—Debemos hablar. —Es lo primero que escucho al entrar al departamento. 

Hoy fue un muy aburrido día de clases pero por suerte cada vez está más cerca el fin de ese infierno y seré libre, en cierta parte.

Luca se encuentra sentado en el sofá, luce nervioso, juega con sus dedos y en frente en la mesita hay un vaso con agua aún lleno. Lo miro sin comprender pero luego me encojo de hombros, no a de ser algo importante. Dejo a Stephen en el suelo y voy a sentarme al lado de mi amigo, él no me voltea a mirar solo coge el vaso con agua y le da un pequeño sorbo para dejarlo de nuevo en su lugar.

—¿Me hablaras a mí o a mis nietos? —Pregunto lo cual le saca una sonrisa de lado.

—Es sobre Gabriel. —Habla.

Siento como si una luz se encendiera en mi cabeza, por eso tanto nerviosismo y el tenemos que hablar, me río ante su actitud lo que solo hace que él me mire con confusión. 

—¿Qué sucede con tu pretendiente? 

—Mi novio. —Corrige y una pequeña sonrisa se asoma, al escuchar eso mi reacción es golpearlo en el brazo a lo que suelta un quejido. —¿Y eso por qué fue?

—Por no haberme dicho antes. —Respondo mirándolo con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido. —Creí que eras mi mejor amigo. 

 Él empieza a reírse como loco provocando que le pegue con el cojín pero eso solo aumenta sus ganas de reír lo que me hace confundir más así que para calmar su ataque de risa cojo el vaso de agua y se lo tiro en la cara, esto detiene su sonrisa pero hace que empiece la mía al ver su cara de desconcierto.

Luego de una pelea con los cojines y muchas risas nos detuvimos para poder recuperar el aliento.   

  —Entonces, para aclarar, ¿no estás enojada por el hecho de que sea un chico? —Pregunta ya calmado a lo que yo niego.

—¿Debería estar enojada por eso? —Pregunto en tono de confusión a lo que él se encoje de hombros. —Estoy enojada porque no me dijiste que tienes novio y según tú no tenias tiempo. —Ruedo los ojos recordando lo que él me dijo hace un tiempo. —¿Hace cuanto son novios?

  —No me vayas a matar. —Pide. —Hace casi tres semanas. —Susurra apenas audible, como respuesta le tiro el cojín dándole en la cara.

—Te odio. —Susurro y me levanto para ir a la cocina dejándolo en medio de una risa.  

Mientras mi amigo pone música en el equipo y juega en el suelo con mi hermanito, yo preparo unos sándwiches y un poco de jugo para nosotros dos aún sin sacar de mi cabeza que hace tres semanas mi mejor amigo tiene novio y yo ni por enterada, creo que he estado muy metida en mis cosas y no he preguntado por su vida ni la de Mick, mientras que ellos mantienen pendientes de mi yo he estado poco pendientes de ellos, soy muy mala amiga.

Pongo en un plato los sándwiches, dejando uno para Mick ya hecho, sirvo los jugos para nosotros dos y cojo una papilla para mi hermanito, ya con eso voy a la sala.

—No eres mala amiga Thali. —Comenta apenas me siento provocando que lo mire, pareciera que hubiera leído mi mente. —Has tenido días difíciles y ocupados, tenías que encargarte de eso. —Se encoje de hombros y me muestra una de sus lindas sonrisas. —La verdad a mí me daba miedo contarte, temía tu reacción. —Comenta un poco apenado.

—¿Mi reacción? —Frunzo el ceño y lo miro

Él esquiva mi mirada y la centra en Stephen quien está comiendo su papilla en el suelo, cabe resaltar que está embarrado de ella por toda la boca y parte del cuello y ropa, tendré que darle un largo baño.

  —Pensé... pensé que te enojarías al saber que también me gustan los chicos. —Responde en un susurro, lo miro incrédula y me levanto para ir a mi cuarto. Estoy enojada, no puedo creer que en serio creyera que me iba a enojar nomas porque tiene un novio, ni que no me conociera.

Fijo mi vista en el blanco techo aún escuchando la música que proviene de la sala pero ahora en un volumen muy bajo, escucho unas pequeñas risas de mi hermano supongo que jugando con la papilla y terminando de ensuciarse, más trabajo para mi.

  —¿Tú lo sabias? —Pregunto saliendo del cuarto apenas escuché la puerta y la voz de Mick, él me mira sin entender y pasa la mirada de Luca a mí, cuando parece comprender nomas se escuda con su mochila y asiente repetidas veces.

  —¡Él me dijo que no te dijera! —Señala a Luca y luego sale corriendo para la cocina como alma que lleva el diablo. Miro a Luca enojada mientras que él solo se mueve incomodo en el sofá y evita a toda costa cruzar mirada conmigo.

Gruño y cojo a mi hermano en brazos para volver al cuarto e ir al baño que este tiene, no entiendo porque Mick no escogió el cuarto con baño pero en este momento lo agradezco, aún debo comprar algunas cosas para mí y para mi hermanito pero eso lo dejaré mejor para el fin de semana.

Baño a mi hermano mientras escucho música en mi celular, es un poco complicado ya que el baño no tiene una bañera ni nada así por lo que yo igual terminé bañada y el baño está inundado, creo que debo considerar la opción de bañarlo en el lavadero, sería más fácil pero por algún motivo siempre tomo la opción de la ducha, en donde me demoro más.

A veces en las mañanas para ahorrarme tiempo ambos nos bañamos en la ducha o simplemente baño a Stephen antes de irme a trabajar o le pido el favor a Higgins de que lo haga así en la mañana me ahorro un poco de trabajo y tiempo.

Termino con mi hermanito y le pongo una ropa un poco abrigada ya que planeo salir a dar una vuelta y está venteando demasiado últimamente, ya se puede considerar invierno y yo no quiero que él se enferme.

Ya con mi hermano cambiado, cojo un poco de ropa y entro al baño para así cambiar mi ropa mojada.  Salgo y voy por el trapero para así poder secar el baño y luego irme con mi hermanito dejando en la sala a mis dos amigos, uno con cara de arrepentido y el otro con una mueca de incomodidad mientras fingen ver la tele.

  Llamada... 

  —Higgins. —Saludo apenas atiende el celular. —¿Quieres venir al parque?  —Pregunto en un susurro y un poco incomoda

 —¿Eres Thalia? —Pregunta en tono incrédulo, yo solo ruedo los ojos.

—No, soy Paris Jackson. —Respondo con sarcasmo y cuelgo.

Fin llamada 

  —Oye hermosa, si quieres dejamos al bebé con una niñera y disfrutamos tu y yo. —Escucho que dice un señor apenas paso por su lado.

Detengo mi paso y lo volteo a mirar de arriba a abajo, podría ser mi padre. Hago una mueca de asco y le muestro mi dedo medio para seguir mi camino, si no fuera porque llevo a Stephen en brazos le hubiera golpeado para que se le quitara esa asquerosa sonrisa, aunque lo más probable es que terminara peor yo así que agradezco ir con el niño, no soporto a esos idiotas que se la pasan diciéndole cosas a las chicas como si fuera algo agradable, es asqueroso, ¿será que a ellos les gustaría que a alguna mujer de su familia les digan de cosas? Yo lo dudo.

  —Pequeño demonio tu llegas a ser igual que ese tipo o los demás idiotas así y te mando a un internado, ¿oíste? —Le digo lo que solo provoca que él se ría, claro, no entiende lo que le he dicho pero cuando crezca se lo recordaré.

Ya en el parque lo siento en el columpio y empiezo a mecerlo, me gusta escuchar las pequeñas carcajadas que suelta cuando el aire da en su cara, sus ojos azules se iluminan y sus dos dientesitos de adelante se asoman. Se ve tan tierno con su gorrito el cual oculta su rubio cabello, no se parece a mi madre.

Me siento en el columpio de al lado y me meso con los pies a la vez que lo hago con mi hermano, al estar los días fríos el parque no está lleno lo cual agradezco, aunque creo que hice mal en traer a mi hermano aquí y en parte a mí igual, podríamos enfermarnos.

 —Hola. —Saluda una voz grave a mi espalda provocando que me sobresalte.

Levanto mi cabeza y veo los ojos de Brad con cierto brillo de diversión, yo frunzo el ceño y le saco la lengua en una muestra muy inmadura que solo lo hizo reír.

—Hola Paris. —Se burla a lo que ruedo los ojos. —Pequeñito hermoso. —Hace una voz más aguda cuando saluda a mi hermanito lo que provoca que me ría.

—¿Qué haces aquí?  

Lo veo mecer a mi hermano y sonreirle con una dulzura, Higgins con su gorrito negro y mi hermanito con su gorrito morado, se ven tan tiernos que decido sacarles una foto mientras el chico sólo ignora mi pregunta.

—Me invitaste a venir, así que aquí estoy. —Responde luego de unos minutos y me mira con cierta obviedad, la verdad no pensé que fuera a aceptar mi invitación. —Espero me envíes la foto. —Asiento. —¿Luca te dijo?  

Lo miro con el ceño fruncido mientras que él me regala una sonrisa de lado y se soba la nuca, río de forma sarcástica y niego.

—Al parecer todos sabían menos yo. 

—No era fácil para él decirlo, yo me enteré porque lo vi con el chico. —Dice ahora posicionándose enfrente de mi con sus manos en las cuerdas del columpio. —No te enojes, el miedo le ganó, creo que no es un tema fácil para él y temía que fueras a enloquecer o algo por el estilo, eres su mejor amiga y lo que menos quiere es perderte. 

—Pues al parecer no me conoce tanto. —Susurro mientras siento un nudo en mi garganta.

Traición y desconcierto es lo que siento en este momento, se que no llevamos demasiados años siendo amigos pero en estos dos años hemos compartido mucho el uno con el otro y él sabe todo de mi como yo se todo de él, que me ocultara algo así me hace sentir como si no me tuviera confianza, como si no me conociera.

—Ponte en su lugar, es la primera vez que le gusta un chico y todos estaban acostumbrados a verlo con chicas, aún es algo raro para él, no entiendo bien por qué pero es así, siente miedo a lo que puedan pensar las personas que quiere. —Comenta intentando calmar mi enojo y que entre en razón y... tiene razón.

—¡Es bisexual no un maldito alien joder! —Exclamo frustrada y me cruzo de brazos. 

—Algunas personas aún no aceptan eso bonita. —Me recuerda.

—Pues esas personas tienen caca en vez de cerebro.