulada Profesor de Amor, la cual ya encuentran disponible en mi perfil. Cuídense mucho, les amo mucho.
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