12

¿Por qué acepte venir? Esa pregunta se formula muchas veces en mi mente, el lugar está repleto de estudiantes gritando, tirando cosas, haciendo bulla con un altavoz, ademas que algunos están insultando al equipo rival, esto es una locura a la que no debí aceptar venir.

—No veo lugares libres. —Dice Ryan mientras mira a todos lados en las gradas, eso me hace sonreír, si no hay lugar nos podemos ir. —Ya vi espacio, vamos. —Me coge del brazo y me jala, mi sonrisa es reemplazada por una mueca de frustración.

Desgraciadamente los lugares eran en la primera grada, justo enfrente de donde se ubican las porristas, así que podíamos ver a las porristas agitando sus pompones, dando volteretas y gritando con todas las ganas. Lo peor es que el partido aun no empieza, pero ellas aun así animan al aire.

—¿Cuanto falta para que empiece? —Le pregunto a Ryan pero no alcanza a responder cuando veo al equipo del instituto salir de los vestidores, todos corriendo con mucha energía, bueno casi todos.

Brad va con paso relajado, como si fuera el rey del mundo y tuviera todo el tiempo del mundo. Empieza a mirar las gradas, Ryan levanta las manos haciendo señas hasta que el idiota nos ve y nos saluda con un asentimiento de cabeza. Él entrenador le paga un grito, al parecer para que camine más rápido, a lo que él rueda los ojos y corre hacia él.

Aburrida por tener que ver como se lanzan balones para hacer otro mini calentamiento, me siento y empiezo a mirar las gradas del otro lado del campo en donde se encuentra el Instituto rival, camisas blancas o azules son las que resaltan, ademas de carteles para apoyar el equipo, el color de nuestro equipo es el verde. No parecen ser chicos de secundaria, se ven mayores.

—Ryan... —Lo llamo pero él no me escucha. —RYAN. —Grito y él se voltea. —¿Eso es un instituto o una Universidad? —Pregunto.

—Universidad, es de las pocas que tienen un equipo de Fútbol, según dicen es uno de los mejores equipos. —Responde con una gran sonrisa. —El director pensó que era una buena oportunidad para que el entrenador de ese equipo viera a los jugadores de aquí y piense en darle una beca deportiva a alguno. —Sigue hablando y luego suelta una pequeña sonrisa y niega.

—¿Qué? —Pregunto confundida, él me hace una seña con la cabeza para que voltee a mirar, sigo el camino que me indica y veo a Higgins con una chica.

—El idiota ese es rápido. —Comenta a lo que yo asiento, analizo a la chica un poco mas y la reconozco. —Aunque, ya estuvo con Tiffany. —Comenta con cara pensativa. —Luego la dejará por otra. —Se encoge de hombros restandole importancia para luego empezar a examinar la otra grada, buscando alguna chica con la cual pasar un buen rato. —Nada que me llame la atención. —Con tono de resignación se sienta y hace un puchero.

—¿Te ayudo? — Pregunto sentándome a su lado, él me mira con picardía así que decido aclarar. —A buscar una chica. —Él sonríe y asiente. 

Empiezo a mirar, analizando a las chicas cual podría prestarle atención al idiota con rizos que tengo al lado, o mas bien, cual quiere solo un rato de diversión. 

Le señalo algunas chicas pero él las rechaza, porque según él, no son su estilo. Suelto un bufido de frustración, deseando no haber propuesto mi ayuda y sigo mirando la grada rival hasta que veo algo, mas bien a alguien que provoca que me quede en shock.

—¿Que tal ella? —Escucho que dice Ryan pero no le respondo, sigo mirando a la persona. —Thalia, ¿sucede algo? —Pregunta, parpadeo varias veces y niego. —No parece. —Susurra y mueve la mano enfrente de mi cara.

—Scott. —Susurro sin poder creerlo, él chico parece sentir mi mirada ya que se voltea, rápidamente aparto mi vista de él y cojo la mano de Ryan la cual no deja de moverse frente a mi cara.

—¿Quien es Scott? —Pregunta con una mueca de confusion.

—Nadie. —Respondo entre dientes, escucho que suena el silbato y dan inicio al partido, por suerte se han saltado los himnos y todo eso.

Nuestro equipo va ganando por unos seis puntos, los gritos, empujones e insultos, la mayoría de mi parte hacia quien me empuja, no han faltado, al parecer todo el mundo tenia con que hacer ruido por lo cual ahora me esta doliendo la cabeza por tanto ruido y eso me pone de mal genio. Falta poco para que el partido termine, luego esperaremos a Higgins, por petición de Ryan.

—¡SI! —Gritan todos los de las gradas de nuestro instituto, el partido a acabado por fin y nuestro equipo a salido victorioso, todos bajan rápidamente en dirección a la cancha para ir a celebrar con el equipo, entre esos va Ryan, yo prefiero quedarme sentada aguantando mi dolor de cabeza, saco un cigarrillo y lo enciendo para luego mirar la hora, aun tengo tiempo.

—Thalia. —Dicen en un susurro, levanto la cabeza y me encuentro a un chico, cabello castaño oscuro, ojos cafés, piel canela, 1,78 o quizás mas de estatura, me mira sorprendido con las manos en los bolsillos delanteros de su jean color crema que acompaña con una camisa negra y zapatillas blancas.

—Scott. —Digo y hago un asentimiento en su dirección tratando de no mostrar mi asombro. —¿Que haces aquí? —Pregunto y me levanto quedando frente a frente, apago mi cigarrillo, me cruzo de brazos y lo miro fijamente. Él se queda mirándome de abajo hacia arriba.

—Vine a acompañar a un amigo, juega en el equipo. —Responde y hace una sonrisa ladeada.

—Sabes que no me refiero a eso. —Digo rodando los ojos. —¿Cuando volviste? —Pregunto de forma directa.

—Hace una semana, decidí pasar vacaciones aquí, ademas esperaba encontrarme contigo y con los demás. —Responde, esto ultimo lo dice en un susurro causando que yo me tense. Scott es mi ex novio, pertenecía a nuestro grupo de amigos, era un año mayor que nosotros. —Ahora me encuentro con que Amelia se fue a Canadá, Anne es amiga de los nerds, Tiffany es porrista y es mas...—Se queda buscando la palabra correcta, se que no quiere decir algo que suene irrespetuoso. —Exhibicionista y está con la cara vuelta nada por golpes, tu te convertiste en la chica mala del Instituto y no te hablas con ellas. —Al parecer Tiffany a comentado todo en resumen. —Y no se nada de Cody ya que Tiffany no me quiere decir. —Termina de decir mirándome fijamente.

A lo lejos veo a Ryan y a Brad mirarme con una mueca de confusion para luego llamarme con señas, bueno Ryan me llama moviendo las manos como si quisiera hacer aterrizar un avión. Soy de decir la verdad pero no se como decirle a Scott que uno de sus mejores amigos murió.

—Debo irme. —Digo en un susurro débil, doy media vuelta y cuando me dispongo a bajar él me coge del brazo.

—¿Pasó algo que yo no sepa? —Pregunta, lo miro a los ojos y puedo notar preocupación y confusion en ellos, me suelto de su agarre.

—Muchas cosas. —Respondo seria y bajo rápidamente pero en vez de ir a donde los chicos voy en dirección a la salida, necesito una pastilla para el dolor de cabeza y a Luca.


—Entonces,  el maldito al que no me dejaste romperle la cara a vuelto, ya sabe mas o menos como están tus ex amigas,  no sabe lo de Cody y no sabes como decírselo. —Enumera con sus dedos a lo que yo asiento y meto una cucharada de helado de M&M a mi boca, helado que trajo Luca. —Tengo una pregunta. —Dice a lo que asiento para que pregunte. —¿Que equipo ganó? —Pregunta, lo miro mal y le tiro un cojín.

—Idiota. —Ruedo los ojos. —El de mi instituto, ahora concéntrate. —Pido y él asiente.

—Creo que es mejor que le digas antes de que lo haga Tiffany, ella puede agregarle ciertas cosas que no sucedieron para así fastidiarte y eso lo sabes. —Comenta y yo asiento. —Él debe enterarse de todo, aunque claro él se fue luego de ser un completo idiota y no les volvió a escribir. —Sigue en un susurro, se calla y se queda pensando mientras que yo sigo comiendo de mi helado.

—No se como decírselo. —Hablo luego de unos minutos. —No es algo fácil de decir menos sino quiero saber de él, nosotros no terminamos en los mejores términos y luego tener que ir y contarle algo así no es sencillo. —Digo en tono frustrado a lo que él me abraza.

—Cálmate pequeña, no debes decírselo ahora, pero tampoco puedes esperar meses, hazlo cuando estés lista pero trata de que sea pronto. —Acaricia suavemente mi cabello.

—Claro como es tan sencillo estar lista pronto. —Digo con sarcasmo recibiendo un golpe en la cabeza por parte de él.

—No es sencillo pero es lo correcto. —Me separa y da un beso en mi frente. —Tu puedes. —Sonríe dándome ánimo.

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