35
No te pelees, no te pelees, no te pelees, repito una y otra y otra vez en mi cabeza tratando de captarlo y no meterme en lo que tengo frente a mis ojos, aún cuando me parece una injusticia y los demás solo gozan de verlo.
Veo a lo lejos venir a Ryan y Brad los cuales niegan con la cabeza para que no me meta, yo sólo aprieto más mis puños.
—Ni lo pienses Thalia, tendrás problemas. —Me recuerda Brad mirando al igual que yo la escena, la rabia solo crece en mi al sentirme impotente.
—Ni tú ni Brad pueden hacer algo a ambos los tienen en la mira. —Nos recuerda ahora el ruloso, si, al parecer el director igual le a dicho que nada de peleas solo que a él si no le a puesto condiciones para graduarse, claro y como iba a hacerlo si los padres del chico si pagan una matricula, no muy cara ya que no es que sea un Instituto de ricos pero igual es alta.
Sigo viendo como el idiota que tenemos de capitán de fútbol junto con otros dos están molestando a una chica diciéndole gorda, fea, vagabunda, nerd, entre otras cosas y absolutamente nadie hace algo, todos están parados viendo la escena y riéndose, claro como a ellos no son a los que les están haciendo bullying, ellos no son los que están queriendo que eso pare entonces les resulta mejor reírse del sufrimiento de otra persona.
—La mierda. —Digo y me meto entre las personas para luego empujar a ese idiota lejos de la chica.—¿Te crees muy divertido y popular molestándola? —Pregunto enojada mientras lo miro mal, él traga y sonríe de forma nerviosa lo cual me causa gracia.
—No te metas Cooper que para ti también hay. —Habla con aires de grandeza lo cual solo provoca que me enoje más y quiera quitarle esa sonrisa burlona de su estúpida cara.
—Tú me llegas a hacer algo y te mando al hospital, idiota. —Gruño dando unos pasos cerca de él, sus amigos retroceden pero él se queda quieto en su lugar.
—No te tengo miedo.
—Ni yo a ti. —Estamos muy cerca y solo espero un motivo, un buen motivo para partirle su cara y ese motivo llega de una asquerosa forma, una en la que sus labios se juntan con los míos.
Diria que me le tiré encima y empecé a golpearle su cara de niño rico pero no fue así, alguien se me adelantó, un ojiverde se le tiró encima y ahora ambos comparten golpes el uno contra el otro, veo la escena casi en shock de lo rápido que Higgins terminó golpeándolo y de lo enojado que se ve.
Recordando el hecho de que no nos podemos meter en problemas intento quitarlo de encima de Joah quien ya no se defiende, solo intenta quitárselo de encima lo cual con ayuda mía consigue, se que no tarda mucho en venir el director así que le digo a Ryan que se vaya mientras que yo cojo a Brad de la mano y lo llevo rápidamente al baño de mujeres que es el más cercano a nuestro lugar.
—Lo tenia controlado. —Es lo primero que digo apenas entramos al vacío lugar, reviso pero no hay nadie lo cual me alegra y lo acerco al lavabo para que se lave la cara y el poco rastro de sangre que sale de su labio desaparezca.
No tiene casi golpes en su cara y me sorprende, creí que Joah le había acertado más golpes, pero ademas del labio no se ven más.
—¡¿Donde están Higgins y Cooper?! —Escucho que pregunta en voz alta el director, nos miramos sin saber que hacer temiendo las posibles consecuencias ante lo que ya le debieron de haber dicho.
Escucho pasos acercarse y hago lo primero que se me viene a la mente, cojo a Brad de la camisa y lo beso. No demora mucho en corresponderme al parecer entendiendo mi plan, subo mis manos a su nuca y el pone las suyas en mi cintura acercándome más a él, ignoro la extraña corriente que recorre mi cuerpo y solo me concentro en seguir el beso.
—¿Qué hacen? —Pregunta una voz seria provocando que nos separemos, miramos al director quien nos mira de forma seria con lo brazos cruzados.
—Nos besábamos. —Respondo en tono obvio y me encojo de hombros restandole importancia. —¿Nos necesitaba?
—Me han dicho que Higgins se a peleado con Mars pero creo que se han equivocado, el joven aquí presente no tiene ni un solo golpe. —Señala el rostro de Brad quien solo frunce el ceño en señal de confusión. —Los dejo y Cooper, no le muerda tan fuerte el labio a Higgins. —Sale con una sonrisa en su rostro y cierra la puerta del baño, suelto un suspiro de alivio y me recuesto en la pared.
El silencio se apodera del lugar mientras yo intento descubrir porque mi corazón late de una forma más acelerada, volteo a ver a Higgins quien se está mirando el labio aunque su mirada parece ida, miro mis zapatos y recuerdo el beso, se sintió bien.
Agito mi cabeza alejando pensamientos sin sentido y salgo del baño dejando al chico con sus pensamientos no sin antes susurrar un gracias.
Aunque quisiera saltarme las clases y solo salir a caminar no puedo, debo seguir aquí en este aburrido lugar intentado descifrar lo indescifrable, tratando de ignorar lo bien que se sintieron los labios de Higgins, aunque igual no dista mucho de lo que haré, ignorar lo sucedido y solo seguir como si nada, como sucedió con el anterior beso.
Al fin las aburridas clases terminan, salgo y voy directo a recoger a mi hermanito para así luego ir donde Mick o bueno, para ahora ir a mi nueva casa por tiempo indefinido.
—¡Ya llegué! —Informo entrando al departamento por si de pronto hay alguien, al no recibir respuesta entiendo que estoy sola.
Dejo a Stephen en el suelo y voy al cuarto para ponerme algo más cómodo, hoy no se abrirá el club por algún extraño y desconocido motivo lo cual me alegra, ya necesitaba tiempo libre de ese lugar, me gusta mi trabajo pero es bastante estresante y con lo sucedido estos días un día de paz me vendría bien.
Me gustaría ir al gimnasio y golpear por un rato el saco de boxeo pero es mejor que no vaya, mejor me quedo aquí con mi hermanito, viendo un poco de tele y comiendo gomitas que he encontrado.
Necesito conseguir fuerzas, últimamente me siento débil y se que eso se debe al exceso de estrés, las pocas horas de sueño y lo poco que últimamente he comido, esto no es elección mía, al ser becada debo tener notas altas y si sumamos el hecho de que mi disciplina no es buena debo esforzarme más, además de cumplir con mis otras obligaciones como lo son mi trabajo y mi hermanito.
Me acuesto en el sofá mientras como las gomitas y veo que Stephen está gateando hasta donde estoy pero en vez de subirse pone el oso que traía con él y se acuesta utilizándolo como almohada, río ante la escena y vuelvo la mirada al televisor, se está transmitiendo la película Madagascar así que decido dejarla.
El tiempo pasa de forma lenta y aburrida a mi parecer, mi hermanito se quedó dormido, la película se acabó y empezaron a dar cosas nada interesantes así que puse un canal de música, aunque no es muy de mi estilo la mayoría de canciones que pasan, Mick aun no llega de donde sea que esté y Luca dijo hace más de media hora que venia pero nada que llega, ademas de que las gomitas se terminaron y a este paso dentro de poco igual las fresas.
La puerta se abre de repente y por ella entra Luca agarrado de la mano de un chico, me mira y sonríe, una sonría de vergüenza que honestamente no entiendo, miro sus manos unidas y sonrío pero él rápidamente suelta al chico quien me mira con confusión.
—Hola. —Saludo mientras llevo una fresa a mi boca y le doy una mordida. —¿Por qué demoraste tanto? —Pregunto y él se encoje de hombros para luego caminar y sentarse al lado mío, el chico por el contrario se queda en la puerta sin saber que hacer. —No te convertirás en árbol ahí parado. —Señalo a lo que el chico ríe y luego se sienta al lado de Luca.
—Soy Gabriel. —Se presenta estirando su mano, es lindo, cabello castaño corto, ojos cafés claros, una linda sonrisa, alto, ni muy musculoso ni muy delgado.
—Thalia. —Estrecho su mano, cuando la suelto el la entrelaza con la de mi amigo y mira al bebé acostado en el suelo con un oso como almohada. —Él es mi hermanito Stephen. —Lo presento ante su curiosa mirada, él asiente. —Voy a llevarlo al cuarto, Luca puedes derretir el chocolate por favor. —Pido a lo que él asiente confundido, me agacho y cojo a mi hermanito para así llevarlo al cuarto y que descanse más cómodamente.
Ya con Stephen durmiendo más cómodamente, el chocolate derretido y el canal de música me siento en el sofá y empiezo a comer de las fresas con chocolate al igual que los otros dos chicos mientras los escucho hablar algo sobre sus carreras, no hago comentario y solo me dedico a escucharlos.
Luego de unos minutos los temas de conversación van variando y entonces ahí si me uno a la entretenida charla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top